LA CENSURABLE COSTUMBRE DE HABLAR A LAS ESPALDAS
Estoy consciente de la gran animadversión (por expresarlo suavemente) que sienten la mayor parte de los pocos foristas sobrevivientes en este foro hacia mi persona. Sentimiento que me he ganado “a pulso” al exhibir sus limitaciones en la mayoría de las veces que tenemos algún intercambio de opiniones. Normalmente se retiran al no poder refutarme.
Sin embargo, el recurso que han utilizado es hacer comentarios despectivos o burlones a mis espaldas, en los intercambios que tienen entre ellos (recibiendo los consabidos “likes” de sus compañeros de Club); cuando me doy cuenta de los mismos y les contestó, invariablemente, enmudecen. No son capaces de enfrentar sus palabras directamente. Más que molestia producen lástima.
Por ejemplo, Lobo_Estepario, al comentar el artículo de Ciro: ¿Quién puede derrotar a López Obrador en 2018?, Al defender a su ídolo (AMLO) de ataques ficticios, no se aguantó las ganas de incluirme (a mí, y a otros dos foristas, uno de ellos una dama, demostrando su bajez moral), llamándonos tarugos: