jueves, 16 de julio de 2015

Ricardo Alemán - El talón de Aquiles de 'El Chapo'

Nadie sabe, a ciencia cierta, cuántos hijos tiene Joaquín “El Chapo” Guzmán”. Y el tema se convirtió en noticia porque luego de la fuga del narcotraficante la autoridad federal estableció una línea de investigación en torno a la docena de hijos que hasta hoy –se sabe–, ha reconocido el criminal. Y es que para nadie es novedad que “el talón de Aquiles” de “El Chapo” son sus hijos y sus mujeres. Más aún, cuando el líder del Cártel del Pacífico fue capturado se debió a un relajamiento de su seguridad cuando estaba de visita con la madre de sus pequeñas gemelas.

Lo que sí se sabe –por ejemplo–, es que el menor de los vástagos de “El Chapo” es hijo de Lucero Guadalupe Sánchez López, actual diputada del Congreso de Sinaloa por el Distrito XVI de Cosalá. De igual manera, se sabe que por la influencia de “El Chapo” en el municipio de Cosalá –sierra de Sinaloa y territorio del Guzmán Loera–, la señora Sánchez López fue convertida en diputada al Congreso estatal.







Raymundo Riva Palacio - El Chapo... y la guerra contra Osorio

La fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, produjo una crisis política en el corazón del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto que trajo consigo una crisis colateral en la cima de su gabinete. Lo más grave es que se inició una campaña pública desde la Oficina de la Presidencia que encabeza Aurelio Nuño, en contra del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con el propósito aparente de cortar la gangrena que sube por la pierna de Peña Nieto en Bucareli, y acotar el costo del desprestigio y falta de credibilidad nacional e internacional, en la figura del jefe del gabinete. La pregunta es si avala el presidente esta embestida.

Por la vieja relación personal y política de Peña Nieto con Osorio Chong, puede presumirse que no, y que en la oficina de Nuño decidieron tomar decisiones sin autorización del presidente. Parecen descontrolados. Desde el domingo, los operadores de Los Pinos han buscado minimizar el daño y buscar tópicos que desvíen la atención pública de la fuga, pero las presiones sobre los medios sólo han polarizado coberturas y opiniones, en cuyo contexto se socializó la crisis en la presidencia tripartita.








Ciro Gómez Leyva - No era penal... ni lo será

El 30 de junio de 2014, se difundió con ruido considerable que cuatro mexicanos viajaban en un taxi en Fortaleza, Brasil, después de la derrota de la Selección ante Holanda, y que desde el taxi uno de los cuatro manoseó a una brasileña. Como el acompañante de la mujer enfureció, los mexicanos bajaron y lo medio mataron a golpes. Llegó la Policía. Los metieron a la cárcel acusados de lesiones graves.

Con esa bastante inverosímil versión, se desató en México un verdadero linchamiento mediático contra los “panistas de Fortaleza”, pues dos habían sido diputados de ese partido y trabajaban en la panista Delegación Benito Juárez. Y aunque para la segunda semana de julio, el defensor Xavier Olea había expuesto con razonable verosimilitud y confiabilidad que no se denunció ningún tocamiento sexual y había contradicciones profundas en el expediente, el linchamiento no paró. Ni siquiera porque los presuntos agredidos eran hijos de poderosos de Fortaleza y el caso pintaba como una abusiva demostración clasista y xenófoba.







Sergio Sarmiento - La verdadera culpa

"Cuando culpas a los demás pierdes la oportunidad de cambiar".

Robert Anthony

La culpa no es del presidente Enrique Peña Nieto ni de su secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong. Tampoco en 2001 fue de Vicente Fox ni del secretario Santiago Creel. La responsabilidad real en las fugas del Chapo Guzmán le corresponde a una fallida guerra contra el narco que le ha dado poder y recursos extraordinarios a quienes se dedican al comercio ilegal de las drogas.





Lea la columna completa aquí http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=318538








José Woldenberg - 'La ciudad que nos inventa'

Así se llama el más reciente libro de Héctor de Mauleón. No es una "crónica de seis siglos" de la Ciudad de México, como dice el subtítulo, pero sí un cofre de asombros que, entre la nostalgia y la ironía, nos acercan a la historia de una ciudad inabarcable. Se trata de breves capítulos sobre lugares, personas, obras, episodios y leyendas, que han modelado el rostro de lo que hoy es la mayor concentración poblacional del país. Y están escritos con gusto, conocimiento, deleite por las sorpresas y buena pluma.



Lea la columna completa aquí  http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=318661



Eduardo Ruiz Healy - El día de la verdad

El 2 de julio pasado el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, anunció que le solicitó la renuncia a todos los integrantes de su gabinete legal y ampliado. Explicó después de “hacer una evaluación puntual de todo el gabinete” decidiría con quienes continuaría trabajando. Adelantó que a más tardar el 15 de julio, o sea ayer, anunciaría su decisión.

El anuncio fue bien recibido, por lo menos entre los políticos perredistas que cada vez más critican la labor de muchos colaboradores de Mancera. Opinaron que la decisión del gobernante defeño mostraba que éste por fin se dio cuenta de que en su gabinete hay un buen numero de hombres y mujeres que por su mal desempeño contribuyeron a la derrota electoral del PRD en demasiadas delegaciones y distritos electorales en las elecciones del 7 de junio.







Francisco Martín Moreno - Los cuentos chinos del chino

Nunca he creído en las historias contadas por los cazadores ni por los apostadores ni, mucho menos, por los políticos, auténticos profesionales del embuste. A propósito, recuerdo una anécdota narrada por un cazador que me hizo saber cómo en Tanganica se había encontrado, de golpe, con un elefante tan grande, pero tan grande, que sólo la fotografía pesaba más de 40 kilos…

Si el amable lector que pasa su mirada generosamente por estas líneas cree semejante efeméride africana, entonces también debe creer que del penal de Almoloya, de alta “facilidad” reconocida en todo el mundo, se haya podido construir un túnel de 1 kilómetro y medio de longitud y 15 metros de profundidad, sin que nadie se haya percatado: ni los presos ni las autoridades ni los reclusos, absolutamente sordos y ciegos, porque sacaron más de 3 toneladas de tierra sin producir ni una briznita de polvo ni un triste decibel de ruido. He ahí pequeñas muestras de la magia de este gran escapista, un genial ilusionista como El Chapo Guzmán, cuya sola presencia produce sordera entre quienes lo rodean. El Chapo, un personaje de virtudes poco vistas si se olvida su lamentable profesión, sería la envidia de Harry Houdini, de David Blaine, de David Copperfield, de Criss Angel y del gran Cardini.








Giovanni Papini - ¿Quién eres?

Giovanni Papini  (1881 - 1956)

¿Quién eres?

El asunto empezó de un modo muy sencillo. Una mañana no recibí ni siquiera una carta. Hacía muchísimos años que no me ocurría eso y quedé sorprendido y amoscado. Me importaba enormemente la correspondencia, ya que es una de las pocas posibilidades de lo imprevisto que permanecen en nuestra existencia, y todos los días la esperaba con una ansiedad que se volvía casi febril cuando esperaba alguna respuesta importante. Ya fuesen cartas de mujeres lejanas que solicitan un amor inútil, o de desconocidos entusiastas que intentan hacernos penetrar en sus vidas, o de amigos olvidados que de improviso surgen del pasado y nos exponen los deseos y los arrepentimientos de las últimas etapas de la vida, o de descubridores y profetas provincianos que nos quieren imponer sus tonterías o bien esperan que las refutemos, o incluso de insignificantes hombres de negocios o de parientes de tercer grado, yo las leía todas con una enorme avidez. El examen de mi correspondencia diaria, que en aquel tiempo era bastante voluminosa, se había convertido en uno de mis grandes placeres. ¡Y aquella mañana no recibí una sola carta, un solo diario! La impresión fue penosa pero breve. Supuse que se trataba de una casualidad y que al día siguiente recibiría muchas más cartas que de ordinario.

Para distraerme, salí de casa. La ciudad era perfectamente igual a la del día anterior. Las calles estaban flanqueadas por las mismas casas y en los comercios habituales los mismos empleados vendían idénticos objetos a indefinidos compradores. Los carteles que veía comúnmente no registraban cambio alguno. Los carros que rodaban sobre el empedrado no diferían en nada de los que siempre había contemplado. Los hombres que se apresuraban aquí y allá estaban vestidos como de costumbre. Por primera vez experimenté cierta impresión de encarcelamiento frente a esta continuidad de cosas iguales. Pero pensé, en seguida, que mi impresión era estúpida y no supe hallar ninguna razón que justificara el hecho de encontrarme fuera de casa a esa hora. Decidí regresar y, cuando hube atravesado la plaza para dirigirme a la calle en que vivo, di con un viejo profesor que había conocido de niño y que a menudo se detenía a conversar conmigo acerca de sus teorías sobre la multiplicación artificial de las diferencias. Lo saludé quitándome el sombrero y llamándolo por su nombre, pero el viejo continuó su camino sin siquiera percatarse. Eché la culpa a su miopía y pensé, por otra parte, que estaba distraído y no le gustaría que lo abordara. Por eso no intenté seguirlo y volví a casa algo irritado por esta ocasión perdida de hallar distracción.