“La situación en Michoacán no es más que un problema general llevado al extremo: la debilidad del estado expuesta a la vista de todos y el precio que la sociedad paga por ello “
— Lorenzo Meyer
Apariencia y Realidad. A veces pareciera que el Estado mexicano está inspirado en un cuento: El Mago de Oz: mucha apariencia y poca sustancia. Promete portentos, pero no tiene capacidad para cumplirlos. Como en el país de Oz, depende de la credulidad de su audiencia y de que ésta no se tope con la realidad.
El Estado mexicano se presenta como una entidad coherente y dispuesta a acometer ambiciosos planes para resolver casi todos los problemas: pobreza, hambre, mala educación, el viejo corporativismo sindical, falta de empleo y la creación de un seguro de desempleo, rehacer la naturaleza de la industria petrolera por vía de la privatización y desnacionalización, disolver monopolios y crear una auténtica economía competitiva, modificar el sistema financiero, poner al día la política fiscal, revitalizar el campo, recuperar la seguridad, hacer efectivos los derechos humanos, rehacer la impartición de justicia, dar protección al medio ambiente, combatir la corrupción, relanzar el TLC, regresar al sistema electoral la credibilidad perdida. En fin, la lista de promesas puede ser tan larga como los 95 compromisos del "Pacto por México". La última es recuperar Michoacán.