martes, 7 de junio de 2016

Federico Reyes Heroles - Matices

Como todas las democracias, la mexicana escribe su historia a sus propios ritmos y con sus propios rumbos. Mientras en el Perú la dinastía Fujimori estuvo a punto de regresar al poder -con todo lo que esto implica- mientras en España ni las derechas ni las izquierdas pueden unirse para formar gobierno, mientras las derechas xenofóbicas avanzan en el continente Europeo, mientras un demagogo de derecha burda amenaza con llegar a la Casa Blanca, México delinea sus trazos. Mitos y necias realidades de nuestra democracia en construcción están allí.

1. La desaparición del PRI.- Si las elecciones fueran limpias en México, me decía un amigo en los remotos años ochenta, el PRI no ganaría ni un municipio. Nos guste o no, después de la emoción democratizadora de esa época, el PRI es una presencia nacional en la primera década del XXI, gana y pierde como parte de una nueva realidad democrática.










2. Territorios.- El norte para el PAN y el sur-sureste para la izquierda y el centro para el PRI. La explicación queda a medias, Puebla o Quintana Roo demandan otra explicación. La formación de clases medias es pieza clave.

3. Muchos pobres, luego izquierda.- La triste realidad es que la izquierda dividida pierde terreno. Pero también es cierto que una prosperidad lenta, pero sistemática ha cambiado los referentes del elector.

4. Las coaliciones PAN-PRD son imbatibles.- Falso, no son definitivas, van y vienen. Pero funcionan en un primer momento. Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo o Durango son la prueba de lo segundo. Oaxaca, Sinaloa o Tlaxcala de lo primero. ¿Entonces quién manda? El antipriismo no es un cheque en blanco.

5. La alternancia está estancada.- Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Veracruz y muchos municipios o la composición de legislaturas locales muestran lo contrario. Hay pendientes, Hidalgo o Zacatecas son ejemplos. Pero si se pudo en otras entidades, ¿qué pasa allí? No es receta.

6. México va a la derecha.- Tampoco se confirma. En esta elección el PAN avanza con logros significativos, pero nada le garantiza el 2018. El discurso de los ganadores no se puede clasificar como de derecha típica. Hay un centro que lentamente se está imponiendo. Esa es una buena noticia, la rigidez ideológica no campea en la mayor parte del electorado.

7. Morena está en la antesala de la Presidencia.- Sin presencia nacional y colgada de un líder conservador y contradictorio, nada vaticina ese resultado.

8. Con los tiempos oficiales para la propaganda partidaria se ahorrará presupuesto.- Falso.

9. Con los tiempos oficiales para la propaganda partidaria se logrará mayor participación.- Falso.

10. Con los tiempos oficiales para la propaganda partidaria se logrará una mejor calidad de los mensajes.- De risa. Atosigados de spots para los ciudadanos, el desprestigio de los partidos y de la política galopa. Con un gran agravante, el nuevo esquema coartó la libertad ciudadana para expresar opiniones más allá de los partidos. La partidocracia en ese ámbito es una grosera realidad que insulta a los ciudadanos.

11. Los candidatos hacen la diferencia.- Algo hay de cierto, el voto cambiante del elector, la disminución de la carga ideológica, el creciente predominio de la imagen de los candidatos se acentúa. Pros y contras, menos ideología, más imagen, con el vacío que ello conlleva.

12. La crisis de EPN entierra al PRI.- No pareciera el caso, por supuesto que hay relación entre la aceptación del presidente y su partido, pero no es directa ni aritmética. Los que apuestan al desprestigio de EPN como llave mágica a Los Pinos son presas de un simplismo.

13. El mediocre crecimiento ahoga al gobierno.- Las lecciones del domingo, por su pluralidad y dinámica regional, muestran que el voto de rechazo al gobierno no jugó un papel determinante y homogéneo. La disparidad entre el crecimiento de las entidades no permite fraguar un enojo nacional por la economía. Por el contrario si, como afirman algunos teóricos, la alternancia -con el riesgo a asumir lo desconocido que ella implica- sólo se da en una situación de confianza, las nuevas alternancias de primera generación hablan de un estado de relajamiento.

14. Las redes sociales son la nueva fórmula.- Falta información de cada caso, pero a unas cuantas horas lo que se lee es enormes diferencias entre Hidalgo o Zacatecas y Puebla. Cada sitio tiene sus propias coordenadas.

Las elecciones del domingo pasado significaron un avance innegable en lo que a alternancia se refiere, no exentas de zonas de oscuridad, como por ejemplo la indefinición de muchos candidatos frente a cuestiones de transparencia y justicia. Pero con todo, la violencia no campeó, y eso es siempre algo que vale la pena tener en cuenta. Quién ganó y quién perdió, lo de menos son los colores partidarios, la democracia como legalidad y ejercicio estuvo allí.



Leído en http://www.enlagrilla.com/not_detalle.php?id_n=69130



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