Luego de su noche de bodas, Sonia visitó a su amiga Lula.
-Ándale, Sonia, cuéntame los detalles morbosos: ¿cómo te fue en la luna de miel?
-Pues dentro de lo que cabe, bien. Pero donde no cabe, ¡cómo duele!
Más o menos así están las cosas en lo que se refiere a la economía. Dentro de lo que cabe, bien; pero donde no cabe, ¡qué partida nos están poniendo! No sé tú, pero cada día soy menos optimista en cuanto al nivel de vida que tendremos en los próximos años. Si bien, en términos generales, no estamos en una gran
crisis, sí es evidente que cada vez alcanza menos el dinero, no hay aumentos de sueldos y sí, en cambio, los precios no dejan de subir. Lo grave es que, al tener menos dinero, la gente evidentemente compra menos y si una empresa vende menos, termina por correr a una parte de sus empleados. ¿Y quién, aparte del
güevón de mi cuñado, se pone a gastar sin tener con qué pagar? Ante este panorama, necesitamos, todos los mexicanos, ponernos creativos para impulsar nuestra economía. Por ejemplo, creo que podríamos comenzar a exportar americanistas: los compramos en lo que cuestan y los vendemos en lo que ellos creen que valen, ¡negociazo!