Atestiguamos a diario imágenes del horror. La reiteración del drama nos acostumbra a sus efectos. No vemos personas, sino despojos, trozos que pertenecen a una serie ajena a los irrepetibles destinos individuales: cabezas, manos, heridas, cadáveres amontonados.
Lea la columna completa aquí http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=336611
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.