jueves, 23 de abril de 2015

Lorenzo Meyer - Más de un millón de millones de dólares

¿Y QUÉ SE HIZO CON ESA RIQUEZA?

La cifra que da título a esta columna está tomada de Alicia Puyana, ‘La economía petrolera en un mercado politizado y global. México y Colombia’, (2015). Y se trata, ni más ni menos, del monto en que la autora calcula, a precios constantes de 2011, lo que el gobierno de México recibió hasta 2012 sólo por la explotación del gran yacimiento petrolero de Cantarell: 1.1 millones de millones de dólares. El valor total de la producción de hidrocarburos del período fue de casi dos mil millones de millones de dólares, (p. 206). Cantarell -uno de los mayores yacimientos petroleros del mundo-, fue descubierto en 1971 y ocho años más tarde, bajo el gobierno de José López Portillo, empezó su actividad. En 2004 llegó a producir 2.1 millones de barriles diarios; hoy su producción es apenas un octavo de ese monto.


Lea la columna completa en este link http://periodicocorreo.com.mx/agenda-ciudadana-23-abril-2015/

Jorge Zepeda Patterson - Oficio de tinieblas

Dicen que un cirujano es un asesino sublimado, alguien con la inclinación necesaria para tomar un instrumento afilado y acuchillar al prójimo. Nada reprochable, desde luego, si la acción tiene como propósito extirpar un tumor maligno. De igual forma, un periodista es un chismoso sublimado, alguien para quien todo secreto supone un desafío. Primero para descubrirlo, después para divulgarlo. En el alma del periodista anida el impulso soberbio y embriagador que supone saber algo que los demás ignoran y, acto seguido, disfrutar mostrando al mundo lo que sólo él sabe.

Con los políticos el tema es un poco más complejo. Es una vocación que entraña un impulso hacia el servicio público, el deseo de ser objeto de la admiración y del agradecimiento unánime, el anhelo de trascender. Por lo menos esa es la motivación que aparece en los perfiles autobiográficos. Pero a medida que los he conocido advierto que en la mayoría de ellos el verdadero motor simple y sencillamente es el apetito por el poder. Peor aún, ni siquiera cualquier tipo de poder sino aquél que incluye una fuerte dosis de transgresión.







Raymundo Riva Palacio - La corrupción, un estilo de vida

Dieciocho años de empantanamiento en materia de lucha a la corrupción, se rompieron este martes al ser aprobado el Sistema Nacional Anticorrupción. Lo primero, ovación de pie. Lo segundo, a trabajar porque apenas es el principio en la construcción de un modelo institucional que empiece a levantar barreras contra el fenómeno más pernicioso del Siglo XX que nunca se acaba. La nueva ley, con todas sus virtudes, es una respuesta a la irritación ciudadana, pero no como el principio para un cambio ideológico –entendido como el compromiso con una idea- para enfrentar ese cáncer, sino con una motivación política y reduccionista que no sustenta el entusiasmo de la clase política.

Hace más de cinco años, en un texto intitulado “La Corrupción Somos Todos”, se recordaba que México tiene una sociedad política que es tolerante con servidores públicos ladrones, ligados al crimen organizado y cínicos consumados, a quienes defienden con un espíritu de cuerpo que los hace igualmente corruptos. En septiembre pasado se publicó en este mismo espacio el costo que significaba a la economía la gangrena de la corrupción: 1.5 billones de pesos, equivalente al 10% del Producto Interno Bruto, similar al gasto administrativo del gobierno federal en 2012.







Sergio Sarmiento - Versiones distintas

"Gracias a Dios tenemos la inteligencia para no ser dueños de la verdad".

Luiz Inácio Lula da Silva

Antes del reportaje de Laura Castellanos el Reforma había divulgado ya información que ponía en duda la versión de las autoridades sobre lo ocurrido el 6 de enero en Apatzingán. El 11 de enero recogió testimonios de integrantes del convoy que buscaba recuperar los autos confiscados y que afirmaban que la policía los recibió a tiros.



Lea la columna completa en este link http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=304417






Eduardo Ruiz Healy - Liderazgo en impunidad 2

Impunidad. (Del lat. impunĭtas, -ātis). 1. f. Falta de castigo. – Definición en el Diccionario de la Real Academia Española. Reporte Orentlicher 2005, citado en el Índice de Impunidad Global). Inexistencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones, así como de responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria, porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación, detención, procesamiento y, en caso de ser reconocidos culpables, condena a penas apropiadas, incluso a la indemnización del daño causado a sus víctimas.

El Índice de Impunidad Global elaborado por el Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia (CESIJ) de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) incluye a 59 países miembros de Naciones Unidas que han generado la información estadística suficiente y actualizada en materia de seguridad, justicia y derechos humanos. No incluye a otros 134 países con membresía en Naciones Unidas que no proporcionan estadísticas sobre seguridad y justicia que permitan una evaluación comparada en materia de seguridad y justicia”. Los 59 países incluidos son: Andorra, Albania, Alemania, Argentina, Armenia, Austria, Bahamas, Barbados, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Canadá, República Checa, Chile, Chipre, Colombia, Corea, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Filipinas, Finlandia, Francia, Georgia, Guayana, Holanda, Honduras, Hungría, Irlanda, Italia, Jamaica, Japón, Letonia, Lituania, Malta, México, Moldova, Mongolia, Montenegro, Nicaragua, Noruega, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal, Rumania, Rusia, El Salvador, Serbia, Singapur, Suecia, Suiza, Trinidad y Tobago, Turquía, Ucrania.







José Woldenberg - La pérdida del registro

No pensaba volver a escribir sobre el tema. Pero luego de leer algunos artículos vale la pena hacer ciertas precisiones. Se entiende la indignación que suscita la conducta del PVEM, pero la sola rabia no es una buena consejera. Repito: no quiero ni puedo defender la conducta ilegal del Verde, pero como decía, la "cura" puede ser más nociva que la "enfermedad". Solo 6 notas.




Lea la columna completa en este link http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=304422


Stephen King - El último turno

Stephen King  (1947)

El último turno

Viernes, dos de la mañana.

Cuando Warwick subió, Hall estaba sentado en el banco contiguo al ascensor, el único lugar del tercer piso donde un pobre trabajador podía fumarse un pitillo. No le alegró ver a Warwick. Teóricamente, el capataz no debía asomar las narices en el terreno durante el último turno. Teóricamente, debía quedarse en su despacho del sótano, bebiendo café de la jarra que descansaba sobre el ángulo de su escritorio. Además, hacía calor.

Era el mes de junio más caluroso que se recordaba en Gates Falls, y el termómetro de la Orange Cruz que también colgaba junto al ascensor había alcanzado en una oportunidad los treinta y cuatro grados a las tres de la mañana. Sólo Dios sabía qué clase de infierno era la tejeduría en el turno de tres a once.

Hall manejaba la carda: un armatoste fabricado en 1934 por una desaparecida firma de Cleveland. Sólo trabajaba en la tejeduría desde abril, de modo que todavía ganaba el salario mínimo de un dólar con stenta y ocho céntimos por hora, a pesar de lo cual estaba satisfecho. No tenía esposa, ni una chica estable, ni debía pagar alimentos por divorcio. Le gustaba vagabundear, y durante los últimos tres años había viajado, haciendo auto-stop, de Berkley (estudiante universitario) a Lake Tahoe (botones) a Galveston (estibador) a Miami (cocinero de minutas) a Wheeling (taxista y lavaplatos) a Gates Falls, Maine (cardador). No planeaba volver a partir hasta que comenzara a nevar. Era un individuo solitario y prefería el turno de once a siete, cuando la sangre de la tejeduría circulaba en su punto más bajo, para no hablar de la temperatura ambiente.

Lo único que no le gustaba eran las ratas.