martes, 10 de enero de 2017

Elena Reina - OCDE: “México tardó demasiado en retirar el subsidio a la gasolina”

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) le ha echado un capote al Gobierno mexicano en plena crisis por la subida de la gasolina. En una conferencia de prensa, el secretario general del organismo, José Ángel Gurría, ha apuntado que la retirada del subsidio a los combustibles era algo "inevitable e inaplazable" y que la única crítica es que se hubiera tardado demasiado. A su derecha, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, uno de los políticos más vapuleados estas semanas por el gasolinazo, asentía conforme.

"México era el único país de la OCDE que seguía subsidiando el consumo de los combustibles fósiles y esto era insostenible desde el punto de vista presupuestal, pero también profundamente injusto desde el punto de vista social e incongruente con el compromiso internacional de reducir las emisiones de CO2", ha apuntado firme Gurría. Aunque ha reconocido que la medida por la cual el precio del combustible se ha incrementado este año hasta un 20% ha llegado en un momento poco oportuno: "Nos agarró el aumento de los precios del petróleo de los últimos meses, además de la caída del peso y la fórmula dio un aumento grande".






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El problema con los ajustes en los precios de las gasolinas y sus efectos sociales y delincuenciales no radica en la justificación técnica de teoría económica, sino en la falta de sensibilidad para prever complicaciones sociales y políticas.

A nadie deberían sorprender las movilizaciones urbanas violentas y rupturistas. A los saqueos de tiendas que venden alimentos y bienes de uso popular --la sociología del plasma-- le han precedido los linchamientos, la violencia del crimen organizado con descabezados, encostalados y ahorcados, los bloqueos inventados por narcos y ahora con uso de protesta social, las autodefensas, los asaltos en las calles y en los últimos años la violencia urbana en el pavimento: insultos y peleas a golpes entre transeúntes y automovilistas.

Mucho se ha escrito diciendo que se cuiden las formas de ejercer el poder para evitar respuestas de la desesperación y poco se ha logrado por la insensibilidad de la clase gobernante.  Los dirigentes políticos se han olvidado de advertencias anteriores, como la del discurso de 1978 el entonces secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles, advirtió: