sábado, 9 de junio de 2012

Televisa dice que The Guardian acepto "su error", sin embargo, el diario inglés afirma otra cosa.

Grupo Televisa dijo este viernes por la noche en un comunicado que el diario The Guardian aceptó que era “incorrecto” su artículo en el que señala que la televisora mexicana vendió a Vicente Fox Quesada y a Enrique Peña Nieto proyectos para “hundir” el prestigio de Andrés Manuel López Obrador, y para posicionar políticamente al ex gobernador del Estado de México.

Sin embargo, el prestigiado diario inglés no ha dicho tal cosa. Publicó la carta de Televisa, y además una propia en la que afirma que por las evidencias que obtuvo, se mantiene firme con lo que dijo el reportaje.

“El Independent reader´s editor de The Guardian ha abierto una investigación sobre el artículo publicado ayer en su portal de internet”, dijo Televisa ayer viernes.

La televisora mexicana señala que el diario británico publica desde hoy en su página de internet la réplica íntegra de la empresa sobre el artículo “Archivos informáticos sugieren que Televisa vendió cobertura a altos políticos mexicanos”, publicado ayer, y eso es cierto.

En efecto, The Guardian ha publicado la carta de Televisa. Pero no se retracta.

Según Televisa, los eventos y/o acciones que muestran los documentos presentados por The Guardian, en su gran mayoría nunca se llevaron a cabo en las transmisiones televisivas de la empresa.

Televisa obtuvo de The Guardian la publicación de su carta.

CARTA ENVIADA POR TELEVISA AL DIARIO INGLÉS, AQUÍ

Pero junto a la misma carta, The Guardian puso una liga a otra carta de ese diario en el que se sostiene en lo dicho por su reportera:

CARTA EN LA QUE THE GUARDIAN SE SOSTIENE EN LO QUE DIJO, AQUÍ

La carta dice que un portavoz de The Guardian dijo: ”The Guardian se ha comprometido a informar sobre temas relacionados con México, y nos mantenemos (apoyamos, stand by) el artículo en cuestión. El reportaje se basa en documentos entregados a nuestro reportera, además de la información proporcionada por un ex empleado de Televisa.

“En la historia, reconocemos que no es posible confirmar la autenticidad de los documentos [algo que dice desde el primer reportaje]. Que fueron pasados ​​a The Guardian por una fuente que trabajó con Televisa. Sin embargo, The Guardian llevó a cabo extensas comprobaciones cruzadas para confirmar que los nombres, fechas y las situaciones mencionadas en los documentos en gran medida están alineados con los acontecimientos”.

The Guardian, de hecho, le reprocha a Televisa que su reportera buscó confirmación de los documentos con esa empresa mexicana, pero no la obtuvo. La periodista no fue recibida.

CONTEXTO PARA ENTENDER EL CASO:

LOS DOCUMENTOS DEL SUPUESTO PLAN DE TELEVISA, AQUÍ

DIARIO INGLÉS DEFIENDE SUS DOCUMENTOS COMO VÁLIDOS AQUÍ

LORET DE MOLA DICE QUE DOCUMENTOS DE PROCESO SON FALSOS AQUÍ

LOS PRIMEROS DOCUMENTOS DEL SUPUESTO ACUERDO TELEVISA-EPN  AQUÍ

PEÑA NIETO DICE QUE ES “UN REFRITO” LO QUE PUBLICÓ THE GUARDIAN  AQUÍ

HABLA EX COLABORADORA: LORET LE CONFIRMÓ QUE EL PLAN EXISTÍA AQUÍ

EN RESUMEN: LO QUE PUBLICÓ THE GUARDIAN, LO QUE RESPONDIÓ TELEVISA AQUÍ

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Arnoldo Cuéllar Ornelas - Vicente Fox, un estudio de caso.



Arnoldo Cuéllar Ornelas
El valiente vaquero que hizo una bandera y un himno de la consigna para “sacar al PRI de Los Pinos”, doce años después se muestra no sólo complaciente, sino abiertamente activo en favor de regresar a las tepocatas y las víboras prietas al que fuera su hábitat de setenta años.

Vicente Fox nunca fue consistente. Fue un político de ráfagas con una suerte endemoniada. Quizá por eso pudo protagonizar el gran cambio político de México a fines del siglo XX, un cambio que se agotó en sí mismo, en la pura alternancia, sin llegar nunca a producir una transición.

La gran fuerza con la que Fox irrumpió en la escena nacional fue moral.

Frente al robo de urnas y la manipulación del voto, que eran la esencia del control electoral priista; sin complicidades como la de Elba Esther Gordillo (esa vendria después); sin el respaldo oculto de los gobernadores priistas, el ranchero guanajuatense capitalizó la lucha de más de una década de Cuauhtémoc Cárdenas y concretó la primera derrota presidencial del invencible PRI.

Después, Fox consideró que su trabajo estaba hecho, justo cuando apenas debía empezar. Se dedicó a “disfrutar” la presidencia, la frivolizó a extremos inverosímiles, mostro su olímpica ignorancia de las funciones del estado, se asustó y se entregó a toda clase de manipulaciones, incluyendo la de su futura esposa, Martha Sahagún.

Hoy, desfondado política y moralmente, viviendo de una fama que se escurre entre los dedos, salvo por los ángulos patéticos, el primer presidente no priista de la era moderna se ve aquejado de un oportuno realismo político que le hace convertirse en vocero del regreso del PRI, ese orquestado fenómeno político que administran por igual las víboras prietas del viejo priismo y las tepocatas de la telecracia nacional.

Fox no razona lo que significa el regreso del PRI. Es natural, porque de lo contrario tendría que reconocer su enorme fracaso como conductor de una alternancia sin transición y como responsable de lesa traición a la democratización de México.

Habemos quienes pensamos que lo único que está tratando de salvar el ex presidente son algunas de las ayudas que el presupuesto federal otorga para la manutención del Centro Fox, un tema sobre el que, por cierto, tampoco hay ninguna transparencia.

Por si algo faltara, el sesudo analista y observador de la realidad que es Vicente Fox ya erigió su dictamen sobre el movimiento #Yo Soy 132: “Yo no creo en la generación espontánea, simple y sencillamente no creo posible que cien jóvenes o 500 jóvenes o mil jóvenes se pongan de acuerdo de la noche a la mañana… alguien armó esto detrás.”

Fox no cree en la generación espontánea. Entonces, ya ni siquiera cree en sí mismo.

Leído en: http://www.zonafranca.mx/vicente-fox-un-estudio-de-caso/

Katia D´Artigues - Las trampas en las campañas

La presencia de AMLO, la ausencia de Peña

Estamos a casi cuatro fines de semana de que nos llegue el 1-J, sí, el 1 de julio cuando se realicen las elecciones presidenciales y a poco más de 48 horas, depende a qué hora lea usted esta columna, del segundo y último debate oficial entre los cuatro candidatos presidenciales, el cual se llevará a cabo el próximo domingo.

Mientras llegan esas fechas, las campañas presidenciales van mostrando otro color, que a muchos, la verdad, no nos agradan. Pensamos que eran cosa del pasado. Todo sea por ganar.

Vámonos por partes.

Tenemos la controversia por el nuevo spot del PAN-Josefina Vázquez Mota en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Se aventaron la puntada de editar un discurso que AMLO dio ante jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas en mayo pasado.

Ahí, él declaró:
 — No despreciamos a quienes piensan que es la vía armada una posibilidad para lograr la transformación de los pueblos. Pero aquí quiero dejar de manifiesto que con todo respeto a quienes piensan de esa manera, nosotros sostenemos de que vamos a luchar siempre por la vía pacífica y por la vía electoral.

Quiero pensar que los editores de los videos panistas cambiaron de PC o de Mac -seamos sinceros, cuesta trabajo acoplarse- se les fue el corte y solamente dejaron la siguiente frase:
— La vía armada es una posibilidad para lograr la transformación de los pueblos.

Creo que en nada abona a que esta última jornada se realice sin sobresaltos.

Parte del equipo de campaña, se dio el visto bueno a este spot.

Pero no todos los panistas del círculo cercano a la campaña presidencial estuvieron de acuerdo con ese mensaje. Consideraron que sí era una tomada de pelo.

Ante las críticas recibidas, Vázquez Mota se defendió:
— Es decir, no es guerra sucia, es simplemente de manera fidedigna dar a conocer a millones de mexicanos quién es el verdadero López Obrador y por qué hay personas que nunca cambian.

Por lo pronto, el Movimiento Progresista ya presentó una queja ante el IFE y piden que sea retirado este video.

Claro, también el PRD digamos que han hecho trampa, por así decirlo. ¿Recuerdan el spot donde se describía que Felipe Calderón habría aprobado-firmado el Fobaproa con la mano derecha…cuando es zurdo?

Claro, el PAN también es víctima de la ¿guerra sucia? A saber cómo la llamarán ellos. El chiste que ayer, ante el IFE presentaron una queja contra el SNTE por el spot en contra de su candidata presidencial que lleva el lema “Vázquez Mota, la mentira se te nota”.

Finalmente, AMLO pisó los foros de Televisa Chapultepec. Acudió con todo y porra el miércoles pasado a Tercer Grado, programa en el que han participado 3 de los 4 candidatos presidenciales. Falta solamente Gabriel Quadri, quien irá en los próximos días.

AMLO fue duramente cuestionado sobre sus planes en caso de ganar las elecciones de julio próximo. La gran pregunta era si reconocería los resultados en caso de perder. Dijo que sí.

Reiteró que confía en el voto de la gente… ojo, no en el del Consejo del IFE. Fue una especie del viaje al futuro y de regreso al pasado. De escuchar su discurso de honestidad…pero recordándole a René Bejarano o a Gustavo Ponce.

De no mandar al diablo a las instituciones, pero refrescándole el plantón de Reforma. De reiterar que tiene encuestas en las cuales va ganando.

Se podrá decir que no aprovechó el foro, o que no lo dejaron; pero también hay que reconocer que él tampoco quiso ir más allá.

Ya pasó la prueba. ¿Qué sigue?

Ya hubo una respuesta de Enrique Peña Nieto a la convocatoria lanzada por el movimiento #Yosoy132, para asistir el próximo 19 de junio a un debate organizado por ellos con los cuatro candidatos presidenciales. Tal y como se esperaba, el ex gobernador mexiquense será el único ausente.

Considera que como los estudiantes se declararon AntiPeña, no hay condiciones para que asista. Se sujetará a lo que dice la ley y sólo va a los organizados por el IFE. Siendo así, solamente participarán AMLO, Vázquez Mota y Quadri quienes ya aceptaron.

Por cierto, hoy habrá que estar pendientes de dos asuntos: Uno, la reacción de los priístas ante los documentos publicados por el periódico inglés “The Guardian”; y dos, de la protesta que se convocó en el Estadio Azteca, durante el partido México-Guyana contra el abanderado presidencial priísta.

Cambios de última hora. Tanto el PRD como el PANAL hicieron Operación Liquid Paper y modificaron su lista de candidatos plurinominales. Los detalles se los presento en la edición on line de esta columna, además de las goteras en el nuevo Senado, los dichos de Fox y #porestosnostocovotar.

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/las-trampas-en-las-campanas

Jorge Fernández Menéndez - Andrés Manuel, fraude y honestidad.

¿Qué posibilidades existen de que haya un fraude electoral el próximo primero de julio? En realidad, prácticamente ninguna. Los controles impuestos por las autoridades electorales, de todo tipo, la presencia de los partidos y sus representantes, la de los observadores y los medios, impiden que haya un fraude electoral. Tampoco lo hubo en 2006: la diferencia de medio punto porcentual entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador fue eso, una diferencia de medio punto que se dio en medio de los mismos controles y observadores que existen hoy. No hubo el conteo voto por voto, pero se abrieron todos y cada uno de los paquetes electorales que la coalición que respalda a López Obrador solicitó al TEPJF que se abrieran y el resultado no se modificó. Un resultado que coincidió con el PREP y con el conteo rápido y con las encuestas, incluso la de López Obrador en la noche de las elecciones cuando, como lo reveló en su libro Carlos Tello (lo que disparó la ira de AMLO), fue informado de que había perdido por un punto.

Cuando Andrés Manuel insiste ahora en el fraude de 2006 está mintiendo y está socavando su machacona insistencia en su honestidad (dime de qué presumes y te diré de qué careces, decían las abuelitas). Al no respaldar, sea cual fuere, el resultado y las instituciones electorales y al pedir “a los intelectuales” que “lo ayuden a que no haya fraude”, en realidad está diciendo que, si no gana, no respetará los resultados.

Las encuestas demuestran que las elecciones están hoy mucho más lejos de las posibilidades de López Obrador que hace seis años. Salvo la controvertida de Reforma, todas las encuestas coinciden en que la distancia entre Enrique Peña Nieto y López Obrador gira en torno a los diez y los 14 puntos, como la de Excélsior, publicada ayer, y que AMLO está empatado o con uno o dos puntos de ventaja respecto de Josefina Vázquez Mota.

El candidato de la coalición de izquierda podrá decir lo que quiera, pero sus declaraciones de ayer, de que “lo atacan porque ya va ganando”, tienen la misma verosimilitud que sus declaraciones de hace seis años, acerca de que él tenía una encuesta que le daba diez puntos de ventaja.

Con Andrés Manuel es muy difícil confrontar ideas, opinar diferente, por la sencilla razón de que no acepta que alguien lo contradiga, pero incluso no es capaz de reconocer los hechos como tales. Todo lo reduce a una guerra sucia, a su honestidad, a que él es diferente a los demás políticos. El miércoles en Tercer Grado me volvió a asombrar que dijera (y que ninguno de los amigos que estaban en el pánel lo cuestionara) que él “no era un hombre de poder, que el poder no le interesaba”. Una declaración extraordinaria para un hombre que a los 17 años se afilió, en plena represión echeverrista contra los estudiantes, al PRI; que fue funcionario priista en Tabasco y presidente del partido en esa misma entidad (además de componer el Himno del PRI tabasqueño); que renunció al PRI porque no fue presidente municipal de Macuspana, para irse al naciente PRD; que fue dos veces candidato a gobernador; que fue presidente nacional del PRD; jefe de Gobierno del DF; candidato presidencial en 2006; que luego se proclamó presidente legítimo y ahora vuelve a ser candidato presidencial. Para alguien que no aspira al poder ni lo busca, no está nada mal, sobre todo considerando que Andrés Manuel no ha tenido en su vida adulta un solo trabajo en el sector privado, académico o como profesional independiente. Sólo ha trabajado de político.

Lo que sí sabemos, y lo que no asombra, es que cada vez que es cuestionado o criticado, López Obrador recurre a la intolerancia o a ignorar a sus interlocutores. Puede hablar de la honestidad de su gobierno al comprar unos vagones de tren, pero oculta, como secreto de Estado, el costo de sus segundos pisos; puede reconocer que la cena de la charola sí se realizó, pero decir que él no sabía de ella y ni siquiera descalifica a quienes estuvieron allí. Que el señor Adolfo Hellmund estuvo allí y que pidió seis millones de dólares para la campaña de su jefe, ¿se imagina usted los negocios que podría hacer este señor como secretario de Energía? ¿No tendría que haber hecho López Obrador por lo menos lo que hizo Miguel Mancera: una denuncia de hechos ante la Procuraduría para deslindarse de un delito electoral?). Puede decir que combatió a la corrupción, pero ahí siguen René Bejarano, uno de sus principales operadores electorales y su esposa, Dolores Padierna, secretaria general del PRD; puede decir que no conoce al ex gobernador Narciso Agúndez a pesar de que hay innumerables fotos de ambos juntos y Baja California Sur era su lugar de reposo durante semanas en el sexenio de Agúndez.

A López Obrador, por estos y otros temas, lo van a atacar el domingo en el debate, pero no se trata de guerra sucia: se trata de confrontar a un candidato sobre lo que dice con lo que hace.

Leído en: http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=839890

Ricardo Raphael - AMLO y su extraña complicidad con la derrota.

Ricardo Raphael

¿Por qué Andrés Manuel López Obrador, ahora que va a la alza, no se concede comportarse de una manera distinta justamente para convencer a los indecisos que bien votarían por él por otras razones –su ánimo de justicia social, su honestidad, su claridad, su oposición a los oligarcas– pero temen que vaya a romper con el orden institucional que bien que mal nos ha costado muchísimo trabajo?



 




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León Krauze - Elogio de la honestidad

León Krauze
"Si los candidatos logran atacarse con vehemencia, pero con verdad, todos ganaremos"

Febrero 14, 2012.

Se ha puesto de moda hablar de honestidad. Y aunque hacer de la vida pública mexicana un ejemplo de honradez parezca una utopía, el énfasis me parece deseable. Pocas cosas peores le pueden ocurrir a una democracia que la recurrencia impune de la mentira. Y no me refiero a las medias verdades, a los trucos retóricos que confunden al elector. Eso, me temo, es parte del ejercicio político cotidiano. Me refiero, más bien, a la mentira flagrante, a la descontextualización absoluta: a pasar por alto los hechos, a ignorar la realidad. Cuando se miente así, el daño a la esencia misma de una sociedad que aspira a la salud democrática es inconmensurable. El votante necesita un mínimo de honestidad para tomar una decisión sensata. En más de un sentido, el elector depende de la decencia del político. Si el candidato opta por mentir, el proceso mismo de la elección resulta pervertido. En otras palabras: en democracia, a largo plazo, ganar por las malas erosiona la misma sociedad que el político aspira a gobernar. Es, en muchos sentidos, el círculo vicioso perfecto.

En el proceso electoral estadunidense, que se desarrolla en paralelo al mexicano, los candidatos republicanos han mentido tanto y con tanto desparpajo que una parte de la prensa ha tenido que preguntarse si el papel del reportero debe ser, también, el de un filtro que le aclara al lector lo que es cierto y lo que es falso del discurso de los aspirantes, una especie de árbitro que señale las faltas a la verdad. Durante los debates, los sitios de internet de los grandes diarios estadunidenses han montado operaciones para revisar cada dato que los candidatos comparten con la audiencia. Es un proceso asombroso, pero también aterrador. Los fact-checkers han descubierto una cantidad abrumadora de mentiras, citas sacadas completamente de contexto y otras linduras similares: carnada para el elector desinformado. Lo mismo pasa, por cierto, con los anuncios negativos que cada campaña transmite por radio y televisión. Mi favorito es aquel en el que Newt Gingrich pretendió exhibir a Mitt Romney por hablar francés (característica propia, parece, de los patricios liberales demócratas, como John Kerry). Para hacerlo, el equipo de Gingrich cortó un fragmento de Romney hablando en mal francés. ¿La fuente? El inocente video que Romney grabara, con un saludo políglota apenas fonéticamente tolerable, para dar la bienvenida a los atletas a los Juegos Olímpicos de invierno de Salt Lake, competencia que Romney presidió. Y, como esa anécdota, decenas.

Por eso me parece digno de aplauso que, por iniciativa de Andrés Manuel López Obrador, en la elección mexicana se aspire a la honestidad como objetivo moral. Si los candidatos logran atacarse con vehemencia, pero con verdad, todos ganaremos. El buen juez, sin embargo, por su casa empieza. Bien haría López Obrador en reconsiderar su promesa de regresar al ejército mexicano a sus cuarteles en solo seis meses. En los últimos años, ningún otro político ha recorrido el país como el candidato de la izquierda. Por eso no puedo creer que ignore dos cosas. Primero, el peso real y tangible que tienen las fuerzas armadas no solo en el conflicto contra el narcotráfico, sino en la procuración de la tranquilidad cotidiana en cientos, quizá miles de municipios en México. Tampoco puedo creer que López Obrador desconozca la complejidad real de la reestructuración policial necesaria para, finalmente, devolver los soldados a los cuarteles. Estoy seguro de que sabe que la formación de una nueva policía eficaz y proba no tomará seis meses. Es más: no tomará seis años. Tomará una generación. Por eso, cuando el candidato de la izquierda promete que él, por arte de magia, acelerará el proceso de renovación de la policía mexicana, falta a la promesa de honradez que ha elegido como carta principal de su campaña. López Obrador miente cuando promete un imposible. Y no se necesita ser Secretario de Honestidad para saberlo.

Leído en: http://www.letraslibres.com/blogs/blog-de-la-redaccion/elogio-de-la-honestidad

Guy de Maupassant - El loco.

Henry René AlbertGuy de Maupassant
(1850-1893)


Cuando murió presidía uno de los más altos tribunales de Justicia de Francia y era conocido en el resto por su trayectoria ejemplar. Se había ganado el profundo respeto de abogados, fiscales y jueces, que se inclinaban ante su elevada figura de rostro grave, pálido y enjuto y mirada penetrante.
Su única preocupación había consistido en perseguir a los criminales y defender a los más débiles. Los asesinos y los estafadores le tenían por su peor enemigo, ya que parecía ser capaz de leer sus pensamientos y adivinar las intenciones que ocultaban en los rincones más oscuros de sus almas.
Su muerte, a la edad de 82 años, había provocado una sucesión de homenajes y el pesar de todo un pueblo. Había sido escoltado hasta su tumba por soldados vestidos con pantalones rojos, e ilustres magistrados habían derramado sobre su ataúd lágrimas que parecían sinceras.
Sin embargo, poco después de su entierro, el notario descubrió un estremecedor documento en el escritorio donde solía guardar los sumarios de sus grandes casos. Su primera hoja estaba encabezada por el título: «¿POR QUÉ?».

 * * * 
20 de junio de 1851. Acabo de dictar sentencia. ¡He condenado a muerte a Blondel! Me pregunto por qué mató este hombre a sus cinco hijos. ¿Por qué? Uno se encuentra a menudo con personas para quienes el hecho de quitar la vida a otra parece suponer un placer. Sí, debe de ser un placer, quizá el mayor de todos. ¿Acaso matar no es lo que más se asemeja a crear? ¡Hacer y destruir! La historia del mundo, la historia del universo, todo lo que existe... absolutamente todo se resume en estas dos palabras. ¿Por qué es tan embriagador matar?

25 de junio. Un ser vive, anda, corre... ¿Un ser? ¿Qué es un ser? Es una cosa animada que contiene el principio del movimiento y una voluntad que dirige este principio. Pero esa cosa acaba convirtiéndose en nada. Sus pies carecen de raíces que los sujeten al suelo. Constituye un grano de vida que se mueve separado de la tierra; un grano de vida, procedente de un lugar que desconozco, que puede ser destruido por deseo de cualquiera. Entonces ya no es nada. Nada. Desaparece; se acaba.

26 de junio. ¿Por qué es un crimen matar? ¿Por qué, si es la ley suprema de la Naturaleza? Todos los seres tienen esta misión: matar para vivir y vivir para matar. Nuestra propia condición está sujeta a este hecho. Las bestias matan continuamente, durante todos los instantes de cada uno de los días de su vida. El hombre mata para alimentarse; pero, como también necesita matar por puro placer, ha inventado la caza. El niño mata a los insectos, a los pajaritos... a todos los animalillos que caen en sus manos. Todo ello no basta para calmar la irresistible necesidad que todos sentimos. Matar animales no es suficiente para nosotros; necesitamos también matar personas. Las civilizaciones antiguas satisfacían su ansia con sacrificios humanos. Hoy, vivir en sociedad nos ha obligado a convertir el asesinato en un grave delito y, como no podemos entregarnos libremente a este instinto natural, cada cierto tiempo desencadenamos una guerra para calmarlo. Así, todo un pueblo se dedica a aplastar a otro en un derroche de sangre que hace perder la cabeza a los ejércitos y que embriaga también a la población civil: mujeres y niños, que a la luz de las velas, leen por la noche el exaltado relato de las matanzas.
Sería lógico suponer que se desprecia a los que elegimos para llevar a cabo estas carnicerías. Pues bien, por el contrario, les tributamos homenaje y les cubrimos de honores. Se les engalana con resplandecientes vestiduras de oro y se atavían con sombreros de plumas. Les otorgamos títulos, cruces, recompensas de todo tipo. Son admirados por las mujeres y respetados y aplaudidos por las multitudes... ¡sólo porque su misión consiste en derramar sangre humana! Desfilan por las calles con sus herramientas de muerte mientras el ciudadano común, vestido de oscuro, los contempla con envidia. Matar es la ley suprema que la Naturaleza ha impreso en el corazón de cada ser. ¡No hay nada tan bello y honorable como matar!

30 de junio. Matar es la gran ley. La Naturaleza ama la juventud eterna y nos empuja a acabar con la vida sin que apenas nos demos cuenta. En cada una de sus manifestaciones parece apremiarnos gritando: «¡Rápido! ¡Rápido!». A medida que destruye se va renovando.

2 de julio. ¿Qué es el ser? Todo y nada. A través del pensamiento es el reflejo de todo. A través de la memoria y de la ciencia es un resumen del mundo, porque guarda en sí la historia de éste. Como espejo de las cosas y reflejo de los hechos, cada ser humano se convierte en un universo dentro del Universo. Pero al viajar y contemplar la diversidad de las etnias el hombre se convierte en nada. ¡Ya no es nada! Desde la cumbre de una montaña no es posible distinguirlo. Cuando el barco se aleja de la orilla, plagada por la muchedumbre, sólo se divisa la costa. El ser es tan pequeño, tan insignificante, que desaparece. Crucen Europa en un tren rápido. Al mirar por la ventanilla verán hombres, hombres, siempre hombres; hombres innumerables y desconocidos que hormiguean por las calles, que hormiguean por los campos, mujeres despreciables cuyo único cometido se limita a parir y dar la comida al macho y estúpidos campesinos que sólo saben destripar terrones.
Viajad a China o a la India. Allí también verán agitarse a miles de millones de seres, que nacen, viven y mueren sin dejar otra huella que la de un insecto aplastado sobre el polvo de un camino. Vayan a las tierras de los negros, alojados en cabañas de barro, y a las de los árabes, cobijados bajo una lona parda que ondea al viento. Comprenderán que el ser aislado, el individuo, no es nada. Nada. A estos pueblos, que son sabios, no les inquieta la muerte. Para ellos el hombre no significa nada. Matan a sus enemigos sin piedad; es la guerra. Hace tiempo nosotros hacíamos lo mismo de provincia en provincia, de mansión en mansión.
Atraviesen el mundo y comprueben cómo hormiguean los humanos, innumerables y desconocidos. ¿Desconocidos? ¡Esta es la clave del problema! Matar constituye un crimen porque los seres están numerados. Cuando nacen se les da un nombre, se les registra, se les bautiza. ¡De eso se trata! La Ley los posee. El ser que no está inscrito no cuenta. Mátenlo en el desierto o en el páramo; mátenlo en la montaña o en la llanura. ¿Qué importa? La Naturaleza ama la muerte. ¡Ella no castiga! Lo que, sin duda, es sagrado, es el Registro Civil. Él es quien defiende al individuo. El ser se convierte en sagrado cuando es inscrito en el Registro. Respeten al Dios legal. ¡Pónganse de rodillas ante el Registro Civil!
Al Estado le está permitido matar porque tiene derecho a modificar el Registro Civil. Cuando sacrifica a doscientos mil hombres en una guerra, los borra del Registro; sus escribanos, sencillamente, los suprimen. Acaban con ellos. Pero nosotros debemos respetar la vida; no podemos cambiar los libros de los ayuntamientos. ¡Yo te saludo, Registro Civil, divinidad gloriosa que reinas en los templos de los municipios! Eres más poderoso que la Naturaleza. ¡Ja, ja, ja!

3 de julio. Matar debe ser un extraño y maravilloso placer: tener delante de uno a un ser vivo capaz de pensar; hacerle un agujerito, sólo uno; ver como mana por él la sangre roja, que transporta la vida, y ya no tener delante más que un montón de carne inerte y fría, vacía de pensamientos.

5 de agosto. Me he pasado la vida juzgando y condenando, matando con mis palabras y con la guillotina a quienes habían asesinado con un cuchillo. ¡Yo! Si yo hiciera lo mismo que todos los hombres a quienes he castigado, ¿quién lo descubriría?

10 de agosto. Nadie lo sabría jamás. ¿Acaso sospecharían de mí, de mí, si elijo a un ser al que no tengo el menor interés en hacer desaparecer?

15 de agosto. La tentación ha penetrado en mí reptando como un gusano y se pasea por todo mi cuerpo. Se pasea por mi cabeza, que no piensa más que en matar; se pasea por mis ojos, que necesitan contemplar la sangre y ver morir; se pasea por mis oídos, que no dejan de escuchar algo terrible y desgarrador: el último grito de un ser; se pasea por mis piernas, que anhelan dirigirse al lugar donde ocurrirá; se pasea por mis manos, que tiemblan por la necesidad de matar.
¡Cuán extraordinario tiene que ser, tan propio de un hombre libre, dueño de su corazón, que está por encima de los demás y busca sensaciones refinadas!

22 de agosto. Ya no podía esperar más. He matado un animalito para ensayar, sólo para empezar.
Jean, mi criado, tenía un jilguero encerrado en una jaula que estaba colgada en la ventana de la cocina. Lo he mandado a hacer un recado y he aprovechado su ausencia para coger al pájaro. Lo he aprisionado con mi mano; sentía latir su corazón. Estaba caliente. Después he subido a mi cuarto. De vez en cuando apretaba con más fuerza al pajarito; su corazón latía más deprisa. Era tan atroz como delicioso. He estado a punto de ahogarlo, pero no habría visto su sangre.
He cogido unas tijeritas de uñas y, con suavidad, le he cortado el cuello de tres tijeretazos. Abría el pico desesperadamente, tratando de respirar. Intentaba escapar, pero yo lo sujetaba con fuerza. ¡Vaya si lo sujetaba! ¡Habría sido capaz de sujetar a un dogo furioso! Por fin he visto correr la sangre. ¡Qué hermosa es la sangre roja, brillante, viva! La hubiera bebido con gusto. He mojado en ella la punta de mi lengua. Tiene un sabor agradable. ¡Pero el pobre jilguero tenía tan poca! No he tenido tiempo de disfrutar del espectáculo tanto como me hubiera gustado. Tiene que ser soberbio ver desangrarse a un toro.
Para terminar, he hecho lo mismo que los asesinos de verdad: he lavado las tijeras, me he enjuagado las manos y he tirado toda el agua. Después he llevado el cadáver al jardín para ocultarlo. Lo he enterrado debajo de una mata de fresas. Nunca lo encontrarán. Todos los días comeré un fruto de esa planta. ¡Uno puede disfrutar realmente de la vida si sabe cómo hacerlo! Mi criado ha lamentado la pérdida del pajarito. Cree que se ha escapado. ¿Cómo va a sospechar de mí? ¡Ja, ja, ja!

25 de agosto. ¡Necesito matar a una persona! ¡Tengo que hacerlo!

30 de agosto. Ya lo he hecho. ¡Qué poca cosa!
Había ido a pasear por el bosque de Vernes. Caminaba sin pensar en nada cuando, de repente, ha aparecido en el camino un chiquillo que iba comiéndose una tostada con mantequilla.
Se ha detenido para verme pasar y me ha saludado: «¡Hola, señor Presidente!».
En mi cabeza ha aparecido una idea muy clara: «¿Y si lo mato?».
Le he preguntado: —¿Estás solo, muchacho?
—Sí, señor.
—¿Completamente solo en el bosque?
—Sí, señor.
Los deseos de matarlo me han embriagado como el vino. Me he acercado a él con sigilo, pensando que iba a tratar de huir. Lo he agarrado por la garganta y he apretado, he apretado con todas mis fuerzas. Me ha mirado aterrorizado con unos ojos espantosos. ¡Qué ojos! Eran muy redondos, profundos... ¡terribles! Jamás había experimentado una sensación tan brutal... pero tan breve. Sus manecitas se aferraban a mis puños mientras su cuerpo se retorcía. He seguido apretando hasta que ha quedado inmóvil.
Mi corazón latía con tanta fuerza como el del pájaro. He arrojado su cuerpo a la cuneta y lo he cubierto con hierbas.
Al volver a casa he cenado bien. ¡Qué poca cosa! Me sentía alegre, ligero, rejuvenecido. Después he pasado la velada en casa del prefecto. Todos los que allí se encontraban han juzgado mi conversación muy ingeniosa.
¡Pero no he visto la sangre! Aún no estoy tranquilo.

30 de agosto. Han descubierto el cadáver y buscan al asesino. ¡Ja, ja, ja!

1 de septiembre. Han detenido a dos vagabundos; pero no tienen pruebas.

2 de septiembre. Han venido a verme los padres llorando. ¡Ja,ja,ja!

6 de octubre. No se ha descubierto nada. Suponen que algún merodeador habrá cometido el crimen. ¡Ja, ja, ja! Estoy seguro de que estaría más tranquilo si hubiera visto correr la sangre.

18 de octubre. El ansia de matar sigue envenenándome. Es comparable con los delirios de amor que nos torturan a los 20 años.

20 de octubre. Otro más. Caminaba por la orilla del río después de almorzar. Era mediodía. Bajo un sauce dormía un pescador. En un campo cercano, sembrado de patatas, había una azada. Parecía que alguien la había dejado allí expresamente para mí.
La he cogido, me he acercado, la he levantado como si se tratase de una maza y con el filo, de un solo golpe, le he partido la cabeza al pescador. ¡Oh! ¡Este sí que sangraba! Era una sangre muy roja que, mezclada con sus sesos, se deslizaba muy suavemente hacia el agua. Me he marchado sin que nadie me viera y con toda tranquilidad. ¡Yo habría sido un asesino excelente!

25 de octubre. Todo el mundo comenta el caso del pescador. Se acusa a su sobrino, que estaba pescando con él.

26 de octubre. El juez instructor del caso asegura que el sobrino es culpable. En la ciudad todo el mundo lo cree. ¡Ja, ja, ja!

27 de octubre. El sobrino se defiende muy mal. Afirma que había ido al pueblo a comprar pan y queso. Jura que mataron a su tío durante su ausencia. ¿Quién va a creerle?

28 de octubre. Han mareado tanto al sobrino que ha estado a punto de confesarse culpable. ¡Ja, ja, ja! ¡Vaya con la Justicia!

15 de noviembre. Tienen pruebas abrumadoras contra el sobrino. Era el único heredero de su tío. Yo presidiré el tribunal.

25 de enero. ¡A muerte! ¡A muerte! ¡Le he condenado a muerte! ¡Ja, ja, ja! El fiscal habló como un ángel. ¡Ja, ja, ja! Uno más. Asistiré a su ejecución.

18 de marzo. Se acabó. Lo han guillotinado esta mañana. ¡Bien muerto está! Me ocasionó un grato placer. ¡Qué bello es ver cómo le cortan la cabeza a un hombre! La sangre ha brotado como una marea. Si hubiera podido, me habría bañado en ella. ¡Oh, qué maravilla tenderme debajo, dejar que empape mi rostro y mi cabello y levantarme teñido de rojo! ¡Si supieran...!
Pero ahora debo esperar. Puedo hacerlo. Cualquier descuido o imprudencia podría delatarme.

* * * 

El manuscrito tenía muchas más páginas; pero ninguna de ellas relataba un nuevo asesinato. Los psiquiatras que lo han estudiado aseguran que en el mundo existen muchos locos ignorados, tan hábiles y temibles como este monstruoso lunático.

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