lunes, 12 de diciembre de 2011

Negro sobre Blanco

Las desapariciones forzadas en México no son registradas 
Las cifras que se hacen públicas difieren de las obtenidas por organizaciones internacionales; incluso, en 24 estados esas prácticas no están penalizadas, señalan.
Sedena: el crimen busca limitarnos con quejas ante CNDH 
De 5 mil 962 recibidas en 5 años contra militares, sólo 92 derivaron en recomendación.
http://www.razon.com.mx/spip.php?article102466


No sabían del lavado de dinero; México ignoraba operación de la DEA 

La PGR investiga si agentes nacionales se involucraron en actividades encubiertas; la portavoz presidencial agregó que informarán los resultados de manera “puntual y transparente”
http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=portada&cat=28&id_nota=794023
Se dispara en sexenio extradición de narcos.
El número de extradiciones se ha incrementado hasta 190% en los últimos años, de acuerdo con cifras oficiales


Celebran senadores por 520 mil motivos
Este diciembre, cada de uno los senadores de la República recibirá más de 520 mil pesos por pesos por concepto de dieta, aguinaldo y bonos. 

Tancredi- Para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta



Para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta.


Decía Ricardo Alemán, en una de sus columnas, que: “AMLO regala candidaturas y posiciones políticas –como regalar dulces-, entre la jauría de ambiciosos sin ideología, sin principios y sin memoria, que darán todo por “ un huesito” para medrar del poder. Y claro, a cambio de esas migajas ya queman incienso en torno a López Obrador y practican las penosas genuflexiones”.

Al margen de que eso fuera verdad, cosa que tendría que demostrar quien hace la acusación, lo importante es la superficialidad con que se lanza lo que, hasta ahorita y mientras no sea comprobado, pareciera ser sólo un infundio brotado de la pluma ¿mercenaria? de Ricardo Alemán.

Si hay algo que personalmente me molesta de manera especial, es la gente que finge desmemoria; que se olvida de las vigas que trae en los ojos, mientras juzga con índice de fuego la paja que ve en otros;  la gente que se pone de pechito para que se pueda hacer escarnio de ellos. Eso es, entre otras cosas, lo que me repugna de Ricardo Alemán. Su innato farsantismo, su doble lenguaje, y de manera muy, pero muy especial, su doble moral, si es que tiene alguna, cosa que dudo.


A AMLO no se le ha demostrado que ande regalando candidaturas, “como si fueran dulces”; no se ha visto, tampoco, que en masa haya gente haciéndole “penosas genuflexiones”. No ha dicho Alemán quiénes son esos “ambiciosos sin ideología, sin principios y sin memoria” que quieren puestos, “huesitos” los llama él, para medrar con el poder. Nombres, queremos nombres.

Afirmar, con tanta frivolidad, que Mauricio Sada Santos o Fernando Canales Seltzer son unos oportunistas que buscan hueso, es de una estupidez mayúscula. Sólo un cuasioligofrénico como Alemán lo puede asegurar. Esos chavos tienen, por herencia y derecho propio, el poder más importante en México: El poder económico.

¿Bartlett y Greg Sánchez tendrán puestos o candidaturas “regaladas como dulces”?, ¿según quién?, ¿según el escribidor que ha practicado oficiosamente, con el gobierno en turno, las penosas genuflexiones que dice criticar?

¿Esas son sus “pruebas”? Bah, pamplinas.

Pero, como siempre en el caso de los fanáticos desmemoriados, escupe al cielo y la saliva le cae en la cara. El búmerang se le regresa y lo golpea entre ceja, oreja y madre. Pobre Alemán, vive ensalivado.

Como dijera Jack el Destripador, vayamos por partes.

¿Alguien recuerda a Miguel Ángel Yunes?, ¿habrá alguien con buena memoria que se acuerde de quién es Elba Esther Gordillo? ¿Se habrá olvidado la gente de aquel que, primero como candidato, y después como presidente, ofreció y entregó posiciones políticas “como si fueran dulces” a personas sin ideología, sin principios y sin memoria? ¿Creerá Ricardo Alemán que carecemos de la suficiente retentiva como para olvidar que esas posiciones se entregaron en el 2006 a personas que, como chapulines políticos, han andado de partido en partido, ergo, carecen de principios?

¿Ricardo Alemán considerará estúpida a la ciudadanía, al no concedernos la capacidad de discriminar los hechos, sin apegarnos al guión barato que nos quiere vender?

¿Pensará el escribidor de las genuflexiones a Calderón, que no recordamos cómo y a quién se entregaron el ISSSTE, la Lotenal, la Subsecretaría de Educación Pública?

Por eso digo y repito, para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta. No es el caso de Ricardo Alemán, que tiene la cola muuuuuy larga y la memoria muy cortita.

Tancredi
Diciembre de 2011

Carlos Puig - Peña, los panistas y AMLO: no al aborto



Cuando a un político le preguntan su opinión sobre el aborto, y su primer instinto es decir que él está a favor de la vida, ¿qué es exactamente lo que quiere decir? ¿Que los que piensan diferente están a favor de la muerte? ¿Que, por ejemplo, la ley que hoy rige sobre la interrupción del embarazo en el Distrito Federal es una ley a favor de la muerte?

La de “estoy a favor de la vida” es la respuesta de Enrique Peña Nieto. Y ayer en El País se extendió:

P. ¿Qué política aplicaría con respecto al aborto?

R. El aborto debería ser la última de las decisiones que una mujer debería tomar. Públicamente me he pronunciado a favor de la vida. Comparto las excepciones que la ley hace, en casos de malformación congénita, violación o riesgo para la vida de la madre. No estoy a favor de la criminalización de quienes aborten. Son momentos muy difíciles para una mujer, así que abogo por el impulso de una cultura que ayude a las mujeres a evitar que se llegue a ese escenario.

P. ¿Incluida la píldora del día después?

R. Incluida.

En esto, el nuevo PRI es el viejo PRI. El aspirante tricolor quiere que la ley sea la que fue siempre, reforzada con las nuevas modificaciones estatales promovidas bajo la presidencia de Beatriz Paredes.

No hay espacio en el panismo para expresar y mucho menos proponer la liberalización de las leyes que hoy impiden la interrupción del embarazo de manera segura. Con excepción de algunas y algunos panistas en el Distrito Federal, que saben que en la capital no tienen ningún futuro de otra manera, los blanquiazules no ceden. Entre sus aspirantes, el más duro —urgido de votos yunquistas— es Ernesto Cordero, pero Josefina Vázquez Mota también disfruta de la respuesta esa de “yo estoy a favor de la vida”.

El candidato del llamado Movimiento Progresista es un enigma. Sabemos que cuando fue jefe del Gobierno del Distrito Federal no quiso que se moviera el asunto. Algunos dicen que era porque sabía que daba poco rédito electoral a escala nacional, otros que lo conocen dicen que es una convicción personal.

En estos días la respuesta favorita de López Obrador es: “Cuando se trata de decidir sobre estos temas tiene que haber consulta, referend0, y en el caso especial preguntarle a las mujeres, ellas son las que deciden”.

Todos sabemos cómo terminaría esa consulta.

Está claro. En ese tema no habrá avance y, por lo tanto, seguirá en el país imponiéndose la postura conservadora y las mujeres que quieran interrumpir su embarazo lo tendrán que hacer en las inseguras condiciones de la clandestinidad.

El Vaticano estará contento.

Ciro Gómez Leyva- El país de los políticos chillones


Ahora resulta que si el Presidente de la República afirma que los criminales sitiaron regiones en la elección de Michoacán y podrían hacerlo en las nacionales del próximo año, se trata de una injerencia que pone en riesgo la democracia.

Tal parece que a los políticos mexicanos no les basta una ley represiva, que aplasta la confrontación de ideas y valores. Ante una frase que los desconcierta o pone de malas, se dicen agredidos e invocan quién sabe qué valores del Estado y la equidad. País de políticos chillones.

Son las consecuencias de lloriquear hasta el cansancio que un concepto como “es un peligro para México” en 2006 significó guerra sucia y fue determinante en el resultado. Es la cultura que en vez de promover el debate, lo trata de ahogar.

Todo lo que la nefasta ley electoral no prohíba está permitido. Y nada prohíbe al Presidente, o a cualquier gobernante, emitir un juicio sobre un asunto público. Por ejemplo, el pasado, el número de pobres, el peso del narcotráfico en una votación.

Allá del que mienta, exagere, exacerbe. Los electores sabrán premiarlo, sancionarlo o ignorarlo. Son ciudadanos mayores de edad, y no, como conviene pensar a nuestros políticos, adolescentes perennes incapaces de discernir entre información y propaganda.

Por lo demás, la asociación PRI-crimen le trajo pésimos resultados al PAN-gobierno en los comicios federales de 2009. Si los ciudadanos no compraron ese discurso entonces, ¿por qué lo harían ahora?

Pero ni hablar. Son malos augurios para las elecciones del próximo año. Las del cruce de la ley castradora con una tupida generación de políticos chillones.

SALVADOR GARCIA SOTO-Morelia por una Cabeza



La plática ocurrió el domingo 13 de noviembre por la noche en Morelia. Pasaban de las 11 cuando en las oficinas donde despachaba el ex lider del PRI, Humberto Moreira, se apareció el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero. El panista había pedido un encuentro urgente y confidencial con Moreira, tras la intensa jornada electoral de aquel día y la guerra de cifras desatada entre priistas y panistas proclamándose ganadores de los comicios.

Madero llegó agitado, nervioso, según testigos presenciales del encuentro. Se encerró con Moreira y ahí el dirigente del PAN reveló su apuro: el presidente Calderón estaba más que molesto, iracundo ante el resultado a esa hora –11:30 de la noche— ya confirmaba la derrota de su hermana Luisa María Calderón. “Yo tengo que darle algo al presidente, no puedo volver con las manos vacías, te ofrezco una negociación: déjenos la alcaldía de Morelia y a cambio frenamos las investigaciones en tu contra por la deuda de Coahuila”.

Moreira escuchó la propuesta. La elección municipal en Morelia estaba cerradísima, 300 votos le sacaba de diferencia el candidato del PRI, Wilfrido Lázaro, al panista Marko Cortés. La oferta sonaba tentadora para el coahuilense, pero su respuesta fue negativa: “Primero yo no puedo negociar eso, no estoy en posición de hacerlo y segundo ustedes, los del PAN, no tienen palabra y no cumplen sus acuerdos”.

Madero salió aún más angustiado del encuentro. Un par de horas antes, a eso de las 9 de la noche, acababa de escuchar un fuertísimo regaño del presidente Calderón cuando tuvo que llamarle a Los Pinos para decirle que siempre no, que se habían equivocado las encuestas internas del PAN y Luisa María, su hermana, había perdido frente al priista Fausto Vallejo. La voz presidencial se descompuso en el auricular y el dirigente del blanquiazul escuchó, según reveló el mismo, fuertes reproches cargados de palabras altisonantes. “Son unos pen…como fueron a equivocarse”, le reprocharon en aquella llamada.

La reacción en Los Pinos era entendible. Unas horas antes, a eso de las 5:45 de la tarde, minutos antes de que cerraran las casillas, el presidente había recibido otra llamada en la que el mismo Madero le daba, eufórico, la noticia: “!Ganamos presidente!, Luisa María será gobernadora, nuestras encuestas nos dan ventaja clara!, esto es muestra del buen gobierno que se ha hecho!”.

Testigos de aquella primer llamada hubo varios: en el war room panista en Morelia se encontraban reunidos Ernesto Cordero, Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y otros personajes de la cúpula panista. Cuando vieron las encuestas que les entregaron las firmas Espacio Muestral y Arcop, los panistas se pusieron felices: “Ya ganamos, ahora quién se lo informa al presidente”. Cordero se ofreció a llamarle, pero la mayoría decidió que fuera Madero en su calidad de dirigente.

Así que el líder del PAN tomó el teléfono y dio las albricias que pusieron feliz al inquilino de Los Pinos. Casi tres horas más tarde, antes de las 9 de la noche, cuando ya se conocían otras encuestas de salida y comenzaban a fluir los primeros datos oficiales de las actas de casilla, en aquel mismo cuarto, los mismos personajes, que antes celebraron, reconocían que la situación había cambiado y las cifras arrojaban un dato claro: había perdido Luisa María Calderón. “¿Y ahora quién le llama al presidente para decirle que esto se movió?”, se volvió a escuchar la pregunta en aquella. Y las miradas fueron unánimes sobre Gustavo Madero, quien al tomar el teléfono escucharía, según comentó después él mismo, una de las peores regañadas de su vida.

Vendrían después las fuertes denuncias de Calderón sobre la injerencia del narco en los comicios michoacanos y, al parecer el segundo intento, ahora en curso, de revertir el resultado en aquellos comicios.

Denise Dresser- La piel que habita



Tu libro está repleto de palabras como ‘consenso’, ‘confianza’, ‘liderazgo’. Pero ¿dónde están las políticas públicas concretas con las cuales basas tu candidatura presidencial?

Preguntas para Josefina Vázquez Mota:

1) En tu libro “Nuestra oportunidad: un México para todos” hablas de conformar una “agenda de modernidad”. Eso presupone que el país no la seguido durante el gobierno de Felipe Calderón o Vicente Fox. ¿En qué sería distinto tu gobierno a los suyos?

2) Argumentas que ya es “obligatorio e inaplazable alcanzar acuerdos”. ¿Seguirías entonces la política de pactos con el PRI —y con su parte más podrida— para instrumentar reformas, aunque acaben diluidas?

3) Enfatizas la necesidad de diálogo para avanzar, pero ¿no ha sido precisamente la incapacidad del PAN para confrontar al viejo régimen lo que explica su fracaso?

4) Argumentas que se ha pospuesto el cumplimiento de las respuestas que millones de mexicanos esperan para un presente y un futuro mejor. ¿De qué manera el PAN ha contribuido a esa posposición? ¿Cuál sería tu crítica a los últimos dos sexenios?

5) En el libro entrevistas a líderes mundiales como César Gaviria, Enrique Iglesias, Felipe González, Michele Bachelet, etc. Pero ¿dónde están tus propias ideas para cambiar a México? ¿No estás escudándote en sus palabras para evitar comprometerte con las tuyas?

6) Hablas de la importancia de la recaudación fiscal, pero ¿qué tipo de reforma propondrías para aumentarla?

7) ¿Cuáles son “los acuerdos urgentes en el sector energético que pondrías sobre la mesa?

8) Sugieres la importancia de fomentar la competencia y la competitividad, pero específicamente ¿qué medidas respaldarías para combatir la estructura oligopolizada de la economía mexicana? ¿Cuál sería tu posición con respecto a Carlos Slim y Televisa, por ejemplo?

9) Te refieres a la importancia de la educación, pero no abordas el tema de Elba Esther Gordillo ni del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. ¿Cómo lidiar con esos poderes fácticos que estrangulan a la educación en México? Dices que no volverías a hacer una alianza política con La Maestra, pero no has esclarecido cuál sería tu postura frente a ella y el sindicato que controla. 

10) En el tema de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado dices que “no basta retirar al Ejército y a la Marina del enfrentamiento”. Pero ¿cuál sería la propuesta alternativa que propondrías? ¿En qué se diferenciaría de la guerra emprendida por Felipe Calderón? ¿Crees que basta con ofrecer un enfoque humanista y una educación para la paz”?

11) Has dicho que en materia de seguridad es necesario que tengamos más inteligencia y menos balas, y que para eso requerimos reordenar las responsabilidades a nivel federal y reordenar las prioridades. ¿A qué te refieres con eso? ¿Cuáles serían tus prioridades reordenadas?

12) Admites que “hemos dedicado cerca de 10 años a saber de qué tamaño han sido nuestros errores”. ¿Cuáles han sido los principales y en qué áreas?

13) ¿A qué te refieres cuando hablas de “inaugurar un régimen político nuevo”?

14) Argumentas que “necesitamos establecer una nueva agenda que trastoque los arreglos existentes y que elimine los candados que vienen del pasado”. Pero ¿no es cierto que el PAN lleva los últimos 11 años apoyando esos acuerdos y esos candados?

15) Tu libro está repleto de palabras como “consenso”, “confianza”, “liderazgo”. Pero ¿dónde están las políticas públicas concretas con las cuales basas tu candidatura presidencial?

16) ¿No crees que tus pugnas públicas con Ernesto Cordero —sobre quién es responsable de aumentar o disminuir la pobreza— debilitan al PAN de cara a la contienda presidencial?

17) Dices que conoces el mercado “porque sé lo que significa la trinchera, no de los libros de texto, sino de comprar y vender”. Pero más allá de tu experiencia personal ayudando a tu padre en el negocio familiar, ¿cuál sería tu fórmula para construir mercados funcionales y competitivos en telecomunicaciones, transporte, energía, cemento y muchos otros sectores altamente concentrados?

18) Para entender el funcionamiento de una economía ¿basta con decir que “como ama de casa sé lo que cuestan los productos básicos”?
19) Dices que es urgente “hacer de lado privilegios, es urgente que la competencia entre a los mercados que hoy son monopólicos u oligopólicos”. Si fueras presidenta ¿cómo combatirías esos privilegios? 

20) Has planteado la necesidad de luchar contra la corrupción y la impunidad. El PAN no se ha caracterizado por enfrentar esos males durante los últimos 11 años y allí está el caso de la Guardería ABC para constatarlo. ¿Por qué creer que tú y tu partido se comportarían —ahora sí— de forma diferente?

21) Afirmas que “ya es tiempo de construir la paz, la concordia, y la esperanza, con voluntad, con fuerza y decisión… de que México sea gobernado por una mujer”. ¿En qué sería distinta una presidencia femenina? ¿Importa en realidad el género del titular del Ejecutivo? ¿Qué ofrecerías para marcar tu diferencia bis a bis tus predecesores más allá del hecho de ser mujer?


Lo mismo en http://www.vanguardia.com.mx/lapielquehabita-1169759-columna.html

Julio Hernández- Lavandería invisible; FC nada sabe; Más pifias de EPN; Las corbatas de AMLO


Para la administración policiaca calderonista debe ser descorazonador (en sen- tido figurado, obviamente) que, a pesar de la enorme cantidad de información sobre delincuencia organizada que ha logrado juntar a lo largo de cinco años terribles, no haya sabido absolutamente nada respecto a operaciones semanales de lavado de dinero que, según la revelación que ha hecho The New York Times, han contado con la participación y supervisión de coordinadísimos agentes de Estados Unidos y México.

Descorazonador porque, hasta ahora, el jefe de las operaciones bélicas en casa, el licenciado F. Calderón, ha tenido como timbre de orgullo el presunto éxito internacional de sus dotes policiacas y militares, elogiado y aplaudido en Washington, salvador del mundo y no solamente en asuntos de mercadeo de drogas, mencionado en su momento como una versión de Elliot Ness, él mismo deseoso de ser un Jack Bauer.

Sin embargo, resulta que el jefe de los interestelares servicios de inteligencia, que son capaces de detectar presuntas conexiones iraníes en vías de detonar sedes diplomáticas en Washington o, más recientemente, de reventar planes de reubicación inmobiliaria clandestina de un hijo del difunto coronel Kadafi, ¡nada consigue saber de la vertiente fundamental del narcotráfico que es el lavado de dinero! Muertos y más muertos, violencia sangrienta por todos lados, asesinatos por decenas de miles sin investigación ni sujeción real a proceso judicial, sin que el afanoso comandante Calderón atine a comenzar a indagar y golpear donde todo mundo recomienda y exige, es decir, en el terreno donde el trasiego vulgar se convierte en negocio presuntamente adecentado, en la zona de complicidades de élite en que los billetes verdes del consumo gringo se transmutan en ganancias lícitas de empresarios y políticos. El mundo rojo y negro de los cárteles, santificado financieramente por los delincuentes de cuello blanco (el lector puede agregar colores conforme le parezca: en todas las combinaciones partidistas que proponga habrá siempre ejemplares de ese tipo).

Pero en este México abatido la ignorancia pareciera ser no solamente pretexto o coartada, sino incluso ingrediente fundamental para sostener y desarrollar carreras políticas. Calderón ignora todo sobre el asunto de los cargamentos de dólares semanalmente traídos a México con escoltas binacionales de lujo (tarea desarrollada durante décadas, según ahora se sabe. Durante el priísmo, ciertamente, pero también durante el foxismo, que hizo gran negocio de hacerse el desentendido).

Otro aplicado practicante de la ignorancia es el precandidato único del PRI a la Presidencia de la República, el maniquí convencionalmente conocido como Enrique Peña Nieto. Sería rudeza excesiva insistir aquí en el involuntario espectáculo de desnudismo intelectual que protagonizó en la pasarela libresca de Guadalajara diez días atrás. Pero resulta que el mexiquense persevera en consolidarse como la revelación del año en materia de ignorancia, con preocupante aspiración de refrendar el título entre escándalo público durante seis años. Entrevistado por El País, estimó el salario mínimo en menos de la mitad de lo que realmente es, y rebautizó a la creación de la profesora Gordillo como partido Alianza Nacional, cuando hasta Jorge Kawhagi sabe que el nombre oficial de ese negocio es Nueva Alianza.


La incesante comprobación pública de que el licenciado Peña Nieto tiene graves problemas cuando menos de retención de datos ha ido deteriorando la impresión de viabilidad imparable, virtual invulnerabilidad, que parecía acompañar a la postulación del ex gobernador del estado de México. Es cierto que ha habido un ejemplo peor, el del silvestre Vicente Fox y su conductora designada, la señora Marta, pero el enojo social contra el modo de gobernar del PRI durante siete décadas llevó en 2000 a buscar alternativas tan desesperadas como la de confiar en un personaje cuyo valor más distintivo era un par de botas. Pero ahora, en el México de catástrofe que va dejando Calderón (si es que finalmente permite que haya elecciones o que se respeten los resultados de éstas si le son desfavorables), en un escenario igualmente desesperado que el de 2000, hay una corriente de votantes que desea el regreso del oficio político de los priístas para volver a encauzar al país aunque sea por senderos como los antes activamente rechazados pero hoy vistos casi como paraíso por recobrar.

La gran desgracia para ese segmento que desea el retorno del priísmo dinosáurico es que el personaje seleccionado para competir está exhibiendo de manera lamentable que si algo le falta es justamente ese oficio del viejo priísmo y que a pasos agigantados está demostrando que no tiene la capacidad suficiente para enfrentar una tarea de reconstrucción nacional. No deja de ser irónico que sin mover un solo dedo y sin recurrir a tretas del submundo político a las que sus malquerientes le consideran afecto, el senador Manlio Fabio Beltrones mantenga presencia política suficiente como para que haya quienes se pregunten si no sería mejor candidato que el descoordinado Enrique, visto como está que ignorancia va matando carita.

Del lado de las izquierdas lo que no se sabe es cuánto tiempo durarán las imágenes de conveniencia que hoy muestran a la cúpula del PRD chuchista en amoroso arreglo con su candidato compartido, el Peje de Tres Amores que a la hora de registrarse como precandidato único en el sol azteca, Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo, mostró habilidades camaleónicas de corbata al usarlas en cada caso con los colores correspondientes a cada organización.

Y, mientras Neto Cordero se aferra a seguirse considerando precandidato viable, a pesar de que Chepina Vázquez va adelante en imagen y en manejables encuestas de opinión e incluso está recibiendo apoyo de corderistas que creen desfondado al ex secretario de Hacienda, ¡hasta mañana, con múltiples aspirantes de temporada a romper la piñata de las candidaturas a diputaciones y senadurías!

Pablo Hiriart - El IFE y el fantasma de la anulación




La integración del IFE en esta semana es una prioridad para el futuro democ£rático del país. Hay signos preocupantes que apuntan a descarrilar las elecciones en 2012, antes o después del domingo 1 de julio.

Ante esa indeseable y aún hipotética posibilidad, es vital que el IFE esté constituido por la totalidad de sus consejeros, y que los tres lugares vacantes sean ocupados por personas de reconocido prestigio.

La vocación democrática de los partidos estará a prueba, y no hay certezas de que la vayan a pasar.

¿Hay un compromiso de respeto a los resultados de la elección?

Ya tuvimos la experiencia, hace seis años, en que un candidato rechazó lo que dijo la población en las urnas.

¿Qué habría pasado si en lugar de un candidato, dos de ellos hubieran desconocido los resultados?

Por eso la necesidad de un IFE fuerte, completo, que dé confianza a la población.

El argumento para anular las elecciones no existía hace seis años. Ahora parece estar gestándose uno: la participación de grupos criminales en los comicios.

Desde luego que los partidos tienen la obligación de blindarse ante tal posibilidad.

Pero que no nos digan que por la participación del narco hay que hacer otras elecciones.

¿Hasta cuándo? ¿Hasta que los narcos no voten o no influyan?

Lo que está en juego no es menor: es la continuidad de la normalidad democrática en México.

Se requiere un compromiso democrático por escrito de parte de todos los participantes en la justa electoral.

Tal acuerdo lo tiene que promover el IFE. Un IFE completo y con integrantes aceptados por todos los partidos.

No por conocido el argumento en pro de la anulación se va a conjurar.

Ya lo conocemos: la participación del narco hace imposible aceptar un resultado que viene contaminado por el crimen organizado, etcétera.

Michoacán fue aleccionador en ese sentido. Los tres candidatos estuvieron de acuerdo con las reglas y fueron a los comicios con la certeza de que iban a ganar.

Ninguno mencionó la intervención de bandas criminales en el proceso.

Cuando dos de los candidatos perdieron, le echaron la culpa al narco de su derrota.

El PRD, tercero en esa contienda, de inmediato hizo suya la demanda de anular los comicios.

La anulación no prosperó en esa entidad porque los candidatos perdedores y el gobierno federal habían avalado la legalidad de las elecciones y no mencionaron a la intervención del narco como un agravante.

Ahora la situación es diferente. El discurso contra la legitimidad de las elecciones está en marcha. Y cuando menos uno de los candidatos, si pierde, va a desconocer los resultados.

Carlos Marín - El bajarle, mejor para Josefina



Con Josefina Vázquez Mota como secretaria de Desarrollo Social, efectivamente, el número de mexicanos en pobreza extrema disminuyó.

Sin embargo, ella y Ernesto Cordero tuvieron su propio y contrastante margen de maniobra, y ninguno estuvo en posibilidad de modificar la situación económica del país, decisiva en las tareas específicas de su función.

Al recordárselo a él en el debate del jueves reciente para la selección de candidato del PAN a la Presidencia, ella no mintió, pero, al responsabilizarlo del aumento, sin duda se excedió.

En los reportes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social se aprecia que el crecimiento económico es determinante en la reducción o el aumento de la pobreza, y Josefina tuvo la buena suerte de que durante su gestión (casi todo el foxiato) el producto interno bruto promedió 2.5 (5.2 en 2006).

Cordero, en cambio, capoteó la Sedesol sólo dos años, en un contexto mundial adverso que se reflejó en un PIB de 1.2 en el arranque de 2008 a ¡menos! 6.1 en 2009, y a 5.4 en diciembre del mismo año.

Si la pobreza se mide por los ingresos, lo que más contribuye a su reducción o aumento no son las intervenciones del secretario en turno, sino del estado que guarde la economía nacional.

Con Josefina en esa secretaría, el ingreso per cápita creció de ocho mil 500 dólares en 2000, a diez mil en 2006 y, aunque al llegar Cordero era de 12 mil 400, cuando se fue había subido a 13 mil 200 dólares.

Pero si de personalizar se tratara, el éxito o fracaso de la política social es atribuible al Presidente de la República y sus estrategias para el crecimiento económico.

Con Cordero en la Sedesol, México enfrentó la peor crisis alimentaria (aumento de precios internacionales de alimentos) y económica (quiebra de Lehman Brothers y secuelas) de la historia reciente. Tan grave le fue al país, que registró estragos equivalentes a la crisis económica de 1995.

Hoy, el Coneval mide la pobreza con base en una metodología multidimensional.

Según el Coneval, entre 2008 y 2010 (los de Cordero en la Sedesol) la población en situación de pobreza extrema se mantuvo sin cambios en 11.7 millones de personas, y la población vulnerable por carencias sociales se redujo de 36.2 millones de personas a 32.3 millones. La vulnerable por ingresos aumentó de 4.9 millones a 6.5, y la “no pobre y no vulnerable” aumentó de 19.7 millones a 21.8 millones de personas.

Los datos del Coneval indican que, aunque la población vulnerable por ingresos aumentó, las carencias sociales de la población se redujeron (destacan el incremento al acceso a salud y a la seguridad social; las mejoras en la calidad y espacio de la vivienda y los servicios básicos).

Josefina Vázquez Mota hizo bien al proponerse no pelearse más con Ernesto Cordero y expresar su gratitud a Felipe Calderón.

Ya no quedará expuesta a que el Presidente la suponga desleal ni a que su adversario le diga mentirosa.

Ricardo Alemán - Los pillos y la constitución moral



Cuando Andrés Manuel López Obrador fue ungido como candidato único de la llamada izquierda mexicana, sorprendió a todos al anunciar que, de ser presidente, sería un fervoroso promotor de la “república amorosa”.

Pocos entendieron el significado de la chabacana propuesta amorosa, hasta que un puñado de intelectuales antagónicos al “lopezobradorismo” le explicaron “al respetable” que el amor y la moralidad poco tienen que ver con la política y con el ejercicio del poder, ya que las reglas del Estado están en la Constitución y la ley, y no en cartillas morales y menos en moralinas.

Con los argumentos de la ciencia y el conocimiento, demostraron que “la república amorosa” no es más que una vulgar estratagema “engañabobos” y emparentada con las prácticas de la derecha y la ultraderecha y, por si hiciera falta, con gobiernos populistas nada serios. En pocas palabras, que “la república amorosa” es una estratagema diseñada sólo para ganar votos y para alcanzar el poder por el poder.

Y claro, ante el razonamiento científico, apareció la barbarie de los fanáticos de AMLO, que no dudaron en recurrir a su fórmula preferida; el insulto, la ofensa y hasta la amenaza de muerte a los críticos del “mesías tropical”; a todos aquellos que piensan diferente.

A su vez, en este espacio revelamos que “la república amorosa” de AMLO no era más que una grosera copia de “la república del amor” que enarboló el dictador venezolano Hugo Chávez, quien la utilizó como palanca electoral para alcanzar su primera reelección —en 2006— y que fue el paso inicial de una insultante dictadura que lo tendrá en el gobierno hasta 2036.

Por su parte, el líder del alzamiento zapatista de enero de 1994, el motejado sub Marcos, metió en un brete ideológico y de congruencia —en realidad de incongruencia— a los fanáticos de AMLO. ¿Por qué?

Porque buena parte de la fanaticada que hoy quema incienso a AMLO, fueron fanáticos del sub Marcos, luego del alzamiento. ¿Y eso qué?, se podría cuestionar. Pues resulta que hasta el sub Marcos hizo mofa de la “república amorosa” de López Obrador. Y si quieren ejemplos, basta revisar el diario La Jornada de la década de 1994 a 2004. Ese diario pasó de ofrecer la apología ciega y sorda del sub Marcos, a ofrecer la apología ciega y sorda del “lopezobradorismo”.

Así, cuando AMLO pregona su “república amorosa”, el sub Marcos lo califica como “uno de los tres bribones” que disputan lo que queda de México. Denuncia que los personeros de AMLO le pidieron “silencio”, y que el prohombre de la izquierda en realidad se mueve a la derecha con su “república amorosa”; que no es más que “un grupo porril ilustrado, ávido de poder, pleno de intolerancia y con un discurso más cercano al de Gaby Vargas y Cuauhtémoc Sánchez, que al de Alfonso Reyes”.

Luego, el sub Marcos se burla de la farsa “de izquierda” que son el PT de Alberto Anaya y Convergencia de Dante Delgado, y crítica al diario La Jornada, a cuyos directivos y editorialistas califica de incongruentes y fanáticos del “lopezobradorismo”.

Y aquí es donde aparece la crisis de identidad y congruencia de aquellos a los que por años se les vendió la imagen del EZLN y de su líder, Marcos, como el ejemplo de las causas justas de la izquierda, y luego se les vendió la imagen de AMLO, como el ejemplo de las causas justas de la izquierda.