domingo, 22 de noviembre de 2015

Ryszard Kapuscinski - Las costumbres del león

Ryszard Kapuscinski  ( 1932 - 2007 )

Las costumbres del león


El león que está en la plenitud de su edad no se muestra muy aficionado a la caza del hombre. Tiene sus propias costumbres cazadoras, sus sabores favoritos y preferencias culinarias. Le enloquece la carne de antílope y de cebra. También le gusta la jirafa, aunque ésta resulta difícil de cazar, dados su tamaño y altura. Tampoco desprecia la ternera, por lo que los pastores encierran por la noche sus vacas en unos corrales que construyen en la selva con ramas espinosas. Semejantes cercas -que llaman goma- no siempre son un obstáculo eficaz, pues el león es un consumado saltarín y puede brincar por encima de la goma o hábilmente pasar por debajo de ella.

El león caza durante la noche y por lo general en manada, ingeniándoselas con sigilosos acechos y trampas. Justo antes de la caza, en la manada se lleva a cabo un reparto de papeles. La parte destinada a la batida empuja a las acosadas víctimas hacia las fauces de los cazadores. Las leonas son las más activas: son las que suelen atacar. Los machos son los primeros a la hora de disfrutar del festín: se atragantan con la sangre más fresca, engullen los trozos más suculentos y chupan la grasa de las médulas óseas.