miércoles, 12 de octubre de 2016

Elena Reina - Benjamín Serment: “Yo no mandé matar a mis padres. Los extraño”

"Extraño a mis padres", ha declarado Benjamín Serment. Y esas cuatro palabras han bastado para reabrir el debate sobre uno de los crímenes sacudieron a la capital mexicana. El joven, de 22 años, está acusado de ser el autor intelectual del homicidio de su padre, el cineasta León Serment, y el de su madre, Adriana Rosique, unas semanas después. "Espero que esto se resuelva, poder seguir con mi vida", pide durante una entrevista desde la cárcel el presunto parricida. Pero ni el traje beige, ni los barrotes, ni su mirada perdida y versión de hijo abandonado logran convencer al espectador.





Durante una entrevista a la cadena mexicana Televisa, el presunto parricida reconoce que no tenía una "buena relación con sus padres". Pero habla de "pequeños problemas" y no de querer coser a puñaladas a uno y colgar a la otra. El periodista Joaquín López Dóriga insiste: "¿Alguna vez llegó al punto de querer matarlos?". "No, matar a alguien me parece, no sólo un acto de barbarie, sino que también es...[hace una pausa y cierra los ojos] Nadie puede juzgar", zanja finalmente el acusado. Él permanecerá en prisión hasta que comience el juicio, por el que enfrenta hasta 70 años de cárcel.

El pasado 27 de agosto todo el mundo creyó que al director de cine León Serment lo habían matado al oponerse en un asalto en plena calle. Pero había datos que no cuadraban. Doce puñaladas mortales eran muchas para un atracador. Su hijo, Benjamín, presente en ese momento y "sometido" por los asaltantes, no pidió ayuda cuando los soltaron, según las investigaciones de la Fiscalía. Se fue a su casa, dejó al perro y regresó con su padre. La Fiscalía apunta a que el hijo "no prestó el debido auxilio" para salvarlo. Minutos más tarde, Benjamín llamó a su madre. Le dijo que había ocurrido una "tragedia", que su padre había muerto.

Tres semanas después apareció el cuerpo de una mujer colgando de una cuerda, atada a la ventana de un segundo piso. Todo apuntaba a que Adriana Rosique había sido superada por la tragedia de su esposo y se había suicidado. Los investigadores no imaginaron, en un principio, que la puerta de la casa la había dejado abierta Benjamín, que había entrado a matarla la misma pareja que se encargó del asesinato de León Serment.

Según confiesa el propio Benjamín en la entrevista: conocía a los asesinos. Su novia, Pamela, era amiga de hace años de Sarahi, una de las presuntas autoras materiales del doble crimen. El otro acusado es su novio, Alejandro. Lo que niega varias veces Benjamín es haber pagado 200.000 pesos (10.500 dólares) a la pareja para que matara a sus padres. También niega el sospechoso encuentro que mantuvieron los cuatro en una estación de metro días antes de los crímenes.

Benjamín cuenta en la entrevista que ha sido tratado por un psiquiatra antes. Las malas relaciones con sus padres fueron provocadas porque, según matiza, "ellos eran personas difíciles, no mostraban sus sentimientos". "Yo solo quería desaparecer, distanciarme", añade.

Los motivos que podría tener el hijo para matar a sus padres siguen siendo un misterio. La hipótesis sobre el seguro de vida que cobraría tras la muerte de ambos no está confirmada. Ante la pregunta, de "¿por qué lo haría?" él sólo responde: "Si todo lo que declaran es cierto, ¿por qué acompañé a mi padre a la calle? Yo no hubiera salido". Sobre la muerte de su madre, no aclara nada más.


Leído en  http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/12/mexico/1476307090_165973.html


AMLO se olvida de sí mismo


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 Para las hordas de malquerientes del Peje, recomiendo la columna de Sabina.
Tiene mucho más sentido que los dislates sobre los crímenes criminales.

"En la calurosa sala de sesiones del Comité Ejecutivo Nacional de Morena,
a decir: la sala del departamento de Copilco de su líder moral, el
mismísimo Andrés Manuel López Obrador ocupó su sillón acostumbrado entre
los representantes de su partido, y enunció con su voz lenta y su acento
costero sus nuevas resoluciones.

—¿Se acuerdan de que tenemos en el partido una secretaría para los
derechos de la diversidad? —dijo en primer término, y los representantes
asintieron.

—Bueno —siguió el líder—, vamos a renunciar a luchar por esos derechos
de la diversidad, para recobrar el apoyo de la Iglesia.

Un rumor recorrió a los representantes:

—Sí sí sí sí sí sí."

http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/columna/sabina-berman/nacion/2016/10/5/amlo-se-olvida-de-si-mismo