viernes, 18 de noviembre de 2011

Viernes musical, allá en el blog de Antonio Moreno.


No olvides visitar el blog Democracia en México.... Ya!, que los viernes tiene su gustada sección.  Además del apartado musical, Don Antonio Moreno tiene magníficos temas de debate como: Precandidatos presidenciales,  Decálogo del ejercicio ciudadano por la democracia y muchos más.
No sólo los viernes puedes visitar ese blog que está abierto todos los días y a toda hora



Armando Manzanero Canchénacido en Ticul, Yucatán, el 7 de diciembre de 1935, es un cantautor y músico mexicano. Ha escrito más de 400 canciones, de las cuales más de 50 han alcanzado fama internacional. Participado en numerosos programas de radio y televisión, ha grabado más de 30 discos y musicalizado numerosas películas.
Fue bautizado por sus padres con el nombre de Armando Manzanero Canché. A los 8 años, inició estudios de música en la escuela de Bellas Artes de su ciudad natal, completando su formación musical en la Ciudad de México. En 1950 compone su primera melodía titulada Nunca en el mundo y al año siguiente inicia su actividad profesional como pianista y seis años más tarde comienza a trabajar como director musical de la casa filial mexicana de la compañía discográfica CBS Internacional. Poco después se convierte en el pianista acompañante de artistas tales como Pedro Vargas, Daniel Riolobos, Lucho Gatica y Raphael.

Forista Invitado y cartón de hoy Andrés González

Se vale soñar.




La televisión por Carmen Aristegui



La Cofetel lanzó una convocatoria para una consulta sobre un tema debatido largamente, por décadas, en foros, seminarios, encuentros académicos, legislativos, etcétera, por el cual cruzan todo tipo de intereses, poderes y expectativas: la televisión abierta.

La consulta ha sido interpretada de diferentes maneras. Se pueden identificar tres grupos de personas para ello: el primero, de los que creen que no es sino una tomadura de pelo, para seguir pateando el bote, sin que quien puede y debe tomar las decisiones se decida a hacerlo sin necesidad de llamar a consultas de lo que ya todos saben debería hacerse. Otros abrigan esperanzas, creyendo que en la consulta viene implícita una decisión ya tomada de licitar frecuencias para abrir más canales de televisión. Aquí se piensa que, desde la debilidad de un sexenio que termina como éste, se puede tomar una decisión trascendente que permita romper la estructura duopólica que caracteriza a la televisión y con ello pasar a la historia. Un tercer grupo, más especializado, piensa que, con consulta o sin ella, si el gobierno decide abrir licitaciones para la televisión abierta, podría llegar a ser, ahora, poco relevante. Aquí se plantea que el desarrollo de las tecnologías actuales, con sistemas de triple, cuádruple o total play; los multicanales, el multiplexeo y demás asuntos de los que se habla en el mundo de las telecomunicaciones, ha tenido un manejo que lejos de desconcentrar poder ha fortalecido a los mismos actores dominantes que hoy rigen la televisión abierta. El punto extremo llegaría si es aprobada la alianza, prácticamente orgánica, entre Salinas Pliego y Emilio Azcárraga para operar juntos también Iusacell. Los que piensan que -aun cuando se realizaran licitaciones para frecuencias de televisión abierta- el poder ampliado con las nuevas tecnologías a quienes hoy dominan el mercado analógico y el potencial del inevitable proceso de digitalización hacen muy poco atractivo ahora -dicen- invertir cantidades millonarias para desarrollar televisión analógica. Los incentivos de inversión están en las otras posibilidades. Especialmente ahora que quedó libre el decreto presidencial para adelantar el "apagón analógico" y culminarlo en 2015.

La consulta pública para la licitación de frecuencias para televisión abierta, emitida por Cofetel, está compuesta de 14 preguntas que vienen acompañadas de una "Atenta nota" en donde se sugiere revisar un documento de referencia antes de dar respuesta a las interrogantes. El documento de referencia -que es un buen documento didáctico- contiene básicamente las informaciones que permiten sostener la respuesta principal a la pregunta formulada con el número 1: ¿Considera que la oferta en México de televisión abierta es suficiente? Con las evidencias públicas y con la información que proporciona la Cofetel para la consulta no hay forma de contestar con un sí. Evidentemente que la oferta en la televisión abierta es insuficiente y que urge hacer algo al respecto.

Cofetel afirma en su documento, sin mencionar por su nombre ni a Televisa ni a Televisión Azteca, aunque ciertamente no hace falta, que dos empresas en México "tienen relación con el 95% del total de estaciones concesionadas del país". Se hace mención de la televisión de paga y de su penetración, no obstante ello todavía "es baja en comparación con el 94.7% de penetración que logra la televisión abierta".

Sobre el mercado y la publicidad, el documento señala que, según estimaciones, "el 99% de la inversión de los anunciantes en televisión abierta se concentra en las dos empresas principales del país".

Al exponer la experiencia internacional con los nuevos canales digitales, señala que en España entraron al mercado empresas distintas a las que ya existían. Pasaron de 6 canales a 29; en el Reino Unido, de 5 a 43, y en Francia, de 6 a 23. Si esa es la perspectiva, ¿alguien invertiría en la televisión analógica si lo que viene es lo digital y todo lo demás?

La consulta a la que convoca Cofetel llama mucho la atención, precisamente, porque no queda claro si -en efecto- es el paso previo para abrir la licitación de frecuencias para la televisión analógica, lo cual sería -independientemente de lo tardío de la decisión- un hecho histórico o si se trata de destacar -en el fondo- lo importante del tránsito a la digitalización, adelantado por el decreto presidencial.

No transcurrirá mucho tiempo antes de que lo sepamos.



Leído en http://www.reforma.com/libre/online07/edicionimpresa/default.shtm?seccion=primera

Peña ganó la encuesta de AMLO por Rubén Cortés



Ya se sabe por qué AMLO y Ebrard fueron crípticos y poco locuaces al presentar los resultados de las encuestas que mandaron a hacer uno y otro para definir entre ellos al candidato de las izquierdas en 2012 y que nuestro cronista Héctor Gutiérrez describió de manera magistral:

“Nadie le levantó la mano a nadie. Si acaso, un tímido abrazo entre ambos contendientes, leves sonrisas y pulgares alzados cuando las cámaras les apuntaron, sabedores del efecto mediático que tenían que causar”.

No dieron detalles porque AMLO perdió contra el priista Enrique Peña en las dos preguntas que lo compararon con Ebard y los precandidatos de los otros partidos: en una sale derrotado por 22 puntos de ventaja y en la otra por 21.

Lo informó ayer la propia casa encuestadora, al explicar que cuando indagó las preferencias en dos escenarios posibles, para diferenciar a AMLO de Ebrard frente a los precandidatos del PRI y del PAN, ambos resultados dieron como ganador a Peña.

La pregunta dos (“Si los candidatos a la presidencia en el 2012 fueran los siguientes ¿usted por quién votaría?”), incluyó dos tarjetas: AMLO contra los priistas Enrique Peña y Manlio Fabio Beltrones, y los panistas Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel; y Ebrard contra los mismos.

En la tarjeta de AMLO se impuso Peña (49 por ciento), seguido por el tabasqueño (27) y Vázquez Mota (11). En la de Ebrard también el más favorecido fue Peña (53), el Jefe de Gobierno (18) y Vázquez Mota (12).

Peña también ganó la pregunta cuatro: “¿A quién prefiere como presidente?”, con 46 por ciento de preferencias, por delante de AMLO (25), Vázquez Mota (11), Ebrard (siete), Creel (dos) y el priista Manlio Fabio Beltrones (uno).

Como sea, a nadie sorprenden estos resultados, pues Peña es hasta ahora el mejor precandidato entre todos, no sólo por su carisma personal y excelentes resultados como gobernador del Estado de México (2005-2011).

Peña es el predilecto también porque se ha declarado a favor de que el 2012 dé la oportunidad de contender de manera civilizada para que los ciudadanos puedan ver una claridad y transparencia en la oferta, una definición puntual en los compromisos de cada candidato.

Son atributos sobre los que el aspirante priista ha sabido proyectarse nacionalmente y se encamina hacia la candidatura del PRI.

AMLO no tendría por qué sentirse acomplejado ante este desenlace. Debería admitirlo, tal cual lo hace con sus errores del pasado polarizador, controversial e insolente para mostrar un talante incluyente, con su intención de hacer una “República amorosa”.

Sin embargo, oculta los resultados de la encuesta que le dio otra vez la candidatura presidencial, lo cual es una forma de mentir.

Entonces será difícil creerle. De verdad.

Josefina tiene razón por Pablo Hiriart



Josefina Vázquez Mota urgió a su partido a revisar los procedimientos internos para definir pronto a quien será su abanderado presidencial, y tiene razón.

Los personajes (presidenciables) más conocidos son, con mucho, Enrique Peña Nieto y López Obrador, mientras que el PAN carece de una figura llamativa capaz de competir con cualquiera de ellos.

Es cierto que aún falta tiempo para que arranquen formalmente las campañas, pero donde se paren AMLO y Peña la gente sabe que son los candidatos presidenciales de sus partidos.

De aquí a febrero la atención de los medios, y de la población, se va a centrar en ellos y no en los tres preaspirantes panistas.

Acción Nacional tendrá que buscar una fórmula para hacer atractiva su contienda interna, o cederá todo el terreno a sus adversarios.

En el CEN panista se molestaron porque Vázquez Mota exigió atender las circunstancias y abreviar procesos.

José Espina, presidente de la comisión de procesos internos de ese partido contestó que era muy extraña la inconformidad de Josefina porque ella conoce “los tiempos del partido”.

La llamada de atención de Vázquez Mota es simplemente sentido común y sensibilidad a las señales que hay en el ambiente.

Esas señales son, en primer lugar, un buen arranque de López Obrador.

Ya es virtual candidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, no hubo escisión en su partido que cerró filas en torno a él sin regatearle absolutamente nada.

En su calidad de candidato virtual se presentó en el noticiero de Joaquín López-Dóriga, dijo lo que quiso y enseñó un discurso nuevo, atractivo, que hace mucha sintonía con lo que muchísima gente siente y piensa.

La segunda señal es que Enrique Peña lleva una amplia ventaja en las encuestas y no se va a desplomar porque es inteligente, prudente, y también conecta muy bien con la población.

Tiene en su contra el factor Moreira. Donde vaya le van a preguntar por Moreira. Diga lo que diga en sus giras, el tema será Moreira.

Ayer en Nueva York Peña Nieto ofreció una conferencia en el Consejo de las Américas, pero la noticia va a ser el tema Moreira.

Desde hace tiempo Peña Nieto optó por la televisión como su interlocutor privilegiado y relegó a la prensa, sin calibrar que esta última también pone temas en la agenda.

Ya le pusieron uno: Moreira. Tal vez es injusto, como él dice. Pero los heridos son heridos independientemente de si el golpe fue justo o injusto.

Sea como fuere, Peña está en el imaginario colectivo y lleva una gran ventaja.

Entonces, ¿qué va a hacer el PAN? ¿Enojarse porque Josefina les dice que necesitan reflejos más rápidos?

Se van a enojar más cuando su candidato llegue en tercer lugar.

La "reconciliación" con Televisa por Ciro Gómez L





Uno de los grandes absurdos en el análisis de la política nacional tiene que ver con los medios de comunicación, en especial la televisión, en especial Televisa. Sólo así puede explicarse que la entrevista del mayor conductor de noticieros a un candidato a la presidencia se revise más desde el morbo que desde el periodismo.


El análisis da por sentado, discreta o fanáticamente, que hay un “cerco informativo”, existe el “candidato de una televisora” y los periodistas siguen las instrucciones de una mafia de rostros mutantes (Salinas, Fox, Calderón, Peña Nieto…), ligada por el objetivo resuelto de destruir al único político que puede extinguirlos. Pedazo de estupidez.


Pero, y en este espacio se ha repetido hasta el hartazgo, la fraseología y la superstición gozan de extraordinaria salud. ¿Qué es eso de que un político le declara la paz a un medio de comunicación? ¿Andrés Manuel López Obrador estaba en guerra con Televisa? ¿En serio, porque sus cercanos entraban y salían felices de los distintos programas?


Ahora resulta que criticar a un personaje público es declararle la guerra. Y que un buen día, ese personaje decide que la guerra debe terminar. La “víctima”, el “agredido”, ordena al “agresor” que acabó la hora de pelear y ¡la pelea se acaba! Pedazo de estupidez.


Como sea, la campaña 2012 ha comenzado con un buen show, con un episodio que prefiguraría el final del capítulo de la lucha entre el “pueblo bueno” y la “siniestra conspiración de las fuerzas corruptoras”, y con la pregunta de qué le habrán prometido los asesores a López Obrador para que teatralmente abandone su guerra santa y se ponga flores en el pelo.


Lo mismo en http://www.vanguardia.com.mx/lareconciliacioncontelevisa-1152236-columna.html

No se prestó Chucho Zambrano por Carlos Marín



Jesús Zambrano Grijalva ya dejó claro que Andrés Manuel López Obrador no contará con él (“está claro que soy presidente nacional del PRD”, recuerda, por si hiciera falta) para servirle de patiño.
En congruencia con su acerada formación ideológica y política desde cuando volantear o pintarrajear una barda o autobús implicaba el riesgo de ser detenido (si no es que baleado por la policía); ex guerrillero y ex preso político, el dirigente del principal de los tres partidos postulantes de la candidatura de AMLO no hará el triste papel de Juanito.
Quien se apuntó en seguida para eso lidera el Partido del Trabajo, Alberto Anaya; en tanto que Luis Walton, del Movimiento Ciudadano (lo que se llamó Convergencia), no sabe aún si se prestará (“tendría que autorizarlo la coordinadora”), aunque parece estar más que dispuesto.
La negativa de Zambrano es la primera que se le da a quien venía ostentándose como presidente legítimo de México, y de quien se ignora si, en tanto busca de nuevo serlo, pero constitucional, solicitará una licencia, también, patito.

El peje en Televisa por Álvaro Cueva



El mundo se va a acabar: Andrés Manuel López Obrador se presentó en “El noticiero con Joaquín López Dóriga”.
¿Pues no que Televisa era lo peor de lo peor? ¿Pues no que Televisa era la mafia? ¿Pues no que Televisa lo tenía bloqueado? ¿Pues no que a Televisa sólo le importaba Enrique Peña Nieto?
¡Qué vergüenza! Porque, además, “El Peje” manejó la entrevista con las patas.
En lugar de esperarse a que Joaquín lo cuestionara, él solito abrió la boca, él solito se puso la soga al cuello, y usted sabe que explicación no pedida, acusación manifiesta.
Además, desde la perspectiva de la comunicación, aquello fue una desgracia. Su boca decía unas cosas y sus gestos, el tono de su voz y su postura, otras.
Y ni siquiera su discurso tuvo destellos de inteligencia, más allá de su pavoroso manejo del amor, la fraternidad y la moralidad, en más de una frase habló mal de su gente, de la gente que lo siguió en 2006, de la gente que fue y se peleó por él en su calidad de “presidente legítimo”.
¿Qué se puede pensar de un político que, con tal de salir bien parado, habla mal hasta de sus propios seguidores acusándolos, entre otras cosas, de haber estado desorganizados.
¿Pues no que le habían arrebatado el triunfo? ¿Pues no que Felipe Calderón había llegado a la presidencia a través de un fraude?
Ahora resulta que la culpa fue de su falta de organización, de su gente, de los otros. ¡Cuánta soberbia!
Yo no sé quiénes son los asesores de “El Peje” ni cuánto le cobren, pero evidentemente no tienen ni la más mínima noción de lo que es la reinvención de personajes públicos.
¿En qué cabeza cabe poner al señor López Obrador a hablar de amor sin ningún antecedente que lo justifique?
El resultado es infame, como el de un cura pederasta hablando de castidad mientras le agarra las nalgas a los niños, un insulto para cualquier inteligencia.
Y lo más interesante de este evento es que Televisa, que pudo haber quedado como la televisora con menor dignidad sobre la faz de la Tierra por abrirle las puertas a un tipo para que la fuera a perdonar, quedó como la reina más reina de todas las reinas.
¿Por qué? Porque su periodista estrella no obligó a Andrés Manuel a decir nada, nada, y porque lo presentó en igual de circunstancias como ha venido presentando a una larga lista de precandidatos.
Adiós a la mafia, al fraude, al complot y al cerco informativo. Adiós, adiós.
¡Qué gran nota! Ahora sí ya nos quedó claro, todo el mundo se arrodilla ante Televisa, hasta el mismísimo Andrés Manuel López Obrador. ¡Qué gran nota!

¿Cara o cruz? por Ricardo Alemán



Contrario a lo ocurrido en los meses previos a julio de 2006 –cuando el parto de la candidatura presidencial de AMLO fue por métodos naturales–, el nacimiento de la segunda aspiración presidencial de Andrés López se debió realizar mediante el traumático método de cesárea.

Sin embargo, lo verdaderamente grave del alumbramiento es que la amorosa madre que gestó dos candidaturas presidenciales de López Obrador, no logró sobrevivir las maniobras extremas de parto y, con síntomas de inanición, murió en el trance. Peor aún, y más penoso, resultó el hecho de que pocos, si no es que ninguno, de los integrantes de la clase política que siempre se identificaron como de izquierda, fueron capaces de expresar siquiera un responso por esa izquierda mexicana muerta. Y es que el partido que era emblema de esa tendencia política, el PRD, hoy importa poco a pocos, sobre todo ante las renovadas ambiciones de poder del nuevo ungido.

Y es que nadie debe equivocarse; lo de hoy es el “partido frente”, el nuevo instrumento que dizque reunirá “a lo más progresista” de la siempre congruente, creíble y confiable izquierda mexicana.

Y en efecto, progresistas como Alberto Anaya, dueño del PT, y políticos ejemplares como Dante Delgado, propietario de Convergencia, se convertirán en los nuevos adalides de esa ejemplar izquierda mexicana. Y los primeros signos de la “profunda vena progresista” de los señores Anaya y Delgado, será cuando se vistan de botargas electorales a las órdenes de AMLO.

¿De qué juego estamos hablando?. De que en otra escandalosa simulación, al más puro estilo de Juanito, AMLO decidió que no perderá los millones de pesos de prerrogativas que produce una precampaña presidencial, y menos desperdiciará los valiosos minutos de exposición en radio y televisión.

Por eso, y para que AMLO se beneficie de esa jugosa bolsa económica y de la imagen mediática gratuita que regalan las precampañas, ordenó a sus botargas electorales, Alberto Anaya y Dante Delgado, inscribirse como aspirantes presidenciales de la izquierda para simular, junto con AMLO, una feroz competencia. Con esa nueva farsa, Andrés López saldrá ganancioso y, al final, los señores Anaya y Delgado declinarán a sus ambiciones presidenciales meteóricas a favor del propio López Obrador. ¿Qué tal?. ¡Pura congruencia, honestidad valiente y ejemplo de honradez de izquierda!

Pero vamos al principio. ¿Por qué razón se complicó el parto de la segunda candidatura presidencial de AMLO, al extremo de causar la muerte de la amorosa madre que lo parió?.

Peligro de Aborto
Como todos saben, entre las tres fuerzas políticas que integran la llamada izquierda mexicana, existía un abierto rompimiento que, incluso, amenazaba con una guerra civil. El partido emblema de esa izquierda, el PRD, literalmente había expulsado de sus filas a AMLO y cobijó, como su aspirante presidencial, a Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno que intentó arrebatarle la candidatura presidencial al tabasqueño.

El dilema que enfrentaban las muchas tribus, las distintas corrientes y los dueños de las franquicias, es que existían dos buenos prospectos para acceder a la candidatura presidencial, pero había tres partidos y sólo una candidatura. ¿Cómo alcanzar un acuerdo entre todas esas ambiciones, esos polos opuestos y, sobre todo, cómo designar a un candidato, pero sin fracturar la delicada fragilidad de todas esas tribus?

La mejor salida era la que siempre ha ensayado la izquierda; la de la negociación, el pacto y el acuerdo, sin importar si engañan a la sociedad.

Por eso, a partir de una buena intención, como fueron las encuestas, al final se diseñó un escandaloso montaje que, en el fondo, no fue más que una negociación política de presiones y chantajes. ¿Por qué?

Porque si bien es cierto que se realizaron las encuestas y las empresas respectivas entregaron su trabajo de manera impecable, también es verdad que el resultado no fue el que se dio a conocer de manera pública, sino que presenciamos un señuelo para enmascarar la imposición de AMLO.

En otras palabras, que en realidad las encuestas no arrojaron a un ganador claro, sino a un potencial candidato con menos negativos, que era Marcelo, y a uno más popular, que era AMLO. Frente a esa realidad, inició una larga ronda de negociaciones en las que quedó claro que López Obrador no se retiraría de la contienda, a pesar de no ser el mejor calificado y, al final, Marcelo Ebrard dio paso a su teoría de origen: no ser factor de división. Y se hizo a un lado de la contienda.

Ebrard siempre tuvo claro que una división de la izquierda sería un suicidio, pero también entendió que una pelea pública con AMLO no le reportaría ningún beneficio. Por eso “bajó la cortina” y dejó para mejor momento sus aspiraciones presidenciales.

Un hecho formidable refuerza la hipótesis. Que a pesar de las abundantes críticas al engaño colectivo, las encuestadoras no dieron, y no darán en mucho tiempo, el resultado claro de la batería de encuestas que podrían confirmar a un ganador.

Pero no es todo. Un símbolo político ratifica la especie: que Marcelo Ebrard se negó durante todo el evento de unción de AMLO como nuevo monarca de las izquierdas, a alzarle el brazo en señal de ganador. En realidad, son muchos los indicios de que Marcelo Ebrard dio un paso de lado, no hacia atrás, en señal estratégica.

Y es que veremos si en los hechos se convierte en el manso cordero del eterno segundo lugar, o si ahora sí asume la iniciativa de ganarse el primer lugar. Y para ello, tendrá que atesorar para sí, y no para su patrón, su capital político.

¿Qué viene para Marcelo Ebrard en los meses y años por venir?. Que se constituya como jefe de su propio grupo político, y nunca más como subordinado de un mesías. Claro, si es que quiere ganar posiciones por méritos propios. ¿Cara o cruz?.

¿SE ACUERDAN?
Memoria electoral 12 al 18 de noviembre.

Hace 6 años, en la semana del 12 al 18 de noviembre de 2005, Marcelo Ebrard ganó.

Sí, ganó el debate con Jesús Ortega en la pugna por la candidatura amarilla rumbo a la Jefatura de Gobierno del DF. La suerte de Marcelo era otra.

En esta misma semana, pero de 2005, una poco concurrida elección ratificó a Roberto Madrazo como candidato presidencial del PRI.

Tan pronto aseguró la candidatura, el tabasqueño apresuró el proceso de expulsión de Elba Esther Gordillo. Al final de esa semana, el PRI ya había cesado los derechos políticos de la maestra.

En esos días, PRI, PAN y PRD consideraron aliarse hasta con el diablo. Todo por ganar unos cuantos votos. ¿Les suena familiar?