viernes, 18 de abril de 2014

Juan Villoro - Gabriel García Márquez, el genio inventor del hielo

El inventor del hielo

Gabriel García Márquez solía recordar que llegó a México el día de la muerte de Hemingway. Ciertos momentos se definen por lo que perdemos: el 17 de abril de 2014 falleció la única persona que hubiera escrito bien esa noticia.
 
Desde sus primeras crónicas, publicadas en Cartagena de Indias y Barranquilla, García Márquez decidió que la realidad es una rama de la mitología, llena de cosas tan difíciles de probar y tan inolvidables como éstas: no hay nada más dramático que una negra engreída, suicidarse es una forma de ser chino y el azúcar murmura cuando sube a las naranjas.
 
Después del asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán, la prensa colombiana pasó por una fuerte censura. Imposibilitado para cubrir acontecimientos, el joven García Márquez narró la vida íntima de un bandoneón, los problemas de tráfico causados por los muertos y el desconcierto producido por una vaca que se creyó urbana.
 
 
 
 
 

Lorenzo Meyer - Una mirada externa

·REPORTE

La Fundación Bertelsmann, un "think tank" alemán creado en 1977, acaba de publicar su sexto informe sobre el estado que guardan 129 países "en proceso de transición". El objetivo es identificar sus grandes problemas y en el caso de México registra casi tantos como páginas: 47.

Para la Bertelsmann, tres son los asuntos que caracterizan el panorama mexicano: 1) la lucha contra el crimen organizado, 2) los efectos de la crisis financiera internacional y 3) el retorno del PRI a la Presidencia.



·VIOLENCIA

La estrategia de Felipe Calderón contra el crimen organizado no dio el resultado que buscó. Ese crimen mantiene su capacidad de actuar pero la cifra de víctimas mortales, desaparecidos y desplazados, más los abusos de los derechos humanos, asemejan al país, sin serlo, a un sistema dictatorial y represivo. La decisión de militarizar el combate al crimen obedeció, en parte, a una genuina necesidad de recuperar el control territorial, pero en parte, dice la fundación, fue una táctica por ganar la legitimidad que no se logró en la elección de 2006 y, en parte, fue resultado de la presión e influencia norteamericana. En la actualidad, los cárteles son menores que en 2006 pero más numerosos -25- y se han diversificado: hoy se dedican también al robo, la trata de personas, la extorsión y el secuestro. Finalmente, la táctica calderonista puso en evidencia el enorme grado de corrupción en el aparato judicial y los cuerpos policiacos.




Purificación Carpinteyro - Déja vu

"Vemos lo que queremos ver" -dicen aquellos que se mofan de quienes, según ellos, vivimos obnubilados por la paranoia de la perpetua conspiración. Así que, aprovechándose de nuestra desconfianza, nos recetan con la medicina que anticipamos; nos disparan con balas de salva para que ocupados en apagar fuegos fatuos, nos olvidemos de que el diablo está en otra parte, que está en los detalles.

Así, mientras numerosos activistas sociales, organizaciones civiles y oficiales, defensores de derechos humanos, escritores, legisladores y sociedad en general, centran sus esfuerzos en erradicar la posibilidad de que la iniciativa presentada por el presidente Enrique Peña Nieto, hace casi un mes, sea aprobada por el Senado, sin que antes se eliminen las disposiciones del proyecto que atentan contra derechos fundamentales consignados en la Constitución, tales como la libertad de expresión y el derecho a la información (específicamente aquellas en las que se le conceden facultades a la Secretaría de Gobernación para censurar, espiar y hasta desconectar redes de telecomunicaciones discrecionalmente); se descuida el propósito original de la reforma constitucional que debería regular esa legislación secundaria.





Diego Petersen Farah - Un desarme para la madre

En esa gran capacidad de humor involuntario que tiene el Estado mexicano, las autoridades de facto en Michoacán escogieron el 10 de mayo, el mero día de la madre, como fecha para el desarme de las autodefensas. Bueno, eso dijeron las autoridades, porque más tardaron en anunciar y festejar el gol que el abanderado de las autodefensas en levantar la bandera para anularlo: no es desarme, pues no entregarán las armas, tan solo las guardarán y no es desmovilización, pues se reservan el derecho a actuar en el momento que lo crean conveniente.
 
Vamos a suponer, y solo a suponer, que las autodefensas no tienen una agenda política y de control territorial propia y que efectivamente muertos los capos mayores de los Templarios se les acabó la rabia. Más allá de eso hay preguntas básicas a las que aún el Estado no ha dado respuesta:
 
 
 
 
 
 

Jenaro Villamil - Gabo, el entrañable

Es inevitable que cada celebridad de la literatura lo consideremos como parte de nuestra familia, de nuestra intimidad, de nuestra vida. Pocos escritores como Gabriel García Márquez tuvieron para más de tres generaciones la extraordinaria capacidad de “entrar” en nuestra cotidianidad, al grado de considerarlo como un amigo, un confidente, un narrador que intuía nuestros secretos. Ahí radicó su talento de volverse entrañable.
 
Mi fascinación por García Márquez fue como la de miles de sus lectores: desde El Coronel no Tiene Quien le Escriba y más con Cien Años de Soledad, dejé de leer y releer la Biblia para meterme en la galaxia de la familia Buendía, en sus múltiples aventuras y desventuras, para encontrar en cada uno de sus relatos la construcción de un mundo trágico y gozoso.
 
Todos habitamos un Macondo hasta convertirla en nuestro Génesis y nuestro Apocalipsis. La capacidad literaria de García Márquez consistió en transformar nuestras aldeas individuales, oníricas y religiosas en un símbolo inagotable para de la realidad.  Sin la Biblia, Cien Años de Soledad sería inexplicable. Pero gracias a García Márquez los relatos bíblicos nos transformaron a todos en pueblos elegidos de nuestra historia, en patriarcas de nuestros paraísos perdidos.
 
 
 
 
 

Sergio Sarmiento - Jesús de Nazaret

Jesús no era cristiano. En sus tiempos no había “cristianos”, personas que consideraran que el Cristo, el ungido, era el hijo de Dios. El nazareno era más bien un judío devoto, al igual que otros en su tiempo, como Juan el Bautista, que buscaban recuperar el sentido de la religión de sus ancestros. Como tal era un convencido monoteísta y seguramente se habría sentido incómodo ante una religión que planteara que Dios puede tener hijos como los dioses paganos.

Es difícil saber con exactitud cuál fue la predicación de un hombre que vivió hace dos milenios. Las menciones de historiadores independientes, como Flavio Josefo, Tácito o Plinio el Joven, son pocas y demasiado esquemáticas. Sirven, si acaso, para ratificar que sí existió un “hombre sabio”, en palabras de Flavio Josefo, seguido por judíos y gentiles que formaron el grupo de los cristianos. La mayor parte de la documentación sobre la vida de Jesús proviene de los Evangelios, textos escritos por conversos al cristianismo décadas después de su muerte y que fueron seleccionados por la Iglesia porque se adaptaban al credo que la Iglesia estaba definiendo.





Agatha Christie - El rey del trébol

Agatha Christie
1890 - 1976

El rey del trébol


La verdad -observé dejando el Daily Newsmonger a un lado- tiene más fuerza que la ficción.

La observación no era original, pero pareció gustar a mi amigo, que, ladeando la cabeza de nuevo, se quitó una mota imaginaria de polvo de los bien planchados pantalones y observó:

-¡Qué idea tan profunda! ¡Mi amigo Hastings es un pensador!

Sin enojarme por la evidente ironía, di un golpecito sobre el periódico que acababa de soltar de la mano.

-¿Lo ha leído ya? -pregunté.

-Sí. Y después de leerlo lo he vuelto a doblar simétricamente. No lo he tirado al suelo como acaba usted de hacer, con una lamentable falta de orden y de método.

(Esto es lo peor de Poirot. El Orden y el Método son sus dioses. Y les atribuye todos sus éxitos.)

-¿Entonces ha leído la nota del asesinato de Henry Reedbum, el empresario? Él ha originado mi reciente observación. Porque es cierto que no solo la verdad es más fuerte que la ficción, sino, asimismo, mucho más dramática. Vea por ejemplo esa sólida familia de clase media, los Ogiander. El padre, la madre, el hijo, la hija son típicos, como tantos cientos de familias de este país. Los hombres van al centro de la ciudad todos los días; las mujeres se ocupan de la casa. Sus vidas son pacíficas, monótonas incluso. Anoche estuvieron sentados en el salón de su casa de Daisymead, en Streatham, jugando al bridge. De improviso, se abre una puerta de cristales y entra en la habitación una mujer tambaleándose. Lleva manchado de sangre el vestido de seda gris. Antes de caer desmayada al suelo dice una sola palabra: «asesinado». La familia la reconoce al punto. Es Valerie Sinclair, famosa bailarina, de quien habla todo Londres.