Las listas plurinominales del PRI son un fiel reflejo de la vocación de
poder del viejo partido. No hubo miramientos ni maquillaje en la
elección de los diputados que llegarán a San Lázaro sin buscar el voto
ciudadano; fue un reparto ordenado de cuotas que confirma la estrategia
política del sexenio (frivolidad, amistad y pragmatismo) y la proyección
exacta de que no existe, nunca existió, el eufemismo llamado “nuevo
PRI”.
Si otros partidos, en su desesperación por votos y simpatías, han
postulado payasos, futbolistas, actores y políticos reciclados de otras
militancias, el PRI no se quedó atrás y eligió como caras emblemáticas
de su próxima bancada legislativa a Carmen Salinas, actriz de comedia y
empresaria de teatro-cabaret, famosa por sus personajes del cine de
ficheras, desde la “Corcholata” hasta “La Coyota”, cuya popularidad y
cercanía a políticos priistas la harán diputada. También destacan en la
lista David López, ex vocero y amigo cercano del presidente Peña Nieto,
la resurrección política de Enrique Jackson, y la postulación de
Guillermina de la Torre, madre del polémico ex dirigente priista,
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de prostituir a mujeres.
César Camacho, dirigente nacional del PRI que sólo ha ganado una
elección: la de presidente municipal de Metepec en sus inicios, y
después fue gobernador por designación de Emilio Chuayffet, y sus cargos
en el Congreso siempre fueron plurinominales, es la otra gran carta de
su partido y muy posiblemente el próximo coordinador de la bancada;
junto con él va la secretaria general Ivonne Ortega, ex gobernador de
Yucatán y sobrina del fallecido cacique yucateco Víctor Cervera Pacheco.
En la lista priista figuran también, con posibilidades, líderes
sindicales como el del Sindicato del Metro, Fernando Espino, señalado
por corrupción, y el dirigente del sindicato de la Secretaría de Salud,
Marco Antonio García Ayala, sobrino del polémico senador y dirigente de
la FTSE, Joel Ayala. También Tomás Montoya, hijo de la senadora Cristina
Díaz, en lo que parece ser un premio a su lealtad en Nuevo León, y la
hija del diputado, Manlio Fabio Beltrones, Silvana Beltrones, figuran en
la lista del viejo partido.
Del gabinete federal llegarán a San Lázaro varios funcionarios de
segundo línea o que no tuvieron un papel muy lucidor en el equipo
presidencial. Es el caso de Jorge Carlos Ramírez Marín, que dejó la
Sedatu, la directora de la Lotería Nacional y Pronósticos Deportivos,
María Esther Sherman, y la subprocuradora de Asuntos Jurídicos de la
PGR, Mariana Benítez.
Así quedó la lista plurinominal del PRI, entre políticos, aventureras,
juniors, caciques sindicales y recomendados del presidente. Nada nuevo
ni que sorprenda, como si la apuesta, en la segunda mitad del sexenio
peñista, fuera a una bancada de mediano perfil en San Lázaro.
Eso confirmaría que la prioridad y el interés del presidente, en los
próximos tres años, ya no estarán en el Congreso ni en nuevas reformas,
sino en su apuesta a que las reformas ya aprobadas (energética,
telecomunicaciones y educativa) comiencen a dar resultados, traigan las
inversiones prometidas y saquen al gobierno de la grave crisis de
credibilidad y confianza en que se encuentra.
NOTAS INDISCRETAS…
Ahora que Marcelo Ebrard amarró su candidatura plurinominal por el
Movimiento Ciudadano, sale a la luz una añeja relación entre Dante
Delgado y el ex jefe de Gobierno.
Desde el Palacio del Ayuntamiento Marcelo financió con millones de pesos
al MC y estableció una relación de lealtad que se reflejó en la
candidatura presidencial que le otorgó Dante en 2012 y que Ebrad declinó
después a favor de López Obrador.
A esa relación financiera apeló Marcelo para asegurar no sólo el primer
lugar en las listas, sino un papel protagónico en el partido y en la
próxima bancada en San Lázaro.
Dante no tuvo más remedio que aceptar la Ebrard que desplazó a Manuel
Espino a quien le habían prometido ese lugar. Ya en la conferencia donde
se anunció su postulación, Marcelo tomó el rol principal e hizo a un
lado a Dante Delgado, en lo que parece un aviso de lo que vendrá a
partir de ahora para el veracruzano.
Habrá que ver si la lealtad y el compromiso de Dante, por el dinero
recibido, resisten la campaña contra Ebrard y las denuncias por
corrupción en la Línea 12, además de otros temas que empiezan a aflorar,
como sus viajes en jets privados documentados por “El Universal” en los
últimos años, además de propiedades, concesiones irregulares de
parquímetros a sus amigos y millonarios negocios con la publicidad del
Metro, Metrobus y Parabuses que saldrán en las próximas semanas.
¿Aguantará Dante que le quiten el control de su partido y además que el
MC pague el costo escándalos de corrupción que se le vienen a Marcelo?..
Los dados abren con Escalera. La semana promete.
Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/pri-entre-aventureras-y-politicos-1425284768
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