martes, 7 de junio de 2016

Ciro Gómez Leyva - Las 10 grandes notas del domingo

Los resultados del domingo fueron lógicos. No se registraron sorpresas mayúsculas. Pienso que estas fueron las 10 grandes notas.

1. Las elecciones en México gozan de buena salud. La participación superó el 50% en la mayoría de las entidades. Hubo alternancia en ocho de 12. Una gran derrotada del domingo fue la expresión “las elecciones en México no representan ni sirven a los ciudadanos”.

2. El electorado está castigando con fiereza a los gobiernos tocados por la presunción de corrupción. No sólo los expulsa del poder, los humilla en las urnas. El ejemplo de Rodrigo Medina en 2015 se replicó con Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge. Presunción de corrupción en el poder es sinónimo de paliza. Se castigó duramente también a Egidio Torre, un gobernador que se enconchó pensando que las inercias y la campana terminarían salvándolo.








Federico Reyes Heroles - Matices

Como todas las democracias, la mexicana escribe su historia a sus propios ritmos y con sus propios rumbos. Mientras en el Perú la dinastía Fujimori estuvo a punto de regresar al poder -con todo lo que esto implica- mientras en España ni las derechas ni las izquierdas pueden unirse para formar gobierno, mientras las derechas xenofóbicas avanzan en el continente Europeo, mientras un demagogo de derecha burda amenaza con llegar a la Casa Blanca, México delinea sus trazos. Mitos y necias realidades de nuestra democracia en construcción están allí.

1. La desaparición del PRI.- Si las elecciones fueran limpias en México, me decía un amigo en los remotos años ochenta, el PRI no ganaría ni un municipio. Nos guste o no, después de la emoción democratizadora de esa época, el PRI es una presencia nacional en la primera década del XXI, gana y pierde como parte de una nueva realidad democrática.








Dan T - ¡No te vayas, Manlio!

El líder nacional del PAN, Ricardo Anaya; el perredista Agustín Basave y todos los dirigentes de las tribus del sol azteca; por supuesto Andrés Manuel López Obrador y la gran familia de morenos; todos y cada uno de los candidatos independientes habidos y por haber en las 32 entidades de la República; los partidos pequeños que apenas lograron conservar su registro; y el 75% de los ciudadanos de este país. Todos le piden de la manera más atenta a Manlio Fabio Beltrones que... ¡no se vaya!

En tan solo unos cuantos meses el sonorense logró lo que a muchos mexicanos les costó años: darle en la madre al PRI. La derrota que sufrieron los tricolores el domingo en las elecciones fue tan espectacular como cuando me tomé mi primera selfie en pelotas. Ok, no tanto. Pero sin duda fue un momento de gozo y goce para millones de mexicanos ver la forma en que los caciques priistas que hicieron del poder un reino del terror se despeñaban por el acantilado de la democracia. (¡Ay, güey! Hasta se me encueró el chino, digo, se me enchinó el cuero con esa frase). No sé a ustedes, pero a mí me dio un gusto malsano ver que a personajes como Javier Duarte, de Veracruz; Roberto Borge, de Quintana Roo; y César Duarte, de Chihuahua; se les iba de las manos –como agua– el control de la elección y, sobre todo, de la posibilidad de quedar impunes de todos y cada uno de sus ilícitos.









Raymundo Riva Palacio - El voto anti-Peña

La mejor definición de la sorpresa del 5 de junio fue la declaración del presidente del PAN, Ricardo Anaya, poco antes de las siete de la noche del domingo. “Se los anticipo”, dijo”, “logramos recuperar estados que ya habíamos gobernado y que estaban en manos del PRI. Ganamos también en estados que nunca habían sido gobernados por un partido distinto al PRI. Logramos romper el monopolio autoritario que por 86 años había dominado el PRI”. Para esa hora, Anaya esperaba la victoria en menos de la mitad de las gubernaturas con las que el Programa de Resultados Electorales Preliminares del INE les daría. Un día después cambió el discurso. Había sido, proclamó, “una jornada histórica”. En la casa de enfrente, el presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, admitió que el partido y el gobierno deberían asumir el mensaje que les dio del electorado.









Carlos Ramírez - Elecciones 2016: mitos (1) gobernadores a la cárcel

1.- El primer campanazo había sonado en el 2010 con la victoria de tres alianzas PAN-PRD; seis años después doce elecciones de gobernador mostraron un voto de castigo a gobernadores locales priístas.

2.- Fue, en efecto, un aviso adelantado del 2018. Si se lee bien el mensaje, la oposición PAN y PAN-PRD logró la conformación de un voto útil más contra gobiernos locales abusivos.









Sergio Sarmiento - Triunfo del PAN

“El mundo cambió mientras dormía y, para mi sorpresa, nadie me consultó”. 
Carlos Eire

Una vez que se levantó el polvo de la guerra de declaraciones y las fallidas encuestas de salida, el PAN quedó como el gran y sorprendente ganador de las elecciones del 5 de junio.



Lea la columna completa aquí  http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/triunfo-del-pan






 

Eduardo Ruiz Healy - Ganadares y perdedores

Terminó la batalla electoral que durante meses enfrentó a priístas y sus aliados contra panistas, perredistas y quienes con ellos se asociaron.

En el campo de batalla quedaron tiradas, tal vez extinguidas para siempre, las carreras políticas de aquellos que sucumbieron ante sus adversarios. Curiosamente, hay algunos perdedores que sobrevivieron para dar la pelea en alguna futura confrontación. Y desde alguna loma, viendo el lugar en donde se dio la pelea, están los ganadores del enfrentamiento.










Rubén Abella - Rutina

Rubén  Abella  ( 1967 )
Rutina

Tiene miedo a la rutina. Tanto que, para conjurarla, se ha impuesto la agotadora costumbre de hacer algo distinto cada día.

Los ojos de los peces. Ed. Menoscuarto, 2010