miércoles, 13 de junio de 2012

Ciro Murayama - El fraude del fraude

2 de julio: Del aval a la exigencia al IFE

La mañana del domingo 2 de julio en el sur de la ciudad de México hacía un día despejado y caluroso, húmedo por la lluvia de la víspera. En la sede del Instituto Federal Electoral los representantes de los distintos partidos cumplían con su papel tradicional en la instalación del Consejo General: establecer su posición política de cara a la jornada electoral. 

En la dilatada campaña, de seis meses de duración, Andrés Manuel López Obrador se mantuvo casi siempre al frente en las encuestas de intención de voto y, en la recta final, si bien se anticipaba una votación cerrada con el candidato de Acción Nacional, Felipe Calderón, en las filas del perredismo existía el convencimiento de que la noche de 2 de julio habría que festejar un triunfo histórico. “Sonríe, vamos a ganar” era la frase socorrida, optimista.

El representante de la Coalición Por el Bien de Todos ante el Consejo General del IFE, el diputado federal Horacio Duarte, transmitía esa convicción ganadora en su intervención de aquella mañana: “Nosotros, en la Coalición Por el Bien de Todos, sabemos que es la hora de la izquierda, es la hora de llegar a un punto importante de nuestra vida política. 

La izquierda en México ha pasado casi 30 años desde su legalización, de su inserción en lo procesos democráticos. A partir del 1º de diciembre habremos de transformar nuestro discurso, nuestra combatividad en acciones y en políticas públicas para beneficio de la gente. Estamos convencidos que en este proceso democrático lo más importante es que los ciudadanos podrán definir con libertad su voto”. En su discurso, el diputado Duarte ya veía en qué condiciones habrían de recibir el poder ejecutivo: “llamamos al gobierno federal en turno para que entre el 3 de julio y el 30 de noviembre vivamos una transición de gobierno tersa; una transición de gobierno que le permita a nuestro país mantener en calma, mantener las variables macroeconómicas en los rangos que hoy los tenemos. Pero que permita, a partir del 1º de diciembre, imprimir un rumbo distinto a la política económica con responsabilidad y sobre todo con certeza para los millones y millones de mexicanos”.1

La confianza del PRD en la inminencia de su victoria también implicó, ese día, el aval a la autoridad electoral: “Estamos convencidos -añadió Duarte- que los diversos instrumentos electorales que se han dotado por parte del Instituto Federal Electoral tienen un rango de aceptabilidad que nos permite concluir el día de hoy la jornada electoral con buenos resultados”. Las ofensas previas, las descalificaciones y ataques mutuos entre partidos y candidatos, podrían quedar atrás: “Finalmente, queremos reconocer en todos nuestros contendientes un ánimo que si bien estuvo a veces marcado por la rispidez, por el debate, por la dureza, siempre ha sido en el mejor ánimo de la lucha democrática que nos ha distinguido a todas las fuerzas políticas en los últimos años. (...) Es la hora de México, es la hora de los ciudadanos y a eso nos atenemos en la Coalición Por el Bien de Todos”. Así cerraba Horacio Duarte su primera intervención de esa larga jornada. 

Más cauto se mostró el representante del PAN, el también diputado federal Germán Martínez, en su discurso de apertura el 2 de julio: “No hay votos buenos ni votos malos, el pueblo no elige mal, lo que el pueblo diga el día de hoy está bien dicho y será aceptado por Acción Nacional”.

Corrían las horas iniciales de la votación y las distintas casas demoscópicas aplicaban encuestas de salida. Hacia el mediodía, una tendencia se había consolidado: las exit-poll no estaban dando ganador; “Too close to call”.

La crónica de Jorge Ramos y Lilia Saúl en El Universal (03/07/06), daba cuenta de esas horas en el cónclave del PRD: “Desde las tres de la tarde, dirigentes de los partidos integrantes de la Coalición, así como simpatizantes, llegaron al hotel [Marquís]. Con algunos sondeos a la mano, varios de los dirigentes perredistas mostraban caras rígidas y se negaron a dar cualquier información. Los supuestos 10 puntos de diferencia entre su candidato y Felipe Calderón habían desaparecido”.

Por ley, los días de votación se pueden dar a conocer los resultados de sondeos y encuestas electorales sólo a partir de las ocho de la noche en la hora del centro, cuando han cerrado las casillas en el último huso horario del país. Este 2 de julio ninguna de las grandes empresas encuestadoras contratadas para tal fin por los medios de comunicación pudo establecer un ganador. Habría que esperar a los conteos rápidos del IFE, a las 11 de la noche.

La nota de Jorge Octavio Ochoa, también de El Universal (3/07/06), refleja cómo se fue asimilando la información de la cerrada votación: “Pasadas las 20:00, del PRD surgen las primeras instrucciones: acudir a todas las plazas públicas del país y festejar el triunfo. 

En el ínter, López Obrador sale finalmente para el hotel Marquís -20:30 horas- para reunirse con el primer círculo de colaboradores y dirigentes de la Coalición Por el Bien de Todos. Hay rostros tensos, miradas duras, aunque Claudia Sheinbaum repite a quien la quiera oír: ¡Ya ganamos, ya ganamos!”.

Para las 11 de la noche, cuando una fuerte tormenta caía sobre el sur del DF, los conteos del IFE confirmaron el difícil escenario: la votación era tan reñida que tampoco a través de ese instrumento estadístico se podría conocer al ganador. “Con base en 95.12 por ciento de resultados de las casillas de la muestra del conteo rápido elaborado por el Instituto Federal Electoral (IFE), el consejero presidente de este órgano, Luis Carlos Ugalde, anunció (...) a las 23 horas que ‘no es posible determinar, dentro de los márgenes científicos establecidos para el conteo rápido, al partido o coalición que haya obtenido el mayor porcentaje de la votación emitida'”(La Jornada, 3/07/06, nota de Alonso Urrutia, Fabiola Martínez y Jesús Aranda).

Tras el informe del IFE, López Obrador se trasladó al Zócalo, donde ya se encontraban reunidos miles de seguidores ante la convocatoria de sus dirigentes. Ahí, López Obrador todavía ofreció su respaldo al Instituto: “Escuché el mensaje de presidente del IFE y del presidente de la República; soy muy respetuoso de las instituciones y de manera particular de lo que resuelva el instituto electoral”. Pero de inmediato, ante la muchedumbre, hizo un particular llamado: “Tenemos informaciones, con base en los conteos rápidos, de que estamos cuando menos 500 mil votos arriba (...) Exijo, pido a las instituciones electorales que respeten estos resultados” (La Jornada, 3/07/06). 

Así, el aval que por la mañana dio al IFE el representante del PRD, hacia la noche se había vuelto, por parte del candidato, una exigencia de reconocimiento de su triunfo a la autoridad electoral. Al otro día se daría un nuevo vuelco a la tuerca: las acusaciones.

Los votos extraviados

“López Obrador: ‘perdidos' tres millones de votos”, rezaban las ocho columnas del periódico La Jornada el martes 4 de julio, y a continuación se leía en esa primera plana: “El candidato perredista no reconoce los resultados del PREP. El programa manipulado, y con infinidad de anomalías, acusa”. El lunes 3 de julio, López Obrador había ofrecido una rueda de prensa donde cuestionó los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares, que recoge de manera preliminar -como indica su nombre- y sin efectos sobre el cómputo oficial, los datos de la votación casilla por casilla: “Se tiene un padrón electoral de alrededor de 71 millones de ciudadanos -dijo López Obrador-, se habla de que en el PREP participó el 59 por ciento, pensando en una votación del orden de 42 millones de participantes y la proyección con lo que va a ser del PREP es de 39 millones, es decir, hay tres millones menos. Entonces ¿qué está pasando? Esa es la pregunta que queremos hacer” (Reforma, 4/07/06, nota de Claudia Guerrero). 

La denuncia contra el IFE por manipulación de datos había comenzado.

El día que apareció la noticia, el 4 de julio, el IFE aclaraba que tales votos no estuvieron ni estaban perdidos. En su comunicado de prensa 138, la autoridad electoral señaló que durante la construcción y desarrollo del PREP “se discutieron con partidos políticos y miembros del Comité Técnico Asesor, los criterios para procesar las inconsistencias en el llenado de las actas de escrutinio y cómputo. En particular, se discutieron los criterios para clasificar actas con inconsistencias en su llenado. Los criterios fueron discutidos y acordados con los partidos y coaliciones el día 10 de febrero del presente año (...) En dicha sesión de trabajo se determinó que aquellas actas de escrutinio y cómputo que contuvieran alguna de las características enlistadas (...) fueran reportadas como ‘Actas procesadas'. Se acordó también que su contenido se integrara a un archivo denominado: Base de datos de inconsistencias, pero que su contenido no se sumara a la base principal de datos difundida en internet, para evitar posibles distorsiones”. 

El IFE, además, dio a conocer que, como constaba en sus bitácoras, durante el 2 y 3 de julio la Coalición Por el Bien de Todos había ingresado en múltiples ocasiones a consultar el archivo de inconsistencias, donde estaban los votos que denunció como “perdidos”. 

Maniobras en la oscuridad

Las denuncias de alteración del PREP, que luego serían desmentidas, se multiplicaron. 

Significativo resultó el caso de un trabajador eventual del IFE que dijo haber recibido instrucciones para alterar datos. “Acompañado por integrantes de la Coalición Por el Bien de Todos, Luar Divad Tejeida Sánchez, capturista del Instituto Federal Electoral (IFE) en el distrito 2 de Coahuila, denunció que el vocal de la junta ejecutiva, José Luis Fernández, maniobró para anular la ventaja del candidato presidencial de la alianza integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, calculada en por lo menos tres mil sufragios. ‘Pude ver varias irregularidades, como la orden de capturar casillas en blanco, aun cuando éstas tenían cifras. La orden directa del vocal de la junta fue: ‘se van en blanco'. Como a las nueve de la noche se fue la luz varias veces en el área de captura y en ese momento empieza a subir el Partido Acción Nacional (PAN) en la elección de presidente', afirmó. Integrado a la conferencia de prensa que ofrecieron los integrantes de la comisión política en defensa del voto de la Coalición Por el Bien de Todos, el joven coahuilense señaló que encontró actas originales de secciones guardadas en una bodega, ‘que yo no capturé'; sin embargo, el vocal de la junta minimizó el problema. Después me mandaron a comer, agregó Tejeida Sánchez, y de regreso encuentro que ‘ya no está ninguna acta original, sólo copias'. Entonces me envían a Múzquiz, faltando unos minutos para las seis -del pasado domingo-, supuestamente para recoger material electoral” (nota de Fabiola Martínez, Alfonso Urrutia y Jesús Aranda, en La Jornada, 6/07/06).

En su comunicado de prensa 142 del 2006, el 5 de julio de 2006, retomado por diversos medios de comunicación, el IFE aclaró que: “El señor Tejeida Sánchez es un trabajador eventual que fue contratado por un mes y medio, a partir del 1 de junio pasado, para desempeñar labores de almacenista. En la madrugada del lunes 3 de julio, al Sr. Tejeida Sánchez se le solicitó realizar labores de apoyo al personal encargado de la captura de datos de las actas de las casillas del Distrito 02 de Coahuila, para el Sistema de Cómputo Distrital de Resultados Preliminares, el cual no es el PREP, sino un sistema secundario que registra los resultados que el Consejero Presidente Distrital vocea al recibir los paquetes electorales. (...) El Sr. Tejeida Sánchez nunca tuvo en su poder ni a la vista ninguna acta de casilla; (...) al contrario de lo afirmado por el Sr. Tejeida, nunca hubo interrupciones en el suministro de energía eléctrica en las instalaciones del Distrito 02 de Coahuila, en la madrugada del lunes. (...) las actas originales sobrantes nunca se colocaron en recipientes de basura, sino al interior de bolsas de plástico para protegerlas, junto con otros materiales electorales sobrantes. 

Cabe agregar que las autoridades electorales del Distrito 02 de Coahuila no han reportado ninguna destrucción o pérdida de actas originales de casilla”. Las afirmaciones del IFE tuvieron el respaldo del conjunto de los consejeros electorales del distrito 02 de Coahuila, así como por los representantes de todos los partidos, a excepción de la Coalición Por el Bien de Todos. Tras el desmentido, dicha coalición no volvió a tocar el tema y tampoco se excusó por las imputaciones falsas.

El algoritmo

En los días que siguieron a la elección, también circuló la especie de un “fraude cibernético” a través de un “algoritmo” para trucar la votación. Por ejemplo, dos académicos de la UNAM, Bolívar Huerta y Francisco Portillo, señalaron: ““A López Obrador un algoritmo dentro del PREP le quitó cientos de miles de votos, y ahora otro algoritmo le trasladó a Calderón los votos que recibió en los conteos distritales. Esto indudablemente es un fraude' (...) Lo más grave, advirtieron, es que si López Obrador consigue que se vuelvan a contar los votos boleta por boleta ‘le van a aplicar el mismo algoritmo. Debe exigir que el nuevo recuento se haga con sumadoras comunes y corrientes, no con las computadoras del IFE, o lograr que éstas sean revisadas para que les quiten los algoritmos y estén vigiladas por una comisión especial de científicos y ciudadanos con el fin de que nadie les vuelva a meter mano cuando se haga el nuevo recuento' ” (nota de Jaime Avilés en La Jornada, 07/07/06).

Quien señaló supuestas manipulaciones al PREP no tuvo en cuenta que nada más inútil que alterar los resultados de ese programa, pues no tiene validez alguna para el cómputo oficial. Pero además, los resultados del PREP aparecen expuestos casilla por casilla y no solamente de forma agregada, por lo que si se diera alguna alteración sería muy sencillo detectarla al confrontarla con las actas que tienen los propios partidos. Por otra parte, el cómputo en los distritos, a pesar de su nombre, no se hace en computadoras. El procedimiento consiste en contar cada casilla a partir del acta que se tiene, físicamente, en papel, llenada a puño y letra por los funcionarios de casilla y ante los representantes de los partidos. Los resultados de cada acta se van agregando, no en computadora sino en otras actas, las del cómputo distrital, y una vez contado el total de casillas se obtiene la suma final por distrito.

Sería el propio López Obrador quien 10 días después desestimaría la idea del fraude cibernético: “Nosotros estábamos pensando que era un fraude moderno, cibernético, pero no. La información que tenemos es que se tomaron las casillas el estilo antiguo y se dieron estas falsificaciones” declaró en el programa radiofónico de Miguel Ángel Granados Chapa (Reforma, 18/07/06).

Fraude y traición a la democracia 

El cómputo distrital de los 300 distritos, que se efectuó a partir del 5 de julio, arrojó resultados coincidentes con el PREP, en el sentido de dar una estrecha ventaja a Felipe Calderón. A partir de entonces, López Obrador endureció su discurso. El sábado 8 de julio, “en el corazón de la ciudad, colmado por más de medio millón de ciudadanos, Andrés Manuel López Obrador convocó a una marcha nacional por la democracia para el próximo miércoles y a otras movilizaciones pacíficas, y anunció que hoy presentará la impugnación de los comicios del 2 de julio y que luchará hasta el final porque se limpie un ‘proceso fraudulento de origen'. Una elección -dijo- en la que el presidente Fox, ‘sin recato alguno y sin cuidar su investidura', utilizó las instituciones y los recursos públicos para favorecer ‘al candidato de la derecha', a Felipe Calderón. En dos ocasiones se refirió al ejecutivo federal como un ‘traidor a la democracia'” (nota de Andrea Becerril y Roberto Garduño en La Jornada, 9/06/07). Esa encendida proclama significó un cambio: ya no era un problema en el cómputo de los votos, sino un “fraude de origen”.

La acusación de fraude en las elecciones ya no desaparecería en el discurso del candidato del PRD. 

Urnas embarazadas

“Presenta AMLO video ‘de fraude'; IFE lo refuta” fueron las ocho columnas de El Universal el 11 de julio. “El perredista Andrés Manuel López Obrador presentó ayer dos videos sobre anomalías en el proceso electoral. En uno de ellos se observa a un hombre que introduce varias boletas en una urna de una casilla en Salamanca, Guanajuato, y otro sobre la alteración del acta de cómputo en el distrito electoral 03 de Querétaro. En ambos resultó favorecido el panista Felipe Calderón” se leía en la primera plana de La Jornada (11/07/06). 

Esta nueva denuncia de López Obrador, delante de una pantalla de plasma con un video respaldando su dicho, también sería aclarada. “Las imágenes difundidas esta mañana en el citado video -aclararía el IFE, en su comunicado de prensa 154, fechado el 10 de julio-, relacionadas con supuestas anomalías, han sido malinterpretadas, pues todos los representantes de los partidos políticos y coaliciones firmaron de conformidad el acta de escrutinio y cómputo, avalando con ello la limpieza de la jornada, por lo cual no hubo ninguna irregularidad detectada. Como en todos los casos, una vez concluida la votación se procedió al proceso de escrutinio y cómputo. En esta casilla, su presidente, Juan Gilberto Castro Razo, encontró entre 8 y 10 boletas correspondientes a la elección para diputados federales dentro de la urna utilizada para la elección de presidente de la República. De acuerdo al artículo 231 del Código Electoral y en presencia del resto de los funcionarios de casilla y de representantes de los partidos políticos y coaliciones, el presidente de la casilla tomó las boletas ubicadas incorrectamente por algunos electores y las depositó en la urna de votos para diputados federales para ser contadas en su oportunidad. Una vez concluido el cómputo de los votos, el acta de escrutinio correspondiente a esa casilla fue firmada de conformidad por los representantes de la Coalición Por el Bien de Todos, Juliana Barrón Vallejo; del Partido Acción Nacional, J. Guadalupe Castro Rangel; de la Alianza por México, María Gabriela García B. y del Partido Nueva Alianza, María Alma Lilia Almonaci”. 

No obstante, “interrogado en torno a las anomalías en la casilla 2227 de Salamanca, avaladas al parecer por la representante de la Coalición Por el Bien de Todos, [López Obrador] dijo que ello significa que ‘no todos nuestros representantes actuaron con rectitud'” (nota de Roberto Garduño y Andrea Becerril en La Jornada, 12/07/06). De esa forma la sombra de la duda alcanzaría no sólo a los ciudadanos que actuaron como funcionarios de casilla sino, también, a los representantes de la Coalición que habían visto y participado en una elección normal.

Paquetes manipulados

“De manera ilegal se han comenzado a abrir los paquetes electorales, denunció ayer Andrés Manuel López Obrador. Presentó pruebas documentales de un distrito de Tabasco en el que, a petición del Instituto Federal Electoral (IFE) y con el pretexto de información solicitada por el Partido Acción Nacional (PAN) y la Coalición Por el Bien de Todos, se quitaron los sellos y se abrió la bodega en que se almacenan todas las actas de votación del 2 de julio en esa localidad. Ello es preocupante, dijo, porque podrían darse mayores alteraciones, y pidió de nueva cuenta al Ejército Mexicano que no permita ninguna apertura más de paquetes, aunque el IFE lo solicite, ya que sólo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tiene facultades para ello” (nota de Roberto Garduño y Andrea Becerril, en La Jornada, 12/07/06).

Una vez más, la autoridad electoral daría a conocer, a través del comunicado de prensa 156, que “como ha ocurrido en todos los procesos electorales anteriores, los consejos distritales obtuvieron de los paquetes electorales los documentos necesarios para integrar los expedientes que, por ley, se debían presentar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), dejando intactos los sobres sellados con los votos. Entre esos documentos están las hojas de incidentes, los escritos de protesta y las actas de casilla”. Es decir, el IFE cumplía con la exigencia de entregar la información necesaria para que el Tribunal pudiera atender las denuncias jurídicas de la propia Coalición y del resto de los partidos.

A modo de colofón

De acuerdo con la Constitución, corresponde al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación atender las impugnaciones -la Coalición Por el Bien de Todos presentó 231 juicios de inconformidad a los cómputos distritales- y calificar la elección presidencial a más tardar el 6 de septiembre.

López Obrador no aguardaría a la resolución de la máxima autoridad en materia electoral para emitir su veredicto sobre los comicios. El domingo 30 de julio, ante un Zócalo abarrotado, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos afirmó (La Jornada y El Universal, 01/08/06): “Desde el principio, hemos tenido indicios de nuestro triunfo, y ahora, a 28 días de la elección, tenemos la certeza absoluta, todos los elementos y pruebas para sostener, sin titubeos, que ganamos la presidencia de la República (...) Yo nunca voy a reconocer que esta elección fue limpia, fue libre, fue equitativa, porque sería traicionarme a mí mismo”. n


Leído en http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=660633

Hermética autenticidad - Recomendación de Tepozteco.

Jesús Silva-Herzog Márquez 11 Jun. 12

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Mucho ha cambiado y sigue siendo el mismo. Ha encanecido, sus expresiones son más tranquilas, ha dejado de apretar la quijada y martillar con la mano. Habla con mayor lentitud: sus palabras se entretejen con silencios cada vez más largos. El tono chillante de sus gritos ha desaparecido, ahora se le escucha hablar con suavidad, puliendo las agujas de su activa animosidad. En alguna medida puede verse al Andrés Manuel López Obrador del 2012 como el gran crítico del Andrés Manuel López Obrador del 2006. No ha rehuido el debate, no ha satanizado a sus críticos. Es un político más maduro y más sereno que el que era hace seis años.
Durante seis años recorrió, como no lo ha hecho nadie, el territorio de México. Cada municipio del país, hasta el más pequeño, el más apartado, lo vio llegar en algún momento. No era una producción para las cámaras. No era la filmación para un noticiero o un documental para las salas de cine o para YouTube. Sus recorridos apenas aparecían en la prensa. Después de la agitación del gobierno, la campaña y la protesta, López Obrador pudo hacer política sin reflectores y sin prisas. Recorrió el país para establecer las bases de una organización política distinta a su partido, para palpar el país que no aparece en los anuncios turísticos ni es escenario de las telenovelas. El peregrinaje de un político para ser fiel a sí mismo.
En esa fidelidad está la grandeza de López Obrador. Ahí está también su cerco, su encierro. En una política donde el liderazgo parece obra de peinadores y maquillistas, el tabasqueño es un político, un dirigente auténtico. El lado oscuro de su autenticidad es su hermetismo. De su recorrido por el país no se desprenden aprendizajes sino ratificaciones. El país que encontró es idéntico al que ya conocía. A lo largo de los años, López Obrador no se ha enfrentado a ninguna sorpresa que lo haya motivado a cambiar de ideas o actualizarlas, no ha habido un solo descubrimiento que lo condujera a aceptar una lógica distinta a la de su discurso, a atender, quizá, alguna razón en sus adversarios, a registrar cierto valor que antes ignorara. El líder social carece del elemental impulso por conocer. Será que, para un moralista, la curiosidad es sospechosa.
Si no salió de México para conocer la experiencia de otras izquierdas, para ver de cerca experimentos exitosos como el brasileño o el chileno fue por su enfática convicción de que nada nos pueden enseñar. No tuvo ánimo para descifrar el futuro que se inventa en Asia, ni siquiera fue a Estados Unidos para tratar de entender al vecino. Como los tecnócratas a los que detesta, López Obrador cree que ya sabe todo lo que necesita saber.
¿Quién es más peligroso? ¿El ignorante que no lee o el arrogante seguro de que ya ha leído suficiente? La política de López Obrador es una política de certezas selladas al vacío: la política de la fe. Su fe en el Pueblo (ese sujeto histórico que nunca se equivoca, que es sabio y bueno) equivale a su desconfianza en las instituciones (esas trampas que impusieron los de arriba para seguir estando arriba). La intensidad de esas dos convicciones muestra la columna populista de López Obrador, su código de identidad genética que ninguna exaltación al amor puede negar. Las instituciones serán culpables mientras a él no le demuestren lo contrario.
Del componente populista de su discurso se ha dicho mucho. Vale seguir insistiendo en la incompatibilidad de sus prácticas con el pluralismo democrático. Pero valdría tal vez agregar un ingrediente que es anterior a esa megalomanía disfrazada de alabanza al Pueblo. Es una forma de conocer, un peculiar acercamiento a la realidad.
En su reciente aparición en el programa Tercer Grado, el candidato perredista ejerció nuevamente su derecho de negar el mundo con el que discrepa. En un momento, al menospreciar los datos del INEGI, afirmó: "La realidad es otra cosa". La epistemología del sectario funciona de esa manera. Sólo existe lo que ratifica su prejuicio. Aquello que lo refuta no es solamente falso: es perverso, producto de una siniestra maquinación del poder. La realidad no es lo que dictaminan las instituciones, no es lo que reportan las organizaciones independientes, las encuestas, los votos: la realidad es lo que el caudillo decreta como verdad.
Decía Burke que el político auténtico, el estadista debía temerse a sí mismo. Tenía razón: un hombre de poder debe admitir su capacidad para lastimarnos, debe estar al tanto de sus defectos para así vigilarse constantemente. Agregaría que al político conviene dudar de sus ideas, advertir su falibilidad, admitir las zonas de su ignorancia. Pero si López Obrador tuviera el don de la duda, no sería López Obrador.

http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/

Ricardo Alemán - !Andrés, ya no mienta!


Ricardo Alemán

Por alguna razón que deberá explicar el analista del comportamiento de la personalidad humana, parece volverse costumbre que el candidato de las llamadas izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, mienta una y otra vez ante la indiferencia, costumbre o, incluso, ante la complicidad ciega de sus simpatizantes. 
Parece, incluso, que muchos de los que queman incienso a la imagen de predicador de la política —en que se ha convertido López Obrador—, les gusta que el mesías mienta y engañe a sus audiencias, en tanto que otros ya ven como natural la mentira lopezobradorista. Lo escuchan, esbozan una sonrisa y alzan los hombros, como reconociendo que están ante otra mentira del tabasqueño. 
El caso más reciente de la mentira flagrante ocurrió en la entrevista colectiva de Tercer Grado, en donde Andrés Manuel López Obrador arrancó con la cachaza de que punteaba en las encuestas, con dos o tres puntos arriba de Peña Nieto. Cuando preguntaron sobre la empresa que hizo la medición, la metodología y los detalles, se escondió en la retórica típica del mentiroso: “son mis datos”, “tengo información”, “tengo autoridad moral”. 
Y viene a cuento el tema porque en el segundo debate presidencial —acaso ante la audiencia más numerosa que lo haya visto en un solo evento—, López Obrador recurrió a sus mentiras típicas. Dijo que en la base de su propuesta de gobierno ocupa un lugar predominante la lucha contra la corrupción y el fin de los excesos faraónicos de la alta burocracia. 
Por eso dijo que una reducción de los salarios de la alta burocracia le daría a su gobierno una bolsa de 300 mil millones de pesos; cantidad con la que, literalmente, haría milagros. Sin embargo, la mentira fue de tal tamaño y el engaño tan temerario, que a medio debate presidencial, el propio Felipe Calderón respondió, vía Twitter, que esa propuesta era una mentira, no sólo escandalosa, sino ofensiva y peligrosa. 
Y es que los cálculos elementales señalan que un ahorro como el que proponía AMLO, no sería posible ni siquiera eliminando todos los empleos del gobierno federal. Más aún, el titular de Economía, José Antonio Meade —igual que muchos especialistas—, dijo que fantasías como las expuestas por AMLO llevaron a la quiebra a Grecia; “hicieron posible la tragedia griega”. Y frente a la exhibición de tamaña mentira, López Obrador sólo respondió: “Tengo bien estudiados mis datos”. 
Pero es larga la cadena de mentiras de AMLO durante su candidatura presidencial. Hace tres semanas, EL UNIVERSAL reveló un audio en el que se escucha a colaboradores cercanos de López Obrador cuando pedían a empresarios reunir seis millones de dólares “para ganar” la elección. Cuando estalló el escándalo, AMLO respaldó públicamente a sus colaboradores, negó los hechos evidentes y, en cambio, dijo que era un complot de los medios. 
Frente a la contundencia de la prueba, los seguidores del lopezobradorismo hurgaron para justificar lo injustificable. Claro, en el segundo debate, cuando López Obrador enumeró a sus colaboradores, ya no apareció el nombre de Adolfo Hellmund, a quien le había prometió la Secretaría de Energía y quien encabezó el “pase de charola”. 
A lo largo de seis años, AMLO ha caminado por todo el país en una campaña electoral de la que nadie sabe el origen de su financiamiento. Cálculos conservadores —a partir de los propios datos de AMLO—, señalan que habría gastado mil millones de pesos. Y cuando le preguntan sobre el origen del dinero que le permite vivir bien, hacer campaña y dedicar recursos a la política —todo ello sin trabajar—, sólo responde que la gente le da dinero. ¿Cuánto dinero, de dónde sale, quién lleva el control, dónde están los papeles que lo confirmen? Nadie lo sabe. 
Frente a esa contundente evidencia de malos manejos, López Obrador insiste que la gente le da dinero, a pesar de que nada lo confirma. En cambio, construyó toda una red política por todo el país, llamada Morena. Y presume que el dinero sale de la asociación Honestidad Valiente. Pero el PRI investigó los fondos, la legalidad y las pruebas sobre el manejo de dinero en Honestidad Valiente y… nada. Otra gran mentira. 
También en la campaña, Andrés Manuel López Obrador ha presumido que su gestión frente al GDF, fue el gobierno más honesto, más transparente, menos corrupto, más eficaz y más seguro. También en Tercer Grado, el periodista Carlos Loret de Mola le recetó las cifras oficiales que desmienten las cuentas alegres, pero la respuesta fue clásica. “Yo tengo otra información”. ¿Cuál, salida de dónde, comparada con qué? Nunca ofreció las cifras. 
Por eso vale la pregunta. ¿Nos merecemos un presidente mentiroso? ¿Quién será capaz de decirle: “¡Andrés, ya no mienta!”?

Jorge Zepeda Patterson - Calderón, como Fox, ya optó por Peña Nieto.

Jorge Zepeda Patterson
Pues Felipe Calderón no resultó muy distinto a Vicente Fox, a quien muchos panistas quisieron a crucificar luego de que el ex presidente pidió el apoyo para el regreso del PRI a Los Pinos.

En términos prácticos, el gobierno de Calderón y el propio Presidente ha hecho lo mismo. ¿O de que manera podríamos interpretar la andanada de ataques a López Obrador con el pretexto de que sus números no cuadran? El tuit de Calderón durante el propio debate para contradecir al tabasqueño sobre los salarios de los funcionarios podría tomarse como un arrebato visceral, pero ¿qué pensar de la declaración del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, para desautorizar los números de López Obrador? ¿Son inocentes estas intervenciones ante la opinión pública justo cuando las encuestas registran que la distancia entre Peña Nieto y el AMLO se está cerrando?

Durante el debate, Enrique Peña Nieto prometió bajar el precio de la gasolina, y conceder el seguro universal a todos los mexicanos, alimentos en las escuelas y útiles escolares gratuitos. Pero ni Pemex, la SSP o la SEP salieron a argumentar la imposibilidad de financiar tales propuestas con el actual gasto público.

Josefina Vázquez Mota tampoco se quedó corta en promesas difícilmente financiables. ¿Cuánto costaría hacer de Internet un derecho constitucional con carácter universal? ¿Por qué la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no le echa números a lo que fue evidentemente un guiño demagógico e irreal dirigido al votante joven? ¿No se tendría que comenzar por algo tan vital, digamos, como el agua potable para todos los mexicanos? Mucho más utópica e incosteable resulta su promesa de erradicar de manera absoluta la pobreza alimentaria. ¿“Con que ojos” se va a resolver un problema ancestral que ahora aqueja a casi 20 millones de mexicanos?

Es políticamente explicable que el gobierno federal no le reclame a Josefina Vázquez Mota la imposibilidad de fondear tales promesas; después de todo se trata de la candidata del partido en el poder. Pero resulta irónico que no haya ninguna reacción a las propuestas de parte de Enrique Peña Nieto, algunas financieramente inverosímiles. En teoría se trata del candidato puntero, y el que previsiblemente los echará del poder. En cualquier otro país el gobierno dirigiría sus baterías contra aquél que amenaza con desbancarlo. Sólo en México se ataca desde el poder (el PAN) a aquél (AMLO) que se acerca al que podría tumbar (Peña Nieto) al gobierno en el poder (PAN).

La única explicación es la alianza tácita o explícita de Calderón con un próximo gobierno priista. Una interpretación inocente podría llevar a creer que el presidente opta por el mal menor. Es decir, prefiere entregarle la banda presidencial a Peña Nieto que a López Obrador, toda vez que su candidata se encuentra en tercer lugar. Otra interpretación menos generosa podría concluir en un pacto de Calderón con Peña Nieto a cambio de alguna forma de fuero o protección para su ex presidencia. Entre ambas interpretaciones extremas caben, desde luego, cualquier arreglo intermedio.

Lo cierto es que al optar por torpedear las propuestas de López Obrador, el gobierno federal está favoreciendo claramente al puntero, Enrique Peña Nieto. Difícilmente un secretario de Hacienda va a salir de manera espontánea a hacer un señalamiento oficioso para desmentir a un candidato a la presidencia, en plena veda electoral. Imposible creer que no haya recibido la instrucción desde Los Pinos para intervenir, sin ser llamado a cuenta, en un tema tan delicado.

Según la presidencia sólo a AMLO no le cuadran las cuentas. El resto de los candidatos puede prometer convertirnos en Suiza sin que haya reparo en cifras e imposibilidades. A mi juicio las únicas cuentas que Calderón está cuadrando son las de su próximo futuro.

@jorgezepedap

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Ciro Gómez Leyva - Tienen que ordenar ya un !no a la violencia contra EPN!

Ciro Gómez Leyva
Nadie se está haciendo cargo de los hechos de violencia que persiguen desde el 24 de mayo la campaña de Enrique Peña Nieto.

Aquel día fueron los manotazos y patadas al vehículo donde supuestamente viajaba el candidato del PRI luego de un mitin en un estadio de Querétaro. Siguió Zacatecas, luego Tijuana. Ayer, en Tepeaca, Puebla, los agresores alcanzaron la ventanilla de la camioneta, a un cristal blindado de distancia de Peña Nieto.

No se trata tanto de descubrir quiénes son esos agresores, sino de condenar incontrovertiblemente esa conducta. Tiene que hacerlo, sin ambigüedad, el movimiento #yosoy132, porque más de un violento se escuda en ese membrete para justificar los golpes, las pedradas, los palos. Hasta donde entiendo, no es el espíritu de la renovadora protesta juvenil.

Tiene que hacerlo con firmeza Andrés Manuel López Obrador, porque también hay agresores que se parapetan en su movimiento, Morena. Hasta donde entiendo, un colectivo pacífico.

Y junto con el candidato de las izquierdas deben expresarlo los dirigentes del PRD, el PT y Convergencia. Hasta donde entiendo, partidos institucionales.

El discurso es muy sencillo: estamos en un proceso electoral, las diferencias se dirimen a votos; nunca, bajo ninguna circunstancia, a golpes.

#yosoy132 ha sido muy efectivo en la producción de videos. López Obrador y los partidos de izquierda tienen miles de minutos en los medios electrónicos a su disposición. Deben ordenar el cese de la hostilidad antes de que sea demasiado tarde.

Frenar en seco a los radicales, acelerados o lo que sean es ya una responsabilidad. Porque estamos en una elección, no en una guerra civil. Y no se puede fingir que no se ve lo que está ocurriendo.


Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/tienenqueordenaryaun%C2%A1noalaviolenciacontraepn!-1308734-columna.html

José Cárdenas - ¿Asesor de AMLO huye como rata?

José Cárdenas
Circula en internet una supuesta carta de Luis Costa Bonino digna de armar un escándalo.

El escrito, difundido por correo electrónico, muestra al estratega político uruguayo (muy) enojado, dolido y despechado… por decirlo suave.

En el texto, el polémico fabricante de campañas políticas reconoce haber asistido a la cena del charolazo. Dice que lo invitaron Luis Mandoki y el anfitrión Luis Creel. Reconoce que sí pidió los seis millones de dólares para apoyar la campaña de El Peje, pero afirma que eso es algo “común y natural” en todas las campañas del mundo.

El hombre detrás del discurso del amor también afirma que su intervención en la causa de Andrés Manuel fue desinteresada, porque cree genuinamente en la lucha del tabasqueño.

…sin embargo, también reclama.

Costa Bonino acusa al candidato de las izquierdas de no reconocer la amistad y aceptar la mala influencia de su círculo cercano, para alejarlo de la campaña. Le reclama el cambio de mensaje. Advierte que descalificar a los consejeros del IFE y mostrarse como un hombre duro de manera innecesaria son graves errores que podrían pasarle la factura.

El estratega dice que filtrar la grabación del “pase de charola” bien pudo ser una celada de quienes no reconocen “los grandes aportes que un especialista como yo podría darles” (sic).

Arremete contra Ricardo Monreal. Dice que su falta de criterio para “gerenciar” la campaña de Andrés Manuel deja mucho que desear… y que una posible derrota sería responsabilidad del ex gobernador de Zacatecas.

Luis Costa Bonino, doctor en ciencia política del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de París, también saca el colmillo.

Sabe que es investigado por intervenir en la política nacional siendo extranjero. Alega desconocer el artículo 33 de la Constitución… “y que nadie le dijo que para hacer su trabajo en México tenía que solicitar un visado especial”.

De ser cierta, la carta pretende poner en claro muchas cosas y deja muy mal parado a López Obrador. 

Sin duda se trata de un texto durísimo, salvo por un detalle: anexo viene el siguiente enlace: http://www.costaboninno.com/, apenas distinto a la dirección de la página oficial de la empresa del uruguayo: LCB Marketing-Político, que es www.acostabonino.com

Si usted da click en el primer enlace verá en la página de la empresa la carta dirigida a la opinión pública. Pero si usted entra a la segunda dirección, encontrará una página idéntica en la que no aparece el sospechoso texto.

Una de dos… o la grilla al interior del equipo de Andrés Manuel está desatada o, de plano, como las ratas, Costa Bonino es el primero en huir del barco.

MONJE LOCO: El “chistorete” de Josefina Vázquez Mota, disfrazado de ejercicio de imaginación para convertir en “señoras” a sus contendientes durante el debate, es uno de los momentos más grotescos de la política reciente. Lástima del desprecio a su imaginación… hubiera bastado que cualquiera de los tres aludidos la ridiculizara diciéndole: Señora, ¿y si usted fuera hombre, sería como un merolico fuera de la estación del Metro Pino Suárez? Lástima. Les faltó la imaginación que le sobra a Josefina. 

josecardenas@me.com
@JoseCardenas1
http://josecardenas.net

Leído en: http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=840912

Eduardo Ruiz Healy - ¿Quién le hizo sus cuentas a AMLO?

Eduardo Ruiz Healy
Tengo frente a mí dos cuadros o tablas que muestran el destino del gasto del Gobierno federal durante este año, de acuerdo al Presupuesto de Egresos de la Federación 2012, aprobado por la Cámara de Diputados el 15 de noviembre del año pasado.

La primera de ellas, titulada Análisis Administrativo Económico del Gasto Programable, me indica cuánto se gastará este año por concepto de Servicios Personales, es decir sueldos y salarios de los empleados del Gobierno federal, que incluyen desde el Presidente de la República hasta el empleado de más bajo nivel dentro del extenso escalafón burocrático.

Son 616,589.4 millones de pesos los que se gastarán en los sueldos de nuestros burócratas de todos los niveles. Este monto se distribuirá como sigue:

1. 50,212.0 millones de pesos a los Ramos Autónomos, que son el Poder Legislativo (6,592.2 millones), el Poder Judicial (36,065.3 millones), el Instituto Federal Electoral (6,444.0 millones) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (910.5 millones).

2. 3,964.5 millones de pesos al Ramo 40, que es Información Nacional de Estadística y Geografía.

3. 1,376.5 millones de pesos al Ramo 32, que es el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa.

4. 259,422.9 millones a los Ramos Administrativos, que son las secretarías y organismos que dependen de la Presidencia de la República.

5. 38,465.0 millones de pesos a los Ramos Generales, que incluye Provisiones Salariales y Económicas (7,859.5 millones) y Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos (30,605.6 millones).

6. 281,275.9 millones a las Entidades de Control Directo, que son la Comisión Federal de Electricidad (41,464.2 millones), Petróleos Mexicanos (75,175.4 millones), el Instituto Mexicano del Seguro Social (132,933.0 millones) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (31,703.3 millones).

En lo que a los Ramos Administrativos se refiere, los 259,422.9 millones de pesos que por concepto de sueldos se pagarán en 2012 a sus trabajadores son los siguientes:

1. Presidencia de la República: 942.2 millones.

2. Secretaría de Gobernación: 4,991.5 millones. 

3. Secretaría de Relaciones Exteriores: 3,541.4 millones

4. Secretaría de Hacienda y Crédito Público: 17,928.5 millones.

5. Secretaría de la Defensa Nacional: 43,361.5 millones.

6. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación: 7,216.7 millones.

7. Secretaría de Comunicaciones y Transportes: 6,440.1 millones.

8. Secretaría de Economía: 3,238.0 millones.

9. Secretaría de Educación Pública: 84,607.4 millones.

10. Secretaría de Salud: 20,683.0 millones.

11. Secretaría de Marina: 14,936.9 millones.

12. Secretaría de Trabajo y Previsión Social: 1,944.6 millones.

De acuerdo a la tabla titulada Análisis Funcional Económico del Gasto Programable, los sueldos para los trabajadores relacionados con la Seguridad Nacional ascenderán a 52,536.1 millones de pesos, para quienes están relacionados con el Sector Salud serán de 172,854.4 millones, a los trabajadores del sector Educación se les pagarán 95,611.4 millones, y a los del sector Combustibles y Energía 116,377.1 millones. Sólo para estos cuatro rubros se gastarán 437,739.0 millones de pesos del total de 616,589.4 millones que se erogarán este año para pagar los salarios de la burocracia federal, es decir el 70.9% del total.

Ante esta realidad, ¿alguien puede explicarme de dónde piensa Andrés Manuel López Obrador ahorrar 300,000 millones de pesos mediante recortes a los sueldos de los altos burócratas del Gobierno? ¿Será que para el populista los maestros, soldados, marinos, policías federales, policías judiciales, médicos, enfermeras, trabajadores de Pemex y CFE son altos mandos?

Ya lo dijo ayer Felipe Calderón en el twit que envió después del dizque debate: “Si el Gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a Presidente, ahorraría 2 000 mdp, no 300 000 mdp. ½ sueldo: 1 000 m”. Más claro, ni el agua.

¿Quién le hizo sus cuentas a López Obrador? ¿Alguno de los brillantes mexicanos que integraría su gabinete, en caso de ganar la elección del 1 de julio?

Correo: eduardoruizhealy@gmail.com Sígueme en Twitter: @ruizhealy
En Internet: www.ruizhealy.tumblr.com

Leído en: http://www.elimparcial.com/Columnas/VerColumna.aspx?NumNota=981684

René Drucker Colín - Para los indecisos.

René Drucker Colín
En unos pocos días todos los mexicanos con credencial de elector tendrán el derecho de votar para elegir al próximo presidente de México. Esto es una oportunidad para manifestar nuestras preferencias electorales y representa una gran responsabilidad. Siendo esto así, es absolutamente necesario meditar con enorme cuidado lo que vamos a hacer, pues este ejercicio colectivo finalmente afectará la vida de absolutamente todos. En pocas palabras, nuestro voto hoy más que nunca representa el futuro del que vota, pero también el de todos los demás, porque a partir del 1º de diciembre de este año se podría contemplar un futuro con oportunidades.

Está claro que todos los candidatos se muestran como los únicos que podrían sacar esto adelante. El debate del día 10 así lo mostró. Sin embargo, los que vamos a decidir somos nosotros los ciudadanos. Me queda claro que para los indecisos es y seguirá siendo difícil decidir con base en lo que ven en la tele, en el debate del día 10, en las opiniones siempre sesgadas que se escuchan en los diversos medios de comunicación. Por tanto, quizás los indecisos deberían poner atención en otras cosas que podrían dar mayor certeza a la disposición sobre por quién votar.

Lo primero que pienso que debería tomarse en cuenta es que ningún candidato es perfecto. Sus virtudes pueden ser rápidamente opacadas por actos, eventos o errores humanos que siempre son resaltados por los contrincantes y por los asesores. Sin embargo, un indeciso con cierto interés por encontrar respuestas a sus interrogantes tendrá que sopesar si lo que se dice tiene un valor real, o si simplemente es parte de intentos de desprestigiar a través de un ejemplo, incluso sacado de contexto. A veces es difícil hacerlo y por eso las campañas difamatorias son efectivas, pero son muy tramposas.

Un ejemplo (no es el único): Josefina Vázquez Mota (JVM) dijo en el debate a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que él se había inscrito al PRI mientras mataban a estudiantes en Tlatelolco, donde "hipócritamente" los había convocado en días pasados. AMLO le contestó que él apenas estaba en el bachillerato en 1968, pero JVM mintió o está muy mal informada (ambas razones malas para ella y su imagen), AMLO no convocó a los estudiantes en Tlatelolco; él fue a quien se le convocó por parte de muchísimos estudiantes de varias universidades. JVM, cuya campaña ya hizo agua, usa demasiadas artimañas de muy bajo nivel, seguramente asesorada por la gente que la rodea, que debe ser aún de más bajo nivel que ella.

El punto que quiero resaltar es que los indecisos deberían fijarse mucho en estos detalles que no son exclusivos de JVM, porque apuntan a que candidatos así y la gente que los rodea representa quizás a quienes nos van a gobernar. Falsedades, mentiras y el deseo de ganar a costa de lo que sea no representan una buena opción electoral. Habría que poder ganar una elección con argumentos inteligentes, con propuestas que mostraran que sus estrategias sí beneficiarían al electorado. Quienes esgrimen argumentos del nivel de pelea callejera, donde vale lo que sea, no deberían inclinar la preferencia electoral, porque, si así se presentan antes de las elecciones, uno se pregunta: ¿cómo serán cuando tengan el poder? Yo no lo sé, pero no auguran buenos resultados.

Otros eventos que han surgido recientemente deberían levantar algunas cejas. Por ejemplo, la cargada hacia Enrique Peña Nieto (EPN) por la clase política desechada por partidos tradicionalmente antagónicos al PRI; se le han sumado. Seguramente estos "políticos" reprobados por sus partidos quizás quieran chamba, pues ven a EPN como ganador. No tengo idea si obtengan lo que quieren, pero aceptar a su alrededor oportunistas y caducos personajes de la política pública debería preocupar a los indecisos y reconocer que esto no abona en favor de ese candidato. Y éste en particular, teniendo preocupación y no aceptar acercamiento con los estudiantes o el llamado movimiento #YoSoy132, debería alertar a los indecisos sobre si EPN gobernaría para todos o sólo para aquellos a quien él considera simpatizantes.

AMLO también tiene la pesada carga de un partido en descomposición que, sin embargo, no es atribuible a su persona, aun cuando a como dé lugar lo quieren asociar con corrientes nefastas para el país. Los indecisos deberían voltear más bien hacia el nutrido grupo de intelectuales y artistas que lo apoyan y han apoyado a lo largo de esta campaña. Ese grupo social está totalmente ausente y muy lejano al PRI y al PAN, y sus candidatos no cuentan con el apoyo de un contingente de personas que tienen autoridad moral. Esto en particular debería ser sopesado seriamente por los indecisos. Hay más elementos de este tipo que el grupo de indecisos debería atender antes de emitir su voto. No tengo el espacio para enumerar todos, pero un último de ellos debería ser contundente. AMLO ya anunció desde hace tiempo (reiterándolo en el debate) quiénes lo van a acompañar en su gabinete, en caso de que gane. Podrán gustar o no los personajes, pero certeza hay. Y los otros, ¿por qué no lo hacen? Indecisos, pregúntense por qué, cavilen al respecto. Los mexicanos requerimos certeza para el futuro, existirá esto con candidatos que no dan la cara más que para denostar al contrincante. Sólo pido que analicen y mediten bien, bien, su sufragio; vale la pena.

Leído en: http://www.jornada.unam.mx/2012/06/12/opinion/020a1pol

Federico Reyes Heroles - Mínimos.

Federico Reyes Heroles
"Todos tenemos que ser iguales en algo. Y ese algo es el mínimo civilizatorio que la sociedad demanda a sus instituciones". La expresión es de Bobbio, ese gran liberal de izquierda italiano y universal que marcó la segunda mitad del siglo XX. Ricardo Lagos, el sólido ex presidente de Chile orgullo de Latinoamérica, la recupera en el espléndido diálogo que sostuvo hace muy poco con Carlos Fuentes (El siglo que despierta, edición J. Cruz, Taurus, 2012). Es esa igualdad, en algo o en mucho, la que inyecta solidaridad a las sociedades. Se puede tener un ingreso per cápita muy alto, pero si el "mínimo civilizatorio" no está allí la sociedad se desquebraja. En cambio hay otras sociedades con ingresos medianos pero mínimos civilizatorios muy extendidos que son ejemplo de bienestar. 

Sabemos que por desgracia es mucho más fácil prosperar que construir justicia. Estados Unidos es una sociedad injusta pero rica. China está prosperando a pasos acelerados pero la desigualdad se acentúa dramáticamente. México es un país muy desigual, pero es innegable que en los últimos 80 años ha prosperado y mucho. En las campañas del 2012 hay un avance, muy lentamente nos alejamos de los lances ideológicos que no llevan a nada y nos acercamos a plataformas electorales más modernas, como ocurre en las democracias funcionales. Sin embargo, deberíamos plantear con más fuerza esos "mínimos civilizatorios". Pongamos ejemplos. La electrificación de México hoy presenta retos muy diferentes que hace medio siglo. La gran mayoría de los hogares (alrededor del 97%) ya está electrificado. El último censo muestra un notable avance en el equipamiento de los hogares, sólo posible con electricidad: refrigerador 82%; lavadora 66%; televisión 92%; computadora 29%. De seguir por donde vamos en una década los hogares mexicanos estarán equipados con lo básico. A pesar del autoflagelo como deporte nacional y de las exageraciones de las campañas, la mejoría es evidente.

No ocurre lo mismo con el agua entubada, ya no digamos potable. De ese servicio carece el 9% de la población, alrededor de 15 millones, es un horror. Ese es un "mínimo civilizatorio" imprescindible. En estos días que tanto se habla de justicia, así en abstracto, tres asuntos resultan desgarradores: la pobreza extrema, la carencia de servicios médicos universales y los costos que los mexicanos pagan por salud. Entre las críticas banales a los peinados, la siembra de odios y los inacabables reclamos por el pasado, hemos sido incapaces de concentrarnos en esas tres reformas sociales de fondo que llevarían a México a otro estadio de desarrollo.

A pesar de las crisis, del lento crecimiento, a pesar de todo lo que se dice, la pobreza extrema en nuestro país -uso la categoría tradicional, estar por debajo de la canasta alimentaria mensual- se ha reducido a 10.4% (Coneval). Extinguirla es casi imposible, reducirla drásticamente es viable. Sabemos dónde están, sabemos quiénes son y lo que necesitan. Tenemos un instrumento -Oportunidades- eficaz. ¿Cómo es posible que gastemos cinco veces más en subsidio a energéticos que en ese programa? Vayamos al segundo. México está en posibilidades de transitar a un sistema universal de salud: atención para todos sin importar su ubicación laboral. Se demandaría unificar sistemas: IMSS, ISSSTE, estatales y especiales como Pemex y otros. Los afectados centrales -serían los sindicatos de esas instituciones- son decenas de miles. Los beneficiados serían decenas de millones. El quid está en cómo financiarlo. El Seguro Popular es un avance, pero todo servicio universal supone un impuesto universal. Allí está la discusión. Sería una batalla dura y un avance enorme. Además las familias mexicanas que hoy gastan mucho en salud privada (casi un 48% del total) ahorrarían sensiblemente.

El primer gran golpe lo dio Zedillo con la creación de las Afores. Nadie le entendía. El segundo golpe lo dio Fox a través de Santiago Levy al renegociar parcialmente las pensiones del IMSS. El tercero lo dio Calderón al encarar la bomba de tiempo de las pensiones del ISSSTE. Pero falta mucho: gobiernos estatales y municipales, universidades públicas, entre otros. Los adultos mayores llegarán a ser más del 21% en el 2050. Un sistema sólido de pensiones es uno de los cimientos de un país desarrollado y justo. Tenemos que apresurarnos.

Problemas graves hay muchos más, como la deserción escolar, en particular la femenina, el desempleo juvenil o la carencia de una cultura digital que dé las mismas oportunidades a los del norte que a los del sur, la inversión en ciencia y tecnología o el Estado de derecho. Pero pobreza extrema, salud universal y pensiones podrían ser asuntos que generen un amplio consenso de inicio técnico y después político. Nos llenamos la boca con la justicia social, pero somos muy malos para construirla en la vida cotidiana. El abrazo igualitario de una sociedad, el "mínimo civilizatorio" de Bobbio no acepta demagogias. Se puede, se debe hacer.

Leído en: http://noticias.terra.com.mx/mexico/federico-reyes-heroles-minimos,69be3973e50e7310VgnVCM20000099cceb0aRCRD.html#tarticle

Ricardo Alemán - Se rompe el #Yo soy 132

Ricardo Alemán
Sólo era cuestión de tiempo para que el movimiento estudiantil que nació para combatir de manera frontal la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto –y que fue motejado como #YoSoy132 –, mostrara su primera división. Y era cuestión de tiempo para que, los inconformes, revelaran lo que era un secreto a voces; que el repentino movimiento se convirtió en instrumento político electoral de las llamadas izquierdas.

Y, por supuesto, que no debiera sorprender a nadie que detrás del grupo disidente pudieran estar las manos del PRI o del PAN, adversarios de las llamadas izquierdas. ¿Por qué?.

 Elemental. Si los estrategas de la candidatura presidencial de AMLO fueron capaces de "secuestrar" al #YoSoy132, entonces los sentidos, común y político, sugieren que los opositores de la derecha y del tricolor serían capaces de oponer, "al veneno, el contraveneno". Es decir, que si las inteligencias al servicio de AMLO fueron capaces de crear esa masa juvenil belicosa contra Peña Nieto, los "genios" de Peña o de Josefina, no se quedarían atrás. Y de esa manera habría nacido #generacionmx.

Sin embargo, y más allá de lo explicable que pudiera resultar la fragmentación del grupo estudiantil nacido el llamado "viernes negro" –el 11 de mayo, cuando Peña Nieto visitó la Ibero –, lo verdaderamente interesante del tema son las causas que esgrimen los integrantes del nuevo grupo, para explicar su separación.

En un video difundido en redes sociales y en algunas entrevistas ofrecidas a distintos informativos, el puñado de jóvenes que se autodefinen como #generaciónmx, dicen "que fueron #YoSoy132..." –y por tanto ya no son –, debido, entre otras causas, a que "la izquierdas secuestro el espíritu del movimiento" y "lo puso al servicio de un candidato presidencial".

En pocas palabras, que los disidentes –sean o no tripulados por el PRI o por el PAN –, tienen claro que el movimiento estudiantil #YoSoy132, no era más que una grosera pantalla montada desde las llamadas izquierdas, para lanzar a los estudiantes contra la candidatura presidencial de Peña Nieto. Y claro, a favor de la candidatura presidencial de López Obrador.

Y no hacía falta bola de cristal, ni tener información proveniente de una "garganta profunda", para percibir que el movimiento #YoSoy132, era un burdo instrumento que utilizó el legítimo interés, entusiasmo y vigor democráticos de los jóvenes, para lanzarlos contra un candidato presidencial y para secuestrarlo a favor de otro.

Pero también es preciso decir que buena parte de los jóvenes participantes en las movilizaciones, en realidad asisten y se movilizan, a partir de un interés y una preocupación legítimos y de manera espontánea. De eso no existe duda. Sin embargo, acuden a movilizaciones y protestas que han sido diseñadas por los estrategas que están atrás, que no rinden cuentas y que logran los consensos a partir de la más antidemocrática de las consultas; la mano alzada.

Y si tienen dudas, va un ejemplo. ¿Cuántos jóvenes de la Ibero, el ITAM o el TEC, de la ciudad de México, están enterados de lo que hacen sus pares en Querétaro, Nuevo León u otras entidades del país?. Más allá de los líderes visibles en la ciudad de México, alguno de esos jóvenes que protestan, saben cuántos estudiantes universitarios pertenecen a #YoSoy132 en el resto del país. ¿Cuántos de los que aparecieron en Guadalajara, el pasado domingo, son realmente estudiantes, y no porros de los poderosos grupos estudiantiles que son capaces hasta de matar, por mantener su control caciquil y mafioso?..

Lo cierto es que el secreto de la movilización estudiantil que nació con el #YoSoy132, es justamente la desmovilización. Sí, por extraño que parezca y por absurdo que resulte. O si se quiere, el secreto es el manejo de los grupos segmentados en estancos, en donde los del norte del país nada saben de lo que hacen los del sur, y tampoco del sureste etc.

¿Cuantos de los fundadores del original #YoSoy132, se ven identificados con el vandalismo y los actos porriles de sus dizque pares de Chihuahua, Nuevo León, Querétaro...?. En el fondo, con su fractura, el movimiento estudiantil que encantó a propios y extraños, confirmó que no es más que un ariete político electoral al servicio de un grupo político, para destruir a su adversario. Y en medio, como siempre, quedaron los incautos, sean estudiantes, sean medios, sea la sociedad en general.

EN EL CAMINO.

Ya le llaman "el twitter del fraude". Y es que los prohombres de la dizque izquierda dirán que gracias a la "encuerada" que le dieron a AMLO por esa red social –luego del desmentido de Felipe Calderón durante el debate –, se gestó el fraude.

Leído en: http://www.ricardoaleman.com.mx/index.php/itinerario-politico/2012/junio/2805-se-rompe-el-yosoy132-

Mario Benedetti - El otro Yo.

Mario Benedetti
(1920-2009)

El otro Yo

Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando. Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.

El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente, se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.

Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.

Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.

Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.

Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».

El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

Leído en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/benedett/mb.htm