RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN

miércoles, 13 de junio de 2012

Ciro Murayama - El fraude del fraude

2 de julio: Del aval a la exigencia al IFE

La mañana del domingo 2 de julio en el sur de la ciudad de México hacía un día despejado y caluroso, húmedo por la lluvia de la víspera. En la sede del Instituto Federal Electoral los representantes de los distintos partidos cumplían con su papel tradicional en la instalación del Consejo General: establecer su posición política de cara a la jornada electoral. 

En la dilatada campaña, de seis meses de duración, Andrés Manuel López Obrador se mantuvo casi siempre al frente en las encuestas de intención de voto y, en la recta final, si bien se anticipaba una votación cerrada con el candidato de Acción Nacional, Felipe Calderón, en las filas del perredismo existía el convencimiento de que la noche de 2 de julio habría que festejar un triunfo histórico. “Sonríe, vamos a ganar” era la frase socorrida, optimista.

El representante de la Coalición Por el Bien de Todos ante el Consejo General del IFE, el diputado federal Horacio Duarte, transmitía esa convicción ganadora en su intervención de aquella mañana: “Nosotros, en la Coalición Por el Bien de Todos, sabemos que es la hora de la izquierda, es la hora de llegar a un punto importante de nuestra vida política. 

La izquierda en México ha pasado casi 30 años desde su legalización, de su inserción en lo procesos democráticos. A partir del 1º de diciembre habremos de transformar nuestro discurso, nuestra combatividad en acciones y en políticas públicas para beneficio de la gente. Estamos convencidos que en este proceso democrático lo más importante es que los ciudadanos podrán definir con libertad su voto”. En su discurso, el diputado Duarte ya veía en qué condiciones habrían de recibir el poder ejecutivo: “llamamos al gobierno federal en turno para que entre el 3 de julio y el 30 de noviembre vivamos una transición de gobierno tersa; una transición de gobierno que le permita a nuestro país mantener en calma, mantener las variables macroeconómicas en los rangos que hoy los tenemos. Pero que permita, a partir del 1º de diciembre, imprimir un rumbo distinto a la política económica con responsabilidad y sobre todo con certeza para los millones y millones de mexicanos”.1

La confianza del PRD en la inminencia de su victoria también implicó, ese día, el aval a la autoridad electoral: “Estamos convencidos -añadió Duarte- que los diversos instrumentos electorales que se han dotado por parte del Instituto Federal Electoral tienen un rango de aceptabilidad que nos permite concluir el día de hoy la jornada electoral con buenos resultados”. Las ofensas previas, las descalificaciones y ataques mutuos entre partidos y candidatos, podrían quedar atrás: “Finalmente, queremos reconocer en todos nuestros contendientes un ánimo que si bien estuvo a veces marcado por la rispidez, por el debate, por la dureza, siempre ha sido en el mejor ánimo de la lucha democrática que nos ha distinguido a todas las fuerzas políticas en los últimos años. (...) Es la hora de México, es la hora de los ciudadanos y a eso nos atenemos en la Coalición Por el Bien de Todos”. Así cerraba Horacio Duarte su primera intervención de esa larga jornada. 

Más cauto se mostró el representante del PAN, el también diputado federal Germán Martínez, en su discurso de apertura el 2 de julio: “No hay votos buenos ni votos malos, el pueblo no elige mal, lo que el pueblo diga el día de hoy está bien dicho y será aceptado por Acción Nacional”.

Corrían las horas iniciales de la votación y las distintas casas demoscópicas aplicaban encuestas de salida. Hacia el mediodía, una tendencia se había consolidado: las exit-poll no estaban dando ganador; “Too close to call”.

La crónica de Jorge Ramos y Lilia Saúl en El Universal (03/07/06), daba cuenta de esas horas en el cónclave del PRD: “Desde las tres de la tarde, dirigentes de los partidos integrantes de la Coalición, así como simpatizantes, llegaron al hotel [Marquís]. Con algunos sondeos a la mano, varios de los dirigentes perredistas mostraban caras rígidas y se negaron a dar cualquier información. Los supuestos 10 puntos de diferencia entre su candidato y Felipe Calderón habían desaparecido”.

Por ley, los días de votación se pueden dar a conocer los resultados de sondeos y encuestas electorales sólo a partir de las ocho de la noche en la hora del centro, cuando han cerrado las casillas en el último huso horario del país. Este 2 de julio ninguna de las grandes empresas encuestadoras contratadas para tal fin por los medios de comunicación pudo establecer un ganador. Habría que esperar a los conteos rápidos del IFE, a las 11 de la noche.

La nota de Jorge Octavio Ochoa, también de El Universal (3/07/06), refleja cómo se fue asimilando la información de la cerrada votación: “Pasadas las 20:00, del PRD surgen las primeras instrucciones: acudir a todas las plazas públicas del país y festejar el triunfo. 

En el ínter, López Obrador sale finalmente para el hotel Marquís -20:30 horas- para reunirse con el primer círculo de colaboradores y dirigentes de la Coalición Por el Bien de Todos. Hay rostros tensos, miradas duras, aunque Claudia Sheinbaum repite a quien la quiera oír: ¡Ya ganamos, ya ganamos!”.

Para las 11 de la noche, cuando una fuerte tormenta caía sobre el sur del DF, los conteos del IFE confirmaron el difícil escenario: la votación era tan reñida que tampoco a través de ese instrumento estadístico se podría conocer al ganador. “Con base en 95.12 por ciento de resultados de las casillas de la muestra del conteo rápido elaborado por el Instituto Federal Electoral (IFE), el consejero presidente de este órgano, Luis Carlos Ugalde, anunció (...) a las 23 horas que ‘no es posible determinar, dentro de los márgenes científicos establecidos para el conteo rápido, al partido o coalición que haya obtenido el mayor porcentaje de la votación emitida'”(La Jornada, 3/07/06, nota de Alonso Urrutia, Fabiola Martínez y Jesús Aranda).

Tras el informe del IFE, López Obrador se trasladó al Zócalo, donde ya se encontraban reunidos miles de seguidores ante la convocatoria de sus dirigentes. Ahí, López Obrador todavía ofreció su respaldo al Instituto: “Escuché el mensaje de presidente del IFE y del presidente de la República; soy muy respetuoso de las instituciones y de manera particular de lo que resuelva el instituto electoral”. Pero de inmediato, ante la muchedumbre, hizo un particular llamado: “Tenemos informaciones, con base en los conteos rápidos, de que estamos cuando menos 500 mil votos arriba (...) Exijo, pido a las instituciones electorales que respeten estos resultados” (La Jornada, 3/07/06). 

Así, el aval que por la mañana dio al IFE el representante del PRD, hacia la noche se había vuelto, por parte del candidato, una exigencia de reconocimiento de su triunfo a la autoridad electoral. Al otro día se daría un nuevo vuelco a la tuerca: las acusaciones.

Los votos extraviados

“López Obrador: ‘perdidos' tres millones de votos”, rezaban las ocho columnas del periódico La Jornada el martes 4 de julio, y a continuación se leía en esa primera plana: “El candidato perredista no reconoce los resultados del PREP. El programa manipulado, y con infinidad de anomalías, acusa”. El lunes 3 de julio, López Obrador había ofrecido una rueda de prensa donde cuestionó los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares, que recoge de manera preliminar -como indica su nombre- y sin efectos sobre el cómputo oficial, los datos de la votación casilla por casilla: “Se tiene un padrón electoral de alrededor de 71 millones de ciudadanos -dijo López Obrador-, se habla de que en el PREP participó el 59 por ciento, pensando en una votación del orden de 42 millones de participantes y la proyección con lo que va a ser del PREP es de 39 millones, es decir, hay tres millones menos. Entonces ¿qué está pasando? Esa es la pregunta que queremos hacer” (Reforma, 4/07/06, nota de Claudia Guerrero). 

La denuncia contra el IFE por manipulación de datos había comenzado.

El día que apareció la noticia, el 4 de julio, el IFE aclaraba que tales votos no estuvieron ni estaban perdidos. En su comunicado de prensa 138, la autoridad electoral señaló que durante la construcción y desarrollo del PREP “se discutieron con partidos políticos y miembros del Comité Técnico Asesor, los criterios para procesar las inconsistencias en el llenado de las actas de escrutinio y cómputo. En particular, se discutieron los criterios para clasificar actas con inconsistencias en su llenado. Los criterios fueron discutidos y acordados con los partidos y coaliciones el día 10 de febrero del presente año (...) En dicha sesión de trabajo se determinó que aquellas actas de escrutinio y cómputo que contuvieran alguna de las características enlistadas (...) fueran reportadas como ‘Actas procesadas'. Se acordó también que su contenido se integrara a un archivo denominado: Base de datos de inconsistencias, pero que su contenido no se sumara a la base principal de datos difundida en internet, para evitar posibles distorsiones”. 

El IFE, además, dio a conocer que, como constaba en sus bitácoras, durante el 2 y 3 de julio la Coalición Por el Bien de Todos había ingresado en múltiples ocasiones a consultar el archivo de inconsistencias, donde estaban los votos que denunció como “perdidos”. 

Maniobras en la oscuridad

Las denuncias de alteración del PREP, que luego serían desmentidas, se multiplicaron. 

Significativo resultó el caso de un trabajador eventual del IFE que dijo haber recibido instrucciones para alterar datos. “Acompañado por integrantes de la Coalición Por el Bien de Todos, Luar Divad Tejeida Sánchez, capturista del Instituto Federal Electoral (IFE) en el distrito 2 de Coahuila, denunció que el vocal de la junta ejecutiva, José Luis Fernández, maniobró para anular la ventaja del candidato presidencial de la alianza integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, calculada en por lo menos tres mil sufragios. ‘Pude ver varias irregularidades, como la orden de capturar casillas en blanco, aun cuando éstas tenían cifras. La orden directa del vocal de la junta fue: ‘se van en blanco'. Como a las nueve de la noche se fue la luz varias veces en el área de captura y en ese momento empieza a subir el Partido Acción Nacional (PAN) en la elección de presidente', afirmó. Integrado a la conferencia de prensa que ofrecieron los integrantes de la comisión política en defensa del voto de la Coalición Por el Bien de Todos, el joven coahuilense señaló que encontró actas originales de secciones guardadas en una bodega, ‘que yo no capturé'; sin embargo, el vocal de la junta minimizó el problema. Después me mandaron a comer, agregó Tejeida Sánchez, y de regreso encuentro que ‘ya no está ninguna acta original, sólo copias'. Entonces me envían a Múzquiz, faltando unos minutos para las seis -del pasado domingo-, supuestamente para recoger material electoral” (nota de Fabiola Martínez, Alfonso Urrutia y Jesús Aranda, en La Jornada, 6/07/06).

En su comunicado de prensa 142 del 2006, el 5 de julio de 2006, retomado por diversos medios de comunicación, el IFE aclaró que: “El señor Tejeida Sánchez es un trabajador eventual que fue contratado por un mes y medio, a partir del 1 de junio pasado, para desempeñar labores de almacenista. En la madrugada del lunes 3 de julio, al Sr. Tejeida Sánchez se le solicitó realizar labores de apoyo al personal encargado de la captura de datos de las actas de las casillas del Distrito 02 de Coahuila, para el Sistema de Cómputo Distrital de Resultados Preliminares, el cual no es el PREP, sino un sistema secundario que registra los resultados que el Consejero Presidente Distrital vocea al recibir los paquetes electorales. (...) El Sr. Tejeida Sánchez nunca tuvo en su poder ni a la vista ninguna acta de casilla; (...) al contrario de lo afirmado por el Sr. Tejeida, nunca hubo interrupciones en el suministro de energía eléctrica en las instalaciones del Distrito 02 de Coahuila, en la madrugada del lunes. (...) las actas originales sobrantes nunca se colocaron en recipientes de basura, sino al interior de bolsas de plástico para protegerlas, junto con otros materiales electorales sobrantes. 

Cabe agregar que las autoridades electorales del Distrito 02 de Coahuila no han reportado ninguna destrucción o pérdida de actas originales de casilla”. Las afirmaciones del IFE tuvieron el respaldo del conjunto de los consejeros electorales del distrito 02 de Coahuila, así como por los representantes de todos los partidos, a excepción de la Coalición Por el Bien de Todos. Tras el desmentido, dicha coalición no volvió a tocar el tema y tampoco se excusó por las imputaciones falsas.

El algoritmo

En los días que siguieron a la elección, también circuló la especie de un “fraude cibernético” a través de un “algoritmo” para trucar la votación. Por ejemplo, dos académicos de la UNAM, Bolívar Huerta y Francisco Portillo, señalaron: ““A López Obrador un algoritmo dentro del PREP le quitó cientos de miles de votos, y ahora otro algoritmo le trasladó a Calderón los votos que recibió en los conteos distritales. Esto indudablemente es un fraude' (...) Lo más grave, advirtieron, es que si López Obrador consigue que se vuelvan a contar los votos boleta por boleta ‘le van a aplicar el mismo algoritmo. Debe exigir que el nuevo recuento se haga con sumadoras comunes y corrientes, no con las computadoras del IFE, o lograr que éstas sean revisadas para que les quiten los algoritmos y estén vigiladas por una comisión especial de científicos y ciudadanos con el fin de que nadie les vuelva a meter mano cuando se haga el nuevo recuento' ” (nota de Jaime Avilés en La Jornada, 07/07/06).

Quien señaló supuestas manipulaciones al PREP no tuvo en cuenta que nada más inútil que alterar los resultados de ese programa, pues no tiene validez alguna para el cómputo oficial. Pero además, los resultados del PREP aparecen expuestos casilla por casilla y no solamente de forma agregada, por lo que si se diera alguna alteración sería muy sencillo detectarla al confrontarla con las actas que tienen los propios partidos. Por otra parte, el cómputo en los distritos, a pesar de su nombre, no se hace en computadoras. El procedimiento consiste en contar cada casilla a partir del acta que se tiene, físicamente, en papel, llenada a puño y letra por los funcionarios de casilla y ante los representantes de los partidos. Los resultados de cada acta se van agregando, no en computadora sino en otras actas, las del cómputo distrital, y una vez contado el total de casillas se obtiene la suma final por distrito.

Sería el propio López Obrador quien 10 días después desestimaría la idea del fraude cibernético: “Nosotros estábamos pensando que era un fraude moderno, cibernético, pero no. La información que tenemos es que se tomaron las casillas el estilo antiguo y se dieron estas falsificaciones” declaró en el programa radiofónico de Miguel Ángel Granados Chapa (Reforma, 18/07/06).

Fraude y traición a la democracia 

El cómputo distrital de los 300 distritos, que se efectuó a partir del 5 de julio, arrojó resultados coincidentes con el PREP, en el sentido de dar una estrecha ventaja a Felipe Calderón. A partir de entonces, López Obrador endureció su discurso. El sábado 8 de julio, “en el corazón de la ciudad, colmado por más de medio millón de ciudadanos, Andrés Manuel López Obrador convocó a una marcha nacional por la democracia para el próximo miércoles y a otras movilizaciones pacíficas, y anunció que hoy presentará la impugnación de los comicios del 2 de julio y que luchará hasta el final porque se limpie un ‘proceso fraudulento de origen'. Una elección -dijo- en la que el presidente Fox, ‘sin recato alguno y sin cuidar su investidura', utilizó las instituciones y los recursos públicos para favorecer ‘al candidato de la derecha', a Felipe Calderón. En dos ocasiones se refirió al ejecutivo federal como un ‘traidor a la democracia'” (nota de Andrea Becerril y Roberto Garduño en La Jornada, 9/06/07). Esa encendida proclama significó un cambio: ya no era un problema en el cómputo de los votos, sino un “fraude de origen”.

La acusación de fraude en las elecciones ya no desaparecería en el discurso del candidato del PRD. 

Urnas embarazadas

“Presenta AMLO video ‘de fraude'; IFE lo refuta” fueron las ocho columnas de El Universal el 11 de julio. “El perredista Andrés Manuel López Obrador presentó ayer dos videos sobre anomalías en el proceso electoral. En uno de ellos se observa a un hombre que introduce varias boletas en una urna de una casilla en Salamanca, Guanajuato, y otro sobre la alteración del acta de cómputo en el distrito electoral 03 de Querétaro. En ambos resultó favorecido el panista Felipe Calderón” se leía en la primera plana de La Jornada (11/07/06). 

Esta nueva denuncia de López Obrador, delante de una pantalla de plasma con un video respaldando su dicho, también sería aclarada. “Las imágenes difundidas esta mañana en el citado video -aclararía el IFE, en su comunicado de prensa 154, fechado el 10 de julio-, relacionadas con supuestas anomalías, han sido malinterpretadas, pues todos los representantes de los partidos políticos y coaliciones firmaron de conformidad el acta de escrutinio y cómputo, avalando con ello la limpieza de la jornada, por lo cual no hubo ninguna irregularidad detectada. Como en todos los casos, una vez concluida la votación se procedió al proceso de escrutinio y cómputo. En esta casilla, su presidente, Juan Gilberto Castro Razo, encontró entre 8 y 10 boletas correspondientes a la elección para diputados federales dentro de la urna utilizada para la elección de presidente de la República. De acuerdo al artículo 231 del Código Electoral y en presencia del resto de los funcionarios de casilla y de representantes de los partidos políticos y coaliciones, el presidente de la casilla tomó las boletas ubicadas incorrectamente por algunos electores y las depositó en la urna de votos para diputados federales para ser contadas en su oportunidad. Una vez concluido el cómputo de los votos, el acta de escrutinio correspondiente a esa casilla fue firmada de conformidad por los representantes de la Coalición Por el Bien de Todos, Juliana Barrón Vallejo; del Partido Acción Nacional, J. Guadalupe Castro Rangel; de la Alianza por México, María Gabriela García B. y del Partido Nueva Alianza, María Alma Lilia Almonaci”. 

No obstante, “interrogado en torno a las anomalías en la casilla 2227 de Salamanca, avaladas al parecer por la representante de la Coalición Por el Bien de Todos, [López Obrador] dijo que ello significa que ‘no todos nuestros representantes actuaron con rectitud'” (nota de Roberto Garduño y Andrea Becerril en La Jornada, 12/07/06). De esa forma la sombra de la duda alcanzaría no sólo a los ciudadanos que actuaron como funcionarios de casilla sino, también, a los representantes de la Coalición que habían visto y participado en una elección normal.

Paquetes manipulados

“De manera ilegal se han comenzado a abrir los paquetes electorales, denunció ayer Andrés Manuel López Obrador. Presentó pruebas documentales de un distrito de Tabasco en el que, a petición del Instituto Federal Electoral (IFE) y con el pretexto de información solicitada por el Partido Acción Nacional (PAN) y la Coalición Por el Bien de Todos, se quitaron los sellos y se abrió la bodega en que se almacenan todas las actas de votación del 2 de julio en esa localidad. Ello es preocupante, dijo, porque podrían darse mayores alteraciones, y pidió de nueva cuenta al Ejército Mexicano que no permita ninguna apertura más de paquetes, aunque el IFE lo solicite, ya que sólo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tiene facultades para ello” (nota de Roberto Garduño y Andrea Becerril, en La Jornada, 12/07/06).

Una vez más, la autoridad electoral daría a conocer, a través del comunicado de prensa 156, que “como ha ocurrido en todos los procesos electorales anteriores, los consejos distritales obtuvieron de los paquetes electorales los documentos necesarios para integrar los expedientes que, por ley, se debían presentar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), dejando intactos los sobres sellados con los votos. Entre esos documentos están las hojas de incidentes, los escritos de protesta y las actas de casilla”. Es decir, el IFE cumplía con la exigencia de entregar la información necesaria para que el Tribunal pudiera atender las denuncias jurídicas de la propia Coalición y del resto de los partidos.

A modo de colofón

De acuerdo con la Constitución, corresponde al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación atender las impugnaciones -la Coalición Por el Bien de Todos presentó 231 juicios de inconformidad a los cómputos distritales- y calificar la elección presidencial a más tardar el 6 de septiembre.

López Obrador no aguardaría a la resolución de la máxima autoridad en materia electoral para emitir su veredicto sobre los comicios. El domingo 30 de julio, ante un Zócalo abarrotado, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos afirmó (La Jornada y El Universal, 01/08/06): “Desde el principio, hemos tenido indicios de nuestro triunfo, y ahora, a 28 días de la elección, tenemos la certeza absoluta, todos los elementos y pruebas para sostener, sin titubeos, que ganamos la presidencia de la República (...) Yo nunca voy a reconocer que esta elección fue limpia, fue libre, fue equitativa, porque sería traicionarme a mí mismo”. n


Leído en http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=660633

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