domingo, 1 de julio de 2012

Riva Palacio - Al final del día



¿Por quién votar? ¿Por la primera candidata presidencial de un partido grande? ¿Por el heredero del Grupo Atlacomulco, un cuerpo mitificado que representa a la más poderosa maquinaria política en México? ¿Por un hombre que es capaz de irse al desierto seis años y regresar con la fuerza para aspirar por segunda vez a la Presidencia? ¿Por un académico que además de enfrentar a sus adversarios tuvo que luchar contra un molino de viento llamado Elba Esther Gordillo?
La elección presidencial este domingo tiene dos perfiles, el ciudadano, que encarnan Josefina Vázquez Mota del PAN, y Gabriel Quadri de Nueva Alianza, y el de políticos de cuna, Enrique Peña Nieto del PRI y el Partido Verde, y Andrés Manuel López Obrador, del PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Pero uno a uno, son totalmente diferentes.
Vázquez Mota llegó a la candidatura presidencial con las herramientas que le podrían permitir ganar una contienda interna: operadores políticos, armadores de pactos, dinero y mucho trabajo. Pero para competir por la Presidencia y enfrentar al experimentado López Obrador, y a un político cuajado, Peña Nieto, necesitaba todo eso y algo más: mostrar que no era vacía ni de ligera intensidad, pero sobretodo, hambre para ganar.
Las encuestas no le favorecen, reflejo directo de los altibajos de su campaña. Tuvo fallas tácticas –sus primeros spots-, estratégicas –mala organización y la indefinición de su posicionamiento frente al partido en el poder, al que pertenece-, y personales –la fragilidad de una candidata que carecía de potencia-. Vázquez Mota quiso ser otra, pero no pudo. La faltó fuerza y foco en el discurso. Cuando cambió su estrategia a motivadora de emociones y se asumió como lo que era –la candidata oficialista-, su campaña retomó el vuelo. La pregunta hoy es si lo habrá logrado.
No sucedió lo mismo con Peña Nieto, el hijo pródigo de Atlacomulco de quien se pensaba era de plástico, etéreo y superficial, que resultó un político que no dejó cabos sueltos. Frío, mostró buenos reflejos y, sobretodo, disciplina en su campaña. No arriesgó y administró su ventaja. Resolvió los barruntos que se estaban formando en el PRI durante el proceso de las candidaturas para el Senado y la Cámara de Diputados, y amarró la alianza con quien tenía que hacerlo: Manlio Fabio Beltrones, su adversario por la candidatura, con quien arregló que, de llegar a la Presidencia, sería clave en las reformas estructurales que quiere hacer en los primeros meses de su gobierno.
Heredero de lo mejor de la clase política mexiquense, con el carisma de Adolfo López Mateos y de Carlos Hank González, Peña Nieto comenzaba a dar señales de poseer también lo peor del viejo PRI, pero los golpes que recibió en la campaña le modificaron el talante soberbio con el que la había empezado. En esos tiempos, hace ya casi 90 días, la preferencia electoral le daba ventajas por encima de 25 puntos frente a sus adversarios. “Sería una desgracia que ganara por más de dos dígitos”, se le dijo una vez, “porque si ahora están tan soberbios, ¿qué será cuando tengan un mandato tan poderoso?”. Peña Nieto sonreía: “Prefiero que me tilden de soberbio a tener un conflicto postelectoral”.
No lo decía, pero en su cabeza estaba López Obrador, quien se fue a las calles en 2006 para protestar por la victoria de Felipe Calderón. El tabasqueño no tenía opciones reales al arrancar la campaña por los malos recuerdos de aquella batalla callejera por impedir que el panista asumiera la Presidencia. Durante seis años acumuló negativos que lo convirtieron en el político más repudiado en el país. El tiempo le ayudó a reflexionar y escuchó a sus asesores que le inventaron un discurso de paz, enmarcado en lo que llamó la “República Amorosa”, de la que muchos hicieron mofa pero que, en el corto plazo, logró que una parte del electorado de clases medias –las que definen las elecciones- que lo había abandonado hace seis años, le volviera a dar el beneficio de la duda.
La campaña de golpes de Vázquez Mota a Peña Nieto y su estrategia de discursos positivos, lo volvió a la vida política y para la mitad de la campaña se encontraba en segundo lugar, enfilado a hacerle la competencia al priista. López Obrador ganó el primer debate y siguió creciendo hasta que, convertido en enemigo real, comenzaron a golpearlo en donde más le duele: la transparencia. No pudo explicar en todo un mes de dónde sacó recursos para vivir fuera del presupuesto durante seis años, ni abrió, pese a su promesa, los libros de su organización civil, Honestidad Valiente, que recaudaba fondos. Con las cosas fuera de su control, López Obrador se olvidó del amor y regresó a los amagos y amenazas, aquellas de las que Peña Nieto, sin mencionarlo, alertaba.
Quadri, en cambio, fue una bocanada de aire fresco en la carrera presidencial. Nominado como candidato del Partido Nueva Alianza a la Presidencia, era una jugada de ajedrez para ser alfil en una lucha que iba a ser propiedad de un trío. No fue un candidato de peligro para ninguno de sus adversarios en términos de posibilidades reales de victoria, pero sí fue una pieza que ayudó al partido fundado por la maestra Gordillo a cosechar puntos porcentuales en las preferencias electorales, y posibilidades de una fracción parlamentaria lo suficientemente fuerte para ser tomada en cuenta por partidos mayores.
El equipaje académico y su formación profesional lo mostraron como el mejor preparado de todos los candidatos presidenciales, y para quienes han hablado con todos los aspirantes a la Presidencia, probablemente el más culto e inteligente. Tan articulado, como arrebatado; tan polémico, como interlocutor inmanejable, que interrumpe, golpea, trata de humillar, Quadri fue un peleonero que tuvo siempre en la mira a López Obrador. Apenas si tocó a Vázquez Mota, y dejó limpio a Peña Nieto.
Quadri necesitaba otro partido para ser un candidato de cuidado, pero cumplió el objetivo. López Obrador, más allá de cómo quede la elección, fue un ganador al resucitar de entre el panteón de los elefantes, para ser una caballo que volvió a cabalgar entre el electorado. Peña Nieto tuvo que abandonar su zona de confort y probó que sí podría sobrevivir en la jungla, mientras que Vázquez Mota, que había despertado tantas expectativas, se quedó en eso, una candidata que no estuvo a la altura de lo que se soñó.

UN POEMA DE:

Juan de Dios Peza
(1852-1910)

Reír llorando


Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz.
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez ante un médico famoso,
llegose un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.

-Viajad y os distaeréis. -Tanto he viajado
-Las lecturas buscad -Tanto he leido-
Que os ame una mujer - ¡Si soy amado!
-Un título adquirid -Noble he nacido.

¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas
- ¿De lisonjas gustáis ? - ¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?...-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?... -Mucho, mucho.

¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
- Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

-Me deja- agrega el médico -perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrick podéis curaros.

-¿A Garrick ? -Sí, a Garrick...La más remisa
y austera sociedad lo busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa !

-Y a mí me hará reir?-Ah, sí, os lo juro !;
él, sí, nada más él...Mas qué os inquieta?...
-Así -dijo el enfermo -no me curo:
¡Yo soy Garrick ! Cambiádme la receta.

¡Cúantos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reir como el autor suicida
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!..
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro rie!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto;
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.








Más en: http://www.los-poetas.com/l/peza.htm



Zuckermann- Podría ser una larga noche de domingo



Ayer, en un artículo de Milenio, de lectura obligada, describió Héctor Aguilar Camín una serie de “cavilaciones, paranoicas si se quiere, pero muy vivas en la imaginación de muchos, camino al Día D”. Se refiere lo que podría hacer la izquierda durante la jornada electoral del próximo domingo. Cito uno de los puntos:

“Retrasar el proceso electoral en las casillas favorables a otros contendientes, mediante diversas astucias: retrasar su instalación, multiplicar las impugnaciones escritas, retrasar el conteo de los votos exigiendo repetidos recuentos. Todo esto con el doble objetivo de impedir que se cumplan los horarios previstos (al punto de que no se den ese día los resultados del conteo rápido) y hacer que López Obrador arranque adelante en el PREP, porque han llegado más votos suyos que los de otros”.

Recordemos que esta táctica dilatoria la utilizó la campaña de López Obrador el miércoles 5 de julio de 2006 cuando se realizaron los conteos oficiales de los votos de la elección presidencial en los consejos distritales del IFE. Sus representantes se encargaron de retrasar el conteo de las casillas donde había ganado Felipe Calderón. De esta manera, los primeros resultados que comenzaron a llegar a la sede nacional del IFE fueron los de casillas donde había ganado AMLO. Durante muchas horas, el candidato de la izquierda estuvo arriba en el conteo. Muchos creyeron que ganaría a pesar de que existía evidencia contundente de conteos rápidos y del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que demostraban que había perdido. Fue hasta la madrugada del jueves en que el panista alcanzó y rebasó al perredista. Para todos aquellos propensos a creer en las grandes conspiraciones, pues les afirmó la idea de que AMLO había ganado, como lo demostraban las largas horas en que estuvo arriba en el conteo, pero después una “mano peluda” se encargó de que Calderón lo sobrepasara en votos.

Una cosa hay que reconocerle a López Obrador: es un especialista en crear realidades inexistentes. En 2006, a pesar de que nunca pudo demostrar una prueba fehaciente de que hubo fraude, logró que, de acuerdo a las encuestas, aproximadamente 40% de la población pensara que sí lo hubo. Por eso me parece interesante lo que ahora plantea Aguilar Camín. Si algo aprendieron los lopezobradoristas de la elección de 2006 es que les convienen las tácticas dilatorias: retrasar desde la instalación hasta el conteo de los votos en las casillas donde Peña tendrá muchos votos para que, cuando abra el PREP a las ocho de la noche, López Obrador aparezca arriba y permanezca así durante algún tiempo. Luego, cuando lleguen los resultados de las casillas que sus representantes se encargaron de dilatar, pues saldrán a reclamar lo que siempre reclaman: que hubo un fraude.

Ahora bien, si esto es previsible desde hoy, quiero suponer que los priistas ya lo saben y harán lo propio, es decir, retrasar todo el proceso electoral, desde la instalación hasta el conteo, de las casillas donde López Obrador obtendrá muchos votos, sobre todo en el Distrito Federal.

Se trata de aplicarle una sopa de su propio chocolate a los lopezobradoristas. Y si esto ocurre tanto del lado de la izquierda como del PRI, pues habrá mucho retraso en el anuncio de los resultados. Las casas encuestadoras y el IFE no podrán anunciar los conteos rápidos ya que no habrá información oficial que reportar en las casillas que son parte de sus muestras. Además, el PREP tendrá un acopio lento.

Todo lo cual fortalecerá la hipótesis de que algo anda mal con la elección porque no fluye la información. Será gasolina pura para el movimiento de López Obrador que, a partir de las ocho de la noche, estará concentrado en el Zócalo capitalino para lo que se ofrezca.

Se trata de un posible escenario más dentro de las “cavilaciones paranoicas sobre el día D” que menciona Aguilar Camín.

De hacerse realidad eso, una cosa queda clara: la noche del domingo será muy larga.

Jacques Sternberg - El empleado de correo

Jacques Sternberg
(1923-2006)

El empleado de correo

En los diez años que había vivido enjaulado detrás de la ventanilla, al fondo de la vasta oficina de correo, el empleado no había recibido una sola queja.

Recibía, canjeaba, entregaba, anotaba, estampillaba, sellaba, firmaba, contaba y devolvía. Todo lo hacía con una calma perfecta, sin el menor nerviosismo y siempre afable, cortés, sonriendo sin pausa a vecinos, a clientes, a vigilantes, al mundo entero, a todas las cosas, a él mismo... A su día de trabajo. Ante todo, su trabajo, que el empleado juzgaba una tarea muy fastidiosa, pero soportaba gracias a una pequeña obsesión estrictamente personal.

Porque el empleado, en efecto, hace diez años que comete cada noche, antes de irse, lo que se llama un delito cotidiano: un gesto que se ha vuelto obligatorio, una razón de vivir.

Todas las noches introduce en su valija un fajo de cartas escogidas al azar. Se las lleva, vuelve cuanto antes a su hogar, arroja las cartas sobre la mesa, las abre con ansiedad y cada noche, desde las nueve hasta el amanecer, las responde, una por una, sin olvidarse de una sola, sin escribir una palabra a la ligera.

Leído en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/fran/sternber/js.htm

Castañeda - Votos o dedazo.

Es una lástima que gente joven, con educación superior y nivel de politización dude de lo que va a suceder el domingo. Una lástima porque aún con incertidumbres, lo más importante de la elección ya se jugó. De acuerdo con encuestas publicadas ayer, Peña trae una ventaja de 16 puntos sobre López Obrador, que a su vez trae una ventaja de 5 puntos sobre Josefina. A estas alturas parece imposible que se hayan equivocado las encuestadoras, o que una diferencia de esa magnitud entre primero y segundo lugar cambie. El pronóstico: Peña gana entre 8 y 12 puntos. La diferencia en AMLO y VM me parece "too close to call", pero si se sigue generando un fenómeno de voto útil, y si el electorado de izquierda se moviliza más que el del PAN, AMLO puede quedar en segundo lugar.

¿Qué más sabemos? Que el PT conservará su registro, junto con el Panal; que el Verde y Movimiento Ciudadano van a estar en el límite. También sabemos con cierta certeza que el PRI tendrá mayoría en el Senado y probablemente en la de Diputados. También sabemos que a pesar del buen papel de Quadri en propuestas y foros, obtendrá más o menos entre 3% y 4%, lo que habría obtenido cualquier candidato del Panal: los votos del magisterio. Por último, todo indica que la participación será de alrededor del 60%.

Por desgracia nos va a costar trabajo saber por qué los mexicanos votamos como votamos. En México las encuestas de salida, a diferencia de otros países, se realizan en una urna artificial o bien la tasa de no respuesta crece. Esto vuelve difícil, si no imposible, saber por qué los que votaron por Peña lo hicieron así y no por JVM o AMLO; o por qué los votantes de AMLO actuaron de esa manera. La razón de esta renuencia reside en el miedo a revelar su voto verbalmente a un encuestador afuera de la casilla. Pero podemos aventurar algunas hipótesis.

Tres cuartas partes del electorado habrán desistido de votar por alguien asociado al gobierno y partido de Calderón. De acuerdo con la encuesta de Reforma, sólo 3 de cada 10 votantes por Calderón en 2006 lo harán ahora. Es cierto que la gente suele exagerar al recordar su voto de hace 5 años por lo tanto es probable que el verdadero porcentaje sea un poco más elevado. Descontando a nuevos electores todo indica que la merma es elevada. Si a esto sumamos los datos de la encuesta de GEA-ISA divulgada hace una semana, veremos que las tasas de aprobación de la guerra de Calderón se encuentran en sus más bajos niveles: ¿Aprueba usted o desaprueba los operativos realizados por el gobierno de Felipe Calderón para combatir el crimen organizado en el país? Aprueba: marzo 2007, 83%; en junio de 2012, 52%.

De esto se deduce una tesis: en la medida en que la situación económica mejora, los temas de seguridad son más importantes. Al preocupar más a la gente y al ver costos y resultados de la guerra, la gente se rehúsa a votar por su continuidad. Ojalá las encuestas de salida ayuden a confirmar o desmentir esta idea.

Una última pregunta: ¿la victoria de Peña equivale a una restauración del viejo orden? No será si el PRI ha cambiado o si existe un supuesto nuevo PRI. Es una pregunta diferente: independientemente de cómo sea el PRI de hoy, su candidato, los que lo acompañan y los chips que llevan adentro; lo importante es saber si pueden actuar como antes, queriendo hacerlo o no. Mi respuesta es que no, tal y como lo publiqué en Time, El País y otros medios. No porque piense que el PRI haya cambiado (no lo sé); no porque conozca las convicciones democráticas de Peña Nieto (o su ausencia), sino porque sí sé que el país ha cambiado, que su relación con el mundo es otra, y que efectivamente creo que no es lo mismo ser electo que designado. Una cosa es el dedo del ex jefe; otra el voto de millones de mexicanos. Si no creemos eso, entonces estamos obligados a una de dos: millones de votos son ilegítimos y fraudulentos; o da lo mismo sacar votos que beneficiarse del dedazo. Para mí, no es lo mismo, prefiero votos legítimos que dedazo.



Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/663/1324524/default.shtm

Aguilar Camín - Cavilaciones paranoicas sobre el día D


En la izquierda existe la certeza, más o menos generalizada, de que el 1 de julio habrá un fraude inducido por la compra o la coacción del voto. También, de que la elección ha sido decidida de antemano por el contubernio de Televisa con Peña Nieto, y se trata de una imposición.
Fuera de la izquierda hay también una certeza más o menos generalizada: que López Obrador no aceptará el veredicto en las urnas y repetirá la protesta del 2006, solo que adelantada: una protesta que empezará el mismo día de la elección.
Oigo y leo sin parar augurios en este sentido, e incluso descripciones puntuales de lo que puede suceder. Lo que sigue es un recuento de esas cavilaciones, paranoicas si se quiere, pero muy vivas en la imaginación de muchos, camino al Día D.
Resumo en seis puntos lo escuchado sobre lo que hará la izquierda ese día.
1. Plantear al IFE demandas imposibles de cumplir para poder alegar desde el principio falta de transparencia. Por ejemplo: que los miembros de YoSoy132 sean aceptados como observadores electorales aunque lo solicitaron extemporáneamente, que les permitan estar presentes en el cómputo electoral y tener acceso a las bases de datos de ese conteo, que haya miembros de ese movimiento en cada consejo distrital como observadores del PREP y en las deliberaciones de la publicación del conteo rápido del IFE. Todas estas cosas son imposibles física o legalmente.
2. Retrasar el proceso electoral en las casillas favorables a otros contendientes, mediante diversas astucias: retrasar su instalación, multiplicar las impugnaciones escritas, retrasar el conteo de los votos exigiendo repetidos recuentos. Todo esto con el doble objetivo de impedir que se cumplan los horarios previstos (al punto de que no se den ese día los resultados del conteo rápido) y hacer que López Obrador arranque adelante en el PREP, porque han llegado más votos suyos que los de otros.
3. Que los representantes de la izquierda en las casillas no firmen suficientes actas (25%) como para poder pedir la anulación de la elección por irregularidades sistemáticas.
4. Interceptar el traslado de los votos y las actas correspondientes a los consejos distritales del IFE para interrumpir el flujo de la información y/o alegar robo de urnas.
5. Tomar las instalaciones de las Juntas Ejecutivas del IFE en los estados y las instalaciones del IFE en la Ciudad de México.
6. Desconocer el proceso electoral antes de los conteos rápidos o el anuncio oficial de los resultados por el IFE.
¿Paranoias? ¿Anticipaciones?

Alejandro Rosas- Un poco de historia: La joven democracia mexicana



Bajo la célebre máxima de “el que pega primero pega dos veces”, los representantes de los partidos que llegaban primero a la casilla el día de la elección presidencial, tomaban su control. Desde luego, los miembros del partido oficial se encargaban de madrugar, para madrugar a la oposición.
La institucionalización de la revolución en la forma de partido político (1929) no contempló la instauración de un régimen democrático a pesar de estar señalado en la Constitución. La democracia sólo fue parte del discurso y de la retórica política, y el sistema se encargó de construir una democracia simulada, donde el propio gobierno era juez y parte de las elecciones. Si entre 1910 y 1929, las elecciones estuvieron manchadas por el fantasma de la violencia armada, a partir de 1934 comenzó la sofisticación y sistematización del fraude electoral, con el cual, invariablemente, el partido oficial obtenía “carro completo”.
Si algo tuvieron los operadores políticos del partido oficial fue una imaginación sin límites para realizar los fraudes electorales. Del robo de urnas con ametralladoras Thompson en mano –como lo describe el cacique potosino Gonzalo N. Santos en sus Memorias-a la urna embarazada –la cual era retacada de boletas antes de iniciar la jornada electoral;  de la intervención de la fuerza pública para amedrentar a la oposición, al carrusel o el ratón loco –seudociudadanos eran llevados a votar en todas las casillas posibles-; del padrón inflado en el que hasta los muertos votaban al conteo doble; de la sustitución de identidad de los electores a la compra de votos o la coacción; de la alteración de actas a la manipulación de los sistemas de cómputo; de la violación de los topes de campaña a la utilización de recursos públicos para favorecer a un candidato.
Así, la sofisticación del fraude permitió transitar pasar de las jornadas violentas a la pacífica simulación. En 1940, el candidato oficial Ávila Camacho le ganó al opositor Juan Andrew Almazán, en unas sangrientas elecciones; en 1946, la maquinaria del estado se movilizó a favor de Alemán para derrotar a Ezequiel Padilla y en 1952, la designación de Ruiz Cortines como candidato, provocó un cisma al interior del partido, lo que significó la salida del general Miguel Henríquez Guzmán para lanzar su candidatura apoyado por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano.
De 1958 a 1982, no hubo problemas en las elecciones debido a que el fraude se volvió parte del sistema. En 1988, la caída del sistema de Bartlett puso al país de cabeza; los asesinatos políticos de 1994, empañaron el proceso electoral de ese año y a la postre provocaron una terrible crisis económica; la oposición denunció falta de equidad en la contienda pues el partido oficial se benefició con mucho mayor tiempo en los medios de comunicación para su candidato.
Con un régimen que actuó como juez y parte la expectación generada al aproximarse una nueva sucesión presidencial no recaía en saber quién ganaría la elección, que de antemano estaba definida para el candidato oficial, sino en el tipo de fraude que se emplearía para garantizar su triunfo.
Sexenio tras sexenio, el ejercicio libre y pleno del sufragio fue violentado y el voto a favor de la oposición perdió su valor. Los cargos de elección popular dependían de la voluntad presidencial, de los gobernadores, de los líderes charros pero no del voto. El antiguo régimen fue incluso capaz de cometer fraude contra sus propios candidatos.
La democracia no tenía significado para la “familia revolucionaria” –era simple y llana retórica-; los miembros del partido oficial consideraban el poder como su propiedad; una propiedad que merecían por haber sido los vencedores de la Revolución. La democracia, los derechos políticos, la libertad del sufragio, eran términos que relacionaban con las oscuras fuerzas de la reacción.
En 1946, en el trigésimo sexto aniversario de la Revolución Mexicana, Alejandro Gómez Maganda, diputado del PRI, señaló en la tribuna del Congreso: “El sufragio efectivo es impracticable en México, porque el poder está en poder de las fuerzas reaccionarias y sería inconcebible y absurdo que la Revolución, por tonto sentido de honrada generosidad, dijera a la reacción: ‘Toma el sufragio efectivo, que para eso lo gané, tómalo y derrúmbame en las urnas electorales’.
Con todo cinismo, los diputados hablaban abiertamente de los instrumentos de control social para favorecer al partido en los procesos electorales. La creación de sectores dentro del PRI no tenía como fin la unión para la defensa de los intereses gremiales, sino la construcción de un entramado de control que garantizara el voto corporativo de los obreros, los campesinos y la burocracia, a cambio de concesiones y prebendas otorgadas a los líderes gremiales, en la forma de curules, presidencias municipales o negocios al amparo del poder.
Durante el siglo XX, México no vivió bajo un régimen democrático –como está estipulado en el artículo 40 de la Constitución de 1917-; el sistema político surgido de la revolución levantó el andamiaje de la simulación para construir una ficción democrática. El sistema hizo de la política una mentira y de la simulación un arte.
“Pero la mentira es una realidad política fundamental –escribió Gabriel  Zaid-. Las democracias simuladas no gobiernan por la simple fuerza bruta, sino por la trampa: apoderándose de la verdad. Los ciudadanos están a merced de las autoridades, en primer lugar, porque no pueden demostrarles nada. Hay toda una industria de la verdad oficial: triunfos electorales, leyes, noticias, libros de texto, sentencias judiciales, adhesiones, desfiles, celebraciones, manifiestos. El crecimiento del estado y la corrupción son casi efectos derivados: adueñarse de la verdad facilita adueñarse de todo lo demás”.
Una vez que el país comenzó a navegar por las aguas de la estabilidad política a partir de la década de los treinta, todos los procesos electorales se realizaron de acuerdo con las fechas previstas; se montaban las casillas, había representantes incluso de la oposición –que no pocas veces fueron acosados en las jornadas electorales-, la gente votaba, se calificaban las elecciones, se tomaban las protestas de los candidatos ganadores. Pero detrás del gran montaje, del escenario de la simulación se encontraba la maquinaria electoral al servicio del partido oficial.
Cada elección ganada por el PRI desde los dominios de la alquimia electoral abatía el ánimo ciudadano, sin dolor, sin sobresaltos, lentamente y de manera casi imperceptible, tan sutilmente que al paso de los años estaba casi exterminado.
La trampa como ejercicio cotidiano; la trampa como sistema… la trampa se enquistó en la cultura política y permeó a la sociedad que ante la simulación democrática pronto olvidó el significado de la frase que la retórica oficial pronunciaba en cada aniversario luctuoso de Madero o que invariablemente aparecía al calce de los documentos oficiales: “Sufragio efectivo-No reelección”.

CACAROOOO!!! PRIMERA FUNCIÓN

El método 
(2005) 
País: España 
Director:  Marcelo Piñeyro 
 
 
 
Sinopsis
Siete aspirantes a un puesto ejecutivo se presentan a la prueba de selección de personal de una empresa multinacional, situada en un rascacielos de Madrid. Sus personalidades son de lo más dispar: el triunfador, el agresivo, la mujer insegura, el crítico, el indeciso. En un clima de tensa competitividad, el miedo y las dudas se irán apoderando de los participantes, que caen en un estado de paranoia tal que llegan a sospechar que están siendo observados por cámaras o que, entre ellos, puede haber un psicólogo infiltrado que ya los está evaluando. Esta atmósfera claustrofóbica pone de manifiesto la falta de escrúpulos de los aspirantes.







CACAROOOO!!! SEGUNDA FUNCIÓN

Homofobia (Con los ojos abiertos) 
(2009) 
Cine Israelí 
Director: Haim Tabakman


 

Esta vez, la homosexualidad se invita a un territorio aún más hostil: un barrio de la comunidad judía ortodoxa de Jerusalén. En el guión: intolerancia y dramas íntimos amorosos, sobre un escenario un tanto conocido, visto a veces en demasía. Aaron, casado y padre de cuatro hijos, es carnicero en la comunidad judía de Jerusalén. A la muerte de su padre, se hace cargo de la carnicería familiar y contrata al joven Ezri, que se convierte en el ángel de la tentación. El amor nace. La tragedia está en marcha.

El interés de la película no reside en esta enésima historia de un amor prohibido, sino en cómo estos dos hombres ven su amor nacer, crecer y decaer en el corazón de una comunidad mostrada sin clichés y en toda su complejidad. ¿Cómo conciliar el amor de Dios y el amor de los hombres? Vieja cuestión de la cual San Agustín había comprendido toda su complejidad.

¿Hay que renunciar al amor de Dios por una relación carnal? ¿Cómo hacer cohabitar una religión que se reivindica humana y amorosa (“amarás a tu prójimo como a ti mismo”) con su negativa a aceptar el amor del mismo sexo? ¿Debemos renunciar al ser amado y a la felicidad o debemos vivir nuestra vida de acuerdo con la fe y aceptar la renuncia a esa felicidad? ¿Por qué es necesario elegir? Estas preguntas conforman la trama oculta de “Ojos bien Abiertos”.

La homofobia en el mundo

Gracias a la Encuesta mundial de valores se ha podido crear un nuevo mapa de la homofobia en el mundo. Y según datos de esta encuesta, el desarrollo socioeconómico tiene mucho que ver. A mayor desarrollo del país, menor homofobia. De hecho, la tolerancia es un indicador de civilidad y de desarrollo.

Dentro de estos parámetros, los países con una economía más desarrollada suelen tener las tasas de homofobia más bajas, destacando especialmente los países de Europa Occidental. Y entre ellos, destacan Holanda y Suecia, donde únicamente el 7% y el 8,4% respectivamante piensan que la homosexualidad jamás es justificable.

Junto a estos dos países, también destacan el resto de países escandinavos, como Islandia o Dinamarca. Países en los que las diferencias sociales son poco importantes, otro hecho que parece marcar la existencia o no de la homofobia.

Lamentablemente, en Europa del Este, las tasas de homofobia aumentan considerablemente, superando incluso a países que tienen igual o menor desarrollo económico. La explicación a este hecho es que los países de Europa del Este tienen escasa tradición democrática, dado su pasado ligado a regímenes dictatoriales y comunistas.

Países como Serbia tienen un 68.9% de población que no justifican jamás la homosexualidad, mientras que en Rumanía este porcentaje asciende hasta el 73,3%, y en países como Kirguistán o Azerbaiyán se dispara al 79.8% y al de 83.6% respectivamente.

En el continente americano, Canadá se sitúa a la cabeza de las naciones menos homófobas, donde el 25,3% son homófobos. En el extremo contrario se encuentra El Salvador, un país en el que 78,7% de sus habitantes se declaran homófobos. En Estados Unidos, el 31% se declara homófobo.

Y si países como Holanda o Suecia tienen bajas tasas de homofobia, en el lado contrario se encuentran Irán, que como no podía ser de otra manera, tiene tasas de homofobia que superan ligeramente el 90%. Pero aunque parezca mentira, todavía existen países más homófobos que Irán, como Indonesia, con el 94,5%, Pakistán con el 96,4% y Egipto, con un porcentaje escalofriante del 99,9%. Países todos ellos en los que la religión mayoritaria es el Islám.

En África la situación no es mucho mejor que en los países islámicos. En Uganda el porcentaje de encuestados que afirman que la homofobia jamás es justificable rozan el 91%, mientras que Tanzania y Zimbaue, el porcentaje está situado en 93 y el 95%.

Un país que por las noticias que nos llegan parece que es super homófobo, México, está entre los países intermedios, ya que el 48,3% de los mexicanos creen que la homosexualidad jamás es justificabale, mientras que al 44,6% no le gustaría tener como vecino a un gay. Desde luego que son unos datos muy negativos si los comparamos con los porcentajes de Europa Occidental, pero que están muy por debajo de otros países de su entorno, por no hablar de los países islámicos o de los africanos.
Leído en: http://www.ambienteg.com/integracion/la-homofobia-en-el-mundo




 


BUEN DOMINGO!!!

Cartones de hoy