En su libro Fraud Auditing and Forensic Accounting, editado por John Wiley & Sons en julio de 2010, Tommie W. Singleton y Aaron J. Singleton analizan diversas razones por las que algunas personas cometen el delito de fraude, definido éste como “una acción que resulta contraria a la verdad y a la rectitud. El fraude se comete en perjuicio contra otra persona o contra una organización (como el Estado o una empresa)”. Sinónimos de fraude son estafa, timo, simulación, chantaje, defraudación, contrabando, robo, substracción, usurpación, entre otros. Es un delito usualmente penado por la ley que se comete con una alta frecuencia alrededor del mundo.
Los autores aseguran que el fraude “es causado principalmente por factores externos al individuo: factores económicos, competitivos, sociales y políticos, y controles débiles”. Pero de inmediato se preguntan: “¿Y que con el individuo? ¿Hay personas que tienden a cometer un fraude más que otras? Y, si éste es el caso, ¿es esa una causa más seria para cometer un fraude que los factores ambientales internos y externos que hemos comentado? Los datos que nos proporcionan la criminología y sociología parecerían sugerirlo”.