lunes, 19 de diciembre de 2011

Tancredi - La democracia de la mediocridad


La democracia de la mediocridad


En días pasados Denise Maerker hizo una referencia a las campañas que se están realizando en EE.UU. por los candidatos a la presidencia de ese país. Sobre el particular mencionó esas encuestas telefónicas, en las que se pregunta a las personas que se “ganan la rifa del tigre” al ser cuestionados sobre con cuál de los candidatos se sentarían en un sitio a tomar una cerveza o un café.

Las preguntas a los ciudadanos son básicamente con quién, y por qué, se sentarían con alguno de los candidatos a conversar sobre temas de interés común, que pueden ir desde cuáles tópicos son los que se consideran prioritarios, tanto por el candidato como por el interlocutor, en materia de la administración del Estado, hasta cómo se manejarían algunos asuntos que pudieran implicar riesgos de seguridad en dicho país. En fin, el abanico de posibilidades de conversación es enorme, dependiendo de cada uno de los involucrados. Se sobreentiende que el candidato elegido es alguien con quien el ciudadano se sentiría cómodo y relajado.

Es inevitable, después de esto, recordar la campaña que hicieron W y Al Gore. Hubo una mayoría muy importante que eligió a Bush, como el candidato con el que se sentarían a tomar una cerveza. ¡De no creerse! Los argumentos fueron que era un tipo simpático, ocurrente, dicharachero, sencillo, y divertido. Los argumentos contra Al Gore fueron, y recuerdo uno en particular, que era un tipo demasiado serio, ampuloso, “intelectual”, que hablaba de cosas que la mayoría no entendía, o no le interesaban, como el asunto del calentamiento global. Diosssssss…

El resultado ya lo conocemos: Ganó el simpático y ocurrente, contra el intelectual al que preocupan los asuntos serios y las cuestiones ambientales. También conocemos la gestión fracasada del dicharachero y divertido Bush, que dejó a EE. UU. con una crisis económica y de confianza de proporciones epopéyicas.

Me pregunto, si ese ejercicio se hiciera en México,  y la gente dijera con cuál de los candidatos se sentaría a charlar con una taza de café de por medio, ¿quién de los tres punteros, y por qué, sería el ganador?

Lo único que me puedo responder es que, viendo lo sucedido en Estados Unidos, la única ganadora sería la democracia de los mediocres.

¿Alguien tiene una idea de quién sería el elegido de los dioses de la democracia de la mediocridad en México? , ¿por qué sería ese, precisamente ese, el ganador?

Tancredi

Diciembre de 2011

Andrés González - Peso sobre peso


Peso sobre peso.

 Peso sobre peso.
Entre los 6000 pesos de Cordero y los 900 del salario mínimo de Peña han transcurrido varios días donde nos hemos dado cuenta de la lejanía social y económica en que viven los presidenciables del PAN y del PRI.
Parecía que el candidato de la izquierda saldría ileso de cometer ese tipo de errores, pero el día de ayer y sin que nadie le preguntara, cometió  la pifia de decir que el costo del boleto del metro es de dos pesos cuando en realidad el costo es de 9 pesos, pero debido al subsidio del gobierno, el costo se reduce a 3 pesos (desde el 2 de Enero del 2010), con ese comentario Obrador se vuelve miembro distinguido del club de botarates que quieren gobernarnos.
Podemos decir que no es necesario leer libros para ser presidente o decir que se corrigió el error de los pesos o llegar al extremo de decir que es verdad que se vive bien con 6000 al mes, pero eso únicamente nos calificaría de pocos serios y desinteresados en el futuro del país.
Lo que considero importante es que tanto Codero, Peña y Obrador se encuentran totalmente alejados de la realidad nacional y es sumamente reprochable que quien quiera gobernar desconozca las necesidades del pueblo.


En el D.F. millones de personas se transportan diariamente a su trabajo o escuela usando el metro, lo usan para transportarse a sus trabajos o escuelas, hay quienes atraviesan toda la ciudad de México para llegar a su destino gastando solamente 3 pesos convirtiéndose de esa manera en parte fundamental de su economía, y que un luchador social desconozca eso es totalmente deprimente sobre todo tratándose de una ciudad que fue gobernada por él, de una ciudad donde se dice fuerte políticamente.
En lo personal me da miedo que cualquiera de esos tres llegue a ser presidente.







Carlos Puig - Los notables, los negociadores y los consejeros



Por meses, el mayor obstáculo para tener completo el Consejo General del Instituto Federal Electoral había sido el empecinamiento priista, en este caso asociado con la voluntad de Enrique Peña Nieto y su equipo.

Había una especie de tranquilidad que el instituto podía llegar a las elecciones del próximo año incompleto, pero una decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación amenazó al Congreso con que lo hiciera antes del 15 de diciembre, e insinuó que de no hacerlo podrían hasta ser nombrados desde los tribunales.

Lo que sucedió en los días siguientes fue un procedimiento que faltó en sentido estricto a lo establecido en las normas —incluida la Constitución, que dice que la elección de los consejeros se debe hacer “previa realización de una amplia consulta a la sociedad”—, el procedimiento fue poco, o nada, transparente y se saltó todo procedimiento legislativo acordado, por no decir que se mofó un poco de los ciudadanos que se habían inscrito para ser considerados.

Pero fue eficiente. Y hoy es celebrado en sus resultados.

Si los legisladores peñistas eran quienes obstaculizaban el acuerdo, había que hablar con Peña. En una mesa se sentaron Roberto Gil, secretario particular del Presidente; Luis Videgaray, el hombre más cercano a Enrique Peña Nieto, y Armando Ríos Piter, líder de los perredistas en la Cámara de Diputados. Los tres itamitas, de buena relación entre ellos, tuvieron la ocurrencia que desenredó el entuerto.

Pidieron a cuatro personajes que propusieran los nombres. El peso de los cuatro y el hecho de que fuera un acuerdo entre ellos blindaría a los candidatos. Así, se consultó a Cuauhtémoc Cárdenas, José Narro, Jorge Carpizo y José Francisco Paoli. Los notables propusieron tres nombres. De entre los propuestos, Clara Jusidman declinó por razones personales, se sustituyó ese nombre por otro y quedaron los tres que fueron llevados al pleno de la Cámara y aprobados de manera exprés, no sin que antes uno de los candidatos, Sergio García Ramírez, sufriera un embate —muchos creen que desde el mismo PRI— en voz de su ex mujer con asuntos privados.

¿Qué nos dice el procedimiento?

¿Cómo es que en dos semanas se destrabó lo trabado año y medio?

¿Fue la presión de la Corte? ¿Fue haber sacado la negociación de su espacio legal y formal —la Cámara? ¿Fue el carácter de los negociadores y su cercanía con los verdaderos tomadores de decisión en los partidos? ¿Fueron los notables?

¿Qué hizo que el PRI de Peña Nieto cediera a su pretensión de llenar dos de los tres asientos vacantes?

En las semanas y meses que se nos vienen, las fuerzas políticas van a necesitar puentes para conversar. Los calores de la campaña, los ataques tendrán un eco público, pero se necesitan vías privadas para negociar asuntos de importancia —la seguridad, el narco y las campañas, por ejemplo.

Lo sucedido con los consejeros puede ser una fórmula.

Sermón dominical con tufo electoral, dicen




En el marco de una administración presidencial marcada por la violencia, el presidente Felipe Calderón acudió ayer a la Basílica de Guadalupe a una misa especial en la que se oró por recuperar la paz en México.
Los fieles no sabían con exactitud por qué les revisaban sus bolsos a la entrada de La Villa. El Estado Mayor Presidencial se encargó de la seguridad, pues a las 9 de la mañana llegó el Jefe del Ejecutivo federal con su esposa, Margarita Zavala, y sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo.
Margarita Zavala fue la portavoz de la familia Calderón Zavala y ante los fieles, la Primera Dama expuso: “En mi familia hemos preparado una oración por nuestro querido México. (Dios) toca con tu amor el corazón de los violentos (...) Protege a tu pueblo”.
Calderón Hinojosa siguió los rezos de la misa tras haber escuchado un mensaje de casi 11 minutos emitido por el cardenal Norberto Rivera, quien afirmó que la paz en México se anhela, que se ha confundido la libertad con libertinaje, que se debe reconstruir el tejido social, que Dios ama también al criminal.
Frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe que estaba rodeada por una bandera de México, Rivera Carrera destacó que en el país existe “afortunadamente” la separación Estado-Iglesia, pero todos pueden aportar esfuerzos para alcanzar la paz.
Los rezos continuaron y entre ellos se escuchó la voz de una mujer quien pidió a Dios iluminación para que el Presidente de la República, respetando siempre los derechos, busque promover la paz y libertad del pueblo.
En la Presidencia de la República aclararon que Calderón acudió a la misa como ciudadano. La agenda del Mandatario se presentó como “actividades personales”. Cabe destacar que el Jefe del Ejecutivo acostumbra asistir a misa los domingos, éste no fue la excepción.
Al final de la ceremonia religiosa, miembros del Estado Mayor cuidaron al Mandatario, quien se despidió de los fieles más cercanos, mientras guadalupanos vitoreaban al Presidente que ha sorteado la criticada lucha contra el crimen organizado.
Con esa misa, la Iglesia Católica dio inicio al triduo de la oración por la paz y la reconciliación en México.
En voz de los especialistas
La asistencia del presidente Felipe Calderón a la Basílica de Guadalupe tiene una lectura política, de acercamiento a la alta jerarquía católica de cara a las elecciones del 2012, consideran especialistas en religión.
Para Elio Masferrer, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y para Bernardo Barranco, director del Centro de Estudios Religiosos de México, que el Presidente haya asistido a una misa por la paz ayer no responde más que a un acto de campaña.
Masferrer opinó que Calderón Hinojosa se había manejado de forma muy discreta en la relación Estado-Iglesia, pero ahora muestra un pacto con la jerarquía católica que se interpreta como un acto de campaña rumbo al 2012, lo que se reforzará con la próxima visita del Papa Benedicto XVI a México.
Para Barranco, en cambio, el Primer Mandatario y el gobierno panista le preparan el terreno político al Papa en un contexto electoral. Incluso detalló que todo acto de un Presidente de la República se convierte en acto público y, por ende, político.
“La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público prohíbe a los funcionarios asistir a actos de culto en horas laborales. El presidente Calderón es libre de asistir a cualquier culto religioso en sus horas de asueto, aunque habría que preguntarnos dónde empieza o no el asueto de un personaje de la envergadura de Calderón”, dijo a El Economista.
Masferrer Kan comentó que la Iglesia quiere imponer su agenda y le interesa garantizarla, por lo que se busca también una estrategia de control por parte de la Iglesia Católica. La laicidad, completó, existe pero en el papel.
Ambos especialistas precisaron que Calderón ha sido menos histriónico que sus antecesores, pero más contundente en los apoyos a la Iglesia. Mientras que la jerarquía católica responde con el respaldo al gobierno federal en la lucha contra el crimen organizado.

Vicente Fox - Basta de guerra, que llegue la paz


 Estamos en la mejor temporada del año para hacer reflexiones y buenos deseos
sobre la paz. Quizás el valor supremo de una sociedad es, precisamente, la paz.
Sólo en ambientes de paz y armonía el ser humano da su mejor rendimiento,
despliega sus mejores facultades y alcanza sus mayores logros.

Lo que es cierto para una persona, lo es para una comunidad y, más aun, para una
nación.

Es indispensable alcanzar la paz. México no puede más con esta pesada carga que
agobia, asfixia y atemoriza. La guerra ya se ha vuelto una verdadera amenaza
contra la viabilidad como nación y el propósito de desarrollo humano
sustentable. Cada día más ninis y menos oportunidades.

El temor domina el pensamiento de toda la ciudadanía, extendiéndose a familias y
comunidades, a los gobiernos y a los tomadores de decisiones. El temor y el
miedo nunca han sido buenos consejeros. La marcha de la nación, la ruta, está
guiada por estos sentimientos. Urge cambiar.

Hoy la pregunta fuera del país es ¿qué pasa con México; con los mexicanos?;
incluso he oído decir “¿Se volvieron loquitos”?… ¿Están tomando mucho tequila?
La imagen de México ha sufrido gran deterioro. Cada vez más y más mexicanos se
van con todo y familias, llevándose capitales y reduciendo o vendiendo negocios.
Las cifras de inversión, turismo, crecimiento económico, pobreza y reparto
inequitativo de los bienes se deterioran.

Vale entonces la pena decir… basta de guerra, que llegue la paz, sobre todo en
esta época de amor, de recogimiento y reflexión. Queremos un México en paz, sin
guerra, un México en desarrollo y crecimiento. Sólo así cada mexicano
desplegaremos lo mejor de nosotros mismos, sólo así la nación y nuestra economía
caminarán a la par y por delante de quienes nos han rebasado.

“El que quiera paz celeste, que le cueste” … “Nada es de a gratis”. Enfrente
tenemos una gran oportunidad que generosamente nos da nuestra democracia
obtenida a pulso en el año 2000. El proceso electoral que inicia nos abre la
oportunidad de participar, reflexionar, exigir nuevos caminos, nuevas ideas,
nuevas estrategias para salir de esta trampa.

Con la mayor humildad y desde lo más profundo de nuestro ser y sentimiento,
propongo una Gran Cruzada Nacional Ciudadana al grito de “basta de guerra, que
llegue la paz”. Un mensaje que sale del corazón y se hace clamor colectivo:

• A los criminales: Pedimos que diriman sus diferencias y ambiciones de otra
manera, ya que a ellos mismos esta guerra y la violencia les resulta demasiado
cruel y costosa.

• A los jóvenes que por falta de alternativas se han sumado a las filas del
crimen sin que hayan nacido delincuentes, que tienen padres, que no tienen la
criminalidad en los genes: Pedimos que recapaciten, expresen y demanden
oportunidades de una vida provechosa y de bien para ellos y sus familias, en
escuela, trabajo y sociedad.

• A los gobiernos: Pedimos ideas, alternativas, políticas públicas por la paz y
la armonía. Focalizar soluciones en educación, empleo, cultura y esparcimiento,
entendiendo que la juventud involucrada en el crimen organizado está ahí porque
no le estamos ofreciendo las alternativas que ella desea, busca y que está
dispuesta a asumir.

• Al Estado mexicano: Pedimos respeto absoluto y total a los derechos humanos, y
debido proceso jurídico para los maleantes.

• A los partidos políticos: Pedimos el debate democrático, la participación
comprometida, la humildad y la sabiduría en la búsqueda de alternativas; el
desprendimiento de todo interés mezquino; el hacer del sufrimiento ajeno nuestro
propio sufrimiento; el hacer del sentimiento de los demás nuestro sentir; el
hacer de nuestra patria el hogar generoso, pacífico y de oportunidades.

• A los candidatos y candidatas: Pedimos que vean, que escuchen, que entiendan
la verdadera situación y sus graves consecuencias, para que recojan los
sentimientos ciudadanos de temor y angustia de los padres de familia, que su
única demanda al Estado es que sus hijos regresen a casa vivos, sanos y salvos
cada noche.

Pedimos que abran el debate sin limitaciones, sin temor y sin dar por hecho el
pensamiento único. Hay alternativas, hay salidas de la trampa, hay caminos a la
paz y a la concordia. Podemos decir un… basta de guerra, que llegue la paz.

• A los gobiernos que pasarán su última Navidad en funciones y a los que el
próximo año inician: Pedimos que ese sentimiento fraterno los inunde de paz e
inspiración humanista y solidaria para servir con pasión a los demás.

• A los medios: Pedimos que informen a cabalidad y en su totalidad lo que sucede
en nuestro país, para que partiendo de la realidad y no de la ocultación,
actuemos en consecuencia y con determinación. La manera de informar actual y el
acuerdo reciente de los medios de administrar la información, sólo es un fatal
somnífero.

• A la ciudadanía entera: Pedimos hacer del amor, compasión y paz la divisa
nacional que iluminará a todos los actores, a todos los ciudadanos, a todas las
familias y a la nación entera. El camino es hacia la grandeza, hacia la
construcción de una gran nación como propósito colectivo.

El comienzo y el fin es “basta de guerra, que llegue la paz”. ¡Si así lo
deseamos, así sucederá!

Ex presidente de México

Leído en  http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2011/12/56249.php


Leo Zuckermann - El spin de Peña



La traducción de spin al español sería la de “giro”. En comunicación se refiere a la capacidad que tiene una persona de aprovechar a su favor algún evento relevante. En política se usa mucho para darle vuelta a errores que cometen gobernantes y candidatos. Dislates como el de Enrique Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde demostró falta de preparación, carencia de reflejos e ignorancia ante una pregunta predecible y sencilla. No supo contestar cuando le preguntaron cuáles eran los tres libros que lo habían marcado. Ofreció, en cambio, un espectáculo lamentable con una respuesta laberíntica llena de olvidos, confusiones y tartamudeos. El error ha tenido reverberaciones importantes, sobre todo en el Internet y redes sociales. De tonto e ignorante no bajan a Peña. El reto para el candidato es darle la vuelta a este asunto e incluso utilizarlo a su favor. En otras palabras: encontrar un buen spin.

Quizá el mejor ejemplo de un giro comunicativo sea el de Fox con el “hoy, hoy, hoy” de la campaña del 2000. El martes 23 de mayo de aquel año se reunieron frente a todos los medios de comunicación los candidatos a la Presidencia: Francisco Labastida, Cuauhtémoc Cárdenas y Vicente Fox. Mientras que los primeros querían que se negociara la fecha del debate público televisado, el guanajuatense insistía que fuera ese mismo día. Ante las cámaras insistía “hoy, hoy, hoy”. Fue una jornada negra para Fox: se vio necio e intolerante. Tres días después, ya durante el debate, el candidato de la Alianza por el Cambio le dio un spin positivo a este evento. Se disculpó por haber parecido como un terco el “martes negro” pero, desgraciadamente, él no tenía de otra: para poder ganarle a un régimen que llevaba 71 años gobernando, con un poder avasallador, el candidato opositor tenía que ser duro y necio. Nadie que fuera blando le podía ganar al PRI. Fox argumentó, entonces, que “hoy, hoy, hoy” era el reclamo de la gente para sacar al PRI de Los Pinos. Un magnífico spin que, de hecho, se convirtió en eslogan de la campaña foxista.

Peña Nieto está tratando de hacer lo mismo: reconocer su error, darle la vuelta al asunto e incluso utilizarlo a su favor. Otro ejemplo más de un spin de campaña. El sábado, cuando el PRI lo declaró como precandidato presidencial único de ese partido, Peña afirmó:

“Es cierto, podré no recordar el nombre de algún autor, pero debe quedar muy claro: Lo que no se me olvida es la violencia, la pobreza y la desesperanza que vive México. Lo que no se me olvida es el estancamiento económico, el desempleo y falta de oportunidades que se padecen en nuestro país desde hace más de una década. Lo que no se me olvida es que más de 50 millones de mexicanos viven lamentablemente en pobreza. A mí no se me olvida el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos por el ataque impune de los criminales. A mí no se me olvida la mirada de desesperación de la mujer que mantiene el hogar y no encuentra un empleo; la impotencia que sufre al no poder llevar sustento para sus hijos”. Y remató: lo importante de un gobernante es “escuchar a la gente, asumir sus responsabilidades y cumplir con sus compromisos”.

El mensaje es claro: a mí se me podrán olvidar algunos autores pero no los asuntos importantes del país; yo quizá sea malísimo para las trivias culturales pero yo lo que quiero es gobernar al país para resolver sus problemas. Ahí está, pues, el spin de Peña. Quizá usted le crea, quizá no, pero lo importante es que la campaña del priista está intentando darle la vuelta al resbalón de Guadalajara con un spin de libro de texto.

Un spin funciona cuando es congruente con la estrategia de la campaña. Si algo caracterizó la campaña de Fox en 2000, y sentó las bases de su triunfo, es una estrategia clara que, como toda buena estrategia, se podía resumir en unas cuantas palabras: “Trasmitir la necesidad de un cambio urgente de un régimen que durante 71 años se caracterizó por sus malos resultados económicos, el abuso del poder y la corrupción. Promover la idea del voto útil para que el electorado de oposición no se divida entre Fox y Cárdenas. En los últimos meses, difundir la idea de que Fox ya ganó para inducir el voto de aquellos electores que siempre quieren votar por el ganador”. El spin del “hoy, hoy, hoy” coadyuvaba a la estrategia establecida y, por eso, tuvo tanto éxito.

¿Cuál será, entonces, la estrategia de Peña para ganar en 2012? En el discurso del sábado en el PRI, el candidato lo reiteró: “Vamos a cambiar el miedo por la esperanza”. Si los panistas, comenzando por el presidente Calderón, quieren meterle miedo a la población, como hicieron en 2006, ahora con la idea de que el “nuevo PRI” es en realidad el “viejo PRI” (corrupto y mañoso), además de socio del crimen organizado, los priistas van a vender la idea de que es tiempo de una “reconciliación nacional” para resolver los múltiples problemas del país. Eso es lo que se va delineando de la estrategia peñanietista. Y el spin de su error de Guadalajara es consistente con ella: yo no olvido lo importante y si me eligen voy a resolver problemas, no a leer libros.

Ya decidirá el electorado si le cree o no.

Salvador García - Cordero y la percepción


El mayor problema que tiene Ernesto Cordero, según reconocen él mismo y sus estrategas, es la percepción. Aunque internamente en en PAN, según sus encuestas y estimaciones, han crecido y han sumado militantes a su causa, al grado de creer que pueden ganar la elección interna de candidato que se realizará en febrero, hacia afuera del panismo, en buena medida por su poco crecimiento en los sondeos a población abierta, la percepción que se tiene de él es que es un candidato que no crece y que se está quedando rezagado en la contienda panista.

Aun sin fuera, como muchos afirman, el candidato favorito del presidente Calderón y si el mandatario decidiera presionar al panismo para imponerlo como candidato, el problema para Cordero sigue siendo el mismo: si lograra ganar los comicios internos de PAN, ¿cómo van a explicar hacia afuera que el candidato ganador es el que se ubicaba en el tercer lugar en las encuestas y cómo logró ganar el que se veía como el más débil en la percepción de la opinión pública?

El problema para Cordero y para Calderón es que esa misma percepción que se da en población abierta también ha impactado hacia dentro del PAN. Si bien las estadísticas del ex secretario de Hacienda y de sus operadores les dicen que tienen un cierto número de militantes que les dicen que les darán si apoyo -300 mil votos suficientes para ganar, dicen sus estrategas- entre los panistas también crece la idea y la misma percepción de que, con todo y su preparación y experiencia, Cordero no es el mejor candidato ni el que puede resultar más competitivo para Acción Nacional frente al avance del PRI y de su virtual candidato, Enrique Peña Nieto.

Y ahí está el mayor problema que tienen enfrente Ernesto Cordero y su promotor el presidente Calderón: si en el panismo no están convencidos de que Cordero es su mejor opción, ¿cómo harán para enfrentar y vencer un rechazo de la militancia –léase cúpulas y bases militantes– si sienten que hubo una imposición o que se manipularon los resultados en la votación interna? ¿Estaría el presidente en condiciones de fortaleza política para hacer frente a una posible rebelión como la que, dicen, podría darse si el resultado de la contienda no satisface a los panistas?

Lo más grave que podría ocurrirle al PAN es salir dividido de su proceso interno. Si ya hacia afuera enfrentan una desventaja pesada en las encuestas y el desgaste de ser gobierno y los problemas del sexenio de Felipe Calderón serán una pesada carga para mantenerse el poder, una fractura interna debilitaría aún más al partido gobernante y favorecería el anunciado regreso del PRI a la presidencia en 2012.

A diferencia de otros partidos las fracturas en el PAN pueden ser menos estridentes y en ocasiones incluso no visibles. Si los seguidores y operadores de Josefina Vázquez Mota llegaran a estar en desacuerdo con un resultado adverso y no aceptaran una derrota, tal vez no se les vería, ni a ella ni a sus operadores y seguidores despotricar en público y descalificar a Cordero y a la elección, como podría ocurrir por ejemplo entre los perredistas o priistas, pero podrían hacer lo que los panistas llaman “brazos caídos y simplemente hacerse a un lado y dejar de apoyar la campaña del candidato del PAN, con lo que mermarían a su partido y le complicarían aún más el escenario del 2012.

Así que en el mes que le queda a la contienda interna del PAN la percepción jugará un papel importante. Si en ese lapso no cambia la idea de que Cordero está en tercer lugar y que su proyecto y su figura no están creciendo en las preferencias de la militancia panista,
las cosas del partido gobernante se pondrán difíciles si, como afirman algunos en el gobierno, está en camino la imposición obligada de Ernesto Cordero.

Javier Solórzano- El globo.



El mayor problema que enfrenta Enrique Peña Nieto es la sobrevaloración. Es probable que en su entorno lo hayan visto cerca de ser el mesías, muy en el tono de la admiración y sometimiento ante los hombres del poder. Es lo que se podemos llamar el síndrome de la hora: cuando los “poderosos” preguntan la hora, el sequito contesta “las que usted diga”. Es una metáfora que define a muchos empresarios, líderes, mandatarios y, en general, a los que viven en el mundo de la políticos.

Por lo que se ve, Peña Nieto vive en una burbuja de la cual está saliendo riesgosamente. Dicho de otro modo: podría estar empezando a desinflarse el globo. No es que EPN deba estar al tanto de todo; es obvio que muchas cosas se salen de la mente de manera involuntaria aunque se sepan. El gran asunto es que da la impresión que no tiene la más pálida idea de lo que le hablan, a lo que se suma la evidencia de su falta de tablas. No sabe qué hacer cuando le preguntan algo que no sabe o no recuerda. Se pone nervioso, se confunde en el uso del lenguaje, y en lugar de juguetear con la situación, abre la zanja de su incapacidad.

Está metido en un lío mayor porque cada vez que abre la boca, se le van encima y ni modo que se la viva de aquí a las elecciones de “pechito”; no le va alcanzar con ello. El lío se debe también a que el escarnio y la burla están a todo lo que dan, y también porque está en el centro de una muy justificada preocupación porque Peña Nieto quiere ni más ni menos que ser el Presidente del país. Con el perfil que está mostrando, la preocupación puede terminar por ser un juego de niños para lo que viene.

La polémica sobre los libros tiene muchas formas de verse. Por supuesto que el que no lea es un handicap serio. No leer y no recordar significa que en su formación escolar, olvídese de los últimos años de su vida profesional, no le apareció la lectura como un hábito ya de menos para pasar los exámenes finales en la Universidad Panamericana, la cual, por cierto, parece que no hizo en este renglón bien su chamba.

Se les está desinflando el globo y no parecen existir muchas alternativas. Si siguen en la idea de que el descarte, más que las presuntas virtudes de los otros candidatos, van a definir la elección, la apuesta es cara y de riesgo. López Obrador puede crecer en medio del vacío y puede pegar su confusa y mesiánica idea de la República Amorosa. Josefina Vázquez Mota o el “delfín” Ernesto Cordero (se ve cerca el final de Santiago Creel como precandidato) van a tener el apoyo irrestricto, contundente, y definitivo de Los Pinos como ya se puede ver. Todo los precandidatos y candidatos están cuestionados. Ni emocionan ni levantan pasiones. La bronca para Peña Nieto es que se ha puesto en la mira, a lo mejor al rato el turno será de los otros, pero por lo pronto, en el hoy, como diría otro “letrado”, es su momento.

El voto de definición no está sólo en donde se ha centrado la crítica, el escarnio y la burla. El asunto está en que el crecimiento de las redes sociales es exponencial y, a este paso, van a jugar un papel más importante. Peña Nieto tiene que cambiar de estrategia y asesores. Si no evita con inteligencia, sensibilidad y humor lo que le viene puede ser brutal. Hemos sido de la idea desde hace algunos meses de que las elecciones del año que viene van a ser muy peleadas; hoy ya parece ser que no hay duda.

Es cuestión de tiempo para que las encuestas vayan conformando el nuevo escenario y en una de esas nos encontramos con que las grandes ventajas se diluyen. Peña Nieto se ve sin chiste y más allá de que “doña tele” tarde que temprano trate de darle una “ayudada” ya trae el síndrome del globo, los cuales al paso de los días truenan, se desinflan o se hacen bofos.

Pablo Hiriart - El problema central


Detrás de los gritos y chascarrillos de precampaña, están los mayores retos que tiene el país: la pobreza y la desigualdad.

Los días de coexistencia pacífica con la pobreza están contados.

El problema es demasiado grande como para simular que no lo vemos.

La pobreza tiene rostro, está cuantificada y está localizada. ¿Cómo vamos a hacer para atenuarla?

Es normal que en las campañas electorales se den hasta con la cubeta los distintos contendientes. Sí, así es, en condiciones de normalidad.

Pero no estamos en una situación normal. Los estallidos violentos existen en el país y llevamos cerca de 50 mil muertos en el sexenio.

¿Cuánto tardarán esas erupciones de violencia en ampliar sus causas hacia las reivindicaciones sociales?

Desde luego es más entretenido leer (y escribir) sobre las puyas entre los precandidatos y las posibilidades que tienen de ganar. Eso, sin embargo, no desaparece el problema central.

La pobreza alimentaria, es decir la compuesta por personas que no tienen para comer todos los días, ha aumentado en el presente sexenio en seis y medio millones de personas.

Razones puede haber muchas para justificar la debacle, culpar al gobierno o a terceros. Detengámonos en el hecho: es insostenible por más tiempo.

Desde 2004 el salario mínimo (ahora en 58.22 pesos) está por debajo del costo de la canasta básica que define la línea de pobreza.

¿Qué quiere decir eso? Que seis millones de mexicanos que tienen empleo con salario mínimo carecen de recursos para satisfacer sus necesidades básicas.

A ésas personas con trabajo, su sueldo sólo les alcanza para no morir de hambre.

Hay otros cuatro millones de personas (todos los datos son del INEGI) que a pesar de no estar desempleadas no perciben ingresos. Viven de las propinas o limosnas, cuando hay.

Hablamos, pues, de 10 millones de mexicanos que tienen trabajo únicamente para no morir de inanición (de una PEA total de 49.8 millones).

¿Hasta cuándo va a aguantar esa población?

La desigualdad no ha bajado como se dice. Hay un empobrecimiento general que permite dar números que, si bien se miran, son un espejismo.

Entre 2006 y 2010 el ingreso de las familias cayó 14.6 por ciento real (descontando el efecto de la inflación).

El 10 por ciento de los mexicanos más pobres perdió el 15.5 por ciento de su ingreso.

Al otro extremo, el 10 por ciento de los mexicanos más ricos disminuyó su ingreso en 18.9 por ciento.

Es decir, la nivelación que se presume es la peor que nos puede ocurrir: a la baja. Todos con menos ingresos.

Ahí está el tema. Bienvenidas las bromas, pero el problema es extremadamente serio

Riva Palacio - La muerte del presidente.

El sábado pasado se asomaron los riesgos políticos de lo que pueden ser las redes sociales si, quienes tienen responsabilidades públicas, las usan mal. En la cuenta de twitter del PRI se informó de la muerte del ex presidente Miguel de la Madrid, cuya fuente fue la misma que llevó a que varios gobernadores, en la misma plataforma a presentar sus condolencias. El mismo presidente Felipe Calderón hizo lo mismo, sin saberse cuál era su fuente de información.

La muerte de De la Madrid, enfermo crónico con enfisema pulmonar, era verosímil. Tras twitter, la información apareció en los portales de los diarios, hasta que el propio Presidente frenó todo con una corrección: no ha muerto. ¿Qué sucedió? Algunos responsabilizaron a twitter, pero como otros usuarios comentaron, fueron los periodistas quienes contribuyeron a que la versión se esparciera en forma viral al darle veracidad, al difundirla en sus cuentas personales.

Quien esto escribe publicó: “Reportan desde el PRI la muerte del ex presidente Miguel de la Madrid”. Más allá que se haya citado la fuente original de donde surgió todo, este post, como aquellos de periodistas que no citaron ninguna, contribuimos a la desinformación al no haber reconfirmado tan importante noticia. En algunos casos, como quien esto escribe, pudo haber sido porque la información provenía de una fuente de alta calidad que, además, tiene nexos con la familia De la Madrid. Pero no puede ser disculpa, sino aprendizaje.

No se sabe exactamente qué sucedió, aunque el PRI, horas después de que corriera la información, emitió un boletín de prensa donde aseguró que la cuenta de twitter donde se informó de la muerte, no pertenecía al partido, aunque en contradicción, el desmentido usó la misma cuenta.

El no deslinde en su momento y la manera como los gobernadores y el Presidente tomaron la información como cierta, sugieren que sí hubo una fuente confiable que por alguna razón se equivocó, y que al ser difundida por personas que tienen acceso a ese tipo de información de calidad, no hubo verificaciones adicionales y se dio un error colectivo.

Los políticos arrastraron a los periodistas, y las redes sociales, twitter en particular, magnificaron el suceso. Aquí está la lección. Para los periodistas, periodismo básico, como enseñaba René Arteaga, un gran periodista salvadoreño que llegó a México huyendo de las dictaduras centroamericanas. “Cuando te mienten la madre –decía-, chécalo, porque puede ser mentira”.

Es decir, la velocidad de la información y la forma como se esparce tiene que ser atajada. No es la red social, que al final de cuentas es el mensajero, sino quién aporta la información originalmente y cómo se corrobora con una fuente adicional. Los periodistas deberíamos saberlo, y este episodio obliga a replantearse individualmente nuevos controles de calidad de información. La red social no tiene obligación de veracidad ni rendición de cuentas; los medios de comunicación sí.

En el caso de los políticos, está en el origen de haber difundido una información equivocada. ¿Quién aportó la información? ¿dónde está el equipo que corrobora ese tipo de noticias? Esto es en lo estructural, pero en lo operativo obliga al PRI –y a reflexionar a los demás los actores políticos-, a explorar cómo involucrarse en la revolución informativa multinivel y horizontal que se vive, que tiene una velocidad endemoniada que es muy peligrosa.

Esta acción requiere, como en la física, una reacción: equipos de prensa más ágiles, especializados en nuevos medios y redes sociales, que entiendan las diferentes audiencias y sus encrucijadas, el del mundo real mezclado con el virtual donde cohabita una  comunidad de herederos de los medios viejos y usuarios de los nuevos.

La muerte falsa de un ex Presidente, tan triste y lamentable para su familia y cercanos, no afecta al conjunto de la sociedad. Por eso es llamada de atención y aprendizaje. Las redes son una gran herramienta de comunicación, todavía no madura para serlo también de información. Es libre, y por lo tanto, sujetas a todo tipo de insumos, reales, falsos, desinteresados, y tendenciosos. La lección del sábado obliga en colocar en su dimensión a las redes y saber que, por más importantes y fascinantes que sean, no son ni el todo ni la herramienta para tomar decisiones. Al contrario, si no se entienden bien, las puede alterar en prejuicio de las mayorías.


Lo mismo en http://www.vanguardia.com.mx/lamuertedelpresidente-1175253-columna.html

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