miércoles, 11 de abril de 2012

Lapsuslómetro

Todos los candidatos han tenido lapsus que Freud no  los perdonaría.

¿Cuál es el peor lapus?

EPN con "Desigualdad es nuestra bandera"  (Ojo hecho cuando era gobernador del Edo Mex.)




AMLO con "Habemos cuatro candidatos, tres mujeres y un hombre."




Josefina Vázquez con "Fortaleceré al lavado de dinero"



De Quadri, aún no hay reportes.

En Resumen

Foro Paralelo presenta fragmentos destacados de diferentes periodistas.

Ricardo Alemán - Josefina: dormir con el enemigo
"Es decir, que ahora resulta que –para rescatar la candidatura de la señora Vázquez Mota–, fue llamado al equipo de campaña todo el grupo de apoyadores y colaboradores de Ernesto Cordero, el más duro adversario de la hoy candidata presidencial. En otras palabras, que a la vuelta del tiempo, se confirma que los operadores de Josefina no mostraron la capacidad necesaria para una candidatura presidencial. Y por ello, debieron ser llamados los operadores del candidato Ernesto Cordero y, por supuesto, el propio ex titular de Hacienda."
http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/josefina-dormir-con-el-enemigo



Astillero de Julio Hernández - Verdades y Mentiras
"Desde la nariz de tres colores arrancó el primer golpe, acusando de mentir, sobre la cantidad de “piso firme” entregado durante el foxismo, a quien entonces era secretaria de Desarrollo Social y ahora se ha transfigurado en la Jefa de Quejas. Los tres millones de acciones presuntamente realizadas a favor de mexicanos pobres que en sus casas tenían piso de tierra son una falsedad que los históricos especialistas en este arte, el de falsear, consideran posible demostrar a partir de las cifras oficiales de la administración del ahora aspirante a estrella de la televisión, quien reportó al final de su gobierno una octava parte de lo que relata la ahora candidata, a la que incluso su partido contradice, pues éste ha hablado de solamente dos millones de los mencionados pisos firmes"
http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/verdades-y-mentiras1


García Soto - El día que Peña se enojó.
"El 10 de marzo pasado, antes arrancar campaña, Peña sintió la tibieza de los tabasqueños que, contra su fama de escandalosos y bullangueros, le hicieron poca fiesta al candidato priista mientras grababa sus comerciales en locaciones abiertas como la Plaza de Armas o el parque Tomás Garrido Canabal.
 Pero sí eso le extrañó al abanderado del PRI , las cosas tomaron nivel de alarma cuando, el 23 de marzo Peña regresó a Villahermosa para asistir a la reunión de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) donde el recibimiento de los constructores del país fue más bien frío."

Casa de citas de Sin Embargo.com - PAN: retoma “guerra sucia” de 2006
"Josefina ha dicho, en innumerables ocasiones, que el publicista español naturalizado mexicano Antonio Solá Reche, autor de la consigna “López Obrador es un peligro para México”, no es parte de su equipo. Sin embargo, junto con el grupo de calderonistas que se integró desde el lunes pasado a su cuarto de guerra, la hechura del spot contra Peña Nieto evidencia que el polémico publicista ya trabaja de lleno con la ex secretaria de Educación Pública. Esto no significa una sorpresa para nadie pero, de nuevo, ¿cuál es el afán de Josefina por esconder a esta desprestigiada figura si, ahora, está rodeada ­–y cercada, dicen muchos analistas– de la mayoría de quienes participaron en aquella “campaña de miedo” a favor de Calderón en 2006?"
http://www.sinembargo.mx/opinion/11-04-2012/6220



Carlos Ramírez -  Elección 2012: Sólo continuismo
Y en el equipo económico de Andrés Manuel López Obrador tiene a Rogelio Ramírez de la O, un asesor económico de empresas trasnacionales, aunque en realidad es el propio candidato el que ha decidido mantener la misma política económica para no ahuyentar a los capitales ni poner nerviosos a los empresarios. En todo caso, la propuesta de López Obrador --que no llega a nivel de estrategia-- radica en gastar más en apoyo social improductivo con el ahorro en el control del gasto. Los discursos y documentos del tabasqueño no definen un nuevo rumbo.
http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/eleccion-2012-solo-continuismo

Pepe Cárdenas -  La Jefa se faja… Krauze se enoja
–¿Ganar, ganar, rodeada de perdedores? Josefina Vázquez Mota cabecea el golpe. Se declara orgullosa con los liderazgos que la acompañan… varios son los mismos que ayudaron al presidente Calderón a la victoria. Aseguró que en este momento necesita a todos los panistas para enfrentar los desafíos por venir.

–¿Aun con Juan Molinar Horcasitas, ex director del IMSS que carga 49 cadáveres y 76 lesionados, algunos de por vida, en el incendio de la guardería ABC? Luego de pensar unos segundos la respuesta, Josefina marcó distancia con Molinar: “Él no está en mi equipo ni en mi campaña, él está en el PAN, invitado por Gustavo Madero”. Como diciendo, no me cobres esa cuenta.
http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=825463


Ciro - ¿Están liquidados Josefina y López Obrador?


Con esa misma pregunta titulé mi texto del 20 de marzo, en el que revisé los números de arranque de la encuesta de seguimiento diario Milenio-GEA/ISA. Y respondí: “Por supuesto que no”. Tres semanas después, no estaría tan seguro.
Las cifras marcaban que Enrique Peña Nieto tenía 34 por ciento de las intenciones de voto, por 21 de Josefina Vázquez Mota y 15 de Andrés Manuel López Obrador. Los indefinidos eran 29 por ciento.
Para este martes 10 de abril, el priísta había avanzado seis puntos y  el perredista dos, mientras que la panista había perdido tres y los indefinidos habían caídos cuatro puntos, para dejar el registro así:
Peña Nieto, 40 por ciento.
Josefina, 18 por ciento.
López Obrador, 17 por ciento.
Indefinidos, 25 por ciento.
Algunos analistas afirman que las cosas no se han movido mayormente. Desde la aritmética, ya no tienen razón. La ventaja de Peña Nieto prácticamente se ha duplicado y hoy está más de dos a uno sobre el segundo lugar. Además, segundo y tercer lugar están en empate técnico. ¿Nada se ha movido desde el 19 de marzo?
Y, diría Perogrullo, lo que tampoco ha dejado de moverse es el reloj. Ahora faltan 21 días menos para el 1 de julio.
¿Están liquidados Josefina y López Obrador? Creo que ella sí. Perdió el impulso, dejó ir la emoción. Habrá que esperar unos días, pero creo que se le fue ese tren que pasa cada tanto en una elección.  
El tabasqueño, en cambio, avanza; de a poquito, pero se mueve. Sus otrora terribles negativos son ahora seis puntos positivos. Está lejos de Peña Nieto, pero se mueve.
Algo estará haciendo bien. Discretamente bien.

Rocha - ¿La Jefa?

La de Josefina Vázquez Mota podría ser la mayor tragedia política de todos los tiempos. Sé que suena tremendista, pero así lo creo. Y es que si el hombre –o la mujer– son uno y su circunstancia, las condiciones y el escenario están dados: una prometedora candidata a la presidencia a la que de pronto todo se le derrumba alrededor. Unos cuantos días, suficientes para precipitarse por una resbalosísima pendiente cada instante que pasa. Un mal sueño que ahora quiere conjurarse con una pesadilla. 

A ver: todo iba bien –demasiado bien, dirían algunos– hasta que comenzó una brutal cadena de errores a partir de aquel Estadio Azul semivacío del 11 de marzo. Josefina había marcado su distancia con Los Pinos, pero no cicatrizaban aún las heridas de la interna en el PAN y tenía 10 lugartenientes que no siempre se ponían de acuerdo. Ahora tendrá 37. Además, se ha entregado ya en cuerpo y alma a los designios de la casa presidencial y también ha doblado las manos en su partido. 

El de antier fue un acto melodramático. Si al estilo de la película El Artista le quitamos el sonido y lo dejáramos en blanco y negro, no habría ni un segundo ni un plano de desperdicio. Los lenguajes corporal y facial fueron más que suficientes: una mujer abrumada por los acontecimientos, en una tensión permanente, incómoda, en medio de un guión que no escribió; otra vez representando un papel que no le corresponde, ahora de dura y amenazante cuando ya había intentado ser buena y populachera; una protagonista que quería el papel estelar y que podría terminar en comparsa. 

Por favor, observen la página seis de este martes en EL UNIVERSAL: es la imagen de un funeral anunciado. Ni una sonrisa. Ni una señal de triunfo o de confianza. Hasta hace poco adversarios, ahora compañeros a la fuerza. Incómodos unos con otros. Apretujados. Obligados. Ninguno que transmita algo siquiera remotamente parecido al optimismo, la convicción, el compromiso. Imposible personalizar. Son un montón. Más generales que tropa. Mas funcionarios de campaña que miembros tiene el partido. 20 calderonistas enviados al rescate de un barco a punto del naufragio. Todos con cargos rimbombantes y sus inocultables ambiciones personales. 

En su desesperación Josefina pidió ayuda al único que podría dársela y seguro la va a recibir en recursos de todo tipo. Pero viene en paquete. Y eso incluye a muchos removidos de sus cargos por el propio Calderón, lo que da idea de su eficacia. Para que no haya dudas, se incluyen la hermana, el cuñado y el compadre. Añádase el regalo presidencial de un equipo extranjero “especializado en hacer ganar candidatas”. No se ría, que es en serio. La pregunta es si Josefina tendrá tiempo de hacer campaña, si se la pasará junta tras junta, o si se enterará a toro pasado de que, por ejemplo, le cambiaron el nombre a su autobús para ponerle “La Jefa”. ¿Una reminiscencia de algún narcocorrido o un tributo a la memoria de Martha Sahagún? 

En este nuevo rol, es obligado preguntarse si quedaron definitivamente atrás la niña buena de los spots biográficos y la “Josefina diferente”. O si acaso en el relanzamiento de la campaña tendremos a una Josefina igual, o más de lo mismo. Por lo pronto, el que el control se haya mudado a Los Pinos tiene varias y graves implicaciones. Que el presidente Calderón ya no será el garante de una contienda equilibrada. Él estará en campaña por su partido y su candidata, como jefe máximo. Además de que ahora, menos que nunca, podría producirse el tan sugerido deslinde del calderonismo. Así que la violencia, los 50 mil muertos y los nuevos 15 millones de pobres del sexenio también se incluyen en el paquete de auxilio, pero como carga adicional. 

Decía el ciudadano Montesquieu: ¿Quieres que algo no funcione pero dar la impresión de que te interesa? ¡Forma un comité! A Josefina le formaron uno gigantesco, pero no estoy seguro de que a alguien le interese su destino. 

Sinceramente, querría equivocarme. Pero siento que la tragedia toca a esa puerta. 


Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/la-jefa1

Sarmiento - AMLO y PEMEX

Todo director de una empresa pública o privada tiene obligación de generar el máximo valor posible. Para ello debe invertir en las actividades más rentables y prestar menos atención a las menos redituables o a las que generan pérdidas. 

Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, parece tener una filosofía distinta. En su “nueva política energética” propone aumentar la inversión en el segmento menos rentable de la industria petrolera, la refinación, para eliminar gradualmente la actividad más redituable, la exportación de petróleo crudo. 

En su conferencia de prensa de este 9 de abril, el candidato de la izquierda reiteró su compromiso de construir cinco grandes refinerías. Éstas tendrían un costo de entre 500 mil millones y un billón de pesos, lo cual dejaría pocos recursos para algo más. Pero no importa porque, según Andrés Manuel: “Vamos a dejar de vender, de exportar gradualmente petróleo crudo y se procesará toda la materia prima, todo el petróleo crudo, para darle valor agregado y generar utilidades y empleos en el país”.

Esta simplista propuesta podría generar ternura, si no fuera tan potencialmente catastrófica. De hecho, en caso de aplicarse no sólo no generaría valor a los accionistas de Pemex y dueños del petróleo en el subsuelo, que somos los mexicanos, sino que lo reduciría. López Obrador y sus asesores económicos están actuando con una visión económica que quizá haya sido comprensible en la primera mitad del siglo XX, cuando la actividad más rentable era la industrial y los países desarrollados procesaban las materias primas de las naciones pobres; pero hoy las cosas son muy distintas. 

Cualquier especialista sabe que en la actualidad la actividad más rentable en la industria petrolera es la extracción y venta de crudo. El costo de extracción en México es apenas superior a los 5 dólares por barril. El precio en el mercado de exportación rebasa los 100 dólares. Es difícil encontrar productos que logren un precio de venta 19 veces superior a su costo de producción. 

Si bien el negocio del crudo es de dólares --y de grandes dólares--, el de la gasolina es de unos cuantos centavos por litro. Las principales razones son el elevado costo de la materia prima, el petróleo, y la enorme competencia en el mercado. En estos momentos, de hecho, uno puede comprar una refinería en el sureste de Estados Unidos por sólo un 10 por ciento de lo que costaría construir una nueva. El mercado está saturado. No sólo Pemex pierde dinero en la refinación y venta de gasolina: Virtualmente todas las empresas lo hacen. Si obtienen rendimientos, éstos son muy pequeños en comparación con sus inversiones. La refinación ni siquiera genera un número importante de empleos; es una actividad de alta inversión y poco uso de mano de obra. 

Si el propósito de Pemex es generar el máximo valor, la empresa debe concentrar sus esfuerzos en la producción de crudo. La refinación debe recibir solamente la inversión indispensable; de hecho, lo ideal sería dejarla en manos de empresas privadas con capacidad de obtener utilidades en un negocio sólo rentable con altos volúmenes y una gran eficiencia. Pemex debe invertir en actividades más rentables, en las que su ineficiencia y el exceso de personal que carga no pesan realmente. 

Cuando un político promete desinvertir en la exportación de crudo, la actividad más rentable de Pemex, para invertir en la refinación que pierde dinero, la única conclusión es que no entiende realmente cómo funciona la economía. 


CENSURA


La censura electoral está a tope. Ayer traté de obtener información en la página de Pemex sobre la producción de petróleo mientras que de la página de la Presidencia de la República quise recuperar el texto de una participación del presidente Calderón en el Foro Económico Mundial de enero en Davos. En ambos casos la información estaba censurada por la temporada electoral. 


Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/amlo-y-pemex

Riva Palacio - Jiu-Jitsu contra Peña Nieto


l Jiu-Jitsu es un arte marcial japonés cuya característica es desarrollar una defensa sin armas, que aprovecha la fuerza del rival para pegarle de manera inteligente y quirúrgica en sus articulaciones, para que al desequilibrarlo y a veces inmovilizarlo, lo pueda controlar. La técnica del Jiu-Jitsu se le acomodó perfectamente a Josefina Vázquez Mota durante el rediseño de su equipo, y encontró un punto débil en Enrique Peña Nieto, que si lo traduce con fuerza en spots, mostrará que aún no está liquidada en la carrera presidencial.

La debilidad detectada es en donde el candidato priista presume músculo: eficiencia para gobernar. Peña Nieto replicó la fórmula de su campaña por la gubernatura en el estado de México cuando comprometió 608 acciones de gobierno. En su campaña presidencial inició la firma de 300 compromisos que ofrece cumplir. El eje de su discurso es que haría un gobierno “eficaz y honesto”, pero en el equipo de Vázquez Mota ya le descubrieron mentiras.

Asesores de la candidata han ido verificando cada uno de los compromisos que fueron palomeados como cumplidos por Peña Nieto. De acuerdo con lo que han hallado, cerca del 30% de lo que aseguró Peña Nieto que concluyó, es falso. En el equipo de Vázquez Mota han revisado el 10% del total de los compromisos, y en 60 de ellos encontraron que las obras no están construidas,  están a medio construir, se encuentran abandonadas, o son elefantes blancos.

Hay algunos menores, como módulos de policía donde sólo existe el cascarón, porque no tienen mobiliario ni policías, pero hay otros de alta relevancia, aseguran quienes han visto la documentación. Hay otros como en la Barranca del Negro, en Huixquilucan, donde una carretera que construyó el gobierno federal que el del estado tenía que terminar con un túnel, está cerrado. O está el caso del compromiso 57, un parque ecoturístico en la Laguna de Zumpango, entregado al municipio en diciembre de 2007 tras una inversión de cuatro millones de pesos.


Hoy, según las fotografías de la laguna, la contaminación regresó a lo que fue uno de los cinco cuerpos de agua en el Valle de México, donde llantas y basura pueblan su superficie. Ahí mismo en Zumpango, Peña Nieto ofreció un hospital de alta especialización –en parte para todos aquellos que cada año al hacer cohetes, se queman-, que entregó como completado en septiembre pasado durante su última gira como gobernador, como el compromiso 608, pero sigue en construcción.


Otro de los ejemplos más dramáticos de compromisos entregados y palomeados como terminados es la carretera de 35 kilómetros al Parque Nacional del Nevado de Toluca. La obra ha tenido muchos problemas con las autoridades federales de protección al ambiente, por lo que hay tramos completos de la carretera que no se han construido. Todavía como gobernador, Peña Nieto dijo el año pasado que trabajan con las autoridades para resolver las objeciones y terminar la carretera. No pudo hacerlo, pero palomeó la obra como compromiso entregado.


Lo que encontró el equipo de Vázquez Mota puede golpear por debajo de la línea de flotación al candidato del PRI a laPresidencia, al exhibirlo como mentiroso. La razón por la cual Peña Nieto ofreció dar fe ante notario del compromiso, es por la pérdida de credibilidad de los políticos que solían hablar prometer y no cumplir. Su discurso en la campaña presidencial subraya su honestidad y, en la materialización de los compromisos, su eficiencia. Este es el Jiu-Jitsu de Vázquez Mota: construir el mensaje de mentiroso a su rival y pegarle en dónde, por las pruebas gráficas,  será muy difícil que se pueda defender.

Cómo lo logra, dependerá si esta información se convierte en spots y en declaraciones provocadoras que logran romper elteflón que envuelve a Peña Nieto. Es una opción a la mano, la primera que tiene en meses para romper el momentum de su adversario y recuperar el suyo. No es todo, pero es algo, con lo cual podría, bien usado, demostrar que aún respira.

Marín - "Niños incómodos" con el muladar


Oportuno, excelentemente actuado, producido y acertado ha sido el lanzamiento (ayer por YouTube) del video de “niños incómodos” (actúan más de 300) realizado por Mario Muñoz para el movimiento social Nuestro México del Futuro, con el financiamiento de la aseguradora GNP. 
Por desgracia, la ley electoral a modo con que se despacharon los partidos políticos, esencialmente inconstitucional porque limita la libertad de expresión, impide que pueda difundirse con la facilidad, la frecuencia y la impunidad con que los spots de las campañas permitidas vienen ensuciando las pantallas de televisión (y que sumarán poco más de ¡19 millones!
“Basta de trabajar para sus partidos y no para nosotros; basta de arreglar el país por encimita. Doña Josefina, don Andrés Manuel, don Enrique, don Gabriel: se acabó el tiempo, México ya tocó fondo…”, clama una pequeña “incómoda” con lo que está tocándole vivir a su generación.
Alto contraste con las cubetadas de basura con que ayer empezaron a “debatir” el PAN y el PRI.
HE AQUÍ EL VIDEO 


Enrique Anderson Imbert - Licantropía.

Enrique Anderson Imbert
(1910-2000)


Licantropía.

Me trepé al tren justo cuando arrancaba. Recorrí varios coches. ¡Repletos! ¿Qué pasaba ese día? ¿A todo el mundo se le había ocurrido viajar? Por fin descubrí un lugar desocupado. Con esfuerzo coloqué la valija en la red portaequipaje y dando un suspiro de alivio me dejé caer sobre el asiento. Sólo entonces advertí que tenía al frente, sentado también del lado de la ventanilla, nada menos que al banquero que vive en el departamento contiguo al mío.

Me sonrió ("¡qué dientes!", diría Caperucita Roja) y supongo que yo también le sonreí, aunque si lo hice fue sin ganas. A decir verdad, nuestra relación se reducía a saludarnos cuando por casualidad nos encontrábamos en la puerta del edificio o tomábamos juntos el ascensor. Yo no podía ignorar que él se dedicaba a los negocios porque una vez, después de felicitarme por el cuento fantástico que publiqué en el diario, se presentó tendiéndome una tarjeta:

Rómulo Genovesi, doctor en ciencias económicas 

y me ofreció sus servicios en caso de que yo quisiera invertir mis ahorros.

 -Usted -me dijo- vive en otro mundo; yo vivo en éste, que lo tengo bien medido a palmos; con que ya sabe, si puedo serle útil...

En otras ocasiones, mientras el ascensor subía o bajaba dieciocho pisos, Genovesi me habló de las condiciones económicas del país, de empresas, bancos, intereses, pólizas, mercados y mil cosas que no entiendo. Tal era el genio de las finanzas que me estaba sonriendo cuando me dejé caer sobre el asiento.

Yo hubiera querido olvidar mi pobreza, pero la sola presencia de ese especulador me la recordaba. Me había dispuesto a descansar durante el resto del viaje y de golpe me veía obligado a ser cortés. Si en la jaula del ascensor yo respetaba el talento práctico de mi vecino, ahora, en el vagón de ferrocarril, temía que ese talento, justamente por adaptarse a la realidad ordinaria -realidad que rechazo cada vez que invento una historia- me resultara fastidioso. Mala suerte. El viaje horizontal en tren más largo que el viaje vertical en ascensor, iba a matarme de aburrimiento. Para peor, el éxito que Genovesi obtenía en sus operaciones económicas no se reflejaba en un rostro satisfecho, feliz. Al contrario, su aspecto era tétrico.

Teníamos la misma edad, pero (si el espejo no me engañaba) él parecía más viejo que yo. ¿Más viejo? No, no era eso. Era algo, ¿cómo diré?, algo misterioso. No sé explicarlo. Parecía ¡qué sé yo! que su cuerpo, consumido, desgastado, hubiera sobrevivido a varias vidas. Siempre lo vi flaco, nunca gordo; sin embargo, la suya era la flacura del gordo que ha perdido carnes. Más, más que eso. Era como si la pérdida de carnes le hubiera recurrido varias veces y de tanto engordar y enflaquecer, de tanto meter carnes bajo la piel para luego sacarlas, su rostro hubiera acabado por deformarse. Todavía mantenía erguidas las orejas, prominente la nariz y firmes los colmillos, pero todo la demás se aflojaba y caía: las mejillas, la mandíbula, las arrugas, los pelos, las bolsas de las ojeras...

Desde sus ojos hundidos salía esa mirada fría que uno asocia con la inteligencia, y sin duda Genovesi debía de ser muy inteligente. No había razones para dudarlo, tratándose de un doctor en ciencias económicas. Lo malo era que esa inteligencia, ducha en números, cálculos y resoluciones efectivas, a mí siempre me aburre.

¡Ni que hubiera adivinado mi pensamiento! Abandonó esta vez su tema, la economía, y arrimó la conversación al tema mío: la literatura fantástica. Y del mismo modo que en el ascensor me había dado consejos para ganar dinero, ahora, en el tren, me regaló anécdotas raras para que yo escribiese sobre ellas "y me hiciera famoso..." ¡Como si yo las necesitara! Yo, que con una semillita de locura hacía crecer toda una selva de cuentos sofísticos o que con un suceso callejero construía torres de viento, palacios inhabitables y catedrales ateas; yo, veterano; yo, emotivo, fantasioso, arbitrario, espontáneo, grandílocuo y genial, ¡qué diablos iba a necesitar de ese vulgar agente de bolsa para escribir cuentos! Su fatuidad me sublevó, pero acallé la mía (por suerte, cuando me envanezco oigo en la cabeza el zumbido de una abeja irónica) y lo dejé hablar.

Su monólogo tuvo forma de espiral. Genovesi fue apartándose del punto central, exacto, lógico que hasta entonces yo suponía que era la residencia permanente de todas las profesiones técnicas. La primera vuelta de la espiral fue poco imaginativa. Se limitó a proponerme que yo escribiera un cuento sobre el caso "rigurosamente verídico" de dos hermanos siameses, unidos por la espalda, que fueron separados a cuchillo en el quirófano del sanatorio Güemes. Cada uno de ellos, para no sentir dolor durante la operación, había convocado por telepatía a un anestesista diferente. Uno de los siameses llamó a un hindú, que lo hizo dormir, y el otro llamó a un chino, que le clavó alfileres.

Desde luego que semejante truculencia a mí no me inspiró ningún cuento. Ni siquiera me asombré demasiado de que un doctor en ciencias económicas recontara en serio la atrocidad que le oyó a la cuñada del primo de la enfermera -después de todo la curación por acupuntura, hipnosis y parapsicología, aunque no ortodoxa, ha sido aceptada por algunos médicos- pero sí me asombré bastante cuando, en una segunda vuelta de la espiral, Genovesi dejó atrás a curanderos y manos santas y se apartó hacia la región de las conjeturas pseudocientíficas; una: la de que nuestro planeta ha sido colonizarlo por seres extraterrestres. ¡Nada menos! Y en una tercera vuelta se adhirió a la causa de brujos, chamanes, nigromantes y espiritistas.

Por rara coincidencia, a medida que Genovesi incurría en el obscurantismo, la obscuridad del anochecer iba borrándole la cara. Ya casi no se la distinguía cuando, en otra expansión de su fe, la palabra pasó del mito a la quiromancia y de la astrología a la metempsicosis. No paró allí. En las siguientes espiras de su monólogo Genovesi se alejó hacia lo que está oculto en el más allá.

Él, que como economista jamás hubiera firmado un cheque en blanco, extendía el crédito a cualquier milagrería. Aprovechándose de las críticas a la razón, que la limitan a conocer meros fenómenos, postulaba que debía de haber facultades irracionales y extrasensoriales capaces de conocer la realidad absoluta, y de su axioma deducía que hay que estar predispuesto a creer que aun lo increíble es posible. Posible era que el hombre pudiera vivir en tiempos cíclicos, paralelos o revertidos; posibles eran las reencarnaciones y las telekinesias, la premonición y la levitación, el tabú y el vudú...

Genovesi desenterraba los mismos fantasmas que yo he visto, vivido y vestido en mis propios cuentos, con la diferencia de que para él lo sobrenatural no era un capricho de la fantasía. Le faltaba el don de los poetas para convertir los sentimientos irracionales en bellas imágenes. ¿Cómo explicarle a ese crédulo que la única magia que cuenta es la de la imaginación, que impone sus formas a una amorfa realidad sin más propósito ni beneficios que el de divertimos con el arte de mentir? Y aun esa imaginación no es espontánea pues sólo vale cuando se junta con la inteligencia. La razón es una débil, novata, vacilante y regañada sirvientita, recién advenida en la evolución biológica, pero que sin sus servicios no podríamos disfrutar del ocio, la libertad y la alegría. Ah, Genovesi sería muy hábil en sus tejemanejes con los bancos pero, en su comercio de ficciones conmigo, el pobre emergía de pantanosos sueños con el delirio de un neurótico, la inocencia de un niño y el miedo de un salvaje. Aceptaba todo menos la razón. Cuando por ahí, sin saberlo ni quererlo, merodeó por la frase unamuniana "la razón es antivital", tuve que reprimir las ganas de retrucarle con la frase orteguiana: "El hombre salió de la bestia y en cuanto descuida su razón, vuelve a bestializarse".

Gracias a que todavía no habían encendido las luces del vagón, la noche del campo, una noche sin Luna y sin estrellas, penetró por las ventanillas y reinó adentro tanto como afuera. De no ser por la voz, yo no habría estado seguro de que ese bulto enfrente de mí seguía siendo Genovesi, hasta que el tren se acercó a aquella ciudad perdida en la pampa y faroles a los lados de las vías empezaron a perforar la obscuridad. Cada destello alumbraba a Genovesi por un instante. Mientras el discurso continuaba desenvolviendo la espiral de supersticiones, su rostro reaparecía y desaparecía, y cuando reaparecía ya no era igual. Genovesi se transfiguraba. Los intermitentes resplandores que desde los costados del tren en marcha alteraban sus facciones coincidían con los saltos que la voz daba de una creencia a otra. Lo que yo veía y lo que yo oía se complementaban como en el cine, y el filme era una pesadilla.

En eso entramos en un túnel más tenebroso aún que la noche, y Genovesi fue solamente una voz que me sonó extrañamente ronca. Esa voz se puso a contarme que hay hombres que se convierten en lobos. 

-Bah, el cuentito del licántropo -le dije-. Lo contó Petronio en el Satiricón.

-No, no -y su voz salió de la tiniebla misma-. Déjese de licántropos griegos. En la provincia de Corrientes los llamamos lobizones. Le aseguro que existen. Aúllan en las noches sin Luna, como ésta, y matan. Lo sé. Lo sé por experiencia. Créame. Matan...

Entonces sucedió algo espeluznante. Los pelos a mí, o a él, se me pusieron de punta cuando al salir del túnel y entrar en la estación, los focos iluminaron de lleno la cara de Genovesi.

Espantado, noté que mientras repetía "créame, lo sé, el lobizón existe", se metamorfoseaba. Y cuando terminó de metamorfosearse vi que allí, acurrucado en su cubil, el genio de las finanzas se había convertido en un grandísimo tonto.

Leído en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/anderson/lican.htm

EL REY DE LOS MONOS.



Cuando el rey de los monos se enteró de dónde moraba el Buda predicando la Enseñanza, corrió hacia él y le dijo:

- Señor, me extraña que siendo yo el rey de los monos no hayáis enviado a alguien a buscarme para conocerme. Soy el rey de millares de monos. Tengo un gran poder. 

El Buda guardó el noble silencio. Sonreía. El rey de los monos se mostraba descaradamente arrogante y fatuo.

- No lo dudéis, señor -agregó-, soy el más fuerte, el más rápido, el más resistente y el más diestro. Por eso soy el rey de los monos. Si no lo creéis, ponedme a prueba. No hay nada que no pueda hacer. Si lo deseáis, viajaré al fin del mundo para demostrároslo.

El Buda seguía en silencio, pero escuchándolo con atención. El rey de los monos añadió:

- Ahora mismo partiré hacia el fin del mundo y luego regresaré de nuevo hasta vos.

Y partió. Días y días de viaje.

Cruzó mares, desiertos, dunas, bosques, montañas, canales, estepas, lagos, llanuras, valles… Finalmente, llegó a un lugar en el que se encontró con cinco columnas y, allende las mismas, sólo un inmenso abismo. Se dijo a sí mismo: “No cabe duda, he aquí el fin del mundo”. Entonces dio comienzo al regreso y de nuevo surcó desiertos, unas, valles… Por fin, llegó de nuevo a su lugar de partida y se encontró frente al Buda.

- Ya me tienes aquí -dijo arrogante-. Habrás comprobado, señor, que soy el más intrépido, hábil, resistente y capacitado. Por este motivo soy el rey indiscutible de los monos.

El Buda se limitó a decir:

- Mira dónde te encuentras.

El rey de los monos, estupefacto, se dio entonces plena cuenta de que estaba en medio de la palma de una de las manos del Buda y de que jamás había salido de la misma. Había llegado hasta sus dedos, que tomó como columnas, y más allá sintió el abismo, fuera de la mano del Bienaventurado, que jamás había abandonado.

* El Maestro dice: ¿Adónde pueden conducirte tu engreimiento y fatuidad que no sea al abismo?

Tomado de “Cuentos Clásicos de la India” recopilados por Ramiro Calle.