Conocí en San Miguel de Allende a un norteamericano en perfecta armonía con el mundo cuyo proyecto vital sólo tiene una exigencia: "respirar". Naturalmente, le aconsejé que no visitara la Ciudad de México.
Lea la columna completa aquí http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=341155
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.