miércoles, 22 de octubre de 2014

Juan Diego Quesada - El próximo alcalde de Iguala: “Claro que temo por mi vida”

Luis Mazón, de 60 años, dice que trae una “bronca encima”, aunque accede a charlar media hora en el garaje de su casa mientras bebe té y fuma un cigarrillo tras otro. Esta semana será nombrado alcalde de Iguala (130.000 habitantes), la ciudad en la que desaparecieron unos estudiantes hace 25 días. Se entiende tanta preocupación.

La situación en Iguala, en el Estado de Guerrero, el suroeste de México, es alarmante. El secuestro de los alumnos de Ayotzinapa, una escuela de formación para profesores rurales, ha dejado al descubierto la complicidad entre las autoridades locales y el cartel de los Guerreros Unidos. Los narcos mandaban y el Ayuntamiento obedecía. O al revés, dependiendo de la situación. El caso es que funcionaban como dos corporaciones que administraban la ciudad de forma paralela y colaborativa.








Este hombre, de camisa blanca, nariz ancha y un lunar sobre la ceja derecha, sustituye en el cargo a José Luis Abarca, prófugo desde que se le relacionara con las desapariciones. “Acepto el reto pero claro que temo por mi vida. Aunque me cuiden 20 escoltas, si me quieren matar, lo harán”.
Pregunta. ¿Va a ser inflexible con el crimen organizado?


Respuesta. No te puedo decir que voy a ser inflexible puesto que yo no voy a mandar a la policía. El Gobierno va a implantar el mando único (aglutinar todas las fuerzas de seguridad). Si hay nexos con los criminales, lo tendrán ellos, no yo. Se burlan de mí porque siempre digo “está cabrón”. ¿Por qué lo hago? Porque no puedes opinar. Yo no sé si estoy hablando ahora con ellos (refiriéndose a los periodistas). De mí te van a decir: ese cabrón solo dice está cabrón. ¿Por qué? Hay que desconfiar.

P. ¿Por qué apoyar a alguien como Abarca?

R. Lo apoyé por ser un candidato del PRD –la izquierda mexicana-, independientemente de que lo conocía como conozco a mi vecino. En profundidad no lo conocía, solo como un empresario joyero. Yo aún dudo de que haya tantas cosas en su contra. [Su hermano, Lázaro, ha renunciado a su cargo en el Gobierno de Guerrero por ser quien recomendó a Abarca como alcalde].

P. Lo buscan por estar involucrado en la desaparición de los muchachos. Está comprobado que la familia de su mujer tiene vínculos con el cartel de los Beltrán Leyva. ¿Nunca sospechó de él?

R. Ni lo hago. Me gusta enterarme de cómo están las cosas en la televisión pero en la vida real uno no es culpable hasta que se demuestre lo contrario.

P. Hace más de un año mataron a un concejal de Iguala, de su partido, y un testigo declaró ante notario que el alcalde era el que había apretado el gatillo. ¿No reflexionó ante algo así?

R. Vuelvo a repetirle: yo no soy muy de estarme metiendo en situaciones. No me imagino a Abarca con una escopeta en la mano. Yo tuve una infancia en el pueblo, la gente en el caballo traía su rifle pero jamás pensé que se mataba así.

P. ¿Por qué le sorprende tanto si meses atrás encontraron 17 cadáveres que han acabado en la fosa común?. Las autoridades hallaron ahora otros 28.

R. Son muchísimos muertos pero su servidor a las ocho se recoge. Nosotros acostumbrábamos en la noche ir a tomar un té pero cuando empezó toda esta situación nos quedamos en la casa para no arriesgar. A veces aunque no estés (metido en el crimen organizado), te toca.

P. Dice “desde que hubo la situación”. ¿A qué se refiere? ¿A que el narcotráfico se expandió de esta forma tan agresiva?

R. No te puedo especificar. Ten en cuenta que empezó a haber muchos problemas: levantones, gente desaparecida. Lo que hago es decirle a mi hijo no vayas a eso, no vayas a lo otro. Corres peligro en las calles de Iguala y no sabes por quién. Yo por eso me dedico a cuidar a mi hijo.

P. Usted ahora no cuida solo su hijo, sino de todos los ciudadanos de Iguala.

R. Yo quiero que todos los ciudadanos me ayuden a cuidarse.

P. Le leo algunos calificativos en la prensa: “Iguala, ciudad sin ley”, “Iguala, un cementerio”. ¿Cómo lo afronta?

R. Esperemos que el Gobierno nos apoye.

P. ¿Tendrá escolta?

R. Mi madre me cuidó de chiquito. De grande me tengo que cuidar solo.

P. ¿Dónde cree que están los 43 estudiantes?

R. Le pido a Dios que aparezcan con vida.



Leído en http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/21/actualidad/1413863390_901845.HTML


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