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La UE y Japón firman pacto comercial
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Todo debería hacerse tan simple como sea posible, pero no más.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, coquetea en Varsovia con los países del Este de Europa, a vueltas con Bruselas desde la crisis migratoria.
La canciller alemana, Angela Merkel, corteja estos días a los chinos en Berlín. La Unión Europea ha puesto toda su maquinaria en marcha para firmar este jueves
un pacto político con el objetivo de activar un acuerdo de libre comercio con Japón.
Esas tres fotografías —Trump con los polacos, Merkel con Xi Jinping,
Jean-Claude Juncker y Donald Tusk con Shinzo Abe— están cargadas de
simbolismo: las placas tectónicas de la geopolítica se están moviendo, y
cada cual busca alianzas para el nuevo orden internacional que no
termina de nacer, marcado por la retórica beligerante de Donald Trump,
la salida de la crisis europea y la emergencia de Asia, con sus propios
problemas en el Mar de China, en Corea del Norte y en tantos otros
asuntos.
Todo podría ser así de simple, pero la reunión de jefes de Estado y
de Gobierno del G20 en Hamburgo (Alemania) llega cargado de tensiones y
demuestra que la foto de conjunto es mucho más compleja: a la retórica
proteccionista de Trump en lo comercial se suman los problemas con
Rusia, el Brexit, los conflictos en Oriente Próximo y una lista de líos
tan extensa que no cabría en una sábana de matrimonio.