martes, 17 de mayo de 2016

Ciro Gómez Leyva - El invierno largo de Aurelio Nuño

Aurelio Nuño tuvo un otoño excepcional. Designado secretario de Educación Pública a finales de agosto, arrancó su gestión a máxima velocidad con presencia en las escuelas, acciones llamativas, buena imagen mediática, discurso coherente y resuelto, firmeza al actuar y declarar que la reforma educativa se aplicaría sin titubeos. Las cosas le funcionaron muy bien.

Recién salido del invernadero de Los Pinos, se convirtió en un atractivo personaje, en un huracán, una estrella. Escribí aquí el 3 de noviembre: “El comentario se va repitiendo, entre los entusiastas y los resignados, entre los villamelones y los enterados: si el PRI tuviera que elegir hoy a su candidato a la Presidencia, sería Aurelio Nuño”.






Raymundo Riva Palacio - México corrupto

Las primeras historias de horror sobre la corrupción en el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto comenzaron a circular en la primavera de 2013. Varios empresarios mostraban asombro porque la exigencia abierta de “comisiones” para citas con altos funcionarios o licitaciones, que llegaban a ser hasta de 40%. Dos Secretarios de Estado a quienes se les preguntó en ese entonces si habían escuchado esos comentarios, dijeron que nadie, en absoluto, les había dicho nada. Tres años después, las cosas han cambiado significativamente:

*Varios funcionarios, en violación de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, que en su artículo 47, fracción XIII, los obliga a excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, participen de negocios importantes a cargo del erario, lo han tolerado. Tanto, que a manera de ejemplo un conocedor político priista ironizó sobre un Secretario de Estado: “Salieron muy buenos sus hermanos para el negocio”.








Dan T - No entienden n-a-d-a

Le dice el maestro de matemáticas a los alumnos:

–Levante la mano quien no entendió.

–Yo, profe –levanta la mano Pepito.

–¿Qué fue lo que no entendiste?

–De septiembre para acá, ¡nada!

Así, igualito, está el Gobernador de Guanajuato, el panista Miguel Márquez: no entendió ni pío de la reforma judicial. Desde el año 2008 se aprobó el cambio del sistema de justicia en México, de tal forma que pasemos de los juicios oscuros que hoy tenemos a unos abiertos y transparentes. Uno de los pilares de este nuevo sistema es la oralidad. Es decir, en lugar de las miles y miles de hojas de los expedientes que nadie entiende y nadie puede tener acceso a ellos, los casos se resuelven frente a un juez, cara cara, como en las películas. Y lo más importante: lo que importan son las pruebas, no las mañas legales.








Ricardo Alemán - Tlatlaya: rapiña y perversión de los derechos humanos

El “caso Tlatlaya” no requiere más explicación. El 2014 un grupo de militares acudió a una bodega en Tlatlaya, en donde según reportes ciudadanos se ocultaban integrantes de un grupo criminal.

Los militares fueron recibidos a balazos. Respondieron el fuego y mataron a la banda criminal. Un militar resultó herido. Luego, membretes de ONGs orquestaron un montaje mediático para acusar a los militares de torturar y ejecutar a los criminales.

Se valieron de conocido circuito de periodistas, intelectuales y académicos que, reiteradamente, emplean idéntico “modus operandi”; adoctrinar a criminales para inventar tortura y violencia de parte de policías, marinos y militares para –con ello–, lograr liberar criminales y obtener dinero público mediante la reparación del daño; dinero que reparten con las ONG.









Carlos Ramírez - Tlatlaya: Asunto civil y militares exonerados

l expediente del caso de Tlatlaya de junio de 2014 llevó a definiciones finales: Tribunales civiles determinaron que las imputaciones de violaciones de derechos humanos en contra de soldados fueron fabricadas y ahora los militares afectados están en posibilidades de acusar a sus acusadores y de paso exhibir la manipulación de organismos defensores de derechos humanos.

El asunto es importante: el Ejército y los militares de Tlatlaya fueron acusados de asesinos en base a declaraciones legales y periodísticas de testigos, pero en el proceso penal en tribunales civiles --como lo han exigido organismos de derechos humanos-- se determinó la falsedad en declaraciones y las contradicciones de esos testigos. En función del debido proceso que esgrimen delincuentes, los militares debieron ser liberados.









Sergio Sarmiento - Guerra contra SEP

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha lanzado su reto final a la Secretaría de Educación Pública y al gobierno federal. Ayer comenzó paros indefinidos en Michoacán, Oaxaca y Chiapas. La información sugiere que el sindicato logró efectivamente cerrar la mayor parte de las escuelas en esas entidades. No necesariamente todos los maestros están de acuerdo con el movimiento, pero ninguno se atreve a violar la disposición de los líderes. Tratar de dar clases cuando la CNTE ha decretado el cierre de las escuelas sometería a un maestro a actos de violencia.



Lea la columna completa aquí  http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/guerra-contra-sep-narc







Eduardo Ruiz Healy - Los pobres que dejaron de creer en los políticos


e referí a la creciente pobreza en Estados Unidos en mis columnas del 4 de junio de 2013 y del 26 de marzo de 2015.

En la primera de ellas anoté lo siguiente:

“El empresario y programador cibernético Paul Buchheit, creador y desarrollador de Gmail, entre otras cosas, recientemente publicó un artículo titulado Con base en los datos de su ingreso, la mitad de los estadunidenses viven cerca o debajo de la línea de pobreza (Based on wage figures, half of americans live near or below the poverty line). Esto es lo que escribió:










Andrés Neuman - Un suicida risueño

Andrés Neuman  ( 1977 )
El suicida risueño

Ocurre siempre igual. Cargo el arma. La alzo. La contemplo un momento de frente, como si tuviera algo que decirme. La dirijo a mi sien izquierda (soy zurdo, ¿por?). Respiro hondo. Aprieto los párpados. Arrugo el gesto. Acaricio el gatillo. Me noto húmedo el dedo índice. Descargo la fuerza poco a poco, muy cautelosamente, como si dentro de mí hubiese un escape de gas. Junto los dientes. Casi. El dedo se me dobla. Ya. Y entonces, lo de siempre: un ataque de risa. Una risa instantánea, brutal y sin razones que estremece mis músculos, me hace soltar el arma, me derriba del asiento, me impide disparar.

No sé de qué demonios se reirá mi boca. Es algo inexplicable. Por muy apesadumbrado que me encuentre, por muy lamentable que parezca el día, por convencido que esté de que el mundo sería más agradable sin mi molesta presencia, hay algo en la situación, en el tacto metálico del mango, en la solemnidad del silencio, en mi sudor cayendo en forma de grageas, yo qué sé, hay alguna cosa indefinida que, a mi pesar, me resulta espantosamente cómica. Un milímetro antes de que el gatillo ceda, de que la bala viaje a la semilla del descanso, mis carcajadas invaden la habitación, rebotan contra los cristales, corretean entre los muebles, desordenan toda la casa. Me temo que también las escuchan mis vecinos, que para colmo deducen que soy un hombre feliz.

Dedícate al humor, me sugirió un amigo cuando le conté mi tragedia. Pero a mí las bromas, excepto al suicidarme, no me hacen ninguna gracia. Este problema mío, el de la risa, va a acabar con mi paciencia. Me avergüenza la euforia ridícula que me recorre el estómago mientras el arma cae al suelo. Cada vez que este contratiempo se repite, y aunque siempre he sido un hombre de palabra, me concedo una pequeña prórroga. Una semana. Dos. Un mes, exagerando mucho. Y mientras tanto, claro, procuro divertirme.









Leído en  https://alguienmedijo.com/2014/08/02/un-suicida-risueno/