viernes, 1 de agosto de 2014

Sergio Sarmiento - Leche materna

"Encima de la leche, nada eches".

Refrán

Es tan bueno el pecho materno que hasta a los infantes les gusta. Se trata de un alimento sano en un envase atractivo y ecológico. El rechazo a su consumo exclusivo durante un periodo suficientemente largo es producto de los prejuicios más perjudiciales que sufrimos como sociedad.

Hoy empieza la semana mundial de la lactancia materna. El que haya que separar un periodo para promover una práctica que debería ser tan natural como respirar, comer o hacer el amor es, sin embargo, una llamada de atención. Por razones muy diversas la sociedad ha hecho a un lado una acción que no tiene más que beneficios.







La leche materna es un alimento ideal para el bebé. Tiene nutrientes de calidad y de fácil digestión para el pequeño en un perfecto equilibrio. Además, líquido para hidratar, proteínas para fortalecer, lípidos cuyos ácidos grasos favorecen el desarrollo físico y neurológico; hierro que, al contrario del de las fórmulas, es fácilmente digerible para el bebé.

leche materna es una vacuna para el infante porque le da una carga de inmunoglobulinas o anticuerpos de la madre que lo salvaguardan de enfermedades muy diversas. Hace sentir amados a los bebés y les genera una confianza en sí mismos que perdura toda la vida.
Los infantes que consumen leche materna tienen 14 veces más posibilidades de sobrevivir en los primeros seis meses de vida.


La leche materna es un medicamento natural que no sólo protege al infante de la malnutrición y las enfermedades infecciosas sino que ayuda a la madre a bajar de peso, reduce la incidencia de cáncer y enfermedades cardiovasculares y hasta se convierte en un anticonceptivo.
Además es gratis, puede transportarse con facilidad y no requiere de refrigeración, por lo menos no mientras no se extraiga del envase original.

Por ignorancia y por presiones sociales, millones de mujeres han dejado de amamantar antes de tiempo o no lo han hecho nunca. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición la lactancia materna exclusiva en los seis primeros meses de vida del infante bajó de 22.3 por ciento en 2006 a 14.5 por ciento en 2012.

Aunque el promedio de lactancia en México sigue estable en 10 meses, la combinación de leche materna con infusiones o alimentos reduce su eficacia. Incluso dar agua a un bebé es dañino porque inhibe la producción de leche materna y aumenta el riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales.

Muchas razones han llevado a las mexicanas a reducir tiempos y calidad de la lactancia. Hay quienes piensan que se ve mal o que deforma el busto, concepto que surge de un nuevo ideal de belleza que hace pensar que los pechos de plástico son más hermosos que los naturales.

De las abuelitas, por otra parte, hemos heredado ideas falsas como que dar té o alimentos adicionales al niño ayuda a tratar cólicos o a complementar su nutrición. La verdad es que la leche materna tiene todo lo que el infante necesita y todo lo adicional perjudica.

Otro problema es la presión económica que hoy sufren las mujeres para regresar a trabajar lo antes posible después del parto. Si bien muchas no tienen opción, sus hijos posiblemente resentirán daños o cuando menos riesgos si dejan de ser amamantados demasiado pronto.

Los prejuicios sociales hacen que se rechace a una mujer que da teta a un infante en un lugar de trabajo o público. Muchas veces son las propias mujeres las que ejercen esta presión. Es tan absurdo como si rechazáramos a alguien por alimentar a un adulto mayor.

La lactancia es una práctica sana y hermosa. Si alguien inventara en este momento un producto que tuviera todas las cualidades de la leche materna recibiría sin duda el Premio Nobel de medicina. Pero como es una sustancia natural se le ve como algo obsoleto o incluso sucio.

Ésa es la mentalidad que debemos cambiar.

Tregua humanitaria
Israel y Hamás aceptaron ayer una tregua humanitaria de tres días en Gaza. Si pueden ser tres días, puede ser una vida. En este caso la comunidad internacional está justificada en presionar a las dos partes.




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