miércoles, 17 de septiembre de 2014

Sergio Aguayo - Basureros

El torrente de aguas negras del PRI y del PRD afloró en el Instituto Electoral del Distrito Federal, un deshuesadero de la democracia traicionada.
 
El protagonista individual fue el líder del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien controla los basureros de la capital. El equipo del noticiero de MVS que conduce Carmen Aristegui investigó y reconfirmó lo que Reforma había demostrado tiempo antes: el señor de la basura tiene un apetito sexual tan descomunal que contrataba, como parte de los cuadros partidistas, a edecanes de "amplio criterio". El Casanova priista fue exonerado por razones que desnudan la podredumbre de nuestro sistema político.













El PRI lo quitó de presidente, pero no lo expulsó porque necesita a quienes silenciosamente procesan miles de toneladas de basura generadas por la capital. Como el PRD tampoco quería enemistarse con quien controla un servicio básico optó por el cantinfleo. La dirigencia del PRD capitalino se presentó como el defensor de la ética y denunció a Cuauhtémoc ante el IEDF.
Las tribus perredistas controlan al IEDF y utilizaron su mayoría para exonerar al señor de la basura por seis votos contra uno. Los consejeros se escudaron tras una investigación exhaustiva. Falso. Sus pesquisas fueron superficiales. Claudia Priscila Martínez González era quien entrevistaba a las aspirantes y les explicaba que el perfil del cargo incluía atender al señor cuando éste les pidiera sexo oral (sin protección) o vaginal (con preservativo). El IEDF sólo entregó a Claudia dos hojitas con 18 preguntas y la enganchadora las respondió con 68 palabras. Al IEDF no quiso saber sobre su papel de Celestina (Texto disponible en mi página de Internet) y tampoco se inquietó por haber encontrado que, en el manejo del dinero, el PRI capitalino es opaco, y tiene "desorden administrativo y falta de controles". 

El IEDF está para servir a los partidos, no para importunarlos con preguntas incómodas. En diciembre de 2012 Incide Social (fundado por Clara Jusidman) hizo una crítica bien fundamentada sobre un proceso desaseado en el que las tribus se repartieron a la mayoría de consejeros (disponible en mi página de Internet). La odisea de Cuauhtémoc sólo reconfirmó el desdén del IEDF hacia el interés general; lo suyo es cumplir con la voluntad de quienes gobiernan.

El IEDF es parte de un desorden nacional que desea corregir el Instituto Nacional Electoral (INE) seleccionando a los consejeros que organizan las elecciones locales (ahora están con los de 2015). El consejero presidente, Lorenzo Córdova, se ha comprometido públicamente a que se elegirán a los mejores y a los más autónomos sin la intervención de los partidos.

Me detengo en el caso de Mariana Calderón Aramburu, una consejera del IEDF con maestría en Derechos Humanos y Democracia por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Tenía la formación para presidir la Comisión del IEDF encargada de garantizar la perspectiva transversal de género. La Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y El Caribe que preside Teresa Ulloa cuestionó a esa Comisión lo que hicieron y dejaron de hacer en el caso de Cuauhtémoc; las evasivas del IEDF confirman la determinación con la cual evadieron abordar el caso. El INE tendrá que decidir si selecciona a Mariana -que cumple con amplitud con los requisitos formales- como nueva consejera pese a su triste papel en la historia del señor de la basura.

La arquitectura democrática está contaminada de muchas maneras. Es una degradación integral y el caso del priista Cuauhtémoc y del IEDF lo confirma. ¿Hará una limpieza a fondo el INE o sólo disimulará los basureros con cascadas de spots color de rosa?

LA MISCELÁNEA
En 2004 José Luis Soberanes apuntaló su reelección como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) con 760 cartas de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC). Ningún senador se interesó en saber cómo las había obtenido o la legitimidad en el mundo de los derechos humanos de los Productores de Maguey o de la Unión de Chicharroneros del Municipio de Mexicaltzingo que apoyaron entusiastas a Soberanes. Quienes promueven la reelección de Raúl Plascencia como presidente de la CNDH ahora reparten machotes entre las OSC donde se elogia la "capacidad y sapiencia" de Plascencia. Gracias a un Senado de la República omiso y cómplice México cuenta con una sólida red nacional de organismos públicos que simulan defender los derechos humanos. A ese elenco se suma el IEDF.


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www.sergioaguayo.org
Colaboró Maura Roldán Álvarez



Leído en http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1038150.basureros.HTML




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