viernes, 27 de febrero de 2015

Mensaje a Tepozteco.

Le sugiero que no se retire del foro por las siguientes razones.



1.- Es una actividad que ha mencionado en diferentes ocasiones que le gusta realizar. Por que no seguirla haciendo ?
2.- Tiene el tiempo disponible. Porque no seguirlo usando ?
3.- Causa polémica y escozor entre los pocos lectores del foro. Porque no seguir dándoles sus dosis de Tepozteco?
4.- Es el contribuidor mas exitoso de Espacio en Blanco, columna que publica se llena de comentarios de todo tipo. Porque no seguir ? 
5.- En cualquier red social o foro publico encontrara las mismas condiciones que aquí o incluso peores. Trate de publicar en Milenio y vera como le van a llover calificativos. Demas en los diarios no le permitiran publicar sus columnas.
6.- Tiene pasión por compartir sus ideas. No todos las comparten, obvio.
7.- Si se va a retirar, que sea por las razones correctas. 

Saludos.

Billy Joel - You may be right ! ( cover )

Pues... despues de un descanso de la guitarra aquí les dejo este cover del maestro Billy Joel del álbum de 1980 Glass Houses la pieza "You may be right". Esta fue una de las piezas que me convirtieron al Rock allá por mis años mozos.

Su servilleta tocando la guitarra líder y rítmica.

Sin mas preámbulo...

Italo Calvino - El ojo del amo

Italo Calvino

El ojo del amo

-El ojo del amo -le dijo su padre, señalándose un ojo, un ojo viejo entre los párpados ajados, sin pestañas, redondo como el ojo de un pájaro-, el ojo del amo engorda el caballo.

-Sí -dijo el hijo y siguió sentado en el borde de la mesa tosca, a la sombra de la gran higuera.

-Entonces -dijo el padre, siempre con el dedo debajo del ojo-, ve a los trigales y vigila la siega.

El hijo tenía las manos hundidas en los bolsillos, un soplo de viento le agitaba la espalda de la camisa de mangas cortas.

-Voy -decía, y no se movía.

Las gallinas picoteaban los restos de un higo aplastado en el suelo.

Viendo a su hijo abandonado a la indolencia como una caña al viento, el viejo sentía que su furia iba multiplicándose: sacaba a rastras unos sacos del depósito, mezclaba abonos, asestaba órdenes e imprecaciones a los hombres agachados, amenazaba al perro encadenado que gañía bajo una nube de moscas. El hijo del patrón no se movía ni sacaba las manos de los bolsillos, seguía con la mirada clavada en el suelo y los labios como silbando, como desaprobando semejante despilfarro de fuerzas.

-El ojo del amo -dijo el viejo.