Las naciones se enamoran de las palabras con gran facilidad. Con la misma facilidad alrededor de las palabras erigimos tabúes que se convierten en los barrotes de una prisión mental. Crecemos entre palabras, las adoptamos como propias, con frecuencia las amamos o las odiamos sin analizarlas. La abstracción no es un ejercicio popular. Hace años manejaba por la Ciudad de México con Peter Eigen, el fundador de Transparencia Internacional como pasajero, cuando con toda ingenuidad me preguntó cómo le pueden poner a una calle Revolución. La revolución es un llamado a la destrucción de las instituciones, en Alemania -su país de origen- esto estaría prohibido. Traté de explicarle las implicaciones históricas del maderismo y de la revolución social, de la Constitución del 17, etcétera. La revolución no sólo es aceptada popularmente, sino incluso venerada.
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RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN
jueves, 28 de marzo de 2013
Federico Reyes Heroles Tabúes
Las naciones se enamoran de las palabras con gran facilidad. Con la misma facilidad alrededor de las palabras erigimos tabúes que se convierten en los barrotes de una prisión mental. Crecemos entre palabras, las adoptamos como propias, con frecuencia las amamos o las odiamos sin analizarlas. La abstracción no es un ejercicio popular. Hace años manejaba por la Ciudad de México con Peter Eigen, el fundador de Transparencia Internacional como pasajero, cuando con toda ingenuidad me preguntó cómo le pueden poner a una calle Revolución. La revolución es un llamado a la destrucción de las instituciones, en Alemania -su país de origen- esto estaría prohibido. Traté de explicarle las implicaciones históricas del maderismo y de la revolución social, de la Constitución del 17, etcétera. La revolución no sólo es aceptada popularmente, sino incluso venerada.
Las naciones se enamoran de las palabras con gran facilidad. Con la misma facilidad alrededor de las palabras erigimos tabúes que se convierten en los barrotes de una prisión mental. Crecemos entre palabras, las adoptamos como propias, con frecuencia las amamos o las odiamos sin analizarlas. La abstracción no es un ejercicio popular. Hace años manejaba por la Ciudad de México con Peter Eigen, el fundador de Transparencia Internacional como pasajero, cuando con toda ingenuidad me preguntó cómo le pueden poner a una calle Revolución. La revolución es un llamado a la destrucción de las instituciones, en Alemania -su país de origen- esto estaría prohibido. Traté de explicarle las implicaciones históricas del maderismo y de la revolución social, de la Constitución del 17, etcétera. La revolución no sólo es aceptada popularmente, sino incluso venerada.
Lorenzo Meyer- El imperio no es lo que quiso ser
A 10 AÑOS DEL INICIO DE UNA GUERRA ABSURDA, EL RESULTADO PUDIERA TENER ALGUNOS ELEMENTOS POSITIVOS
Como los títulos de las columnas deben de ser cortos, este subtítulo es realmente el título y se refiere a la guerra entre Estados Unidos, el imperio, e Irak, la periferia.
En cuanto habitantes de un país que ha sufrido los embates del imperialismo, todo lo referente a la relación entre países imperiales y periféricos también nos concierne, o al menos debería, pues cuando en este ámbito las campanas doblan deberíamos saber que también doblan por nosotros. Y esto no es mera suposición sino experiencia, histórica y reciente.
Como los títulos de las columnas deben de ser cortos, este subtítulo es realmente el título y se refiere a la guerra entre Estados Unidos, el imperio, e Irak, la periferia.
En cuanto habitantes de un país que ha sufrido los embates del imperialismo, todo lo referente a la relación entre países imperiales y periféricos también nos concierne, o al menos debería, pues cuando en este ámbito las campanas doblan deberíamos saber que también doblan por nosotros. Y esto no es mera suposición sino experiencia, histórica y reciente.
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