Se aproximó el discípulo al maestro y le preguntó:
- Maestro, ¿hago bien en no tener ideas?
El maestro rió y le dijo:
- ¡Deshecha esa idea!
- Pero si te he dicho que no tengo ideas, ¿qué podría desechar?
Y el maestro dijo:
- Naturalmente eres libre de seguir con esa idea inútil de la no idea.
- ¡Alla tú!
Maestro: si nos descuidamos, llega un momento en que la idea toma el lugar de la realidady el concepto usurpa el espacio de lo que es. Hay que aprender a utilizar las opiniones e ideas en su justa medida.
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