sábado, 7 de abril de 2012

Maite Azuela - Quadri en el debate presidencial



Desde que Gabriel Quadri decidió ir como candidato presidencial del
Partido Nueva Alianza se han desatado interminables cuestionamientos
sobre su decisión de abanderar a un partido que le abre espacios
legislativos y de gobierno al SNTE. El ingeniero, académico, ex
funcionario público y ecologista ha pasado incomodísimos momentos en
entrevistas, intentando explicar lo que hasta hoy no tiene cuadratura.
Quadri sabe de antemano que no puede aspirar realmente a ganar la
Presidencia, así que su papel como candidato tiene por lo menos dos
posibles motivaciones: jalar los votos de algunos indecisos que apuntan
a votar por el individuo sin prestar mucha atención al partido político
que conservará el registro y atacar discursivamente a los contendientes
del PRI que resulten una amenaza ante la que pareciera ser una batalla
ganada.

Si tenemos en cuenta que no es políticamente correcto hacer explícitos
ninguno de estos dos objetivos, será interesante ver cómo se desenvuelve
Quadri en los debates que ha programado el Instituto Federal Electoral.
Mapear a sus contendientes para definir la estrategia de ataque no es
sencillo, sobre todo porque el partido que lo apuntala no tiene una
identidad propia con la que pueda manejarse de manera independiente y,
por lo tanto, no podrá presentarse con una actitud libre y confrontante
para abatir por igual a sus adversarios.

Basta echarle un ojo a las alianzas que el Panal ha cerrado en las
diferentes entidades de la república, para confirmar que la ruptura con
el Revolucionario Institucional no es más que una estrategia para
quitarle a la imagen de Peña Nieto la sombra de Elba Esther Gordillo. El
Panal en casi todos los estados se disuelve nuevamente en una misma
fórmula con el PRI y el Partido Verde. Ya se han registrado juntos por
lo pronto en Tabasco, Morelos, Colima, Hidalgo y además se cocinan
posibles alianzas en el Estado de México. En los procesos legislativos
tanto locales como federal, el Panal y el PRI siguen operando como una
sola fuerza. La excepción es Guanajuato, en donde Nueva Alianza ha
optado por aliarse con Acción Nacional para apuntalar la candidatura a
gobernador de Miguel Márquez.

Gabriel Quadri no ha presentado resistencia alguna para defender a un
partido en el que no ha militado, a pesar de que no comparte su
plataforma electoral, enfocada a posicionar políticamente al magisterio.
Se ha sometido disciplinadamente al grado de salir a la defensa de la
maestra Gordillo y de su partido después de las acusaciones de que el
ISSSTE destinó dinero de su presupuesto a Nueva Alianza.

Se debe tener templanza para soportar los embates que ha aguantado y los
que están por venir. Asumirse progresista, honesto e innovador y
paralelamente encabezar la candidatura presidencial de un partido que
coloca como candidatos plurinominales al Congreso a Fernando González,
Mónica Arriola y a René Fujiwara —yerno, hija y nieto de Elba Esther
Gordillo— puede ser resultado de un destello esquizofrénico. Pero quizá
sea menos espontáneo e incongruente de lo que se mira a simple vista.

En los debates podremos detectar si Quadri, junto con su partido juega
el papel de un segundo frente del Revolucionario Institucional, lo que
implicaría que se mueva hábilmente para no evidenciar las dificultades
argumentativas de Enrique Peña Nieto, cuando carece de apoyo externo.
Atacará de frente a Andrés Manuel López Obrador y será sigiloso pero
contundente con Josefina Vázquez Mota. Sería bueno preguntarle si
estaría dispuesto a ocupar alguna secretaría de Estado, como parte del
equipo de Peña Nieto, en caso de que éste resultara ganador. El rol que
asuma en ambos debates no sólo será fundamental para el posicionamiento
del Panal y la garantía de su registro, sino para elevar el costo de la
recompensa que deberá hacerle el PRI una vez que haya terminado este
proceso tan fastidioso.

Rosario Robles - Malas noticias… para el gobierno



No me refiero al desastre en el que se ha convertido la campaña de Josefina Vázquez Mota. A la improvisación que la ha caracterizado desde que el estadio Azul se vaciara. Día tras día, la nota se ha centrado en los yerros que se han acumulado en el haber de la candidata. No han trascendido sus propuestas, sino la falta de planeación, de orden, en la campaña de alguien que aspira a dirigir los destinos del país. Mala noche. De no cambiar de estrategia y de equipo, quien hoy ocupa el segundo lugar puede despedirse de ese sitio. La encuesta diaria de MILENIO de este viernes registra tan sólo cinco puntos de diferencia con respecto a López Obrador, cuya consistencia en la campaña empieza a arrojarle algunos puntos y, de seguir así, las tendencias se pueden cruzar. El PAN hace mal en pensar que tiene asegurado el segundo lugar, porque en 1997 prácticamente empató sus votos con el sol azteca (26.6% para el primero y 25.7% para el segundo) en gran medida por el empuje nacional que representó la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas en el DF (48% PRD, 25% PRI y 15% PAN), lo que incluso permitió que la fracción parlamentaria amarilla contara con un número mayor de escaños que la panista. En 2006 el blanquiazul apenas le ganó por una nariz al sol azteca. En ese año, a estas alturas Calderón ya había realizado ajustes muy importantes en su campaña, cambiado a los coordinadores (y hasta el lema con el que inició de “manos limpias”), aun cuando la diferencia en las encuestas de finales de marzo era tan sólo de siete puntos con relación al primer lugar, en ese entonces AMLO (ahora es de 20 puntos con el puntero EPN). No obstante aunque se modifique la estrategia, se lleven a cabo nuevos nombramientos y el partido acompañe a la candidata, no se ve por dónde se pueda detener esta caída. Eso parece ser un mal dato para quien todavía la semana pasada (antes de someterse a la veda que le impone la ley) realizaba una intensa labor proselitista a favor de su gobierno y, en consecuencia, de la candidata de su partido. Peores son las noticias que tienen que ver con lo importante, lo trascendente. Las que atienden a lo fundamental y que seguramente le cayeron como un balde de agua fría.

La primera nota la puso la Coparmex al informar que 160 mil empresas han cerrado durante los últimos cinco años por la inseguridad que prevalece. A esta cifra le sumó la de que 24 millones de viajeros fronterizos prefieren ya no hospedarse en México, por lo que se ha perdido una derrama económica de 800 millones de dólares. Todo ello a pesar del aumento en el gasto en seguridad que, según los diputados priistas, asciende a 467 mil millones de pesos, lo que demuestra que con todo y ese incremento, así como la mayor presencia militar/policiaca, no hay resultados contundentes en la materia. En todo caso, las cifras expresan que la escogida no es la mejor estrategia. Pero no sólo en este terreno hay estancamiento o retroceso: de acuerdo con datos presentados esta semana por la Cámara de Diputados y el INEGI, el medio rural mexicano se encuentra en una severa crisis no sólo por los efectos de la prolongada sequía que ha afectado a algunas entidades del país, sino por la falta de políticas y de visión. La idea de producir sólo lo que hace a México competitivo está demostrando sus límites. Haber sacrificado la soberanía alimentaria está cobrando réditos muy altos: el mercado de granos y productos básicos se encarece cada vez más en el plano internacional con consecuencias muy serias para un país que todavía hace dos décadas producía lo que comía. Además, de acuerdo con el INEGI, la tasa de desocupación en la zona rural pasó de 2.05 a 3.03 en el periodo 2006-2011, y la de subocupación de 8.7 a 11.9% para los mismos años. El escenario es crítico: 8 de cada 10 trabajadores rurales ganan menos de dos salarios mínimos y más de 145 mil personas quedaron desempleadas por la sequía. Si no fuera por las remesas provenientes de Estados Unidos el campo sería un polvorín, pues hace tiempo que no aguanta más, lo que parece no importarle o preocuparle al gobierno federal, que se limita a actividades asistencialistas para hacerle frente a esta preocupante situación. Malas noticias entonces para el Presidente. Quiere hacernos creer, pero no. México no está mejor.

Leído en http://impreso.milenio.com/node/9142398

Purificación Carpinteyro - Las televisoras nos amparen

"Si no toleramos a un rey como poder político, no debemos tolerar a un rey de la producción, el transporte o la venta de cualquier necesidad de vida".

John Sherman, senador de EU




Si de todos los problemas que aquejan a México fuese necesario escoger cuál privilegiar para resolverlo, me inclinaría por la concentra- ción de poder: concentración de poder político o concentración de poder económico, que, desde cualquier óptica, están estrechamente vinculados y son interdependientes.

México se ha forjado sobre la base de concentración de poder. Aprendimos desde la Colonia a aceptar poderes políticos absolutos impuestos por un rey; incorporamos como inevitable el derecho del soberano a otorgar concesiones a unos cuantos, en cuyas manos quedaba el desarrollo de las actividades económicas, con exclusión del resto. Desde entonces poco ha cambiado.

En política, presidentes-dictadores, partidos hegemónicos y políticos sexenales han marcado la historia; en economía, afortunados privilegiados a quienes el "Estado" confirió concesiones o prebendas para explotar, en exclusiva o con protección, distintas actividades económicas del país.

Al menos, la alternancia del 2000 allanó el camino para el traspaso del poder ilimitado del Presidente a los gobernadores de los estados, quienes, en muchos casos, se han aprovechado de sus cargos y se convierten en omnipotentes y reacios a someterse a las más básicas reglas de transparencia y responsabilidad pública. Pero en materia de economía, y pese a las promesas de candidatos que llegaron a presidentes, la alternancia no cambió nada. En algunos casos, hasta reforzó el control de las empresas sobre el sector en el que operan.

Y si en política hoy tenemos un oligopolio de partidos que, a través de reformas que ellos mismos aprobaron con el voto de "sus representantes" en el Congreso, se arrogaron el derecho exclusivo a designar candidatos a los distintos cargos de representación popular, restringiendo el mandato constitucional que garantiza que todo ciudadano mexicano tiene derecho a "votar y ser votado"; en los más importantes sectores económicos y de desarrollo, seguimos sometidos a los reyes del maíz y la tortilla, el cemento, los bancos, el cobre, la educación, el pan en caja o similares, las telecomunicaciones y la televisión, por dar unos ejemplos.

No es justificación, para ningún gobernante o legislador, el que los monopolios y los oligopolios establecidos se hubieran formado con anterioridad a su gobierno o encargo. Siguiendo los principios establecidos en nuestra Constitución, están obligados a evitar fenómenos de concentración que contraríen el interés público. Esto significa actuar, a pesar de que conlleve a la confrontación con los poderes económicos con los que están estrechamente vinculados, o de los que dependen.

Existen numerosos precedentes en distintos países, incluso en Estados Unidos, cuya filosofía nacional está cimentada en los principios del libre mercado, en los que se han adoptado medidas determinantes para la conformación de mercados y el fomento de la competencia.

Casos como el de DuPont, declarado monopolio en el negocio de los explosivos 1912, y de cuya división surgieron dos nuevos grupos; el de Standard Oil, que partió a la petrolera en 34 empresas separadas y competidoras; el de AT&T en telecomunicaciones, de cuyo rompimiento surgieron siete empresas de telefonía local y una de larga distancia, son claros ejemplos de cómo la acción contundente del Estado, la de la justicia americana, permitió la reconfiguración de mercados monopolizados por empresas preexistentes.

Pero en México hablar de medidas equivalentes para crear mercados competitivos es tanto como discutir la "confiscación" o, peor, la "expropiación". Para cualquier político mexicano, mencionar la posibilidad de revocar concesiones como consecuencia de la práctica reiterada de acciones en contra de la competencia es anatema.

Y es que, si no para todas las industrias, sí para algunos casos muy evidentes, poder económico equivale a poder político y viceversa.

Si no ¿cómo explicar las candidaturas propuestas por la alianza PRI/PVEM de 13 personajes tan allegados a las televisoras como la hija de Ricardo Salinas Pliego, la hermana de Leopoldo Gómez -quien por cierto también fue propuesta por el PRI para ocupar el cargo de consejera del Instituto Federal Electoral-, o a una de las abogadas que desde 2009 trabaja temas electorales ante el IFE para un funcionario de Televisa, entre otros?

Ojalá que los intereses de la sociedad mexicana queden tan bien representados como lo serán los de las televisoras. Y si la verdadera representación popular no fuese equivalente en términos numéricos, ojalá que quienes nos defiendan tengan calidad moral.



Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/652/1302868/

Ana Laura Magaloni - Una ruta creíble.

El grueso de los recursos de nuestras policías, procuradurías, juzgados penales y reclusorios está puesto para encarcelar a quienes comenten delitos que en otros países no se castigarían con cárcel


México Evalúa, hace algunas semanas, difundió un informe titulado "Realidades de los sistemas de seguridad y justicia en los estados", el cual contiene 25 indicadores que buscan dar cuenta de la magnitud del desastre institucional en este ámbito. Por ejemplo, según este informe, en 2010, 92 por ciento de los delitos no se denunciaron y 80 por ciento de los homicidios dolosos en el país quedaron impunes. Asimismo, 60 por ciento de los internos fueron recluidos por delitos que se castigan con menos de tres años de prisión, 50 por ciento de esa población en reclusión estuvo en prisión preventiva y en los reclusorios de Tamaulipas existió una tasa de 771 homicidios por cada 100 mil internos.

No hacen falta muchos argumentos para señalar que nuestras instituciones de seguridad y justicia locales están colapsadas. Hoy el grueso de los recursos de nuestras policías, procuradurías, juzgados penales y reclusorios está puesto para encarcelar a quienes comenten robos menores, riñas y conductas que en otros países no se castigarían con cárcel. También sirven para extorsionar y vender impunidad a quien tiene dinero para manipularlas. No sirven para investigar y sancionar homicidios, ni otros delitos graves. Tampoco sirven para incrementar la percepción de seguridad a los ciudadanos. Mucho menos para disuadir a quienes cometen delitos. Son instituciones que tienen un grosor o densidad institucionales extraordinariamente delgado como para impactar en la actividad delictiva o para generar confianza en los ciudadanos.

La enorme paradoja de este diagnóstico es que llevamos más de 10 años discutiendo los mismos datos. Es decir, hace más de una década parece existir un consenso social y político sobre la magnitud del problema y la relevancia de la reforma de todas estas instituciones. Ello ha provocado que cada vez se destinen más recursos públicos a este rubro, se hayan reformado muchas leyes y se hayan implementado distintas políticas en muchas entidades federativas. A pesar de todo, los indicadores no cambian. Hay algo que no hemos entendido. Es urgente encontrar una nueva narrativa para entender el problema de seguridad y la ruta para reformar las instituciones en este ámbito.

El punto de partida me parece debe ser el de distinguir dos realidades distintas, aunque conexas, pero distintas. Por un lado, está el problema del crimen y la falta de respuestas institucionales efectivas al mismo y, por el otro, el problema de la bajísima densidad institucional de policías, ministerios públicos, juzgados y reclusorios. Si no diferenciamos ambas realidades, vamos a seguir pidiendo peras al olmo.

La bajísima densidad institucional es tan abismal que, antes de que estas instituciones puedan dar una respuesta medianamente efectiva al problema del crimen, deben desarrollar capacidades de gestión y operación cotidiana básicas que generen confianza ciudadana. Por ejemplo, antes de pensar en que un policía municipal o local pueda hacer frente al fenómeno de la extorsión, debe estar en condiciones de acudir en un tiempo que no pase de 10 minutos a las llamadas de auxilio de la población, típicas del ámbito local (violencia intrafamiliar o riñas); antes de que un MP pueda desarrollar capacidades investigativas en casos de delitos complejos, primero debe contar con las metodologías básicas para recabar de forma confiable la evidencia de casos sencillos y de saber construir una tesis del caso y defenderla ante un juez; antes de que un juez pueda ser un árbitro creíble en casos de enorme visibilidad social, tiene que asumir su papel de controlar la arbitrariedad en el proceso de detención de acusados comunes y corrientes y construir su independencia frente a los gobernadores; antes de que pueda existir un reclusorio ejemplar, debemos comenzar por distinguir quién debería estar en un reclusorio y quién debería tener otra forma de castigo. En pocas palabras, no va a ser posible tener las instituciones de seguridad y justicia que sean profesionales y efectivas si no nos dedicamos, por algunos años, a generar las condiciones mínimas para su correcto funcionamiento que permitan reconstruir los lazos de confianza con la ciudadanía.

Así, necesitamos construir una ruta crítica, que vaya definiendo, paso por paso, qué debe ocurrir para que estas instituciones vayan desarrollando paulatinamente capacidades básicas que las hacen creíbles. Ello pasa por saber que, una parte muy importante del colapso institucional pasa por la arbitrariedad y abuso que padecen los usuarios de esas instituciones. Si tan sólo se acabara la extorsión policiaca, el abuso del MP, la pasividad del juez y la ausencia de una política penitenciaria sensata, mucho se ganaría en términos de reducción de la violencia y de la percepción ciudadana de inseguridad. Hemos creído, hasta ahora, que el principal problema del crimen está fuera del Estado. Ello no es así. La violencia que generan los abusos de policías, ministerios públicos, jueces y reclusorios son otra manifestación de la violencia delictiva y es esta violencia la que tendríamos que comenzar a controlar. Este, me parece, es el único camino posible para fortalecer y profesionalizar a estas instituciones y dejar de dar palos de ciego en materia de seguridad.



Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/652/1303289/

Franz Kafka - Buitres.

Franz Kafka
(1883-1924)


BUITRES.

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra.

Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.

-Estoy indefenso -le dije- vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.

-No se deje atormentar -dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.

-¿Le parece? -pregunté- ¿quiere encargarse del asunto?

-Encantado -dijo el señor- ; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿Puede usted esperar media hora más?

- No sé -le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí -: por favor, pruebe de todos modos.

-Bueno- dijo el señor- , voy a apurarme.

El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.

Leído en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/buitres.htm

¿HASTA CUÁNDO DORMIDO?



Era un pueblo de la India cerca de una ruta principal de comerciantes y viajeros. Acertaba a pasar mucha gente por la localidad. Pero el pueblo se había hecho célebre por un suceso insólito: había un hombre que llevaba ininterrumpidamente dormido más de un cuarto de siglo. Nadie conocía la razón. ¡Qué extraño suceso! La gente que pasaba por el pueblo siempre se detenía a contemplar al durmiente. 

¿Pero a qué se debe este fenómeno? – se preguntaban los visitantes.

 En las cercanías de la localidad vivía un eremita. Era un hombre huraño, que pasaba el día en profunda contemplación y no quería ser molestado. Pero había adquirido fama de saber leer los pensamientos ajenos. El alcalde mismo fue a visitarlo y le rogó que fuera a ver al durmiente por si lograba saber la causa de tan largo y profundo sueño. El eremita era muy noble y, a pesar de su aparente adustez, se prestó a tratar de colaborar en el esclarecimiento del hecho. Fue al pueblo y se sentó junto al durmiente. Se concentró profundamente y empezó a conducir su mente hacia las regiones clarividentes de la consciencia.

Introdujo su energía mental en el cerebro del durmiente y se conectó con él. Minutos después, el eremita volvía a su estado ordinario de consciencia. Todo el pueblo se había reunido para escucharlo. Con voz pausada, explicó:

- Amigos. He llegado, sí, hasta la concavidad central del cerebro de este hombre que lleva más de un cuarto de siglo durmiendo. También he penetrado en el tabernáculo de su corazón. He buscado la causa. Y, para vuestra satisfacción, debo deciros que la he hallado. Este hombre sueña de continuo que está despierto y, por tanto, no se propone despertar.

 *El Maestro dice: No seas como este hombre, dormido espiritualmente en tanto crees que estás despierto.

Tomado de “Cuentos Clásicos de la India” recopilados por Ramiro Calle.

Leído en: http://es.scribd.com/doc/64467643/101-cuentos-clasicos-de-la-India

Inés Sainz - Clásicos a la vista



Pocas veces podemos disfrutar de la pasión que generan los clásicos en
México en un mismo fin de semana. Son partidos intensos, de los que se
espera mucho y que, en los que teoría, los jugadores deberían exhibir el
mejor futbol con el que cuenta nuestro país.

Este fin de semana seremos testigos, de nueva cuenta, de dos encuentros
que prometen y que, por el buen nivel del que gozan sus protagonistas,
nos hacen ilusionarnos con goles y espectáculo.

Monterrey recibe a Tigres en el estadio Tecnológico, mientras que Chivas
le hará los honores por segunda ocasión en el Omnilife al América, en
los dos duelos más esperados por la afición mexicana en esta jornada.

Esta vez será diferente, pues me parece que los cuatro equipos han dado
muestra del potencial que su plantel les otorga, clubes bien dirigidos,
ganadores e históricos, que gracias a sus hazañas se han ganado la
etiqueta de “grandes”, y englobo a los cuatro en este calificativo,
porque a pesar de que Tigres y Monterrey no gozan de la popularidad de
los otros dos, han sabido hacerse de un lugar entre los favoritos de la
afición en general.

Cuando hablamos de clásicos, sobre todo cuando éstos se disputan en la
misma jornada como ahora, es imposible no hacer comparaciones y decir
cuál de estos dos encuentros resultará más atractivo.

La brecha de la polémica se abre y las opiniones son diversas, pues por
un lado la historia y la rivalidad que tienen Chivas y América es
incomparable, aunque por el otro lado los dos equipos regios llegan en
mejor momento, mismo que se reafirma con el lugar que ocupan hoy en la
tabla general (Tigres es segundo, mientras que Monterrey está en el
cuarto).

Resulta muy complejo decantarse por un favorito, pues incluso la pasión
entre sus aficiones se vive de manera muy diferente. En Monterrey, la
gente no habla de otra cosa que no sea el clásico regio, pues al
encontrarse estas escuadras en la misma ciudad, todo gira en torno a
este importante duelo. Además, es bien conocido que tanto universitarios
como rayados gozan de dos de las mejores aficiones del país, siempre
leales y que hacen que el futbol del norte pese en serio.

Por otro lado, los momentos de gloria y también de decepción que a lo
largo de la historia han marcado al Clásico nacional son parte de la
esencia que lo caracteriza, pues no importa si Chivas llega en mejor
momento que América o viceversa, el simple hecho de que éstos se
enfrenten provoca la euforia de la afición mexicana, por lo que la
distancia que divide al DF de La Perla Tapatía, termina por pasar a
segundo plano.

Mucho se ha dicho que los clásicos, sobre todo el Chivas-América, han
dejado mucho que desear en sus ediciones pasadas; sin embargo, me parece
que en esta ocasión no será así, pues los cuatro equipos se encuentran
en un nivel óptimo que permitirá ver juegos equilibrados, pues además
ninguno de estos clubes se reservará nada, ya que está de por medio la
calificación a la “Fiesta grande”.

Así la pregunta queda abierta, y aunque en lo personal no tengo un
clásico favorito, sí creo que los cuatro equipos tienen la obligación de
ofrecernos no sólo buen futbol, sino un partido que resulte divertido y
en el que reine el juego limpio. Para ustedes, ¿cuál es el clásico más
atractivo?