Lluvia
Llueve sobre el campo verde
Llueve sobre el campo verde...
¡Qué paz! El agua se abre
y la hierba de noviembre
es de pálidos diamantes.
Se apaga el sol; de la choza
de la huerta se ve el valle
más verde, más oloroso,
más idílico que antes.
Llueve; los álamos blancos
se ennegrecen; los pinares
se alejan; todo está gris
melancólico y fragante.
Y en el ocaso doliente
surgen vagas claridades
malvas, rosas, amarillas,
de sedas y de cristales...
¡Oh la lluvia sobre el campo
verde! ¡Qué paz! En el aire
vienen aromas mojados
de violetas otoñales.
Juan Ramón Jiménez
Bajo la lluvia
¡Cómo resbala el agua por mi espalda!
¡Cómo moja mi falda,
Y pone en mis mejillas su frescura de nieve!
Llueve, llueve, llueve,
Y voy, senda adelante,
Con el alma ligera y la cara radiante,
Sin sentir, sin soñar,
Llena de la voluptuosidad de no pensar.
Un pájaro se baña
En una charca turbia. Mi presencia le extraña,
Se detiene... Me mira... Nos sentimos amigos...
¡Los dos amamos muchos cielos, campos y trigos!
Después es el asombro
De un labriego que pasa con su azada en el hombro.
Y la lluvia me cubre
De todas las fragancias que a los setos da Octubre.
Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado,
Como un maravilloso y estupendo tocado
De gotas cristalinas, de flores deshojadas
Que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.
Y siento, en la vacuidad
Del cerebro sin sueño, la voluptuosidad
Del placer infinito, dulce y desconocido,
De un minuto de olvido.
Llueve, llueve, llueve,
Y tengo en alma y carne, como un frescor de nieve.
Juana de Ibarbourou
Esta tarde vi llover
Esta tarde vi llover
vi gente correr
y no estabas tu
La otra noche vi brillar
un lucero azul
y no estabas tú
La otra tarde vi
que un ave enamorada
daba besos a su amor ilusionada
y no estabas tú
Esta tarde vi llover
vi gente correr
y no estabas tú
El otoño vi llegar
al mar oí cantar
y no estabas tú
Ya no se cuanto me quieres
si me extrañas o me engañas
solo se que vi llover
vi gente correr
y no estabas tú
Armando Manzanero
La lluvia
La lluvia está cansada de llover
yo/cansado de verla en mi ventana
es como si lavara las promesas
y el goce de vivir y la esperanza
la lluvia que acribilla los silencios
es un telón sin tiempo y sin colores
y a tal punto oscurece los espacios
que puede confundirse con la noche
ojalá que el sagrado manantial
aburrido suspenda el manso riego
y gracias a la brisa nos sequemos
a la espera del próximo aguacero
lo extraño es que no sólo lllueve afuera
otra lluvia enigmática y sin agua
nos toma de sorpresa/y de sorpresa
llueve en el corazón/ llueve en el alma
Mario Benedetti
Lluvia
hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la
mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/ pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho/
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y
mueren la misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/
Juan Gelman
La lluvia
Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto
Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.
Jorge Luis Borges
Lluvia
Lluvia, hoy no te siento.
Hoy no eres nada
mas que agua vertical.
Apenas si te escucho
golpear el pavimento
y llamar con tu clave
sobre mi ventanal
Lluvia, hoy no eres nada
para mi desaliento
nocturno y abismal.
Cuando era niña hallaba
en tu cancion un cuento,
y ya en mi adolescencia
me diste un madrigal.
Ahora lluvia tengo
tanta tristeza adentro,
que no me dices nada
solo te oigo golpear.
Matilde Alba Swann