viernes, 9 de enero de 2015

Francisco Martín Moreno - México cambiará cuando...

México cambiará cuando los abogados ya no se vendan a la contraparte ni los jueces abran el cajón para rematar la justicia al mejor postor ni los ingenieros sigan instalando varilla en lugar de alambrón. Cambiará cuando la autoridad ya no enajene sus facultades a cambio de un puñado de pesos pagados por una sociedad cómplice. Cambiará cuando el machismo deje de arrojar al mundo cientos de miles de niños desamparados hijos de madres solteras condenados a vivir como analfabetos e ignorantes orientados a ganarse la vida a través de la delincuencia. México cambiará cuando los sacerdotes ya no dispongan inmoralmente de las limosnas destinándolas a fines inconfesables y cambiará cuando dejen de venderse encubiertamente las indulgencias y la Iglesia conduzca finalmente a la responsabilidad individual de los feligreses. México cambiará cuando los contribuyentes de diversos impuestos cumplan en tiempo y forma con sus obligaciones tributarias y el gobierno administre eficaz y honestamente los ahorros públicos. México cambiará cuando los comerciantes ya no vendan kilos de 800 gramos y los médicos se abstengan de intervenir quirúrgicamente a sus pacientes con tal de hacerse de dinero a pesar de contar con una evidencia clínica que desaconseja el procedimiento.








F BARTOLOMÉ - TEMPLO MAYOR

TEMPLO MAYOR

LEA LA COLUMNA EN ESTE LINK

http://www.expreso.com.mx/expreso-expresion/templo-mayor/96615-templo-mayor.html 


PERIÓDICO EXPRESO

Ciro Gómez Leyva - Gracias, MILENIO

En los últimos momentos de 1999, días antes de que comenzara a circular el nuevo diario, el grupo directivo que formaban Federico Arreola, Raymundo Riva Palacio y Carlos Marín me pidió escribir una columna semanal. Con la primera edición de MILENIO Diario nació también La historia en breve, mi debut como columnista.

Tres años después, Carlos Marín me propuso darle frecuencia diaria a la columna, que por entonces se publicaba los miércoles. “O escribes de lunes a viernes, o comes y te vas”, me advirtió festivo. Acepté gustoso y desde el 12 de mayo de 2003 he tenido el privilegio de ocupar este espacio.






Jairo Calixto Albarrán - "Je suis Charlie", los ayatolás están bien locos

Más locos que la declaración del por todos conocido como El Ángel de la Dependencia, José Ángel Gurría, que en su calidad de presidente de la OCDE afirma con aplomo de capitalista salvaje de verdad que ni la inseguridad ni la violencia en México ahuyentan a los inversionistas. Más demencial que la cosecha de munícipes trácalas que nunca se acaba y que al unísono entonan con su amparo en la mano, cantan aquello de “Déjenme si estoy robando”. Más alucinante que a estas alturas del partido todavía la PGR no pueda probar que los Abarca son en efecto de la parca. Más extraño que apenas al PRD se le ocurra sacar un spot donde ataque y critique al PRI, ¿pues no que eran amiguis de coraza?

Y es que ya no se sabe dónde hay más desbandada, si con los Chuchos en éxtasis o en el gobierno federal por la cantidad de funcionarios que están abandonando para agarrar hueso.






Raymundo Riva Palacio - Ahumada, su narcomina y los chinos

La historia de Carlos Ahumada sobre su persecución política hasta Argentina a cargo del CISEN para intimidarlo y que se desista de seguir atacando legalmente a la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, con una demanda por más de 500 millones de pesos por adeudos de cuando era líder del PRD hace más de una década, es fantástica. Pero la historia que tienen las autoridades federales sobre Ahumada, que no tiene que ver con la política, ni con Robles o el PRD, sino con el tráfico de uranio, La Familia Michoacana y los chinos, es sensacional.

Ahumada, en su paranoia, parece haberse disparado en el pie. Esta semana, el empresario argentino que no puede volver a México porque puede ir a la cárcel por fraude, entregó al periodista Ciro Gómez Leyva un video tomado por las cámaras del edificio donde vive el 1 de octubre pasado, en el cual se le ve con un hombre, al que identifica como el agente del CISEN Raúl Hiram Valadez de la Cruz, que, dijo, le exigió que dejara de molestar a Robles. El video fue transmitido en su noticiero de Radio Fórmula.







JUAN VILLORO - DON JULIO

DON JULIO

LEA LA COLUMNA EN ESTE LINK

http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=286328 

PERIÓDICO CRITERIO, LA VERDAD IMPRESA

SERGIO SARMIENTO - ECONOMÍA COMPARTIDA

ECONOMÍA COMPARTIDA

LEA LA COLUMNA EN ESTE LINK

http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=286346 

PERIÓDICO CRITERIO, LA VERDAD IMPRESA

Vicente Leñero - La gota de agua

Vicente Leñero (1933 - 2014)
 La gota de agua
 
—No hay agua.


Con la mala noticia, el domingo 31 de enero amanecía definitivamente sucio. Pensé que me sería imposible abrir los ojos porque tendría los párpados pegados por legañas, duras como resistol. Me sentí anticipadamente mugriento, sudoroso, oliendo a chivo, barbón. El cabello tieso, la cara escurrida, las uñas negras, el alma toda convertida en un costal de inmundicias que debería cargar durante la mañana entera, la tarde y la noche de ese domingo infeliz.


—No exageres —dijo Estela cuando me oyó repelar.


En calzoncillos hice girar las llaves del lavabo y de la regadera. Ni una gota cayó de la nariz del lavabo; gorgoriteó apenas la manzana de la regadera y dos o tres lagrimones gravitaron hasta el piso de azulejo gimiendo plop, plop.


—Ni una maldita gota en toda la casa, me lleva la chingada.


Subí a la azotea y trepé por la escalera marina.


Aunque sabía muy bien, gracias a la ley de los vasos comunicantes, que bastaba con asomarme a un tinaco para conocer el nivel de agua absoluto, destapé los dos: primero el tinaco derecho y luego el tinaco izquierdo. Vacíos. Dos tinacotes horizontales con capacidad de 1,100 litros cada uno, sobrados recipientes para el consumo diario de una familia de seis miembros y dos sirvientas: vacíos, totalmente vacíos, vacíos. Metí la cabeza dentro de los vientres huecos. Parecían dos enormes piñatas de cemento que me habría gustado romper a palos, carajo. Además de vacíos, los tinacos estaban sucios. Capas de lodo reseco encenagaban sus fondos: mugre, tierra, lama, seguramente bacterias que el filtro de la cocina no conseguía exterminar y que a través del agua dizque potable viajaban luego hasta nuestros sistemas digestivos provocando las salmonelosis de Mariana, las amibiasis de mi hija Estela o vaya Dios a saber cuáles y cuántas infecciones que dejábamos pasar más o menos desapercibidas o automedicadas con cloromicetín.