Habrá que revisar los números para ver si la fuerza de López Obrador se está debilitando. En la elección presidencial de 2012 obtuvo un millón 213 mil 903 más votos que en la de 2006, pero en términos porcentuales perdió 3.7% de electores.
¿Se esfumó su toque?
1er. TIEMPO: El músculo moreno se afloja. La maquinaria política de Andrés Manuel López Obrador empieza a echar humo. La marcha multitudinaria del domingo en apoyo a los maestros, no estuvo a la altura de las decenas de miles que esperaba. Cumplió su promesa de tener el 30% del voto para el Congreso Constituyente en la Ciudad de México, si bien superó el porcentaje, no conquistó las curules anheladas. López Obrador apostó por 34 constituyentes y borrar al PRD del paisaje político, pero el saldo fue distinto. Morena se quedó con 22 constituyentes y el PRD con 19. El estado de cosas lo obliga a identificar a sus enemigos electorales y debilitarlos. El único en la izquierda que alcanza a ver es Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, a quien llenó de epítetos la semana pasada porque no le dejó la plancha del Zócalo para él solo el domingo. “Es un títere, un pelele de la mafia del poder”, escupió López Obrador.
Al PRD ni lo voltea a ver. Para él son corruptos en su esencia y práctica, a lo que ha ido aniquilando electoralmente. No le falta razón. De acuerdo con la última encuesta nacional realizada por El Financiero después de las elecciones del 5 de junio, Morena tiene hoy el 19% de la intención de voto, contra 8% del PRD. Hace cuatro meses, el PRD tenía 13%, contra 11% de Morena. Como sostiene Alejandro Moreno, responsable de las encuestas del diario, es evidente que la izquierda ha experimentado un profundo realineamiento, muy probablemente como resultado del reciente proceso electoral. Pero López Obrador, político intuitivo y sagaz, debe haber visto que la matemática electoral, pese a todo, no le alcanza. Por tanto, debe liquidar a quien le haga sombra.
2º TIEMPO: La izquierda soy yo… ¿alguien lo duda? No hay nadie salvo él, que se encuentre en el lado de los justos. Los demás son pecadores. Sin matices, Andrés Manuel López Obrador, es como Luis XIV (“el Estado soy yo”), para adjudicarse a la izquierda mexicana como patrimonio suyo. La quiere completa porque sabe que si no va en forma homogénea detrás de la candidatura presidencial en 2018, las condiciones para que con sólo una parte de la geometría electoral de izquierda se puedan construir, son remotas —cuando menos en este momento. ¿Quién sabe lo que pasará a finales de año? Menos aún en 2017 o en 2018—. López Obrador continúa firme en el primer lugar de las intenciones de voto presidencial para 2018. Su campaña ininterrumpida, que va para tres contiendas nacionales, le permiten ser el político más conocido en México (97%, según Parametría), aunque también el que más negativos tiene (calculados por diferentes empresas de opinión pública entre 39 y 42%). Esto es natural. Entre más tiempo esté uno en el aparador, más defectos le aprecian. Las elecciones del 5 de junio catapultaron a su partido como tercera fuerza política nacional, mermando de manera directa al PRD, que se vio con la transferencia de intención de voto entre militantes de izquierda entre febrero y junio. En febrero se dividían la preferencia en 25% iguales; en junio, Morena subió a 37% en la encuesta de El Financiero, y el PRD cayó 12 puntos. Bien, pero no tanto. El mismo estudio observó que el tamaño de la izquierda no ha variado: 18% a nivel nacional, lo que revela la tendencia entre perredistas de correrse al campo de López Obrador porque le ven cara de triunfador. De ahí la prisa de los jefes políticos en el PRD, como el líder histórico de Los Chuchos, Jesús Ortega, o del senador Miguel Barbosa, para que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, se afilie al PRD. No es la necesidad de alinear sus cartas, sino de que los rescate del hoyo al que caen. López Obrador lo huele. En la liquidación de Mancera está buena parte de su posibilidad de ganar en 2018.
3er. TIEMPO: Pero… no todo lo que brilla son votos. Las últimas encuestas de preferencias electorales para 2018 ratifican, con una intención de voto de 25%, a Andrés Manuel López Obrador como el puntero. Pero muy cerca de él, casi en empate técnico, aparecieron Margarita Zavala del PAN, y Miguel Ángel Osorio Chong del PRI. Muy atrás, con 8%, se coló en cuarto lugar Miguel Ángel Mancera, quien le disputa el apoyo de la izquierda. Si ese voto estuviera unido en un solo candidato de izquierda, tendría cualquiera de los dos 32% de las preferencias, muy arriba de cualquier adversario. Pero como corren separado, la disputa es quién tendrá más músculo par aguantar durante el año y medio aproximadamente que falta para la definición de las candidaturas. La opinión convencional es por López Obrador, sobretodo después de cómo avanzó Morena en las elecciones de gobernador el 5 de junio. Sin embargo, queda en duda si fue Morena, con el empuje de López Obrador, o fue Morena, impulsada por priistas en Veracruz, y arrebatados militantes perredistas en forma autóctona en Oaxaca, lo que hizo la diferencia. Porque en otros lugares, las cosas no salieron bien para López Obrador. Por ejemplo en Zacatecas, donde viajó constantemente para apoyar a David Monreal, quien se colapsó al final. En los tres estados que se jugó la gubernatura, donde ganó el voto en la elección presidencial, perdió en esta ocasión. En Puebla, fue reducido. En Tlaxcala fue borrado. Y en Quintana Roo, no fue factor en absoluto. Habrá que revisar los números para ver si la fuerza de López Obrador se está debilitando. En la elección presidencial de 2012, obtuvo un millón 213 mil 903 más votos que en la de 2006, pero en términos porcentuales perdió 3.7% de electores. ¿Se esfumó su toque? Todo indica que empezó su declive, pero es muy pronto para llegar a conclusión alguna. Con López Obrador nunca se sabe, salvo que fiesta durante los próximos meses, definitivamente, sí habrá.
Leído en
http://www.ejecentral.com.mx/las-matematicas-de-andres-manuel/
Los derechos de autor son propiedad de los columnistas y sus periódicos; las columnas de los foristas son responsabilidad de ellos mismo; los comentarios, mentadas de madre y albures en Disqus son, también, responsabilidad de los foristas. Este lugar no tiene fines de lucro Aquí no se censura ni se modera. CUANDO SE PUBLIQUEN DATOS PERSONALES, POR SEGURIDAD, LOS POSTS SERÁN BORRADOS. Contacto: lafaunademilenio@gmail.com
RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.