lunes, 11 de junio de 2018

Carlos Ramírez - Indicador político

Modelo de AMLO es el populismo neoliberal de Salinas; sólo Pronasol

Si a los empresarios dejaran de cegarlos la necedad neoliberal y la arrogancia del dinero, entonces podrían entender que el proyecto de gobierno de Andrés Manuel López Obrador no es el del Estado competidor, sino que se reduce a la reproducción del neoliberalismo populista de Carlos Salinas de Gortari: mercado más Pronasol.

Y peor aún: a diferencia de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, a López Obrador le falta una propuesta de revolución bolivariana; al tabasqueño no le alcanza la figura de Juárez (constructor del capitalismo), Madero (demócrata ingenuo) o Cárdenas (expropiador del petróleo). Así, López Obrador sería un populista priísta típico: gasto social sin ingresos fiscales.

El populismo de Cárdenas fue de clase, pero fracasó cuando organizó al proletariado como masa y no como clase; y los populismos de López Mateos, Echeverría y López Portillo metieron al Estado como agente económico productivo sin finanzas sólidas y reventaron el modelo cuando trasladaron las pérdidas empresariales de las paraestatales a las finanzas públicas, aumentando el déficit, subiendo la inflación y derivando en devaluaciones.







Raymundo Riva Palacio - La resistencia de Anaya

Desde antes de comenzar su campaña presidencial, las posibilidades de Ricardo Anaya de ganar la elección, objetivamente hablando, eran nulas. Había dos razones fundamentales. La primera es la fractura estructural dentro del PAN por la forma como se hizo de la candidatura, que llevó a que los dos únicos presidentes panistas, estuvieran en su contra, y las reticencias de casi la mitad de los gobernadores del PAN que llegaron al poder en contra de los deseos de Anaya. La segunda tiene que ver con el voto útil que ha venido pidiendo para derrotar al puntero en las preferencias electorales, donde la apelación central es a priistas, sin cuyo respaldo no le alcanzaría en las urnas, pero cuya mayoría de militantes no van a votar por él. Con un partido cojo -tampoco hay legiones perredistas reforzando al candidato de su coalición- y una campaña mediocre, lo sorprendente es que Anaya no haya colapsado. A esto hay que sumarle la cruzada desde el gobierno y la guerra sucia emprendida en su contra hace meses. Por una razón que aún nadie puede explicar, Anaya se mantiene todavía en el segundo lugar de las preferencias electorales, con lo cual la expectativa de votarlo como el segundo lugar, está viva.

La elección está a menos de tres semanas y el tiempo se acaba para las estrategias. Si Anaya se mantiene arriba de los 20’s por ciento en tendencia de voto, la elección será entre tres, con lo cual él y el candidato oficial, José Antonio Meade, perderán irremediablemente debido a la canibalización del voto opositor a Andrés Manuel López Obrador, de Morena. La prisa la tiene la campaña de Meade para demostrar que son el segundo lugar con una tendencia al alza, mientras que Anaya tiene una caída sostenida que lo llevará al tercer lugar. El tiempo, una vez más, corre en su contra para tener una candidatura, al menos competitiva, contra López Obrador. Por eso, una vez más una mano amiga de Meade en las estructuras de poder, apareció el jueves pasado al poner a circular en redes un video editado donde Juan Barreiro, hermano de un empresario queretano vinculado al candidato que investiga la PGR por lavado de dinero, habla cándidamente sobre negocios irregulares que presuntamente eran para financiar la campaña presidencial de Anaya.







Ricardo Alemán - ¡PINCHE PEÑA CHINGÓN…!

Dice Ricardo Anaya –sobre la primera parte de un video difundido en redes y que lo hunde como culpable de lavado de dinero–: “Responsabilizo al gobierno de Enrique Peña Nieto por este nuevo ataque en mi contra, utilizando las mismas mentiras de hace algunos meses”.

Es decir, el señor Anaya supone que el presidente Peña Nieto ordenó a las agencias de seguridad espiar a la familia Barreiro hasta encontrar la “bala de plata” capaz de eliminar al candidato del PAN, PRD y MC.

¿De verdad el señor Anaya y su claque creen que Peña Nieto y el gobierno federal están detrás de la primera parte del video que exhibe al candidato presidencial del Frente como lavador de dinero? ¿Qué pruebas tiene para lanzar tal acusación?