jueves, 22 de diciembre de 2011

GustavoOrozco recomienda: Sentido adiós a MILENIO Héctor Tajonar

2011-12-21
La televisora y el candidato tricolor constituyen un binomio político-electoral indivisible y, para muchos, invencible. Los concesionarios de la televisión han pasado de ser soldados del presidente a inventores de presidenciables.
Apreciado Carlos Marín:
He reflexionado acerca de la breve conversación telefónica que sostuvimos la semana pasada y he tomado la decisión de suspender mi colaboración semanal en MILENIO Diario. Antes de exponer mis razones, quiero agradecerte el haberme invitado hace cinco años y medio a colaborar en este diario después de haber publicado, a solicitud mía y en calidad de columnista invitado, el texto titulado “¿La rebelión de las masas?”, fechado el 16 de julio de 2006. Desde entonces he podido expresar con toda libertad mi visión personal, independiente y crítica acerca del acontecer político nacional. Tu proposición de modificar esas condiciones me obliga a escribir esta carta de renuncia, con la atenta solicitud de que sea publicada en el espacio que tuviste a bien asignarme en Acentos.
Me has pedido que dejara de criticar a Televisa en mi columna, aduciendo que MILENIO Televisión está asociado con esa empresa para sus transmisiones en cable. Comprendo que en la actual coyuntura preelectoral mis puntos de vista puedan resultar disfuncionales para los legítimos intereses empresariales de esta casa editorial. Sin embargo, sabemos que en el ámbito de los medios de comunicación, los intereses empresariales se traducen en políticas editoriales. Ello me impide aceptar tu planteamiento. Permanecer en esas condiciones significaría no sólo coartar mi libertad de expresión sino convertirme en cómplice pasivo de una situación política con la cual no comulgo. Ha llegado el momento de marcharme.
Durante 40 años he estudiado la relación entre el poder político y los medios de comunicación, en especial la televisión, y como sabes trabajé en Televisa durante dos décadas. Por tanto, puedo decir sin el menor asomo de vanidad que cuento con las herramientas teóricas y empíricas para hablar acerca de estos temas con suficiente conocimiento. Así lo he hecho desde la soledad de mi escritorio y mi conciencia en este espacio del que hoy me despido.
Ahora más que nunca cobra actualidad la conocida advertencia de Karl Popper: La televisión se ha convertido en un poder político colosal, el más importante de todos… Se ha vuelto un poder demasiado grande para la democracia. Ninguna democracia puede sobrevivir si no se pone fin al abuso de este poder.
Televisa es el ejemplo más claro del abuso de ese poder sin control, su inocultable vínculo con el candidato del PRI representa una burla a las leyes electorales del país y el riesgo de un grave retroceso democrático. La televisora y el candidato tricolor constituyen un binomio político-electoral indivisible y, para muchos, invencible. Los concesionarios de la televisión han pasado de ser soldados del presidente a inventores de presidenciables. Por ello, dejar de criticar a Televisa, como me lo has pedido, equivaldría a dejar de criticar a Peña Nieto. No puedo aceptar el ejercicio de un periodismo amordazado.
Interpreto tu exhorto a la autocensura como el resultado de una presión de los estrategas de Peña Nieto, cuya función primordial es cuidar la imagen pública del candidato, la cual ha resultado un tanto dañada en días recientes. Entiendo que les haya incomodado mi texto publicado hace dos semanas en este espacio, titulado “Los dos Peña Nieto”, en el cual menciono que la popularidad del personaje está íntimamente vinculada al secreto mejor guardado por el candidato del PRI: el costo financiero y político de su alianza con Televisa.
Hace seis años, Santiago Creel fue derrotado en la elección interna del PAN por Felipe Calderón debido a que se dio a conocer que, siendo secretario de Gobernación, el delfín de Fox intercambió presencia en la pantalla televisiva por permisos de casas de apuestas para Televisa. Los artífices de esa táctica son los mismos que se han encargado de diseñar la hasta ahora exitosa estrategia de comunicación política de Peña Nieto. Es comprensible que la máxima prioridad de dichos estrategas sea impedir que el fracaso de la alianza de Televisa con Creel se repita ahora con Peña. Si alguien estorba es preciso neutralizarlo.
En consecuencia, se ha recurrido al método del PRI de siempre: cooptar o silenciar. El mismo que usaron antes Echeverría, López Portillo y Salinas. Surge ahora el neoautoritarismo peñista. El episodio del que soy protagonista involuntario constituye un grave precedente de lo que tendríamos si el candidato de la pantalla resultara vencedor en las elecciones del año próximo.
El disenso no debe equipararse con la enemistad. Felicidades.

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Adiós a los periodicazos
Basta leer en MILENIO a Álvaro Cueva o ver los cartones de Jabaz y Rapé para saber que Tajonar miente al decir que le pedí “dejar de criticar a Televisa”.

Le llamé hace pocos días, eso sí, para comentarle que sus colaboraciones trasminaban rencor hacia la empresa en que trabajó 20 años; recordarle que esta casa editorial está asociada en los sistemas de cable en el norte de México (para nada en la señal de MILENIO Televisión) con Televisa; que en este diario no hacemos campañas para denostar ni encumbrar a nadie, y le previne de que sus textos estaban descendiendo a nivel de periodicazos (de septiembre a la fecha, uno de cada tres contra Televisa).
Tajonar imagina que mi comentario es “resultado de una presión de los estrategas de Peña Nieto…”.
No, Héctor: desconozco quiénes y cuántos sean, y ni ellos ni nadie me ha buscado nunca para comentarme nada que hayas escrito jamás.
Carlos Marín

Marín - Otro enfoque del ayotzinapazo


Patricia Segovia escribe desde Acapulco:
Muchos habitantes de Guerrero desaprobamos que las manifestaciones se “arreglen” a balazos, pero tampoco aguantamos ya a los ayotzinapos, que son unos verdaderos vándalos.
Durante muchos años han cerrado la caseta (de cobro en la autopista México-Acapulco) y amenazan con moler a palos los vehículos de quienes quieren pasar, si no les dan de 50 a 100 pesos, y la gente se tiene que esperar de tres a cinco horas para poder avanzar.
Se les mantiene, se les da casa, comida, estudios y pretenden plazas… ¡pero en zonas urbanas!, no rurales, que son para lo que dizque se están capacitando.
El gobierno estatal ya los convirtió en mártires y nosotros, la gente de tercera, la “plebe”, vamos a pagar las consecuencias, pues nadie va a querer tocarlos ni con el pétalo de una hojita de la ley.
Algunos creen que el ex procurador y el gobernador están jugando al “policía bueno y malo”: uno le pega a la Federación y otro la defiende, y no se aclara nada, no hay culpables ni responsabilidades ni aplicación de la ley…

Carlos Puig - ¿Dónde desperdicio mi voto?



En las elecciones presidenciales de 2000 y 2006, en la boleta siempre apareció una opción para tirar nuestro voto. Era esa opción que sabíamos imposible, a veces ni siquiera cercana a lograr el registro pero que nos hacía sentir bien.

Gilberto Rincón Gallardo y Patricia Mercado cumplieron esa función a la perfección.

El próximo julio, sin embargo, no habrá esa oportunidad.

Habrá tres nombres en la boleta para la presidencial. Y puede ser que los tres llegarán a ese día con cierta posibilidad de ganar.

Personajes del peso de Javier Sicilia están abiertamente llamando a no votar por ninguna de las opciones: “Se han lanzado (los partidos) a unas elecciones ignominiosas cuyas pugnas, que aumentan la criminalidad y la ausencia del Estado, no nos conducirán a una República, sino a un callejón sin salida”, escribió el poeta en Proceso en un artículo polemizando abiertamente con la propuesta de López Obrador.

Seguramente en los próximos meses veremos, como en 2009, crecer el movimiento de voto en blanco o nulo. Nunca he entendido el sentido del voto nulo. En última instancia, al no estar contemplado en la ley que algún porcentaje de nulos o abstenciones pudiera anular la elección o cambiar su resultado. Por lo mismo, no tiene ningún efecto práctico. “Manda un mensaje” me dirán algunos. Pues sí, pero eso implica que a nuestros políticos les importaran esos mensajes y viendo la experiencia…

Creo que en los próximos meses se construirá un nuevo movimiento del voto útil, similar al que le dio algunos votos —decisivos, dicen unos— a Vicente Fox en el 2000. La narrativa ya está hoy construyéndose, lo que no está claro es quién se beneficiará.

Me refiero a la lógica del miedo al regreso del PRI a Los Pinos.

En estas mismas páginas he dudado de la estrategia a gran escala. Después de todo hay un buen porcentaje de votantes que no tienen ninguna memoria del PRI, de ese PRI que la verdad sí asusta. Me debo corregir a partir de lo cómodo que veo a Enrique Peña Nieto acompañado, exactamente, de ese PRI. Está colaborando a hacer más fácil la narrativa del voto útil en contra de que esos regresen.

Del lado del PAN, Ernesto Cordero insiste en estos días en hacer ese su discurso. Entiendo que le pueda funcionar entre panistas, muchos de ellos definidos por su antipriismo. No tengo claro que sea él, en caso de ser candidato blanquiazul, el candidato de la continuidad calderonista, quien pueda cachar el voto del miedo al regreso tricolor.

Fina ironía del destino, creo que frente a Cordero, y si lo trabaja, es López Obrador quien podría atrapar los votos útiles del no al priismo de dinosaurios. Una manera de combatir los negativos es poniéndolos enfrente de quien puede provocar más negativos.

Por eso, entre otras cosas, es que creo que la elección del próximo año está muy lejos de decidirse en diciembre.

Josefina ofrece una segunda etapa de guerra contra narco

La precandidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, reiteró hoy que es tiempo de transitar a una segunda etapa en la lucha contra el crimen organizado. Demandó que se dote de mayores y mejores herramientas de trabajo a las policías municipales y que haya una ley contra el “lavado” de dinero. Indicó que frente al crimen organizado "no se debe ni se puede ceder y menos otorgar amnistía".

Mazatlán, Sin., 21 Dic. (Notimex).- La precandidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, reiteró hoy que es tiempo de transitar a una segunda etapa en la lucha contra el crimen organizado.

Para ello, demandó que se dote de mayores y mejores herramientas de trabajo a las policías municipales y que haya una ley contra el “lavado” de dinero.

En conferencia de prensa en el marco de una visita a esta ciudad, indicó que frente al crimen organizado no se debe ni se puede ceder y menos otorgar amnistía.

Hizo votos para que se apruebe lo antes posible la ley de “lavado” de dinero, porque permitirá que no solamente los capos enfrenten la justicia, sino jueces o magistrados, o quienes están “lavando” recursos.

Con relación a la decisión del diputado federal Manuel Clouthier Carrillo, de impugnar la decisión del Comité Ejecutivo Nacional de PAN de rechazar su registro como aspirante a una candidatura a senador, Vázquez Mota sólo dijo que respeta esa decisión.

“Me merece todo el respeto la decisión de la Comisión Interna de Elecciones, así como las del ejercicio de libertad y derecho que asuma el diputado Clouthier”, subrayó.

También reiteró su respeto a sus contrincantes en la búsqueda de la candidatura presidencial panista, Ernesto Cordero y Santiago Creel, a quienes consideró como dos hombres que han aportado a la formación de este país.

La precandidata del blanquiazul dijo que como mujer conoce las realidades del país y la manera de atender las necesidades.

Sin embargo, confió que ella será la candidata panista y que el apoyo ciudadano lo tendrá en las urnas, no sólo en febrero, sino también en julio de 2012 para ganar la Presidencia de la República.

Jorge Medellín- Los policías de Saynez


Alrededor de mil infantes de Marina operan desde ayer como improvisados policías en Boca del Río, Veracruz, municipio penetrado por Los Zetas, por el cártel del Golfo y por células del cártel de Sinaloa en las dos últimas administraciones (Fidel Herrera Beltrán y Miguel Alemán Velasco, ambos del PRI).

La medida emergente se tomó tras las masacres consecutivas cometidas en contra de decenas de civiles y algunos policías ejecutados precisamente en las inmediaciones de la exclusiva zona hotelera de ese municipio el pasado mes de septiembre.

Los cadáveres fueron colocados por sicarios de Los Zetas en tres camionetas y arrojados al arroyo vehicular frente a la zona de hoteles en al que un día después se desarrolló un encuentro de procuración de justicia y de jueces y magistrados federales. La afrenta del narco no fue para menos.

La Armada de México envió a mil 500 efectivos para enfrentar la situación que no tardó en recrudecerse. En las dos semanas siguientes a la primera masacre aparecieron otras decenas de cuerpos de gente torturada y ejecutada por sicarios.

La Marina intensificó sus patrullajes y su trabajo de inteligencia y logró desmantelar una red de telecomunicaciones que no sólo permitía operar a la gente del cártel. También constituía el centro neurálgico para dar protección a los líderes del cartel en sus movimientos dentro y fuera de Veracruz.

Estas acciones han traído como consecuencia varios golpes estratégicos de la Marina a la organización que dirigen Miguel Ángel Treviño y Heriberto Lazcano Lazcano. Lo que faltaba, desde la perspectiva del mando naval y del secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, era ir más a fondo y atacar también el fenómeno de la corrupción que paralizó en los últimos meses a la policía de Boca del Río.

Amenazados por Los Zetas y por otros grupos, los policías municipales se dedicaban a no intervenir en operativos, a evadir acciones de persecución y, por supuesto, a mantener informados a los líderes del cártel en Veracruz sobre los movimientos navales y militares en su contra.

Por eso se decidió intervenir con una especie de golpe de mano, dando de baja a 900 integrantes de esa corporación y unos 100 empleados administrativos que finalmente no pasaron los controles de confianza llevados a cabo hace unas semanas.

La acciones de la fuerza naval habilitad como policía intermunicipal en Boca del Río serán supervisadas por durante los siguientes cinco meses por el almirante Guillermo Colín Torres, comandante de la Primera Región Naval, que comprende la Primera y Tercera Zonas Navales, la Fuerza Naval de Golfo y los Sectores Navales de Coatzacoalcos, en Veracruz, y La Pesca y Matamoros, en Tamaulipas.

El objetivo fundamental del despliegue naval en Boca del Río es el de colaborar a que ese municipio tenga “un cuerpo policiaco confiable y preparado”, indican mandos de la Marina.

La primera fase de la operación durará cinco meses y en ella se desplegarán mil marinos. El mando naval en la zona decidirá, junto con autoridades de Veracruz, si este número es suficiente o si se necesitarán más elementos para lograr suplir a los policías dados de baja.

En total el operativo deberá durar 10 meses. En ese lapso el gobierno estatal y el municipal deberán tener listos a dos mil elementos para que gradualmente ocupen las plazas que han quedado acéfalas.

Pero este golpe de mano tiene sus flancos débiles. La salida de estos casi mil elementos policiacos se traducirá en acciones represivas entre las que se espera que varios ahora ex policías se unan a alguno de los cárteles para los que trabajaban. Otros buscarán empleo como guardias de seguridad privada y muchos más intentarán conseguir trabajos legales en el estado.

Se prevén acciones de respuesta violenta ben respuesta a la decisión de mandar al desempleo a cerca de mil personas justo a fin de año. Para eso la Marina tomó previsiones y junto con la Secretaría de Gobernación, el Gobierno de Veracruz y el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) elaboraron un padrón con los datos de los ahora ex policías. Nadie quiere sorpresas desagradables, sobre todo cuando 900 elementos resentidos pueden generar nuevos cuadros operativos para los cárteles de la droga.

En tanto surge la nueva generación de policías que se hará cargo de Boca del Río, el gobierno estatal y la Marina evaluarán los restantes cuerpos de seguridad estatal y municipal para determinar su confiabilidad.

Desde ayer, dos almirantes, un vicealmirante y un contralmirante se harán cargo de apoyar un esfuerzo más por limpiar a uno solo de los más de dos mil cuerpos policiacos municipales existentes en el país.

Es, a querer o no, empezar de cero en una agenda que desde hace dos años Genaro García Luna, titular de Seguridad Pública federal, se jactó de llevar adelante viento en popa, a pesar de la realidad misma. Hoy, no hay forma de defender aquel proyecto de refundación y dignificación policiaca.


Leído en http://www.24-horas.mx/los-policias-de-saynez/

Martha Anaya - Calderón toma el control del proceso interno


Felipe Calderón le ganó la partida a Gustavo Madero y desde esta semana tomó abiertamente el control del proceso de elección interno del PAN, del que habrá de surgir el candidato presidencial del blanquiazul.

Los jaloneos entre el presidente de la República y el dirigente de Acción Nacional sobre quién llevaría las riendas del proceso, comenzó hace cinco meses -principios de julio-, cuando Calderón quiso llevar mano e invitó a los aspirantes azules a comer a su casa. Cuando Madero (y los grupos que le apoyan, particularmente los yunquistas) se enteró, se opuso al encuentro, intentó sacar al presidente de la República del proceso de elección interno y le dijo: El proceso lo voy a conducir yo, ven al partido.

Fue entonces que se organizó un encuentro a puertas cerradas, en la sede del PAN, los días 16 y 17 de julio para definir la estrategia de cara a los comicios de 2012. Asistió a la sede del PAN junto con el ex candidato presidencial, Diego Fernández de Cevallos; el todavía secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora; el Jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruíz Mateos; la coordinadora general de Comunicación Social, Alejandra Sota; además de los gobernadores de Sonora, Guillermo Padrés Elías; de Puebla, Rafael Moreno Valle; de Morelos, Marco Antonio Adame; Baja California, José Guadalupe Osuna Millán; y de Baja California Sur, Marcos Covarrubias.

A partir de ahí, Calderón se vio obligado a dejarle a Madero los bártulos de la elección. El coahuilense, a su vez, ofreció llevar una contienda interna tersa, armónica, desprovista de ataques.

Pero las cosas no le salieron bien a Madero. Su mayor tropiezo fue el que el Tribunal Electoral revocara el acuerdo del método de elección directa de diputados y senadores en Tamaulipas, Oaxaca, Guanajuato y Distrito Federal.

Además de ello, el PAN no repunta en las encuestas, el rechazo a la inscripción de la candidatura de Manuel Clouthier tendrá costos; hay quienes consideran que los panistas deberían tener ya un precandidato único y no seguir en esta historia de tres; para colmo –desde la perspectiva de Calderón–, Ernesto Cordero sigue muy debajo de Josefina Vázquez Mota.

Si a eso le sumamos el debate que tuvieron Cordero y Josefina donde ella acusó a Ernesto de haber producido más pobres, y él a ella de no tener liderazgo político suficiente para sacar adelante las reformas, quien terminó raspado al final de cuentas fue Calderón.

Ante esta situación, el presidente decidió que Madero había perdido el control del proceso y tomó cartas en el asunto. Comenzó a operar él mismo el proceso interno y lo hizo patente para todos: invitó, uno a uno, a los precandidatos a Los Pinos, a su terreno.

El martes por la mañana, Calderón se reunió hora y media con Vázquez Mota. Ese mismo día, a la una de la tarde, con Creel, durante 45 minutos. En ambos casos, las invitaciones fueron de último momento. Tan de premura que Josefina tuvo que cancelar una reunión y Creel pidió que le esperaran a que recogiera primero su constancia de precandidato.

Gemas: Perlas cortesía de Santiago Creel: “No sé lo que está pasando arriba, lo que sí sé es lo que se está gestando abajo”.

“Calderón y Madero me escucharon hablar de mi precampaña. No sé si con alegría o no, pero yo sí…”

José Carreño Carlón -FCH/DEA: ¿una elección intervenida?


El mensaje central del Presidente Calderón y sus cercanos para esta temporada electoral embona con el del director de la DEA y otras agencias de seguridad de Estados Unidos. Y ambos apuntan a la intervención de ese país en el proceso de sucesión presidencial en México.
La ley mexicana prohíbe exhibir las taras de los aspirantes a puestos de elección, por considerarlo denigratorio. Pero le permite al Presidente, a su equipo, a su partido y a sus precandidatos a la Presidencia desarrollar un mensaje no sólo denigrante en serio, sino además intervencionista, según el cual el crimen organizado estaría por capturar, con el proceso electoral, las instituciones del Estado.
La conexión más ominosa de ese discurso con los espacios de decisión de Washington se da con la identificación que allá se hace de las bandas criminales mexicanas con el terrorismo internacional. Porque esto incluiría a México como asunto de seguridad nacional estadounidense, lo que a su vez, en la lógica de Estados Unidos, autorizaría a sus fuerzas de seguridad a intervenir abiertamente en nuestro país.
El director de la Agencia Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Jack Riley, insistió el lunes en que Joaquín “El Chapo” Guzmán no sólo es capaz de influir en las elecciones de 2012, sino también tiene el poder para desestabilizar políticamente a México. Y volvió a inscribir al crimen mexicano en el terrorismo internacional, en el esquema de persecución transfronteriza con el que Washington enfrenta ese fenómeno. Después de la muerte de Osama Bin Laden, repitió Riley en Chicago, “El Chapo” pasó a ser el criminal más temido, buscado y rico en el mundo, “con un poder insuperable para influir, corromper y matar”.
Vía de escape
Al servicio de este planteamiento, Luis Vargas Valdez, el fiscal Especial para Delitos Electorales de México, expresó en Washington que aquí también hay preocupación por la posibilidad de la captura del Estado por las bandas criminales en el actual trance electoral: variaciones del discurso presidencial, a partir del triunfo del PRI en Michoacán, compartidas también por los precandidatos presidenciales panistas.
Se trataría así de un juego peligroso a partir de un mensaje electoral diseñado para cargar sobre el partido puntero la sospecha de que su triunfo se debería a los cárteles. Ello lo convertiría en el mayor peligro para México, en los términos en que fue señalado López Obrador en 2006. Pero esta vez con una vía de escape para el caso de que, si ni de esa forma se lograra cerrar la ventaja priista, se pueda anular la elección para evitar la supuesta captura del poder político por los cárteles.
Esto, de acuerdo con el discurso del PAN-gobierno. Pero está además el amago de una movilización estadounidense dispuesta a evitar, conforme al discurso de Washington, la amenaza a la seguridad nacional norteamericana que significaría esa supuesta captura del poder por cárteles mexicanos, supuestamente inscritos en el terrorismo internacional.
Fraude patriótico/antipatriótico
Claro como el lodo, suele escribir León García Soler, citando a Norbert Guterman, el célebre editor del Monthly Review y popularizador con Henry Lefevbre de las nociones marxistas de alienación y mistificación.
Y curiosamente hasta hace un cuarto de siglo se ironizaba con la frase de “fraude patriótico” ante la mistificación, el engaño del discurso del régimen priista que justificaba los robos electorales al PAN con aquello del peligro que entrañaría entregarle el poder al partido de la intervención extranjera.
Pero hoy, con su alienación a la estrategia estadounidense, el Gobierno panista parece proponerse no sólo comprobar el peligro del que alertaba aquel discurso antidemocrático del PRI del pasado, sino que además se propone evitar —de manera igualmente antidemocrática— el triunfo del PRI de hoy, con esa suerte de fraude antipatriótico que anuncia su discurso sobre el supuesto peligro de la captura del Estado por los cárteles… si el PAN pierde el poder en las urnas.

Acusa AMLO que Tribunal Electoral lo quiere callar


“Primero que no podemos aparecer en la radio y la tv, ahora sólo con militantes”. Sugiere que como a Peña le recomendaron no hablar mucho, quieren silenciarlo.

Andrés Manuel López Obrador acusó que como los asesores de Enrique Peña Nieto ya le recomendaron quedarse callado, ahora el Tribunal Electoral lo quiere silenciar a él.
Tras la resolución que establece que los aspirantes únicos ya no pueden hacer actos de precampaña y sólo eventos donde haya militantes de los partidos, el tabasqueño anunció que enviará una carta a los magistrados del órgano jurisdiccional para consultarles lo que puede y no hacer.
“Primero que no podemos aparecer en la radio y la televisión, ahora ya sólo actos donde estén militantes. Los ciudadanos no pueden escucharnos, y ¿saben qué? Temo, a lo mejor estoy equivocado y eso se va a saber con el tiempo, ya saben que el otro candidato, ya saben cuál, no lo voy a mencionar por su nombre, no vaya a ser que me quieran multar por eso, pero ya le recomendaron sus asesores que no hable mucho, quieren que esté calladito como mudo, porque si habla no le va bien, entonces creo que estén pensando que silencien a todos, pero con la ventaja de que a ese personaje ya lo introdujeron al mercado como producto chatarra, quieren que nos callemos”.
Ayer, durante un mitin en el parque Cañitas de la delegación Miguel Hidalgo, anunció que pedirá a los magistrados una aclaración para saber si los seguidores del Movimiento de Regeneración Nacional pueden asistir a sus actos políticos.
El tabasqueño pidió a la gente presente levantar la mano si pertenecía al PRD, PT o Convergencia para comprobar que no violaba la normatividad electoral. Cuando la gente lanzó un sí unísono, dijo: “ah entonces si lo podemos hacer”.
Promete 7 millones de empleos
El aspirante presidencial de las izquierdas prometió que durante los primeros seis meses de gobierno dará trabajo y estudio a siete millones de jóvenes a través de un programa que se llamará “Jóvenes construyendo el futuro” y costaría 150 mil millones de pesos, lo que representa el cuatro por ciento del presupuesto federal.
A través de ese programa, que dijo, ya analizan presupuestalmente sus asesores, se daría empleo a jóvenes que no estudian ni trabajan en la siembra de árboles maderables y la construcción de caminos.
Consideró lamentable que se hable de reformas estructurales para el país, pero no se busque combatir la corrupción.
Sostuvo además que en otros países donde han adoptado la honestidad como forma de gobierno, como Suecia o Noruega, han salido adelante.
Refirió que México está en el lugar 100 de transparencia y por debajo de Haití en crecimiento económico.
México, agregó, debe crecer 6 por ciento anual para recuperar un millón 200 mil empleos. Para lograrlo, se debe recuperar el campo, apoyar a la pequeña y mediana empresa que generan el 90 por ciento de los trabajos, pero “son los más hostigados con impuestos y trámites burocráticos.
“Un cambio verdadero”
Antes, durante un acto en la delegación Cuajimalpa, López Obrador aseguró que los próximos seis meses serán definitorios para el futuro de la República, para lograr serenar al país de la decadencia y la crisis de inseguridad.
“Una de dos, o más de lo mismo que significa más injusticia y más opresión, o un cambio verdadero”.
Sostuvo que sólo con justicia se va a poder serenar al país “y eso se debe entender, atender las causas que originaron esta decadencia”.
El aspirante presidencial destacó que la justicia “conviene a todos, a ricos y a pobres” porque “si no hay justicia no habrá paz social”.
Además, dijo que en 2006 no se entendió por qué era necesario apoyar primero a los pobres, y “si antes todo iba mal, ahora todo ha empeorado porque se siguió con la misma política de corrupción y saqueo y ahí están las consecuencias, un estallido de odio que se traduce en inseguridad y violencia”.
En el cuarto día de su gira por el Distrito Federal, el tabasqueño insistió en que no le quitará a los ricos para darle a los pobres. “Vamos a respetar a todos, pero le vamos a dar preferencia a la gente humilde del país. No hace falta expropiar bienes, despojar a nadie”.

Mauricio Merino- El gran demiurgo

Tiene razón López Obrador al subrayar la falta de ética como uno de los problemas principales del país. No sólo estamos hundidos en la corrupción de buena parte de las administraciones públicas, sino que además nos hemos ido habituando al engaño, a la simulación, a la negligencia y al cinismo que también campean entre particulares. La corrupción y la falta de responsabilidad no son, ni remotamente, cosa exclusiva de los gobiernos o de los políticos, sino formas de relación social cada vez más extendidas, aun cuando sus expresiones más extremas nos hayan sumido en la violencia.

No obstante, el acierto de reconocer a la falta de ética como la causa primigenia de buena parte de nuestros problemas públicos se pierde cuando se utiliza como arma para denunciar a los demás y como argumento para clasificar a los buenos y a los malos según la conveniencia política del día. Es verdad que en el territorio de la ética resulta inevitable formular comparaciones entre los valores invocados y las conductas efectivamente realizadas; someter a juicio lo que se hace y dice —o lo que no se hace o no se dice—, en función de una prescripción moral determinada. Eso hacemos todo el tiempo, con más o menos conciencia del peso de nuestras palabras sobre nuestros actos. Pero esa fórmula puede volverse espeluznante cuando su propósito no sólo es la conquista del poder sino el establecimiento de una moral determinada solamente por el juicio personal del líder.

De hecho, hay algo anómalo en la discusión moral que ha despertado el líder de la izquierda mexicana a partir del empleo de símbolos, palabras y mensajes de raigambre religiosa.

Mientras el Presidente Calderón comulga con la fe católica y el PRI pacta privilegios con los dirigentes de esa Iglesia para mantener penalizado el aborto en la mayor parte del país o abrir la puerta franca al clero para meterse a las escuelas, a los medios y las plazas —tal como lo auspiciaría la más reciente reforma constitucional aprobada por los diputados—, el dirigente de la izquierda lanza mensajes de amor y paz, invoca a la Morena y vuelve generoso del desierto. La laicidad, entendida no sólo como la separación entre las iglesias y el Estado, sino como la defensa de un conjunto de valores basados en el civismo, la solidaridad, la tolerancia y la responsabilidad entre personas sin anclajes religiosos, se ha quedado huérfana entre los partidos. He aquí otra novedad de las campañas de 2012: que todas competirán por los fervores religiosos de los mexicanos, de manera más o menos descarada.

Pero la laicidad no sólo importa como pauta de convivencia entre distintos —cuyas creencias y prácticas en busca de la trascendencia sean igualmente respetables—, sino porque impide que se pase juicio civil y se castigue la conducta ajena en función de esas creencias religiosas. La laicidad no se opone a las creencias sino al uso político y faccioso de ellas. Exactamente al contrario de lo que sucedió con el triste debate del aborto, que en casi todo México ha convertido en un delito lo que los católicos consideran un pecado.

Y tal como puede suceder, también, con cualquier otra invocación de la ética desde el dedo flamígero de un líder que se cree a sí mismo la encarnación del bien y la bondad. El gran demiurgo de la izquierda, que no convoca a la deliberación conjunta de una ética laica, democrática y abierta capaz de acompañar el futuro plural, pacífico y honrado del país, sino a formar comités de acusación moral contra los enemigos de su ética, de su posición moral particular y de sus soluciones ya prefabricadas sobre la teoría de las escaleras que se barren desde arriba. Vistas con cuidado, esas posiciones no difieren un milímetro: lo único que cambia entre ellas es el púlpito y el nombre del Savonarola.

Con todo, es verdad que uno de los mayores problemas del país es la falta de referentes éticos y de prácticas capaces de honrarlos para volver a convivir en paz. Pero no será mediante una guerra santa entre credos enfrentados como se salvará esa carencia enorme del país, sino renovando los valores de la democracia deliberativa, abierta, plural y tolerante. Que cada quien tenga su credo y sus pastores; que cada uno elija al líder y al partido que prefiera, pero que ninguno de ellos —credos, pastores, dirigentes y partidos— siga arrojando leña al fuego de la polarización y la descalificación sistemática del otro, del que piensa diferente y no se aviene a la obediencia, porque el resultado puede ser un gran incendio que nadie querría apagar


Leído en http://opinion.informador.com.mx/Rotonda/2011/12/21/el-gran-demiurgo/