domingo, 20 de noviembre de 2011

Forista invitado Alexjandro

Alexjandro nos habla sobre el futuro de la televisión en México y el entorno político del 2012





El sablazo digital.


La Corte acaba de levantar la cortina para que se proceda con el apagón analógico en los términos que fueron reformados por decreto del septiembre de 2010. En esa fecha el Sr. Felipe emitió la disposición de apresurar la transición al 2015, que estaba prevista para el 2021.

Cabe recordar que esto del apagón se refiere a que las señales de televisión que hasta ahora han contribuido al engrandecimiento cultural de los mexicanos, serán substituidas por transmisiones digitales, por lo que los televisores de cinescopio –en distinción de las pantallas planas- dejarán de funcionar como hasta ahora. Incluso algunas pantallas planas no cuentan con el receptor digital necesario para operar con las nuevas señales.
Justo es decir que esos televisores y pantallas aun podrían seguir funcionando si los conectamos a un modem que convierta las señales digitales en analógicas. Y por aquí se perfila el sablazo, ya que el truculento decreto no establece quién pagará el pato… tecnológico.

En los Estados Unidos, el precio de los convertidores era en 2008 de entre 40 y 80 dólares, por lo que gobierno entregó dos cupones de 40 dlls cada uno, a cada hogar que lo solicitara. El presupuesto dedicado  para ese subsidio fue “tan solo” de mil quinientos millones de dólares. El trance digital culminó sin mayores daños en el año 2010.




Se calcula que en México, nueve de cada diez hogares tienen televisor analógico (de los que no reciben señal digital), y estos representan 26 millones de hogares.    Si se entregara un subsidio de 80 dólares a cada hogar

(para adquirir hasta dos convertidores económicos, completando la diferencia) se requeriría la modesta suma de 25 mil millones de pesos, cifra similar a la del presupuesto total de la UNAM. ¿Habrá tanta lana en las arcas públicas?


Otra posibilidad es que cada quién se rasque con su control. De manera democrática, sin discriminación, cada hogar tendría que gastar entre seiscientos y mil pesos para tener el privilegio de ver… la misma basura: Laura, Bisogño, Chapoy, Adela, Joaquín, Ferriz, etc. El costo podría ser mayor si existieran más de dos televisores en casa: en la sala de tv, en la recámara principal, en el cuarto de los niños, y en la habitación del mayordomo.


La gran ventaja de la transición es que las empresas podrán utilizar las frecuencias que desocupe la televisión analógica, para vendernos servicios de telefonía celular o conexión a Internet u algún otro, a los mismos precios de interés social a los que ya nos tiene acostumbrados.

Algunos periodistas han manoseado la idea de que el gobierno repartiría, a partir de año próximo, pantallas planas en los hogares más necesitados. Supongo que primero se tendría que tramitar la tarjeta Misery Card, y luego formarse en la fila de los veinte millones de hogares más jodidos. Es probable que el Instituto para el Reparto de Pantallas a los Jodidos Digitales (IRPJODE), se consumiera como el 80% del presupuesto por
 concepto de sueldos y prestaciones, para vigilar que los Slim o los Azcárraga no se colaran. Además, el IRPJODE se encargaría de poner un moño azul a las pantallas, impreso con la leyenda “acuérdate de mí el primero de julio”. Otros dicen que se solo se repartirá un cupón a cada hogar con tarjeta Misery Card, en un sobre con Mota (la candidata, no la verde), y la misma leyenda.
Puras maledicencias. Creo que el gobierno dejará que cada quien se rasque con su propio control.

Y tú, ¿ya estas juntando para tu pantalla o tus convertidores, o te vale, o te esperas a los vales?

¿Crecerá AMLO? por Federico Berrueto


A finales de septiembre pasado, las preferencias en las zonas urbanas del país, las de mayor volatilidad y cruciales para el desenlace de la elección presidencial, eran 44% Peña Nieto, 25% Josefina Vázquez Mota y 17% López Obrador. Al día de ayer, después de que se diera a conocer que AMLO es virtual candidato de las izquierdas, las preferencias eran 44% Peña Nieto, 24% Josefina Vázquez Mota y 22% López Obrador, un incremento de cinco puntos.
En EU existe el llamado conventional bounce(rebote de convención), referencia al incremento en las preferencias que tienen los candidatos presidenciales una vez que son nominados por las convenciones de sus partidos y que pasados los efectos regresan al nivel de partida, aunque hay casos en los que puede ser inicio de un ascenso en las adhesiones públicas. De alguna manera, lo que ocurre con AMLO es semejante, razón por la que los dos aspirantes del PRD decidieron madrugar en la definición de la candidatura presidencial. Falta por ver, pero hasta hoy las cosas le han resultado a AMLO.
De lo que puede apreciarse, hasta el momento AMLO no crece a costa de sus adversarios, sino de los electores indecisos o de los indiferentes. La candidatura de las izquierdas tiene un efecto positivo al impactar al electorado pasivo. Esto tiene implicaciones serias porque anticipa mayor participación electoral. En 2006 votaron 58.6% de los inscritos en la lista de electores, poco menos de 42 millones de sufragantes. Para 2012 votarían más de 50 millones.
Mayor participación significa que la elección se centrará en candidatos, lo que representan en el imaginario popular, por lo que las campañas mediáticas serán fundamentales. Menos participación le da mayor peso a las maquinarias territoriales partidistas, aunque en situación de empate, como ocurrió recientemente en Michoacán, la movilización en tierra el día de la elección puede significar la diferencia. De cualquier manera serán fundamentales los candidatos y no sólo los presidenciales, también los de las siete entidades que renovarán Ejecutivo local y otras siete con elección de ayuntamientos.
Para que AMLO entre de lleno a la competencia debe superar al segundo lugar. Un voto que sume de los de Josefina significa un doble sufragio. Esto es así, porque será fundamental quién pueda derrotar al que encabeza las preferencias. Una elección presidencial de tres contendientes parejos es poco probable, aunque existan tres opciones efectivas. Como ha ocurrido de 1988 a la fecha, la elección tiende a centrarse en dos candidatos. Para algunos el voto útil es una idiotez; sin embargo, es una realidad que ha castigado fuertemente al tercer lugar, como ocurrió con Clouthier en 1988, Cárdenas en 1994 y 2000, y Madrazo en 2006.
Para quien lleva delantera el mejor escenario es el empate de los opositores; para quien va en tercer sitio, su objetivo es superar al segundo y ganar la condición de principal opositor de quien va en primer sitio. Quien va en segundo lugar debe mantener, primero que nada, tal condición, un boleto de entrada obligado para la contienda real y el eventual triunfo electoral. En tal sentido es válida la preocupación de Vázquez Mota de activar la contienda dentro del PAN para ganar visibilidad y así mantener su ventaja no tanto sobre sus competidores en el PAN, sino frente al predecible crecimiento de AMLO. Lamentablemente, las reglas impiden que el PAN pueda actuar con flexibilidad y bien puede significar que en febrero inicien en tercer lugar, a pesar de la publicidad por la precampaña.
Quienes se oponen en el PRI a las alianzas pecan de soberbia y de ignorancia sobre lo que puede ser la elección. No advierten que la ventaja de su partido es circunstancial y que el escenario de una elección competida es probable, no obstante la ventaja de estos momentos en las encuestas. Ven con desdén al Panal y al Verde, y hacen señalamientos severos a Moreira por haber concertado la coalición con ellos. Llama la atención que el vocero más agresivo en el ataque al dirigente sea el ex candidato presidencial y ahora senador Francisco Labastida, derrotado por la alianza del PVEM con el PAN y un converso impugnador de la profesora Elba Esther Gordillo, de quien en 2000 fuera obsequioso defensor.
AMLO está dando muestra de habilidad política. La radicalización le costó mucho, pero le dio para sobrevivir y mantener una adhesión de creyentes después del desenlace de la elección de 2006. Ahora transita hacia la moderación y a una postura de conciliación. Mucho le sirve la actitud de Ebrard. Sin embargo, su punto de partida es totalmente diferente, también sus adversarios y el entorno del país. ¿De dónde crecerá AMLO?
Poiré en Segob. El hombre adecuado en el momento adecuado. Un acierto su nombramiento. Le distinguen prendas personales y profesionales necesarias para transitar con éxito el sinuoso camino adelante.
fberruetop@gmail.com


Lo mismo en http://impreso.milenio.com/node/9065060

La niebla por Juan Villoro



Hemos encontrado una excepcional manera de negar el presente y el futuro. Nuestra vida pública se alimenta de pasado, desesperada nostalgia de los días perdidos.

Nos acercamos a 2012, año de la alineación de planetas prevista por los mayas. El habitual catastrofismo que alimenta los best-sellers y los desastres con efectos especiales de Hollywood presentan la predicción como un apocalipsis.

Aunque el fin de un ciclo no necesariamente es trágico, en el mundo sublunar donde depositamos nuestros votos, todo indica que el porvenir será un desastre.

Lo más extraño es que las promesas de futuro son en realidad recuerdos de una era anterior. Después de 71 años de confundir lo público con lo privado, basar el ejercicio del poder en la impunidad y sostener vacilantes posturas contradictorias, el PRI se perfila como seguro ganador de la contienda. Nadie ignora que los gobernadores Ulises Ruiz y Mario Marín sumieron a Oaxaca y a Puebla en la ilegalidad. Tampoco se desconoce la suciedad en la que está inmerso el líder de ese partido, Humberto Moreira. El gran dinosaurio de nuestro parque jurásico no tuvo que evolucionar para seguir vivo. Un graffiti explica la disyuntiva de los votantes: "Que se vayan los ineptos y que vuelvan los corruptos".

El PRI es percibido como el atrabiliario pero eficaz garante de la protección. "Ellos sí sabían robar", dice un cínico refrán.

Cuando Arnold Schwarzenegger se perfilaba como gobernador de California y Jorge Hank Rhon como alcalde de Tijuana, Heriberto Yépez escribió un lúcido artículo en el que señalaba lo siguiente: los votantes no apoyaban esas candidaturas por ignorancia, sino porque, hartos de su impotencia, anhelaban la fuerza del antihéroe. Más vale que el monstruo esté de tu parte.

La bancarrota del gobierno de Felipe Calderón ha aniquilado las posibilidades de su partido. Desde que asumió el poder, prefirió gobernar con un grupo de amigos incondicionales. No ha sido plural ni siquiera en términos de las alianzas que podría haber obtenido dentro del propio PAN. Por otra parte, el eje de su mandato escapa a toda consideración democrática. En su campaña jamás prometió consagrar sus energías a una guerra contra el narcotráfico. A los 11 días de tomar posesión sacó al Ejército a las calles. ¿Por qué lo hizo? La explicación obvia es que deseaba correr una cortina de humo después de una elección impugnada. A propósito de su más reciente informe de gobierno, Calderón lanzó una de sus campañas de autoelogio. En un spot decía que al llegar a la Presidencia se "encontró" con un grave problema de seguridad. Un mandatario no es elegido para ver qué se "encuentra" en su oficina. El candidato que prometió ser el presidente del empleo es hoy el padrino de los ni-nis.

Al abanderar una delegación de deportistas, Calderón solicitó que echaran "el fua" en alusión a la arenga de un borracho en YouTube. Ese es su nivel intelectual.

La trágica muerte del secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora y otras siete personas ha sumido al país en la zozobra. Como Juan Camilo Mouriño, el segundo funcionario más importante del gobierno parece haber sido víctima de un accidente. "Fue la niebla", dicen los peritos. Eso no explica la voluntad de atravesarla en vuelo. Que el encargado de la seguridad nacional carezca de condiciones de seguridad es una renuncia a la razón. Que esto ocurra por segunda vez es un suicidio de gobierno.

¿Cómo salir de este marasmo? Todas las flechas apuntan al pasado. El regreso del PRI se percibe como la vuelta a casa del hermano mayor que impone su ley sin escrúpulos pero puede ser benévolo con nosotros. El "ogro filantrópico" descrito por Octavio Paz tiene la mesa puesta.

Mientras tanto, el PRD celebró una consulta que terminó con el triunfo de López Obrador. Los nerviosos pueden respirar. En caso de perder, es difícil que el caudillo hubiera tratado de sentir qué se siente apoyar a otra persona. Tal vez lo hubiéramos conocido como "candidato legítimo".

La falta de miras que López Obrador mostró en la derrota de 2006 le impidió transformar una caída injusta en un propósito moral para una victoria por venir. Sin embargo, el panorama es tan precario que tiene méritos por default. Su partido es el único que no ha gobernado el país; en ese sentido, representa una relativa novedad entre atavismos. Pero su mesianismo de líder sindical de los años cuarenta tampoco es muy moderno. Salvo el Distrito Federal, el PRD no conserva los sitios donde gobierna, mostrando que es mejor para la impugnación que para la gestión. La ausencia de plataforma nacional gravita en contra de López Obrador. Las ilusiones que despertó hace seis años regresan como una sopa mal recalentada (preferible a otros venenos pero poco entusiasmante).

El cambio sólo puede venir de quienes no luchan por beneficios personales y se articulan en torno a llamados ciudadanos como el de Javier Sicilia. ¿Serán el futuro en 2012?

Por ahora caminamos como en un poema de Octavio Paz, oyendo nuestros pasos, extraviados en un laberinto donde "sólo es real la niebla".

Domingo cultural y de relax

La naturaleza que no podemos ver fácilmente en este video desde Islandia
 
Murmuration from Sophie Windsor Clive on Vimeo.

Domingo cultural