El Emilio Chuayffet que sorpresivamente para muchos -incluida la maestra Elba Esther-llegó a la Secretaría de Educación Pública no es exactamente el mismo político que en 1995 ocupara la Secretaría de Gobernación y desde ahí concibiera un fallido proyecto para aspirar a la Presidencia en el año 2000.
Aquel Chuayffet que, invitado por Ernesto Zedillo para ser el responsable de la gobernación del país, llegó al gabinete con honores y fue nombrado secretario en una ceremonia especial en el salón Juárez de Palacio Nacional, donde el presidente le confirió un poder ilimitado para que operara políticamente desde Bucareli, mientras él desde Los Pinos se encargaba del complicado manejo económico de una nación que superaba su más dura crisis, pues de todos era sabido que a Zedillo no le gustaba mucho la parte política que delegó prácticamente en su flamante secretario de Gobernación.