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Efrén Rebolledo |
Soliloquio del espejo
Mi alma es la luz, sin la luz yo no
sería. ¿Qué es sin el alma el cuerpo? Materia sin vida, cadáver,
substancia inerte. Y de igual modo que el espíritu es causa del
sufrimiento en los seres vivos, la luz que es mi espíritu es el origen
de mi atormentada vida. Soy una víctima de la luz.
No digo el hombre, el animal más mezquino, el insecto más vil, pueden
evitar el dolor; pues o están provistos de armas para la lucha, o
disponen de una coraza para la defensa o. cuentan con instrumentos para
la fuga. Yo carezco de todo; de armas, de coraza, y no soy dueño ni de
mover mi cuerpo.
Corno el
infeliz toco dentro de la camisa de fuerza, yo estoy sujeto en el mareo
que me maniata. Semejante al mísero ajusticiado que pende de infamante
horca, cuelgo yo de fija escarpia; pero sin recibir la súbita1y bendita
liberación, sino agonizando lenta y perennemente.