sábado, 7 de diciembre de 2013

René Delgado - Pozos y urnas

Con el mismo título pero invertido, hace tres semanas se advirtió el peligro supuesto en sacar a como diera lugar las reformas electoral y energética, atando una a la otra y legislando bajo la mesa y sobre las rodillas. No hubo -ni se esperaba, desde luego- reconsideración alguna. Ahora, se tiene por régimen electoral un adefesio jurídico de muy difícil aplicación y, en trámite legislativo, una reforma energética sin garantía, en la que el panismo tiene la manija de su aprobación.


La separación del perredismo, así sea temporal, del Pacto por México y la lamentable afección cardiaca de Andrés Manuel López Obrador desbalancearon al gobierno y al priismo, colocándolos ante una disyuntiva: ceder todavía más frente a la derecha panista o congelar la reforma energética hasta crear o encontrar condiciones favorables a su postura. Puede no parecerlo, pero el gobierno requería de la resistencia para regular a modo el alcance de la reforma y hacer valer ciertos equilibrios. Sin esa resistencia, el gobierno y el priismo quedan a merced del capricho panista o, bien, ante la necesidad de plantear un armisticio legislativo.



José Woldenberg - Regreso a Pereyra

Carlos Pereyra (1940-1988) fue una de las voces que en México mejor pensó las relaciones entre un proyecto socialista y la democracia. Filósofo, profesor universitario, periodista, militante, sus textos están marcados por la necesidad del debate y el esclarecimiento de un determinado perfil para la izquierda mexicana. No son elaboraciones sólo académicas —aunque algunos de sus textos están pensados específicamente para ese circuito— sino que cargan una explícita intencionalidad política.

En especial su texto “La perspectiva socialista en México”,1 apareció publicado originalmente en 1985 en un libro colectivo coordinado por Jorge Alcocer2 como un insumo importante para el debate que entonces se desarrollaba en las filas del Partido Socialista Unificado de México (PSUM).3 Ése es su contexto y en él se puede apreciar mejor su pertinencia, sus aportes.



Beatriz Pagés - La izquierda: infarto al corazón

Los dictadores no tienen sucesor. En la historia política, ésa es casi una ley. De tal forma que el infarto al miocardio que sufrió Andrés Manuel López Obrador puso de manera inevitable a la izquierda en un estado de incertidumbre.
La muerte, desaparición o debilitamiento físico de los autócratas aviva las ambiciones y profundiza la pugna entre los liderazgos. Los partidos, grupos o gobiernos anclados en personalidades mesiánicas terminan casi siempre —ante la pérdida de su líder— en guerras intestinas o cuando menos en la balcanización.
López Obrador no ha muerto, pero todos saben que ya no podrá ser el mismo. La intensidad de las giras, el estrés que implica asumirse como el salvador de la patria, el esfuerzo físico e intelectual que se debe invertir para vivir eternamente como oposición al gobierno, como oposición, incluso, a corrientes del que fue su partido, el PRD, exige una salud que ya no tiene.




Francisco Garfias - Un católico que no cree en los “diezmos”

Luis Alberto Villarreal ha estado en el ojo del huracán en los últimos días. Al coordinador de los diputados del PAN lo han acusado de mandar colaboradores a cobrar “diezmo” a los alcaldes, a cambio de gestionarles mayores recursos en el Presupuesto de Egresos.
“Soy católico, pero no creo en la Iglesia. Consecuentemente tampoco creo en los diezmos”, revira este panista-maderista de hueso colorado, por quien excepcionalmente el priista Manlio Fabio Beltrones metió las manos al fuego.
Al guanajuatense le pegó el asunto, pero no perdió la calma. Ni siquiera hay una denuncia y menos un denunciante con nombre y apellido. Todo es a través de un supuesto acusador que nunca dio la cara.



Raymundo Riva Palacio - En busca del líder

PRIMER TIEMPO: El enorme vacío en las calles. La salud de Andrés Manuel López Obrador, que ha sido un secreto de Estado cuidado por sus cercanos, sólo había sido afectada en los dos últimos años por divertículos, que nunca han sido reconocidos como un padecimiento que lo afligiera. Tenía un cardiólogo de cabecera, pero no porque sufriera del corazón sino como un cuidado preventivo. Por eso, cuando la noche del lunes, como reportó la prensa, después de una cena en La Jornada —su principal monero, Rafael Barajas, “El Fisgón”, muy cercano a él, y junto con el jefe de la página editorial, Luis Hernández, lo acompañaron a un mitin el domingo—, tuvo dolor y náuseas, no esperó sino que fue al hospital Médica Sur, donde lo intervinieron de inmediato. Gracias a la prontitud, López Obrador evitó una complicación que lo pusiera en una situación donde no sabríamos hoy que habría sucedido. Intervención a tiempo permite una recuperación normal y un reinicio de actividades, en su caso, al menos en enero. En lo individual, para sus seguidores son muy buenas noticias —algo que salvo excepciones, comparten todos-, pero en lo político, es una nueva bomba atómica sobre Hiroshima, que hoy se deletrea Morena.




Jaime Sánchez Susarrey - Año I: Saldos

1. A favor, reformas laboral, educativa y telecomunicaciones. Después de un impasse de 15 años, imposible negar la importancia de las modificaciones constitucionales.
2. Pero estos cambios se han dado con bemoles. La laboral fue un paso adelante, pero ha resultado insuficiente. La educativa fue torpedeada y debilitada por la CNTE, con la complicidad del PRD. La de telecomunicaciones carece de ley reglamentaria.
3. En el limbo, las reformas de combate a la corrupción y de transparencia. Ambas eran y son claves.
4. En contra, la reforma hacendaria: Un gran paso atrás. Fomenta la informalidad, regresa a los tiempos del déficit fiscal, golpea a los causantes cautivos, recauda más para gastar más, sin justificación alguna.

Manuel Espino - La lección de Mandela para México

En el sistema político mexicano —con sus rudas costumbres enraizadas en siglos de conflicto— han triunfado personajes que hacen gala de antivalores como el engaño, la corrupción y la intolerancia. Aun cuando en la teoría se aprecia la democracia, en la práctica el autoritarismo ha sido la constante durante gran parte de nuestra historia.

Es por ello que para muchos de quienes nos formamos dentro del humanismo político hubo líderes internacionales que se convirtieron en faros no solo por sus ideas, sino sobre todo por su ánimo libertario. Pienso en Gandhi, en Luther King, en Konrad Adenauer y otros más, destacando la figura de Nelson Mandela.



Francisco Martín Moreno - ¿Quién tiene mejor buena suerte?


Cuando fui informado a través de las redes sociales del percance cardiaco sufrido por López Obrador, el más insigne e insistente defensor de las causas del atraso nacional, de inmediato vino a mi mente el recuerdo de una conversación sostenida entre Napoleón y uno de sus generales del Grande Armée a días de su encumbramiento como emperador a finales de 1804.

Cuando se leyó en voz alta la trayectoria militar del candidato a ser ungido como mariscal de campo y una vez subrayados sus impresionantes títulos obtenidos a un lado de los cañones, el titular del consulado preguntó:

Ya me fueron narrados sus méritos de campaña, ahora bien, ¿tiene usted buena
suerte…?

Cuando supe que AMLO, el héroe sin cabeza, había sido una penosa víctima de un mal cardiaco, de inmediato me pregunté si Peña Nieto o él tenían buena suerte. ¿A quién de los dos le convenía en las presentes circunstancias políticas que le diera un ataque al corazón?




Cuento Sueco - Gallo y gallina


Gallo y gallina  

Un gallo y una gallina salieron un día a coger nueces. Al gallo se le quedaron atascadas dos nueces en la garganta, así que corría el riesgo de ahogarse. La gallina corrió hacia una fuente y dijo:

— ¡Querida fuente, dame agua! El agua es para el gallo, que se está ahogando.

La fuente contestó:

—Vete al tilo y tráeme hojas


La gallina corrió hacia el tilo y dijo:

— ¡Querido tilo, dame hojas! Las hojas se las daré a la fuente, la fuente me dará agua y el agua se la daré al gallo, que se está ahogando.