miércoles, 27 de abril de 2016

Ciro Gómez Leyva - Anaya, Camacho, Barbosa, Gil: la segunda generación del fracaso

El 23 de noviembre de 2015 publiqué aquí una columna titulada “El Presidente al que ya nadie le hace caso”. Se cumplía un año del mensaje con que el presidente Peña Nieto trató de atajar la percepción de que el suyo era un gobierno desaparecido (mensaje del 27 de noviembre de 2014). Un gobierno extenuado por las protestas encendidas y violentas y la pesadumbre tras los hechos de Ayotzinapa. Cuando en las capas bajas, medias y altas se combinaban enojo, resentimiento y sensación de engaño.

En aquel mensaje de noviembre de 2014, el Presidente propuso y pidió al Congreso y a los gobernadores tres puntos esenciales:

*La creación obligatoria de policías estatales únicas. *Una ley contra la infiltración del crimen organizado. *Un operativo especial en Tierra Caliente.







Jan Martínez Ahrens - La ONU critica a México por el bloqueo del caso Ayotzinapa




La tormenta por Ayotzinapa arrecia. El portazo dado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI) en su despedida de México ha generado una ola de apoyo global. Tras la llamada de atención de Washington, que pedía al Gobierno mexicano que no echase en saco roto las recomendaciones de este equipo, le llegó el turno a la ONU. El alto comisionado para los Derechos Humanos, Rupert Colville, ha mostrado su “preocupación por los muchos retos y obstáculos reportados por los expertos y que pudieran haber impedido que ciertas líneas de investigación fueran exploradas, incluyendo el papel y responsabilidad de militares y autoridades oficiales en el caso”.








Katia D'Artigues - Humor presidencial

» Lo que se lleva el GIEI

Y ¿con qué ánimo se despertó hoy, querido lector, lectora? ¿Bueno? ¿Malo? ¿Regular? ¿Cómo le va en su entidad?

La pregunta se la hago luego de leer las declaraciones del presidente Enrique Peña Nieto en la inauguración del Tianguis Turístico 2016, en Guadalajara, Jalisco (¡qué bueno que ahora no fue Acapulco!, allá las cosas están de un humor, perdón, color hormiga).

Ante los representantes del ramo turístico, el Presidente describió cómo ve el país.

—Sé que a veces pueden decir y, leyendo algunas notas, columnas (¡ouch!) y comentarios que recojo de aquí y de allá, en donde se dice: “Es que no hay buen humor; el ánimo está caído, hay un mal ambiente, un mal humor social”… Pero déjenme decirles que hay muchas razones y muchos argumentos para decir que México está avanzando en distintos ámbitos.








Ricardo Rocha - El informe del GIEI

Fue demoledor. Terrible. Inquietante. La crónica de una revelación anunciada. Luego de escucharlo el domingo, tuve la oportunidad de hablar este lunes con Ángela Buitrago y Carlos Beristáin, del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH. De ambas experiencias se desprenden conclusiones que, en este caso doloroso y brutal, lo mismo arrojan luces que conducen a nuevas zonas de oscuridad. Aquí, las más estremecedoras:

*Las policías municipales, estatal, Federal y elementos del Ejército, monitorearon el movimiento de los normalistas de Ayotzinapa desde su salida la mañana del 26 de septiembre.

*Tenían orden de investigar, informar y transmitir; en el caso de inteligencia militar, a su cadena de mando, lo que estaba sucediendo frente al Palacio de Justicia de Iguala, y no se sabe qué decisiones se tomaron con relación a lo ocurrido esa noche.









Ricardo Alemán - Peña Nieto ordenó el montaje

Vamos a suponer, por un momento, que todo lo que han investigado y opinado los “expertos” del GIEI es cierto; producto de una investigación profesional, digna del aplauso mundial.

¿Por qué razón –entonces–, los expertos no saben dónde están los normalistas; por qué no saben si están vivos o muertos; por qué no existen evidencias de estar vivos, si es que no fueron quemados? ¿Por qué no han logrado confirmar si los policías los secuestraron, escoltaron, persiguieron o si los entregaron a grupos del crimen organizado?

¿Por qué, si todo el trabajo del GIEI es digno de aplauso, existen más dudas que respuestas?

¿No es absurda la hipótesis?

Vamos a suponer –por otro lado–, que el GIEI tiene razón en las acusaciones y señalamientos contra el Gobierno federal; que la PGR esconde la verdad, que sembró evidencia, que oculta pruebas, que sabe dónde están ocultos los estudiantes pero que, por alguna razón, no quiere revelar la verdad; el crimen de “Los 43” que desde lo más alto del poder –desde el gobierno de Peña Nieto–, se trata de ocultar. Imaginemos que fuera cierta –por completo–, la anterior hipótesis del GIEI.








Raymundo Riva Palacio - Desestabilización en Acapulco

El domingo por la noche, la zona costera de Acapulco desde el Club de Yates hasta la Zona Dorada, que alberga a más de 100 hoteles, vivió horas de pánico. Grupos armados atacaron los dos hoteles en donde se hospeda la Policía Federal y generaron una balacera. Muchos tiros que causaron terror, pero dejaron el saldo de un atacante muerto y un federal herido. ¿Qué se pretendía? “Estábamos preparados, pues ya se veía venir”, dijo a la prensa el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo. “Hubo una articulada organización para tirar balazos y provocar zozobra; todo preparado por la delincuencia organizada”. Lo que sucedió en Acapulco llena los casilleros de un proceso de desestabilización sólo visto con ese nivel de preparación y construcción de condiciones de terror en Reynosa, durante la década pasada.

El Gobernador Astudillo refirió que la balacera del domingo obedeció a la captura en Los Cabos, Baja California Sur, de Freddy del Valle Verdel, El Burro, anunciada por la Comisión Nacional de Seguridad el domingo pasado. Las autoridades lo identificaron como el jefe de plaza del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva, encargado de la venta y distribución de drogas en el puerto, a la vez que ordenaba secuestros, extorsiones y asesinatos de sus rivales, el Cártel Independiente de Acapulco, que es una escisión de la vieja organización que a finales de la década pasada controlaba todo el negocio de la droga en el corredor que iba de la Ciudad de México a aquella ciudad. Sin embargo, las desestabilización se venía dando, como en Reynosa, casi dos semanas antes.









Carlos Ramírez - La jugada de Álvarez Icaza: desaparecidos, no muertos

Luego de año y medio “investigando la investigación” de la PGR, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA terminó su labor con el mismo reporte original y tuvo que “pasarse a retirar”, a pesar de que quería seguir recibiendo subsidios oficiales mexicanos e insistir en su misma hipótesis.

El litigio que viene está claro: México insistirá en su indagatoria para probar que los estudiantes están muertos, en tanto que la CIDH reiterará en que siguen desaparecidos porque ello permitiría ir a tribunales internacionales penales.









Sergio Sarmiento - Tianguis y Aca

"La realidad de un lugar es distinta de su mitología."

Martin Parr

Héctor Astudillo, el gobernador de Guerrero, trajo porra al tianguis turístico. Este 25 de abril una treintena de personas lo acompañaron coreando frases y el nombre de Guerrero y sus destinos turísticos mientras recorría los pasillos antes que la exposición abriera al público. En una conferencia de prensa, por otra parte, el gobernador señaló que hay un compromiso presidencial para que el tianguis regrese a Acapulco en 2017.





Lea la columna completa aquí  http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/tianguis-y-aca









Dino Buzzati - La niña olvidada

Dino Buzzati  ( 1906 - 1972 )
La niña olvidada

La señora Ada Tormenti, viuda de Lulli, fue a pasar unos días al campo, invitada por sus primos los Premoli. Por el pueblo iba y venía mucha gente. Como era verano, la sobremesa de la noche se hacía en el jardín, charlando hasta la una o las dos. Una noche la conversación se refirió a las casas de la ciudad. Había allí un tal Imbastaro, tipo inteligente, pero antipático. Decía:

-Siempre que dejo mi casa de Nápoles, sucede algo, ¡je, je! -continuaba, riendo así, sin motivo; ¿o el motivo era, en cambio, hacer daño al prójimo?-. Salgo, por decirlo así, ni siquiera recorro dos kilómetros, y se sale el agua del lavadero o se incendia la biblioteca por haber olvidado una colilla encendida, o se meten ratas de los barcos y devoran hasta las piedras. ¡Je, je!, o en la portería, la única persona que soporta allí el verano, recibe un golpe seco y por la mañana se la encuentra preparadita para el entierro, con cirios, el sacerdote y el ataúd. ¿No es así la vida?

-No siempre -dijo con gravedad Tormenti-, por fortuna.

-No siempre, es verdad. Pero usted, señora, por ejemplo, ¿podría jurar haber dejado su casa en perfecto orden, no haberse olvidado nada? Piénselo bien, piénselo bien. ¿Exactamente en orden?

A estas palabras Ada se puso del color de los muertos; de repente tuvo un horrendo pensamiento. Para poder ir a casa de los Premoli había llevado a su hija de cuatro años a una tía.O mejor dicho, había decidido llevarla. Porque ahora, al volver a pensar en ello, con todo y estar segura de haberlo hecho, no conseguía recordar cómo y cuándo había llevado a Luisella a casa de su tía. ¡Qué extraño! No recordaba ni cuándo habían salido de casa juntas, ni el camino recorrido, ni las despedidas en casa de su tía. Como si en su memoria se hubiese abierto un agujero.