jueves, 29 de noviembre de 2012

Alfonso Zárate - Recuento de daños


Desde los primeros días de su gobierno, el jefe del Ejecutivo convirtió la seguridad pública en su obsesión
Luego de 12 años de gobiernos de Acción Nacional, México encara la segunda alternancia. El regreso del PRI es, en sí mismo, un mensaje reprobatorio para las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Con Fox llegaron la frivolidad, la chabacanería y los abusos del poder: “la pareja presidencial”, el Toallagate, las botas de charol, los “súper gerentes”, el enriquecimiento de los muchachos Bribiesca y un largo etcétera.
Calderón quiso desmarcarse de su antecesor, pero incurrió en otros excesos, señaladamente, el de entregarle responsabilidades mayores a figuras menores. Las designaciones en las secretarías de Gobernación, Economía o Energía o en la Oficina de la Presidencia, por citar casos emblemáticos, exhibieron el infantilismo de su grupo. El atorón de algunas de sus iniciativas se explica en gran medida por la deficiente operación política, sobre todo de la Segob.


Ciro Gómez Leyva - Fueron 58 mil, Presidente


El 17 de abril de 2007, se preguntó por primera ocasión en este espacio cuántos muertos cobraría la recién lanzada ofensiva contra el crimen organizado. Estábamos sorprendidos porque las ejecuciones en los tres primeros meses totalizaban 677.
Cinco, seis, siete veces en estos seis años pregunté ¿cuántos muertos, presidente Calderón? ¿Cuál es el límite? ¿Qué dice el diseño estratégico del gobierno? ¿Cuántas vidas se entregarán para ganarle la guerra al crimen?
Mes con mes, la carnicería se ensanchaba. Registrábamos, discerníamos y preguntábamos cuántos ceros tendría esa cifra al final del sexenio.


Ricardo Alemán - ¡Gracias!

Como lo aventuramos ayer, las distintas tribus que cohabitan en el Partido de la Revolución Democrática mataron la posibilidad de un acuerdo, pacto o negociación capaz de alinear los consensos de los tres principales partidos políticos mexicanos, para convertir a nuestro País en una nación moderna, eficiente, que priorice la educación, estimule el empleo y consolide la democracia.

Y es que a pocas horas de que los líderes formales del PRI, PAN y PRD establecieron un primer compromiso para estudiar los caminos posibles para empujar los grandes acuerdos nacionales, apareció lo más atrasado y conservador de la izquierda, para reventar toda posibilidad de que esa izquierda -que se dice representada en el PRD-, se comprometa con sus electores, en particular y, en general con todos los mexicanos.

Por eso, no queda más que dar gracias a las tribus del principal partido de la izquierda mexicana, ya que con su miopía endémica y su pequeñez política se confirma, de cuerpo completo, como una fuerza partidista incapaz de entender la trascendencia su papel histórico y, mucho menos, el valor político de una verdadera izquierda.


José Gil Olmos - Calderón, ¿podrá tu conciencia vivir en paz?

El 20 de noviembre un helicóptero aterrizó frente al Palacio Nacional para recoger unos soldados que resultaron heridos al fracasar una acrobacia encima de los caballos. El desfile del aniversario de la Revolución se suspendió por unos minutos y mientras la aeronave bajaba Felipe Calderón comenzó a batir las manos quitándose algo de encima, lo mismo que a sus hijos y esposa. Al principio nadie sabia qué pasaba, pero luego se supo que las hélices habían levantado y lanzado las heces de los caballos sobre el Presidente y su familia.

Pocos medios (salvo Milenio televisión) difundió esta situación inoportuna de la familia presidencial. En las imágenes se veía cómo Calderón, Margarita y sus hijos hacían esfuerzos por quitarse el estiércol de los caballos de su ropa, el pelo y la cara, sobre todo del Presidente que no sabía qué hacer para quitarse esa inmundicia mientras estaba en el principal balcón del Palacio Nacional.

La imagen parece un preludio de lo que a partir de esta semana será la vida de Felipe Calderón, que nada podrá hacer para quitarse las excreciones de su Gobierno, los errores cometidos, la negligencia e ineficacia de todo su equipo, la corrupción y las malas decisiones que dieron lugar a la etapa más violenta que ha tenido el País desde 1929 cuando en la guerra cristera murieron 150 mi mexicanos.


Lorenzo Meyer - El final que se escribió al principio

"LAS EVALUACIONES SOBRE FELIPE CALDERÓN Y SU SEXENIO SON MUCHAS Y CONTRADICTORIAS, PERO EL JUICIO DE TODAS DEPENDE DE CUáLES SEAN LOS VALORES QUE SE ELIGAN PARA HACERLO".

 ´Haiga sido como haiga sido´

El final del sexenio de Felipe Calderón se escribió desde 2006. Al decidir él y el PAN alcanzar el triunfo en la elección presidencial de ese año a como diera lugar, también y a querer que no, optaron por imponer la naturaleza de los medios sobre la de sus supuestos fines. El resultado es lo que hoy tenemos: el retorno del PRI, una guerra inconclusa contra un narcotráfico fortalecido en la lógica de que si el Estado no gana, pierde, y una gran duda ciudadana sobre la naturaleza misma del sistema político.

Puntada final

La decisión de Calderón de concluir su sexenio mandando al Congreso una iniciativa sin futuro: cambiar el nombre oficial de nuestro País -ya no más Estados Unidos Mexicanos, simplemente México- puede interpretarse como una admisión implícita de derrota: como tras seis años de ejercicio del poder la realidad del País no cambió para bien, entonces, al menos, habría que terminar cambiándole de nombre al País. ¡Vaya final!


Leonardo Valdés Zurita - Los retos electorales en 2013


El próximo año 14 entidades celebrarán elecciones locales. Esto significa que más de 29.7 millones de ciudadanos podrán decidir a quiénes entregarán el poder político de sus estados. Se elegirán mil 718 cargos de representación popular: autoridades de mil 432 municipios, 286 diputados locales y solamente un gobernador. 
Como se ve, en 2013 también habrá una intensa movilización de las fuerzas políticas locales para obtener el voto ciudadano en casi la mitad de los estados de nuestro país. Aunque a diferencia de la jornada electoral del 1º de julio de 2012, en la que elegimos a los titulares de Poder Ejecutivo en siete entidades y al presidente de la república, las elecciones del año próximo serán esencialmente legislativas y municipales. 
Los 14 procesos electorales del año próximo ofrecerán información cuantitativa y cualitativa para avanzar en los estudios sobre el comportamiento electoral. Por ejemplo, en 2012 la votación en entidades sin elección coincidente promedió 60%; en cambio, en donde la elección de gobernador coincidió con la federal, la participación superó 65%. Al parecer, los niveles de participación en México están asociados a un patrón cíclico de comportamiento electoral, típico de países con régimen presidencial. Dicho en otras palabras, elegir al titular del Ejecutivo, federal o local, sigue siendo un estímulo relevante para acudir a las urnas. Estas 14 elecciones también proporcionarán información para analizar el impacto de la alternancia de las gubernaturas en los sistemas de partido y en el reacomodo de la correlación de fuerzas en los congresos locales y municipios. 


Ramón Alberto Garza - La disputa por el gabinete


A unas horas de que se anuncie el gabinete de Enrique Peña Nieto, la lucha irreconciliable de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo se asoma en las presiones para colocar a los suyos y dominar el nuevo gobierno
El retorno del PRI a Los Pinos podría ser menos terso de lo que se presume. 
Y es que una silenciosa pero evidente disputa entre dos ex presidentes priistas se asoma a unas hora de que el mandatario electo Enrique Peña Nieto de a conocer su gabinete.
Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo forcejean en el papel para acaparar las posiciones estratégicas dentro del nuevo gobierno que se espera anuncie el jueves próximo,  para estrenarse el sábado primero de diciembre.
El epicentro de esa disputa se ubica entre los equipos que rodean a Luis Videgaray y a Miguel Ángel Osorio Chong. Uno dominando la estrategia económica; el otro, la política.


Francisco Rodríguez - Harvard y el desprestigio

Durante un año, Felipe Calderón va a vivir, a costillas de los económicamente vapuleados griegos, en Cambridge, Massachusetts, al ladito de Boston. El fellowship –algo así como una beca para el periodo de formación, preparación, entrenamiento o capacitación-- que la Universidad de Harvard y el fondo financiado por la señora Gianna Angelopoulos le concedieron, empero, no prestigia a estas instituciones. 

De suyo, llegará Calderón a Harvard justo cuando esta entidad académica –entre otras-- vive uno de sus peores momentos. ¿Las razones? Tienen que ver, claro, con la propia crisis económica, que reduce la demanda de todo tipo de productos y servicios, pero también con el descrédito, pues una gran parte de la sociedad informada acusa a estos centros de élite de haber formado a los directivos financieros, empresariales y administradores públicos faltos de escrúpulos que nos han conducido a la mayor crisis de la historia. 

Algunas de las más prestigiosas escuelas, sobre todo en Estados Unidos, han respondido a este clima de opinión haciendo rodar cabezas y, así, en los últimos meses han cambiado sus decanos centros como los del propio Harvard, Chicago Booth o Stanford. Pero con ello no han logrado evitar que su reputación, tradicionalmente uno de sus mayores activos, se haya visto socavada. 


Jenaro Villamil - García Luna de la teleserie al thriller

La mañana del 23 de octubre de 2008 entraron elementos de la PFP al recinto alterno del Senado de la República, habilitado en la Torre del Caballito de avenida Reforma, para “repeler” a los legisladores perredistas que ingresaron al salón de sesiones para protestar por la reforma energética que se iba a aprobar ese día. 

Jalonearon a varios, arrastraron a una diputada y poco les faltó para darle un golpe en la cabeza a Rosario Ibarra de Piedra, senadora de 82 años, dirigente incansable del movimiento de los desaparecidos políticos desde la década de los setenta. Sólo porque la cubrió Yeidckol Polevnsky, senadora también, los “profesionales” y “científicos” policías de la PFP no se fueron en contra de la primera mujer en ser candidata a la presidencia de la República. 

Desde un ángulo del recinto convertido en un búnker, Genaro García Luna dirigía y vigilaba las operaciones de sus “muchachos”. Era como el director de cámaras de un gran montaje político. Le grité, en un rapto de furia, que era un represor. Él, inmutable, ni me miró. Siguió con su aparato de radiodifusión dando órdenes para que la teleproducción más ambiciosa del sexenio de Calderón se concretara esa tarde. Nada conmovía al ingeniero transformado desde ese año en el funcionario más poderoso de la administración de Felipe Calderón Hinojosa. El superpolicía del sexenio. 




Osamu Dazai - Sin bromas


Osamu Dazai
1909 - 1948

¿Qué iba a ser de mí? Solo pensar en ello me estremecía, me consternaba hasta el extremo de quedarme en casa sentado sin hacer nada. Un día salí de mi apartamento en el barrio de Hongô y me dirigí arrastrando el bastón de bambú hasta al parque de Ueno. Era una tarde de mediados de septiembre. Mi yukata blanca ya no resultaba apropiada para la época del año y me sentía horriblemente llamativo, como si brillase en la oscuridad. Estaba tan abatido que no quería vivir más. De la superficie del estanque de Shinobazu se levantaba un viento estancado y pestilente. Las flores de loto que crecían allí habían empezado a marchitarse; sus truculentas carcasas, atrapadas entre tallos alargados y vencidos, las estúpidas caras de la gente con una expresión de agotamiento total, todo brotaba al frescor de la tarde y me llevaba a pensar que el fin del mundo debía de andar cerca.