martes, 14 de julio de 2015

Ricardo Alemán - ‘El Chapo’ es el héroe aplaudido

A pesar de que se repite como un ciclo, cada vez resulta más difícil de entender. Y es que mientras que en democracias como la de Estados Unidos y España los atentados a la seguridad de las personas, las instituciones y el Estado suelen unificar a sociedad y Gobierno en un grito unánime de “¡no pasarán!”, en México y ante situaciones similares la sociedad termina por humillar, vilipendiar, vapulear, caricaturizar y odiar al Gobierno, mientras aplaude al villano, al que convierte en héroe.

Está claro que hay enojo social; es evidente que existe pobreza y que la desigualdad campea. Nadie puede negar que política, políticos y partidos han defraudado a las mayorías y que la inseguridad y la violencia han llegado a extremos límite.









Denise Maerker - Sí se podría poner peor

En febrero de este año un alto funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto me dijo que la única ventaja de la situación tan adversa por la que atravesaba el gobierno a raíz de la tragedia de Iguala y del escándalo de la Casa Blanca es que las cosas ya no se podían poner peor. Habían tocado fondo y les quedaba tiempo por delante para remontar.

Hoy sabemos que no fue así, faltaba todavía que se les escapara "El Chapo".

Entiendo ahora que esa interpretación de los hechos, compartida por muchos del círculo íntimo del Presidente, tuvo consecuencias. ¿Qué prisa puede haber por cambiar el equipo o las prioridades si ya nada malo puede ocurrir? ¿Por qué la urgencia si no hay miedo de seguir cayendo? Y si a esto se le agrega esa otra excluyente de responsabilidad que también circulaba por los círculos de poder según la cual Peña Nieto era víctima de la mala suerte como en su momento había sido el beneficiario de una muy buena suerte -la disposición de los partidos de oposición para firmar con el nuevo gobierno un pacto, la ausencia de López Obrador en los días más álgidos de la discusión sobre la Reforma Energética- se entiende el inmovilismo.








Ciro Gómez Leyva - La segunda renuncia del secretario Osorio Chong

“Yo fui gobernador y creo que un secretario, y más el de Gobernación, debe darle siempre el mayor margen de acción posible a su jefe para que pueda refrescar el gabinete”, me dijo a principio de año Miguel Ángel Osorio Chong a propósito de la versión de que en la horas previas a la Navidad le había presentado su renuncia al presidente Peña Nieto.

–¿Sí fue a renunciar, secretario? –le pregunté.

–Sí –respondió con economía de recursos.

Si eso hizo entonces, yo daba por sentado que lo volvería a hacer ayer; que lo haría hoy, mañana, cuando el Presidente regresara de Francia. Pero anoche dijo categórico: “Los momentos de crisis no son para renunciar”.








Salvador García Soto - Osorio se juega su futuro político

En medio de un clima de linchamiento de la opinión pública al gobierno de Enrique Peña Nieto, por la fuga cada vez más vergonzosa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, después del Presidente, toda la presión se centra en uno de los “hombres fuertes” de esta administración: Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación que con este caso se juega totalmente su futuro político. Si no hay una recaptura del narcotraficante que burló la “máxima seguridad” del sistema penitenciario y se burló de este gobierno, Osorio ya puede dar por muerta toda aspiración presidencial en 2018.

Por algo el titular de Gobernación fue personalmente encargado por el presidente de coordinar el operativo “sin precedentes” que según el mandatario se inició desde ayer para reaprehender al capo y regresarlo a la cárcel. La de Osorio es una carrera contra el tiempo, pues en la medida que pasen los días y se conviertan en semanas o meses sin que capturen a Guzmán Loera el desgaste para él y para su jefe, el Presidente, irá en aumento y pondrá en duda todo lo que diga o haga este Gobierno.






Raymundo Riva Palacio - 'El Chapo': la debacle

La historia de la debacle de la procuración de justicia y los sistemas de inteligencia del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto lo provee una línea de tiempo, la captura y fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, y la manera como se comportaron los procuradores a quienes les tocaron los dos momentos. Desde Jesús Murillo Karam, baladroneándose de que Estados Unidos tendría que esperar de 200 a 300 años para que el jefe del Cártel del Pacífico les llegara extraditado, a Arely Gómez, en cuclillas, observando catatónica la boca del túnel por donde poco más de 500 días después de ingresar al penal de máxima seguridad de El Altiplano, se les escapó. El Chapo, es la metáfora del desastre gubernamental.

Abundan los señalamientos de que la fuga del criminal se debió a la debilidad institucional. No hay que confundirse. No fue la debilidad de las instituciones por donde hay que entrar a revisar qué pasó, sino la forma como un nuevo gobierno con funcionarios bravucones, inexpertos y formas de pensamiento primitivas, deconstruyeron lo que se había hecho –como se planteó este lunes-, y no tuvieron la capacidad y el conocimiento para evitar el escape. La información proporcionada por las autoridades federales es ambigua, y al ser contrastada con lo que ha ido aportando la prensa, afloran las contradicciones.







Sergio Sarmiento - Una gira chapeada

"La vida es una aventura, no un viaje de paquete".

Eckhart Tolle

No, no pienso que el presidente Enrique Peña Nieto haya debido cancelar su gira en Francia, una visita de Estado importante para los dos países. Dejar al mandatario encerrado en Los Pinos no ayudará a la recaptura del Chapo. Ningún gobierno, de hecho, puede suspender actividades por la fuga de un criminal de la cárcel.



Lea la columna completa aquí http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=318121









Eduardo Ruiz Healy - No entiendo

El secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong dijo ayer que Joaquín “El Chapo” Guzmán era el recluso más vigilado dentro de la cárcel federal de alta seguridad ubicada en Almoloya, Estado de México. Sin embargo, explicó que por cuestiones de derechos humanos no era vigilado en el baño, lugar desde donde se fugó. En pocas palabras, para proteger la modestia de uno de los criminales más peligrosos y sanguinarios del mundo, alguna autoridad, tal vez la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ordenó en algún momento a que no hubiera videovigilancia en los baños que usan los inquilinos de esa prisión y quién sabe cuántas otras más. Ese baño protegido de las miradas de los carceleros es el “punto ciego” desde donde se escapó el jefe del Cártel de Sinaloa.







Manuel Mejía Vallejo - Hermano loco

Manuel Mejía Vallejo  (1923 - 1998)

Hermano loco

Un día el lobo se dio cuenta de que los hombres lo creían malo.

– Es horrible lo que piensan y escriben – exclamó.

– No todos – dijo un ermitaño desde la entrada de su cueva, y repitió las palabras que inspiró San Francisco. El lobo estuvo triste un momento, quiso comprender.

– ¿Dónde está ese santo?

– En el cielo.

– ¿En el cielo hay lobos?

El ermitaño no pudo contestar.

– ¿Y tú que haces? – preguntó el lobo intrigado por la figura escuálida, los ojos ardidos, los andrajos del ermitaño en su duro aislamiento. El ermitaño explicó todo lo que el lobo deseaba.

– Y cuando mueras ¿irás al cielo?- preguntó el lobo conmovido, alegre de ir entendiendo el bien y el mal.

– Hago lo que puedo por merecer el cielo – dijo apaciblemente el ermitaño.

– Si fueras mártir, ¿irías al cielo?

– En el cielo están todos los mártires.

El lobo se le quedó mirando, húmedos los ojos, casi humanos. Recordó entonces sus mandíbulas, sus garras, sus colmillos poderosos, y de unos saltos devoró al ermitaño. Al terminar se tendió en la entrada de la cueva, miró al cielo limpiamente y se sintió bueno por primera vez.


Manuel Mejía Vallejo


Directo al cielo!!!



Leído en http://www.cuentosymas.com.ar/blog/hermano-loco/