Un Ejercicio de Imaginación que no Requiere Mucha Imaginación. En relación al gran debate sobre el futuro de la industria petrolera, dejemos en suspenso el tema del nacionalismo y centremos por un momento la discusión en sus efectos sobre el proceso político mismo y coloquemos la atención en el tema de la democracia y los "poderes fácticos". Este ejercicio de imaginación lleva a preguntarnos qué pasaría si efectivamente se da luz verde para ampliar el papel de la gran empresa privada internacional en la explotación de nuestras reservas petroleras.
La invitación que el gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) nos hizo a los mexicanos el 2 de septiembre para que aceptemos y apoyemos la modificación que él propone a los artículos 27 y 28 de la Constitución con objeto de abrir aún más la puerta a la inversión privada externa en el campo del petróleo, se asemeja bastante a la que hicieron a los troyanos quienes pidieron que se metiera a su ciudad al caballo de madera que les dejaron en sus puertas sus enemigos griegos. La diferencia es que EPN ya sabe quiénes están dentro del caballo.