PRIMER TIEMPO: Siéntese y abróchese el cinturón. La nueva Ley de Telecomunicaciones, que revolucionará la vida cotidiana de los mexicanos y modificará la esencia de un negocio donde los actores se repartirán un mercado de 35 mil millones de dólares al año, pasó la primera aduana de San Lázaro y, por la forma como se aprobó el viernes, deberá navegar sin problemas por el Senado. Todo apuntaba que Carlos Slim, de Telmex y Telcel, sería el gran perdedor, pero al final, en una decisión salomónica, los diputados de oposición presionaron al PRI para que se empatara el marcador con Emilio Azcárraga y Televisa. Slim, si entrega a sus competidores el 20% de su mercado en telefonía fija y el 30% de su mercado de celulares, podrá licitar una cadena nacional de televisión. Azcárraga que no necesita desagregarse sino acatar una ley que obliga a sus sistemas de cable y televisión por satélite transmitir sin costo ni discriminación —salvo en el caso del otro sistema de televisión por satélite, Dish—, podrá aspirar a tener una telefónica. Lo intentó con Nextel y entró en Iusacell en asociación con TV Azteca. Ahora podrá hacerlo plenamente, quizás con otro gigante del sector. Telefónica, por ejemplo, la empresa española cuyo presidente ejecutivo en México y Centroamérica es Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda durante el gobierno de Vicente Fox y muy cercano a Roberto Hernández, que vendió su gran parte accionaria en Banamex en 2001 en una controvertida operación bursátil que le permitió no pagar 12 mil millones de pesos en impuestos por la venta multimillonaria a Citibank. Telefónica es el gran rival de América Móvil, que pertenece a Slim en América Latina, y Hernández es uno de los accionistas importantes en Televisa, el titán hispano entre los conglomerados de comunicación y entretenimiento en el mundo. Si Slim es un gigante, Azcárraga puede sumar fuerzas para enfrentarlo. Tiene además un activo a su favor: durante la campaña presidencial apostó por Peña Nieto, mientras que su competidor, se tiene la percepción en varias oficinas de la casa presidencial, la jugó con Andrés Manuel López Obrador.
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RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN
domingo, 24 de marzo de 2013
Sánchez Susarrey- PPM: 31 /DIC /13
Es muy probable que el PPM se agote a finales de año o que, en el mejor de los casos, sobreviva por un tiempo más. Pero difícilmente tendrá los resultados y alcances de estos primeros meses
¿Tiene el Pacto por México (PPM) fecha de caducidad o se puede esperar que siga dando resultados indefinidamente? Imposible dar una respuesta contundente. Pero lo más probable es que, como todo mecanismo político, se agote en determinado momento.
Hacia diciembre, el PAN elegirá su nueva dirección nacional. Aún no se sabe si será por sufragio universal de todos los militantes, como fue aprobado en su última asamblea, o se circunscribirá a los miembros del Consejo Nacional.
Pero independientemente del método, no hay ninguna garantía de que Gustavo Madero vaya a ser reelegido. Cabe incluso la posibilidad de que ni siquiera se inscriba como candidato. Por lo demás, el contexto de esa elección será muy complicado.
¿Tiene el Pacto por México (PPM) fecha de caducidad o se puede esperar que siga dando resultados indefinidamente? Imposible dar una respuesta contundente. Pero lo más probable es que, como todo mecanismo político, se agote en determinado momento.
Hacia diciembre, el PAN elegirá su nueva dirección nacional. Aún no se sabe si será por sufragio universal de todos los militantes, como fue aprobado en su última asamblea, o se circunscribirá a los miembros del Consejo Nacional.
Pero independientemente del método, no hay ninguna garantía de que Gustavo Madero vaya a ser reelegido. Cabe incluso la posibilidad de que ni siquiera se inscriba como candidato. Por lo demás, el contexto de esa elección será muy complicado.
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