miércoles, 13 de febrero de 2013

Serguio Aguayo - Una de misterios

Tres diputados de izquierda se prestaron para hostigar al presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) quien incomoda al duopolio televisivo.

El interés inicial. Hace meses conversé con Mony de Swaan, presidente de la Cofetel, quien me transmitió una sensación de asedio y soledad. A finales de 2012 leo que Purificación Carpinteyro -uno de mis referentes sobre este tema- denunció una campaña de linchamiento contra De Swaan. Semanas después, Irene Levy, la aguda presidenta de Observatel, mantuvo la misma tesis. Me llama la atención porque ambas criticaron su perfil cuando fue nombrado.





¿Quién será el García Luna de Peña Nieto?

"Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”. 

–Mahatma Gandhi (1869-1948) 

Tengo un déjà vu. Haga a un lado las burradas de Luis Walton, cuando intenta minimizar la violación de las seis chicas españolas, y lo que veo es un Acapulco convertido en el Ciudad Juárez de los tiempos de Felipe Calderón Hinojosa. Walton, desesperado, intenta decir que no pasa nada para no volver su ciudad un cementerio económico, como Juárez. Walton no participa en las reuniones de seguridad con la federación –así lo dijo–, como fue al principio con los alcaldes de Juárez. 

Walton está acorralado y sin dinero, como estaban los alcaldes de Juárez. Acapulco es el nuevo Ciudad Juárez, pero seis años y 90 mil muertos después. Si, como parece, las cosas con Enrique Peña Nieto serán iguales que con el último gobierno del PAN –y los analistas nacionales e internacionales así lo dicen–, una parte de la prensa empezará una campaña en contra de quienes pidieron entonces y piden ahora un cambio de estrategia. 

Recuerde la campaña, y tiene nombres, apellidos, logos. Son los mismos que dirán que no se deja “trabajar” al nuevo gobierno; que hay que dejarlos hacer y dar resultados y que luego hablamos. (Ajá). Son esos mismos que le crearon al Presidente Calderón una zona de confort. Son los que, a pesar de los miles y miles de muertos, miles y miles de desaparecidos, miles y miles de desplazados mantuvieron una crítica constante contra los que disentían con que la estrategia se centrara en las balas y pedían ejércitos (pero) de trabajadores sociales para rescatar a los jóvenes de la falta de oportunidades. 

Romero Deschamps, el impune.

El paradigma de la corrupción del sistema político mexicano tiene nombre: Carlos Romero Deschamps, el impune, el intocable, el millonario, el despótico, el abusivo… y ahora, el desaparecido. 


¿Esto es el preludio de un nuevo “Quinazo”?… Quizás, aún no lo sabemos. Pero conocemos las formas priístas de hacer política y “justicia”. Quienes hemos vivido bajo su régimen vertical y autoritario, sabemos que así se las gastan las cúpulas del tricolor en el poder. La sustitución de Romero Deschamps, Secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) parece inevitable, inminente. 

Dependerá de cuántos secretos tenga guardados de sus enemigos y de los nuevos dueños del PRI. En este tipo de recambios, el pulso se mide por la cantidad de chantajes, monedas de cambio, ajustes, acuerdos en lo oscurito. Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, fue derrocado con base en la voluntad de Carlos Salinas de Gortari, quien 41 días después de haber llegado a la Presidencia decidió encarcelarlo por “posesión ilegal de armas” y otros delitos, para quedarse con el control del sindicato petrolero y legitimarse ante los mexicanos. Recordemos que Salinas de Gortari llegó al poder a través de un fraude electoral con la famosa “caída del sistema” manejada por el ahora “renovado” Manuel Bartlett. “La Quina” coqueteó con Cuauhtémoc Cárdenas, apoyando su candidatura presidencial, y el sistema priísta nunca se lo perdonó.