¿Y los recursos contra el secuestro?
Vaya apuntando el artículo 123 del Código Penal Federal porque lo va a escuchar citado mucho estos días.
¿De qué trata? Es el artículo que habla del delito de “traición a la patria”, por el que acusará esta semana Andrés Manuel López Obrador a Enrique Peña Nieto.
Ya lo anunció: irá este miércoles a la PGR (institución que depende del Presidente, al menos hasta ahora y cuyo titular fue puesto por él, aunque ratificado por el Senado) para denunciar este delito que se castiga con prisión de 5 a 40 años y multa de cincuenta mil pesos.
Hasta 2005 se consideraba que a un traidor a la patria se le podría aplicar la pena de muerte, aunque nunca se hizo.
Lo escribíamos aquí hace más de un año y medio, cuando desapareció el cadáver de Heriberto Lazcano que, por cierto, no ha sido recuperado. Decíamos que “hay cadáveres errantes: el más célebre sin duda el de Adolf Hitler que se supone fue recuperado por los soviéticos, del búnker nazi en Berlín, pero nunca se mostró públicamente. En el mar se supone que está el de Osama bin Laden. Otro famoso es el de Eva Perón, que estuvo oculto y transportado por el mundo durante años, una historia que refleja como nadie el libro Santa Evita, del fallecido Tomás Eloy Martínez. Allí, entre los cadáveres errantes, debe estar el de Nazario Moreno, el fundador deLa Familia Michoacana, abatido en un enfrentamiento en Apatzingán. Su muerte fue registrada por videos de la Policía Federal, pero su cuerpo fue rescatado por integrantes de esa organización criminal y no fue recuperado. Hoy existen hasta altares para Nazario Moreno que se presentaba como un hombre muy religioso, aunque firmaba sus libros como El más loco, lo que no le impedía haber encabezado una de las organizaciones criminales más violentas de la historia.