Luego de cumplir 300 días, el gobierno dejará ver si se crece ante la adversidad... o si se achica. Calzar los zapatos del presidente de la República no es algo sencillo.
No es para menos. Los maestros dejaron el Zócalo pero no la capital de la República, y Elba Esther Gordillo sonríe. Los empresarios torpedean la política hacendaria. La gran televisora resiste el dictado de la ley de telecomunicaciones. El ardor calderonista no cede. Los grandes consorcios comerciales repudian la ley antilavado de dinero. El cardenismo y el lopezobradorismo se reencuentran en contra de la reforma petrolera, mientras la derecha reclama concesiones en esa industria, no contratos de utilidades compartidas. La derecha y la izquierda partidistas canjean la reforma hacendaria por una reforma electoral, mal hecha pero a su medida. El crimen y la violencia, lejos de desvanecerse, se fortalecen. La economía se tambalea... y a la patria, en su mes, le llueve como hacía 125 años no le ocurría, dejando un desastre donde no faltan quienes ven la oportunidad de lucrar o chantajear.