lunes, 9 de enero de 2012

Gómez Leyva - ¿Leyeron el artículo Peña Nieto y López Obrador?



Independientemente de quién sea el candidato, pienso que es muy poco probable que el próximo Presidente sea un panista. Enrique Peña Nieto o Andrés Manuel López Obrador, por tanto, asumirán el cargo en diciembre y deberán definir el papel de las fuerzas federales en la lucha contra el crimen organizado.

Lejos de retraerse por las duras críticas a su artículo de hace dos años sobre los mitos en la guerra contra el narco, el comandante salvadoreño Joaquín Villalobos regresa al tema en la edición de enero de Nexos. Villalobos desmenuza la pobreza analítica y el populismo pacifista con que se ha abordado la crisis de seguridad y violencia 2007-2011. 

Apuntalado en Jorge Castañeda, retrata la cultura nacional de la aversión al conflicto para arribar a los 10 argumentos de moda (que Peña Nieto y López Obrador balbucean también), y que presuponen que el regreso del Ejército a los cuarteles mejoraría las cosas en México como por arte de magia. Entre otros que: primero hay que prepararse a fondo; se debe usar más la inteligencia; hay que negociar o acordar una tregua; se debe perseguir sólo a los cárteles violentos; es un error fragmentar a los cárteles; hay que priorizar el combate a otros delitos, no al narcotráfico.

Argumentos que, según Villalobos, equivalen a proponer que lo recomendable es bajar la guardia y aceptar una suerte de convivencia, de autoridades, policías u ciudadanos, con el crimen y los criminales. Un artículo provocador, rico en reflexiones, despiadado con los mitos. 

Supongo que Peña Nieto y López Obrador lo leyeron o leerán y que, gracias a ello, se apartarán de los lugares comunes, la pobreza analítica y el populismo pacifista. 


Leído en http://www.vanguardia.com.mx/%C2%BFleyeronelarticulopenanietoylopezobrador?-1190375-columna.html

Joaquín Villalobos - Nuevos mitos de la guerra contra el narco

Presentamos fragmentos y link del artículo al que se refiere Gómez Leyva en su columna.


En el siguiente ensayo Joaquín Villalobos refuta las varias lecturas sobre la violencia que en los últimos años se han publicado en nexos. Para este analista, la violencia no es un problema generado por una estrategia gubernamental fallida. Es el indicador del aumento de la densidad criminal como producto de una “aversión al conflicto” que durante mucho tiempo llevó a administrar los problemas en vez de resolverlos. Villalobos confronta a quienes, tomando como bandera los altos niveles de violencia, exigen poner alto a la lucha contra el crimen organizado o solicitan cambios de estrategia a partir de argumentaciones que él considera endebles. Los puntos centrales del debate, afirma, no están en cómo administrar el crimen, sino en cómo construir Estado y ciudadanía

Pobreza analítica y populismo pacifista

México enfrenta cinco duras realidades con relación al tema de la lucha contra el crimen organizado y la inseguridad: 1. La violencia es inevitable. 2. Tomará bastante tiempo controlarla. 3. No hay atajo, salida fácil, ni solución rápida posible. 4. No existe un “culpable”, porque lo que se está viviendo es el resultado de un proceso histórico. 5. La violencia sólo se reducirá con un gran esfuerzo en dos aspectos: el fortalecimiento y transformación profunda de las instituciones de seguridad y justicia, y un cambio de los ciudadanos con respecto al valor que tienen la ley y el orden en una sociedad democrática. México tiene sobradas capacidades intelectuales y suficientes recursos materiales para resolver el problema, pero ha venido enfrentando dificultades para entender lo que está pasando.

En general, en otros países, a los gobiernos se les exige eficiencia para controlar a los violentos o delincuentes porque la gente entiende que éstos son los que generan la violencia. En México, por el contrario, la demanda es que termine la violencia; y esto deriva en que hay sectores de la sociedad que exigen paz a toda costa, culpando al gobierno por la violencia y le piden que deje de perseguir a los violentos. Generándose lo que podemos calificar como “populismo pacifista”.

La realidad es que la violencia es simplemente una manifestación del problema; es un indicador de lo que Guillermo Valdés, ex director del CISEN, ha llamado crecimiento de la “densidad criminal”, y que consiste en la suma de: la existencia de organizaciones nacionales y regionales con amplia presencia territorial; el crecimiento de los brazos armados de los cárteles, hasta convertirse en “ejércitos privados”; la expansión de sus sistemas de información y la creciente disponibilidad de armas; la penetración, cooptación o intimidación de algunos sectores sociales, claves para la actividad criminal. Todo ello en un contexto de profunda debilidad institucional y un mercado de drogas —internacional y nacional— cambiante, que afecta sus ingresos.

Detrás de análisis supuestamente sofisticados para demandar el final urgente de la violencia, subyace la idea de que lo mejor hubiera sido evitarse el conflicto y continuar conviviendo con los grupos criminales. En otras palabras: administrar el problema en vez de resolverlo. A esto obedecen ideas como tregua o negociación....


....

 Primero debió prepararse la fuerza. El crimen organizado es un enemigo que se come al Estado por dentro....
2. Se debe priorizar la prevención. La prevención supone actuar antes de una emergencia, no se puede aplicar una política preventiva para evitar lo que ya está pasando....
3. Se debe usar más la inteligencia. Lo que la mayoría de la gente sabe de inteligencia viene del imaginario que se construyó con la propaganda de la época de la Guerra Fría...
4. Hay que negociar o acordar una tregua. Ésta es una de las formas más ingenuas, directas y desesperadas de pretender evadir el conflicto...
5. Hay que utilizar las tácticas disuasivas que utiliza Estados Unidos. Esta otra forma de evadir el conflicto está fundada en las ideas del académico Mark Kleiman, cuyas propuestas están basadas en el uso quirúrgico de la coerción contra los grupos más violentos....


http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=2102505

 

        

Videos del movimiento ¡México, despierta!

En diciembre pasado, el movimiento Artistas creadores y Medios unidos por la paz en México dio a conocer un video en que la cantante mexicanaEly Guerra encarnó a Marisela Escobedo, activista asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua, como parte de una campaña llamada¡México, despierta! para transformar las estadísticas de la violencia y elnúmero de muertos en historias con rostro.


Ely Guerra le da voz a Marisela Escobedo, activista asesinada el 16 de diciembre del 2010 frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua. Su lucha es la de una madre que busca justicia por la muerte de su hija. 








Miguel Ángel Loera Castro es una de las víctimas del incendio provocado en el Casino Royale de Monterrey el jueves 25 de Agosto del 2011. 
Las víctimas de esta guerra no son estadísticas, tienen nombre y tienen voz.






Leonardo Amador Rivas trabajaba en la discoteca News Divine y perdió la vida el 20 de Junio del 2008, junto a otros 11 jóvenes. Un operativo de la policía en el lugar, sin organización, actuando con negligencia y regidos por la criminalización de estos jóvenes, acabó con sus vidas.

Carlos Marín - La misma cantaleta contra Zedillo



El primer sábado del año, La Jornada informó que el ex presidente Ernesto Zedillo reclamó “inmunidad legal” ante una corte federal estadunidense (en Hartford, Connecticut, estado en cuyo condado de New Haven reside por su desempeño como profesor en la Universidad de Yale), frente a la nueva acusación de que es sujeto, dizque por “conspirar, junto con el entonces procurador general, Jorge Madrazo Cuéllar, para ocultar el papel desplegado por el Ejecutivo federal antes y después de la matanza” de Acteal.
“Crímenes contra la humanidad” es el cargo que le levanta una decena de sobrevivientes.
El ex presidente, decía la nota, niega responsabilidad en los hechos ocurridos en aquel poblado chiapaneco el 22 de diciembre de 1997.
A través de sus abogados, los denunciantes afirman que Zedillo aplicó el plan de campaña Chiapas… ¡de 1994!, elaborado por la Secretaría de la Defensa durante la gestión de Carlos Salinas de Gortari.
Ese plan entrañaba una estrategia para sofocar el movimiento insurgente zapatista, y fue dado a conocer por el autor de estas líneas dos semanas después de la masacre, en particular donde se hablaba de apoyos a organizaciones “de autodefensa” y creación de grupos (no denominados así en el documento) paramilitares.
No es la primera vez que ese reportaje sirve de pretexto para intentar que Zedillo sea procesado por un crimen que no cometió.
La demanda fue interpuesta por el despacho Rafferty Kobert Tenenholtz Bounds & Hess de Miami, Florida, en nombre de seis hombres y cuatro mujeres sobrevivientes, viudas e hijos de víctimas de Acteal (donde fueron asesinadas 45 personas), “cuyos nombres se mantienen bajo reserva”.
El abogado Roger Kobert dijo “que todas las evidencias presentadas en la demanda están respaldadas”.
Lo cierto, sin embargo, es que no solamente Zedillo no aplicó ese plan, sino tampoco el propio Salinas de Gortari, quien decretó unilateralmente el cese de los enfrentamientos a pocos días de que estallara el conflicto con los seguidores del subcomandante Marcos.
El plan de campaña Chiapas fue diseñado en octubre de 1994: menos de dos meses antes de que Salinas dejara la Presidencia y con el divisionario Antonio Riviello Bazán como secretario de la Defensa.
Zedillo, más bien, se empeñó en llegar a un acuerdo de paz que abortó en San Andrés Larráinzar en febrero de 1996 porque, no sobra recordarlo, Marcos incumplió el compromiso contraído en abril de 1995 en los Acuerdos de San Miguel, que obligaba a los zapatistas y a la Federación a proseguir las negociaciones aun si en algunos puntos no hubiera arreglo.
Las tragedias, por desgracia, son políticamente capitalizables, y el despacho Rafferty Kobert Tenenholtz Bounds & Hess debiera saber que el historiador Héctor Aguilar Camín demostró, en un reportaje magistral, que aquel 22 de diciembre no fue atacada una multitud indefensa mientras rezaba, sino que se dio una batalla de mercenarios vengadores del asesinato de un antizapatista contra milicianos del EZLN…

Denise Dresser- Pegados al Tubo

El tubo del ‘oro negro’ es hoy una fuente de ingresos para la mafia, gracias a la corrpución que impera al interior de Pemex

Hay una emergencia en Petróleos Mexicanos de la que pocos hablan. Hay una debacle en Pemex de la que pocos parecen estar conscientes. Involucra a narcotraficantes y a funcionarios, a contratistas y a ordeñadores, a proveedores y a desfalcadores. 

Tiene que ver con el crimen organizado y cómo ha infiltrado a la paraestatal; tiene que ver con la corrupción y cómo la ha permeado; tiene que ver con el robo descomunal del patrimonio nacional. 

Como escribe Ana Lilia Pérez en El Cártel Negro, Petróleos Mexicanos se ha convertido en un sitio para la construcción de emporios personales y negocios individuales. Operación ilegal tras operación ilegal, Pemex ha procreado una criatura invencible que ahora amenaza con devorar a la empresa.

Petróleos Mexicanos se ha convertido en un verdadero campo de batalla en el cual se levantan retenes, se expropian predios, se ocupan derechos de vía, se controla el acceso a sus instalaciones. Grupos criminales incluso han tomado el control de algunos pozos desde donde abastecen ilegalmente a compradores en Estados Unidos y Europa.

Todos los días se dan actos vandálicos, robos de combustible, saqueos de plataformas. Tan es así que entre 2001 y 2011, Pemex fue objeto de más de 40 mil “incidentes”. 

El área jurídica de la paraestatal presentó 2 mil 611 denuncias por ordeña y tomas clandestinas, pero sólo 15 concluyeron en sentencia. Las pérdidas son comparables —según Petróleos Mexicanos— con la caída de la producción petrolera de Cantarell. De esa magnitud es el daño; de esa dimensión es el desfalco.

El escenario es grave y perturbador. Funcionarios ejecutados, trabajadores desaparecidos, contratistas secuestrados, extorsionados y obligados a pagar derecho de piso, robos técnicamente más especializados. Más aún, Petróleos Mexicanos identifica a Sinaloa como la entidad que registró la mayor sustracción de refinados mediante tomas clandestinas. 

Sinaloa, el área de operación del Chapo Guzmán, Sinaloa es una zona de grave incursión de la delincuencia organizada en las actividades de Petróleos Mexicanos. Sinaloa, tierra de nadie.

Y el problema es que la paraestatal no es sólo víctima; también es cómplice. En las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón se han firmado contratos con cientos de compañías que no tienen infraestructura ni cumplen con los requisitos básicos para participar en las licitaciones de Petróleos Mexicanos. 

Los domicilios fiscales de las empresas son en realidad casas particulares, terrenos baldíos, giros empresariales distintos y hasta guarderías. He allí —como lo documenta el libro— años de simulación, años de corrupción, años de silencio guardado y compartido. Sexenios de encubrimiento y colusión de directivos y empleados de Petróleos Mexicanos, ahora terreno fértil para la incursión del crimen organizado. En este contexto, cada pueblo, cada plaza, cada región petrolera, cada ducto es disputado por una organización criminal.

El tubo del “oro negro” se ha convertido en una importante fuente de ingresos para la mafia, pero este fenómeno no es algo nuevo. Es producto de muchos años de tejer redes de apoyo y colaboración con los empleados y los contratistas de Pemex. 

Ahora esas redes son responsables de la sustracción de condensado de la Cuenca de Burgos y su introducción —vía contrabando— a territorio estadounidense. 

Ahora el Cártel del Golfo y de Los Zetas también exportan petróleo. Desde 2006 el área de inteligencia de la paraestatal informó a los directivos de Petróleos Mexicanos sobre el hurto, pero ellos decidieron callar y clasificar los robos como información reservada por 12 años. 

Ellos decidieron respetar el código compartido de silencio, la omertá. Ante denuncias crecientes, sorprende la respuesta de la Secretaría de la Función Pública: “Incompetencia para investigar”. 

Y debido a esa inacción gubernamental, hay pozos en toda la Cuenca de Burgos prácticamente ocupados por comandos armados que deciden si los empleados y contratistas de Pemex pueden laborar o no. Algunas áreas están convertidas en verdaderas zonas de exclusión, donde las pipas, los tractocamiones, las camionetas y los automóviles de Pemex son utilizados para los narcobloqueos. 

Todos los días, el crimen organizado burla los cercos militares, los patrullajes náuticos, los sobrevuelos de la Secretaría de la Armada de México. 

Todos los días alguien roba, saquea, bloquea, ordeña y sabotea a Petróleos Mexicanos ante el pasmo de la autoridad.

Por ello hay que exigir al director de Petróleos Mexicanos, Juan José Súarez Coppel, que informe cuánto sabe y qué piensa hacer con la información que posee. 

Hay que demandar que presente un plan de acción frente a lo que es un grave daño patrimonial al país. Hay que preguntar cómo se ha dado la infiltración criminal y cómo responderá el Gobierno para frenarla. Porque desde sus lujosas y blindadas oficinas de Marina Nacional, los directores de Pemex parecen ajenos a la caótica realidad en los campos, en los pozos, en la plataformas, en cada una de las instalaciones operativas. Porque las tomas clandestinas en 2011 se incrementaron en 300 por ciento, a más de tres tomas promedio al día. Porque el crimen organizado no sólo mata; ahora vive pegado al tubo


Leído en http://www.vanguardia.com.mx/pegadosaltubo-1190372-columna.html

Fernández Menéndez- PRD-DF: ¿quién decide?



Cuando el próximo domingo se realice la encuesta para elegir al candidato a jefe de Gobierno capitalino por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, se verá hasta qué punto Andrés Manuel López Obrador respetará los acuerdos internos que le permitieron acceder por segunda ocasión a la candidatura presidencial.
Cuando en plena designación, Andrés Manuel declaró que sería Marcelo Ebrard quien decidiría la candidatura capitalina, indirectamente impidió precisamente eso: que el jefe de Gobierno pudiera colocar a alguien de su confianza en esa posición. La declaración prácticamente dejó fuera de la contienda a Mario Delgado, que hace unos días oficializó su retiro (una decisión inteligente y que demuestra que Delgado, a diferencia de otros políticos, sí sabe medir las encuestas y sus posibilidades reales: gobernando la ciudad, Mario podría haber sido, sin duda, de los mejores, pero para gobernar primero hay que ganar la elección y sabía que estaba muy lejos de alcanzar siquiera la candidatura: no acaba así su carrera política, la abre hacia otros rumbos; no quema naves, las conserva).

El hecho es que la decisión de Delgado dejó la puerta abierta para que Miguel Mancera se convirtiera en el precandidato de Ebrard, pero también de una amplia corriente que dentro y fuera del PRD simpatiza con el ahora ex procurador. No me cabe duda de que Mancera sería el mejor de los aspirantes que podría impulsar la izquierda para tratar de conservar el Gobierno de la ciudad, pero no le será sencillo quedarse con la candidatura. A muchos sectores de la izquierda y particularmente en el entorno del lopezobradorismo los pierde el sectarismo, que tratan de ocultar con la exigencia de años de militancia y esfuerzo que en muchas ocasiones ellos mismos o sus principales dirigentes no tuvieron o la tuvieron episódicamente. Resulta paradójico que en una corriente cuyos mayores líderes vienen todos del priismo (López Obrador, Cárdenas, Ebrard) se rechace a Mancera porque no está afiliado a un partido (sin comprender que ese margen de independencia en lugar de ser una déficit es un plus en la candidatura de Mancera), como lo hacen sectores del PRD (encabezados nada menos que por René Bejarano, que vaya que tiene un pasado cuestionable) o del PT, en su caso, también paradójicamente encabezados por Adolfo Orive, un hombre sin duda inteligente y capaz, que inició su carrera en la izquierda pero que luego, durante largos años, fue un activo integrante de los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
Lo cierto es que para varios sectores de esa alianza, Mancera es el enemigo a vencer. La única que podría arrebatarle la candidatura es Alejandra Barrales. La líder de la Asamblea Legislativa, antigua dirigente del sindicato de sobrecargos, a lo largo de los años ha matizado sus posiciones originalmente muy cercanas a los grupos de Bejarano, Dolores Padierna y Martí Batres. A pesar de que se la supone mucho más cercana a López Obrador que a Ebrard, no ha tomado públicamente posición por ninguno de ellos y en los hechos ha trabajado con ambos y también con Lázaro Cárdenas cuando fue gobernador de Michoacán. Barrales, que es una buena candidata interna, apostará de alguna manera por la presencia de género (recordemos que la aspirante del PRI en la ciudad será Beatriz Paredes y que a nivel nacional existen amplias posibilidades de que Josefina Vázquez Mota termine siendo la candidata presidencial del PAN) y se muestra más confiable para los sectores duros que Mancera (y como contraparte con una candidatura menos atractiva para los sectores independientes).

Más en http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=800348

Aguilar Camín - La mediocridad del PAN


El PRI terminó su era en el poder marcado por dos etiquetas: autoritarismo y corrupción. Los 12 años en el poder del PAN parecen terminar con otros dos sellos inamovibles: mediocridad y violencia.
Ninguna de las dos cosas es cierta, ni la herencia del PRI en el año 2000 era sólo autoritarismo y corrupción, ni la del PAN hoy es sólo mediocridad y violencia.
Pero así se cerraron los signos entonces sobre la imagen pública del PRI, y así van cerrándose ahora sobre el PAN.
El problema de los panistas frente a la elección de 2012 es el mismo que tuvieron los priistas en el año 2000: sacudirse las etiquetas que les imponen, de un lado, sus adversarios, y del otro la fatiga de materiales de la opinión pública, eso que llamamos el desgaste del poder.
El poder desgasta y el poder continuo desgasta continuadamente. No es la ley de Cuba o Corea del Norte, pero es la ley de las democracias.
Como el PRI del año 2000, el PAN de ahora carece de una narrativa convincente de sus logros y de una explicación clara de sus errores.
No vemos aparecer todavía esa narrativa en el discurso de ninguno de los aspirantes panistas, quienes tendrán la misión, se diría imposible, de ser a la vez los candidatos del cambio y los candidatos de la continuidad.
La palabra continuidad es mala, malísima, cuando hablamos de elecciones, pero uno de los logros fundamentales del PAN ha sido darle continuidad a cosas que heredó bien encaminadas.
Primero, el equilibrio de las finanzas públicas, la estabilidad económica, y monetaria, la baja inflación, la responsabilidad fiscal, todo eso que permitió sortear la crisis externa de 2008 con rapidez y eficacia.
Segundo, el clima de las libertades públicas, el espectáculo mayor de la democracia mexicana: su pluralidad política expresándose sin otras trabas que las de sus propios intereses y convicciones.
Tercero, la seguridad social. Por un lado, los programas de combate a la pobreza, por el otro la extraordinaria ampliación de la cobertura de salud.
Nada de esto alcanza para gritar que los años de gobierno del PAN han sido un éxito. Tampoco para construir una promesa de futuro suficientemente poderosa como para vencer las etiquetas.
Quien vaya a ser el candidato o la candidata del PAN tendrá que defender su pasado y prometer el futuro. Tarea compleja tras 12 años de ejercicio en el poder.

Ramnr recomienda: Tenochtitlan como organización.


Tenochtitlan como organización


Sociedad
Organización política y social
La organización política de las tribus aztecas, al llegar al valle del Anáhuac, era (en teoría) democrática. Pero podemos definir una organización basada en una teocracia militar "pero en la que el fin guerrero estaba subordinado al fin religioso y en la que el mismo emperador, más propiamente Tlacatecuhtli, era un sacerdote".
Pero la religión no sólo influía en la organización política, también lo hacía en la organización social. Un grupo de familias o clan constituían una tribu. Entre los tenochcas había 20 clanes o calpullis, en los cuales los jefes de familia elegían un representante (calpullec), asesorado por un consejo de ancianos (huehuetque). Los representantes de los calpullis formaban el tlatocan, organismo que presidía el gobierno general de Tenochtitlan. A quien los españoles llamaron rey, era el hombre que ocupaba el puesto supremo entre todos los jefes, llamado Tlacatecuhtli (señor de los hombres), también denominado Tlatoani. El cargo del Tlacatecuhtli era electivo.
 

Plano de Tenochtitlan (cód. Florentino)
Aun cuando no existían clases sociales remarcadas, se pueden mencionar los siguientes rangos: nobles (pipiltin), entre los cuales estaban los caballeros águila y los caballeros tigre (más formalmente, caballeros ocelote). Sacerdotes, que podían proceder tanto de una familia humilde como de una noble. Artesanos, divididos en pochtecas (comerciaban fuera de la ciudad) y tlanamacani (que comerciaban en la ciudad). Plebeyos o campesinos libres (macehualtin). Siervos (mayeques) campesinos que estaban en calidad de siervos. Esclavos (tlacotin), generalmente esclavos de guerra que iban al sacrificio o eran ocupados en diversas tareas.
Un hombre podía alcanzar alto rango por medio de sus esfuerzos.


Educación

La educación comenzaba después del destete, en el tercer año. El propósito era iniciar al niño en las técnicas y obligaciones de la vida adulta. Al igual que casi cualquier actividad diaria de los tenochcas, la educación estaba regida por los principios religiosos imperantes en la cultura azteca. Los padres vigilaban la educación de los hijos y las madres daban instrucción a las hijas; sin embargo, eran los sacerdotes los que impartían la educación en las escuelas.
Había dos tipos de ellas para los varones, la más importante era el Calmécac (hilera de casas), en la cual se preparaba a los nobles para el sacerdocio. Estudiaban las artes y las ciencias, pero la enseñanza era fundamentalmente religiosa, aun cuando muchos de los estudiantes no pretendían ser sacerdotes; algunos se preparaban para ocupar puestos en la milicia o la administración pública. El Calmécac era parte del Templo Mayor y los estudiantes estaban sujetos a una rigurosa disciplina.


ANEXO 3: La educación sacerdotal
 
Los padres dedicaban a sus hijos, en cuanto nacían, para que fueran sacerdotes o guerreros. Si querían que fuera sacerdote, convidaban a los jefes del Calmécac y en un banquete les ofrecían al hijo y lo llevaban al Calmécac donde lo pintaban de negro y le ponían un collar con cuentas de madera, que llamaban tlacopatli y a las que se suponía que quedaba unido el espíritu del niño; por lo cual, antes de devolverlo a sus padres, le quitaban el collar y lo dejaban en prenda en el monasterio.
El aspirante a sacerdote ingresaba a la edad de quince años en el Calmécac, convirtiéndose en tlamacazton. [...]
Más tarde el mancebo, ya ejercitado, ayudaba al sacerdote en los actos del culto; llevaba los implementos del sacrificio, tocaba el teponaztli o tambor de madera, observaba las estrellas para anunciar las horas, y le enseñaban los cantos a los dioses, la escritura y la pintura hierática, la astrología, la historia, la cuenta de los días y de los años y la interpretación de los sueños.La otra escuela era el Telpuchcalli (casa de los jóvenes), para la educación corriente; había uno en casi cualquier barrio de la ciudad. El Telpuchcalli enseñaba civismo, empleo de las armas, artes y oficios, historia y tradiciones, así como la obediencia a las normas religiosas comunes. El objeto principal era el de preparar a los jóvenes para la guerra, la disciplina era menos severa.
Había escuelas para las jóvenes que aspiraban a ser sacerdotisas, además de aprender a tejer y hacer trabajos en pluma para vestiduras sacerdotales.
Otras escuelas especiales existían para enseñar a bailar, cantar y tañer instrumentos musicales; también estas enseñanzas tenían un fin principalmente religioso.
 

Caballero águila (Museo del Templo Mayor)

Familia
Un joven era apto para el matrimonio a los 20 años, mientras una joven se consideraba madura aproximadamente a los 16 años. Antes del matrimonio, se consultaba a un sacerdote para que decidiera si los destinos de la pareja eran armoniosos. De ser así, el padre del novio enviaba dos ancianas de la tribu con obsequios para los padres de la muchacha, quienes de acuerdo con la costumbre, desechaban la petición. Las ancianas regresaban otra vez, por la respuesta definitiva. Si se aceptaba el matrimonio, una de las casamenteras llevaba a la novia en sus espaldas hasta pasar por la puerta de la casa del futuro marido y después se ataban los mantos de los novios para simbolizar su unión. Se celebraba una fiesta y los desposados hacían penitencia durante cuatro días, pasados los cuales consumaban su matrimonio.
Existía la poligamia, sin embargo, la primera mujer tenía prioridad sobre las otras. El divorcio era considerado: un hombre podía repudiar a su mujer en caso de esterilidad o si descuidaba sus deberes. La mujer podía hacerlo de su marido cuando éste no podía sostener la familia o cuando la maltratara físicamente. Una divorciada podía casarse con cualquiera, pero una viuda tenía que hacerlo con un hermano de su difunto marido.

Artes
Escritura
Los aztecas conocieron la escritura pictórica, esto es, la representación directa del objeto o por medio de símbolos o ideas. Por ejemplo, la palabra toponímica Pantépec, que significa "sobre el cerro de la bandera", se escribía mediante una bandera sobre un cerro. Son los códices a través de los cuales conocemos de modo fundamental dicha escritura.
Numeración
El sistema numérico empleado era vigesimal, es decir, contaban por veintenas. Los números del 1 al 19 se representaban con puntos. El 5 solía representarse con una mano. El número 20 era representado con una bandera, repitiéndola para representar cantidades mayores. 400 se representaba con una pluma y 8000 con una bolsa o costal. Así, para obtener distintas cifras, se agrupaban o combinaban puntos, rayas, banderas, bolsas.

Calendarios
Conocían los aztecas el año solar --además del venusino--, representándolo en un calendario llamado xíhuitl, integrado por 18 meses de 20 días cada uno, más 5 días nefastos llamados nemontemi. El Tonalpohualli era un calendario de 260 días, resultado de la combinación de 20 signos con 13 numerales; este calendario era la "cuenta adivinatoria de los días", y permitía saber la suerte de quienes nacían en ellos, servía también para nombrar los años y fijaba las fechas de las fiestas movibles.
Cada 52 años (siglo) coincidían ambos calendarios y se celebraba la fiesta del Fuego Nuevo.
Literatura
A través de la poesía se dieron a conocer, sobre todo, los pensamientos nahuas sobre la vida, sobre el mundo y sobre los grandes problemas humanos. La escritura pictográfica conocida por los aztecas era inapropiada para expresar abiertamente la literatura; sin embargo, --nos dice Vaillant-- "existió una verbosidad rítmica y opulenta como forma de tratamiento cortés, que con un sistema de escritura se hubiera podido transmutar en literatura". Se han conservado obras escritas en caracteres latinos, posteriores a la conquista, recopiladas por Sahagún, Ixtlilxóchitl y otros. Entre ellas hay himnos, oraciones, discursos y exhortaciones diversas. Ejemplo de ello son: colección de cantares mexicanos, Anales de Tlatelolco, Códices Matritenses, etc. Figura importante en este aspecto fue Nezahualcóyotl.


Música
La música era seguramente severa y lúgubre en sus ceremonias religiosas; espectacular y terrible en los combates; fúnebres y depresivas en las celebraciones mortuorias; y alegre en las festividades mundanas. Existió gran variedad de instrumentos musicales, tales como el huéhuetl (cilindro de madera cubierto por la parte con piel de venado); el teponaztli (tambor pequeño de madera, con una hendidura sobre cuyas lengüetas se golpeaba); el ayacacaxtli (calabaza con piedras dentro); caracoles marinos; huesos con los que se silbaba; flautas de carrizo; etc.

Arquitectura
Poco queda de la arquitectura azteca. Sólo subsisten los restos del Templo Mayor de Tenochtitlan. Sin embargo, nos podemos dar una idea a través de los relatos de los cronistas. Sahagún nos dice que el recinto sagrado estaba compuesto por 78 edificios, y que la pirámide central tenía dos templos en la parte superior, uno dedicado a Tláloc, el otro a Huitzilopochtli. Podemos pensar que las casas de los clanes pobres eran de adobe y bajareque, pero las casas de los señores importantes eran espléndidas y espaciosas: "cuatro veces el Conquistador Anónimo intentó recorrer los palacios de Moctezuma: cuatro veces renunció, fatigado", nos dice Alfonso Reyes.
Es muy probable que las casas aztecas hayan carecido de ventanas, tragaluces y chimeneas.
Escultura
A diferencia de la arquitectura, la escultura azteca conocida es amplia. Monumental y realista en su concepción, representa el complejo universo religioso. La piedra del Sol (calendario azteca), es sin duda la obra arquitectónica más conocida del mundo azteca; y nos presenta "un resumen finito del infinito universo azteca", dice Vaillant. Se trata de una disco monolítico de 25 toneladas y 4 m de diámetro. Otras piezas importantes son la escultura de Coyolxauhqui, donde el artista quizás quiso representar la decapitación de esta deidad por Huitzilopochtli; la estatua de Coatlicue y la piedra de Tízoc, enorme disco en el que se representan las hazañas del que le da el nombre.

Religión
Porque la mas alta y sencilla base de la vida es estar en armonía con la naturaleza, la religión azteca trataba, por sus fines y por su práctica, de atraer aquellas fuerzas naturales favorables a la existencia humana y de rechazar las que le eran perjudiciales.
La religión azteca no tenía un Salvador ni un cielo o un infierno para recompensar o castigar las consecuencias de la conducta humana. El rito azteca consistía en el ofrecimiento de regalos, oraciones y actos penitenciales para inducir el favor de los poderes divinos, quienes personificaban a la naturaleza. Descubrir el ritmo inexorable de los acontecimientos naturales era la forma de asegurar la supervivencia de la comunidad. Así, este ritmo llega a ser parte esencial del culto y la religión, manifestándose en la estratificación de divinidades y una especialización en sus funciones. Lo anterior llevó a la integración de un complejo y rico culto politeísta.
Los aztecas desarrollaron un concepto de relación entre las fuerzas sobrenaturales y el Universo, éste último concebido con un sentido más religioso que geográfico, dividido en zonas (vertical y horizontal) religiosas: el Universo Horizontal estaba constituido por los 4 puntos cardinales, además del centro; mientras el Universo Vertical estaba dividido en mundos superiores e inferiores (cielos e infiernos sin significado moral). Los muertos podían ir a uno de estos mundos, pero la conducta de su vida no designaba su última morada después de la muerte. Más bien, ésta era definida por el tipo de muerte que le acontecía.

El origen de todas las cosas es un solo principio dual, masculino y femenino, que engendró tanto a dioses como a hombres: Ometéotl (2 Divinidad).
Pero, si por una parte encontramos un exagerado politeísmo con un toque mágico en la religión azteca, por otra parte, son patentes los esfuerzos de los sacerdotes por reducir las múltiples divinidades a aspectos diversos de una misma deidad. Así, podríamos hablar del dios del vino, que para los sacerdotes mexicanos era sólo uno: Ometóchtli (2 Conejo). Sin embargo, se conocen gran cantidad de dioses del pulque, con características y nombres de la región de donde provienen: Tepoztécatl (El del hacha de cobre, dios de Tepoztlan, Morelos); Toltécatl (dios de Tula); Yautécatl (dios de Yautépec), etc.
De esta forma, aun cuando los sacerdotes tenochcas procuraban reunir en un solo concepto los diversos dioses de cada una de las tribus y sintetizarlos en un solo poder; el pueblo no admitía que el dios local estuviera sujeto a otro, ni que fuera solamente una advocación de un ser superior.
Hubo en cambio hombres excepcionales como el rey de Texcoco, Nezahualcóyotl, en quien aparece ya la idea de la adoración preferente a un dios único e invisible que no se puede representar, llamado Tloque Nahuaque o Ipalnemohuani (el dios de la inmediata vecindad, Aquel por quien todos viven), la fuerza creadora del Universo, que está colocado sobre los cielos y en el punto más alto y del que dependen todas las cosas.



ANEXO 4: Dos textos al Dios no conocido
 
Verdaderamente que los dioses que yo adoro, que son ídolos de piedra que no hablan ni sienten, no pudieron hacer ni formar la hermosura del cielo, el Sol, luna y estrellas que lo hermosean y dan luz a la Tierra; (ni los) ríos, aguas, fuentes, árboles y plantas que la hermosean; las gentes que la poseen y todo lo creado. Algún Dios muy poderoso, oculto y no conocido es el creador de todo el universo, él solo es el que puede consolarme en mi aflicción y socorrerme en tan grande angustia como mi corazón siente; a él quiero por mi ayudador y amparo.
 
Muchas gracias te doy, Dios Todopoderoso y hacedor de todas las cosas, como causa que eres de todas las causas, que bien y verdaderamente creo que estás en los cielos claros y hermosos que alumbran la Tierra, y desde allí gobiernas, socorres y haces mercedes a los que te llaman y piden tu favor, como conmigo lo has hecho, y te prometo de reconocerte por mi señor y creador; y de agradecimiento del bien recibido, de hacerte un templo donde seas reverenciado y se te haga ofrenda toda la vida hasta que tú, señor, te dignes de mostrarte a este tu esclavo y a los demás de mi reino; y de hoy en adelante ordenaré que no se sacrifique en todo él gente humana, porque tengo para mí, que te ofendes de ello.
Si ésta no es una actitud francamente monoteísta porque se admite todavía la existencia y el culto a otros dioses, sí nos indica que en las mentalidades excepcionales había nacido ya el afán filosófico de la unidad, y que se buscaba una causa única, de la que dependieran las otras, y un dios único que estuviera por encima de las demás divinidades, como éstas están por encima del hombre 


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